El caucho tiene mucha historia.

Los europeos conocimos el caucho con el descubrimiento de América. Hasta 1.761 no se conocía procedimiento alguno de transformación del caucho bruto. Con el descubrimiento del benzol en 1.823, solvente del caucho, fue posible la fabricación de telas impermeables.

La insensibilización del caucho a las variaciones de temperatura, se obtuvo por vulcanización (incorporar azufre). En 1.876 el botánico Wicman trajo de Brasil 70.000 semillas de Hevea Brasilensis del bajo Amazonas. Los plantones, enviados a Ceilán, constituyen el origen del caucho industrial.

Hoy, lo podemos encontrar en neumáticos, rodillos de imprenta, juntas para altas temperaturas y presiones, calzado, colchones, pavimentos etc.

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