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Psicología
en la UMU y Espacio Europeo de
Educación Superior (EEES). Facultad de Psicología. Curso 2005/06 Grupo de profesores de primero (formación para el inicio de experiencia piloto conjunta de 1º de Psicología) |
Llamamos
competencias de intervención a aquellas en que se combinan uno o varios
componentes básicos y que se aplican sobre el medio físico y social o sobre el
propio pensamiento.
Transferencia.
La aplicación de los conocimientos adquiridos a la práctica sólo se puede
producir si se ponen en marcha procesos de transferencia. La transferencia del
conocimiento o de la habilidad adquirida se define como la utilización del
conocimiento adquirido en una situación para realizar una tarea que es novedosa
para el individuo. En este contexto significaría aplicar los conocimientos y
habilidades adquiridos académicamente a los problemas y situaciones de la vida
real. Este tipo de transferencia se conoce con el nombre de transferencia remota
ya que implica la capacidad de aplicar conocimiento a tareas y situaciones que
difieren bastante de aquellas en que se aprendió el conocimiento (la
transferencia cercana se refiere a la aplicación de conocimiento entre tareas
muy parecidas entre si).
Según Vanlehn (1993), para que se produzca
transferencia es necesario:
- Detectar la similitud entre la
situación real con el conocimiento aprendido.
- Recuperar el conocimiento apropiado (un ejemplo
conocido del mismo tipo de problema que plantea la nueva situación) de forma
deliberada y espontánea.
- Realizar un proceso de correspondencia entre el nuevo problema y el ejemplo
conocido.
- Aplicar el principio para el que se ha establecido la correspondencia.
- Generalizar de forma que el nuevo problema pueda servir de ejemplo.
Práctica dirigida a la transferencia
La transferencia del aprendizaje no es un proceso
automático sino que requiere esfuerzo y entrenamiento. La probabilidad de que
ocurra transferencia depende de que la persona detecte la similitud entre los
ejemplos que conoce y el nuevo problema a resolver. Sin embargo, qué se
considera similar depende del grado de experiencia de las personas, ya que los
expertos consideran similares los problemas que se parecen en los principios
necesarios para resolverlos, mientras que los estudiantes consideran similares
aquellos problemas que comparten características superficiales (Kimball y
Holyak, 2000).
Así, un principiante suele detectar similitudes
superficiales entre lo que sabe y la situación nueva, mientras que la
aplicación del conocimiento adquirido a la práctica normalmente requiere la
utilización de principios. Por eso, la recuperación de conocimiento y ejemplos
ya adquiridos no suele ocurrir de forma espontánea, sino que permanece de forma
inerte. Por otra parte, cuando la recuperación se hace mediante
características superficiales es fácil que también se establezcan
correspondencias inapropiadas. Todo esto hace que, a veces, el problema se
solucione antes de que se aplique la correspondencia entre el problema y el
ejemplo.
Sin embargo, la práctica dirigida a la transferencia
puede conseguir que los estudiantes adquieran la habilidad de transferir sus
conocimientos. Los estudiantes también pueden utilizar principios en la
transferencia si primero se les induce a generalizar los ejemplos en que se
entrenan. Para ello, es necesario utilizar muchos ejemplos y hacer que se
extraiga el principio que es común a ellos (Vanlehn, 1993). En general, el que
ocurra transferencia depende de que durante el aprendizaje de los ejemplos se
extraiga la regla abstracta o el principio estructural que es común a ellos y
que después, durante la transferencia, la persona pueda recuperar esta regla y
aplicarla al problema nuevo. Estos procesos requieren esfuerzo y entrenamiento
en clase, ya que no se utilizan de forma espontánea por los estudiantes (Kimbel
y Holyoak, 2000).