Acciones posibles contra la Contaminación Lumínica.
Individualmente.
Ayuntamientos.
- Iniciar un proceso abierto y participativo de redacción de una ordenanza municipal contra la Contaminación Lumínica que regule el alumbrado exterior, donde puedan concursar todos los agentes sociales y culmine en su aprobación.
- Incluir en las ordenanzas municipales sobre medio ambiente el concepto de Contaminación Lumínica. Adaptar su normativa para evitar cualquier tipo de Contaminación Lumínica.
- Aplicar las medidas básicas expuestas que garantizan una adecuada iluminación. Remodelar y/o sustituir las instalaciones contaminantes.
- Crear Comisiones de Estudio de la Contaminación Lumínica, en cuya composición figuren representantes de organizaciones sociales e instituciones académicas como las que promueven la Campaña Cielo Oscuro, a fin de realizar un diagnóstico general de los niveles de Contaminación Lumínica en el Municipio, que permita emprender un plan de detección y corrección, o sustitución, de aquellas instalaciones de alumbrado exterior contaminantes.
- Realizar campañas de información y sensibilización ciudadana.
Comunidad Autónoma.
- Iniciar un proceso abierto y participativo de redacción de una legislación autonómica contra la Contaminación Lumínica, donde puedan concursar todos los agentes sociales y culmine en su aprobación.
- Aplicar las medidas básicas expuestas que garantizan una adecuada iluminación. Remodelar y/o sustituir las instalaciones contaminantes en el ámbito de su competencia.
- Crear Comisiones de Estudio de la Contaminación Lumínica, en cuya composición figuren representantes de organizaciones sociales e instituciones académicas como las que promueven la Campaña Cielo Oscuro.
- Realizar campañas de información y sensibilización ciudadana.
Nuestras propuestas podrán parecer de difícil aplicación e, incluso, serán objeto de polémica. Sin embargo, no hay nada en ellas que no se haya llevado ya a la práctica con resultados satisfactorios y, por tanto, las resistencias que estas medidas pueden encontrar serán, a no dudarlo,
producto de la inercia natural que nos impele a resistirnos a los cambios. Pero el estado actual de las cosas es profundamente insatisfactorio e irracional y urge, por tanto, cambiarlo.
Nuestros representantes políticos tienen la responsabilidad, tanto política como ética, de poner en práctica las medidas necesarias contra la Contaminación Lumínica, y nada lo impide salvo la voluntad de dar el paso, al igual que se ha hecho en otros municipios y Comunidades Autónomas.
Iluminando bien emplearemos menos dinero y energía, veremos mejor, conseguiremos una mayor calidad de vida y preservaremos el medio nocturno.