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ENTREVISTA CON ÓSCAR LOUREDA LAMAS,
por Eugenia Bojoga
Óscar Loureda Lamas es Doctor en Filología
Hispánica, Profesor Contratado Doctor de Lengua española en la Universidad de
La Coruña y Becario de la Fundación Alexander von Humboldt en la Universidad de
Tübingen (Alemania). Su labor docente e investigadora se centra
fundamentalmente en la semántica léxica del español, la gramática del texto del
español, la etnolingüística, la tipología textual y la lingüística del texto.
Ha impartido conferencias y cursos en diversas universidades españolas y
extranjeras, por ejemplo en Salamanca, Pamplona, Leipzig, Heidelberg, Colonia,
Potsdam, Erlangen y Tübingen (Alemania), La Habana (Cuba), Chicago (EE.UU.),
Szged (Hungría), Padua (Italia), Aix-en-Provence (Francia), Piura y Lima
(Perú), Monterrey (Méjico), etc. Entre sus publicaciones recientes destacan los
libros Introducción a la tipología
textual (Madrid: Arco Libros. 2003), Lenguaje
y discurso [con textos de Eugenio Coseriu] (Pamplona: EUNSA. 2006), en
colaboración con Manuel Casado y Ramón González, Estudios sobre lo
metalingüístico (en español) (Frankfurt
a.M: Peter Lang. 2005), y la edición crítica de Lingüística del texto. Introducción
a una hermenéutica del sentido (Madrid: Arco Libros, 2007).
Estimado
Prof. Óscar Loureda, Vd. acaba de publicar dos libros de Coseriu, Lingüística del texto. Introducción a la
hermenéutica del sentido y Lenguaje y
discurso. A mi modo de ver, se trata de todo un evento.
La edición crítica en español de la Textlinguistik (original de 1980) acaba de
publicarse en la editorial española Arco Libros; la antología Lenguaje y discurso sí está ya publicada.
En ambos casos, en efecto, son ya obras del receptor, no del emisor.
Hablemos
primero del volumen recopilatorio. ¿Como surgió la idea de preparar dicha
antología?
Como tantas otras buenas ideas en España, la
idea nació alrededor de una comida. Un buen amigo de Coseriu, Manuel Casado, me
sugirió la posibilidad de recoger en un volumen algunos trabajos de Coseriu
publicados en distintas revistas españolas, pues algunos de ellos resultaban de
muy difícil acceso para un público no español y otros habían sido publicados con
los rasgos de su original oralidad, de modo que aún no presentaban la precisa
formulación que era costumbre en los textos revisados Coseriu. Estos trabajos, además,
eran fácilmente agrupables, pues presentaban una unidad temática profunda: aspectos esenciales del lenguaje en general y, sobre todo, del texto como
nivel más concreto de lo lingüístico, ya sea en relación con su individualidad,
ya sea en relación con algunos de sus tipos, o ya sea en relación con la
configuración de la ciencia que debe ocuparse de su análisis.
En el
volumen no sólo se recogen trabajos ya publicados.
Es cierto. La preparación del volumen coincidió
con mi llegada a la Universidad de Tübingen, a la cátedra de Johannes Kabatek,
como becario de la Fundación Alexander von Humboldt. Aquí encontré pronto numerosos
documentos que contribuyeron de manera decisiva a completar coherentemente los
documentos originales. Aunque la relación de
sus escritos publicados supera la cifra de trescientos sesenta títulos, en
realidad se trata sólo de la punta del iceberg, pues gran parte del legado
manuscrito de Coseriu (y no lo digo únicamente desde el punto de vista cuantitativo)
hasta el momento no ha sido publicada. Por
ejemplo el breve artículo “La lingüística del texto como
hermenéutica del sentido” constituye la base de una conferencia pronunciada en
1995 en la Universidad de La Coruña y se publica ahora por primera vez en
español porque el original no pudo ser conservado. En esta síntesis, cuya
brevedad es inversamente proporcional a su densidad, se exponen algunos de los
fundamentos de una ciencia capaz de analizar e interpretar enteramente el contenido
de todos los discursos: la lingüística del texto. Estos fundamentos se
desarrollan por extenso en Textlinguistik.
Eine Einführung obra que, pese a haber salido de la prensa hace veintisiete
años, lamentablemente en el mundo hispánico ha tenido un impacto muy limitado.
Dicen que lo breve,
si bueno, dos veces bueno.
Eso dice la sabiduría popular y su experiencia, pero a
veces la brevedad también dificulta una rápida recepción, sobre todo si la
investigación en español no cuenta con otros puntos de apoyo dentro de la obra
coseriana. Hay que decir en este sentido que la recepción general de la
lingüística del texto de Coseriu fue realmente limitada, por un lado, porque la
lingüística textual alemana, la
pragmática y el análisis de discurso, salvo algunas excepciones, tardaron
bastante en encontrar una recepción plena, y por otro lado, salvo los trabajos
pioneros como “Determinación y entorno”, los escritos de Coseriu sobre este
tema son ya de su “época alemana” y no han sido publicados aún en lengua española,
ni en francés, ni en inglés, ni siquiera en rumano, por lo menos su obra principal,
Textlinguistik. La publicación de esta antología es, pues, un primer
paso importante.
¿Importante para qué?
Más importante para el futuro que para el pasado. Mi
objetivo con la edición y el comentario que hago de estos dos libros no es
historiográfico, o no es principalmente historiográfico, aunque es posible que sirva
para modificar esa imagen inexacta o incompleta que se ha dibujado de Coseriu
como un estructuralista. Es más significativa la gran modernidad que hay en él
y que aún debe ser desarrollada: nadie había propuesto tan temprano, a mediados
de los años cincuenta, ni con tanta claridad una ciencia del texto.
¿Podría
presentar más ampliamente los estudios reunidos en este volumen?
La obra contiene siete textos de Coseriu. Dos de ellos
tienen como objeto de estudio dos de las más definitorias dimensiones del
lenguaje: la cognoscitiva y la político-social. En “El lenguaje entre fÀsei y qsei” desgrana, a
partir de una original revisión histórica, sus tesis sobre tres problemas
clásicos y perennes: la correspondencia naturalmente motivada entre la palabra
y la cosa denominada, la naturaleza de los signos lingüísticos y la génesis del
signo. Por su parte, en el artículo “Lenguaje y política” se estudian las relaciones entre lo político y la política, por una parte,
y el lenguaje y la lingüística, por otra, con los objetivos de señalar precisamente los cauces que abren para la investigación y de
mostrar las implicaciones que comportan para las comunidades lingüísticas. Los
demás artículos tienen como objeto de estudio el nivel más concreto del
lenguaje: el texto o discurso. Aparte del trabajo al que ya me referí, “La
lingüística del texto como hermenéutica del sentido”, en los artículos
“Información y literatura” y “Periodismo e historia” se consideran las
similitudes y diferencias de tres modalidades de discurso: el discurso
literario, el discurso periodístico y el relato histórico. En “Texto, valores,
enseñanza”, Coseriu muestra las posibilidades de su lingüística del texto como procedimiento para ir más allá de la dimensión
meramente lingüística de los discursos, esto es, como instrumento para señalar,
por ejemplo, la ética, los valores o la ideología que forman parte de los
textos; en consecuencia, la concibe como una herramienta valiosa para la
enseñanza, hecho que demuestra por medio de varios ejemplos literarios e
históricos.
Me ha hablado de
seis ensayos, me falta todavía uno.
Ese último es “Orationis
fundamenta. La plegaria como texto”. Constituye un último testimonio del
análisis propio de la hermenéutica del sentido. Eugenio Coseriu desarrolla por
extenso aquí las implicaciones de la definición general de la plegaria como
tipo de texto: sus rasgos esenciales o su deber-ser,
sus características lingüísticas y extralingüísticas, y el universo de
discurso que exige. Por ejemplo, en relación con el concepto de universo de
discurso, central en la lingüística, es el texto definitivo. Aparte de
esto, el texto es un punto final, pues se trata del último ensayo que pudo
escribir Coseriu.
Y a todo
esto se añade un trabajo suyo.
Como dije, la idea inicial que impulsó la
antología miraba más al futuro que al pasado. No se trataba sólo de poner al
acceso de la investigación una serie de trabajos importantes de Coseriu, sino
también de mostrar la unidad y la actualidad de su pensamiento. Y esto en un
sentido universal, para la ciencia en general, y también en un sentido
histórico, para la comunidad científica hispánica, a la que la que ahora, por
primera vez, se le presentan unidos conceptos esenciales que Coseriu tenía acerca
del texto. En este sentido, quise contribuir a la discusión científica con un estudio en el que
se explican, valoran y amplían algunas de las ideas sobre el texto que Eugenio
Coseriu ha expuesto en diferentes publicaciones desconocidas –o casi– entre el
hispanismo.
Parece
evidente, entonces, que existe una relación entre esta antología y la edición
española de la Textlinguistik que acaba de preparar.
Así es, en Lenguaje y discurso se
anticipa una teoría sobre el texto que se trata sistemáticamente en Lingüística
del texto. Introducción a la hermenéutica del sentido.
¿Por qué una edición en español de la Textlinguistik, casi
30 años después de su publicación en alemán?
Hay varias razones. La edición de la Textlinguistik
se justifica, en primer lugar, a pesar de que hayan pasado casi treinta años
desde su concepción. En las ciencias del espíritu treinta años no son nada. No
lo dice Carlos Gardel en el tango –aquí sólo son veinte–, sino el principio de la tradición tal como
Coseriu lo formuló en el Discurso
pronunciado en el acto de investidura de doctor honoris causa en Granada,
en 1993, página 31: “El principio del saber del hablante justifica también el
principio de la tradición (que, si se quiere, puede reducirse a la fórmula: tradición
y novedad). En efecto, si, para la lingüística, el hablante es la
medida de todas las cosas, si la lingüística se propone explicitar el saber de
los hablantes, si el fundamento de las ciencias de la cultura es el saber
originario, y admitiendo –como hay que admitir– que los hombres han sido
siempre seres pensantes, es lícito suponer que en la tradición de la disciplina
se encontrarán con frecuencia los mismos problemas que hoy se plantean,
planteamientos y enfoques análogos a los actuales y también soluciones
análogas. ‘La cultura’ –observó cierta vez Menéndez Pidal– ‘es tradición y
dentro de la tradición lo espontáneo, lo inventivo’. Y esto se aplica también a
la lingüística y a todas las ciencias culturales. Más aún: quien, en el ámbito
de una ciencia cultural, ignora o rechaza deliberadamente toda la tradición y
dice (o pretende decir) sólo cosas nuevas, no dice nada culturalmente válido,
ya que no responde a una exigencia de la comunidad correspondiente y no se
inserta en la cultura a la que pretende contribuir”. Es cierto que la Textlinguistik
original no es la última palabra, si eso existe en las ciencias humanas, pero,
en muchos casos, sí es la primera: más que un ensayo, la Textlinguistik
es un programa de trabajo, un programa de trabajo, en realidad, sólo
desarrollado fragmentariamente.
Se justifica, en segundo lugar, porque pese a tratarse de
una obra que la crítica y la investigación en cierta medida tuvieron en cuenta,
el conocimiento que se tiene del texto es desigual. Se conoce y se cita en su
contexto inmediato alemán, pero no más allá. Es más, fuera del ámbito alemán se
ha desarrollado sobre todo la gramática del texto, es decir, aquella
lingüística del texto que, según Coseriu, no es la “verdadera” y “propia”
lingüística del texto, por lo que la publicación permite descubrir nuevas
posibilidades para la ciencia.
Se justifica, en tercer lugar, porque aunque los conceptos de Coseriu hayan sido divulgados por publicaciones previas
y posteriores a la Textlinguistik no implica que el libro no sea
novedoso, por lo menos en dos sentidos: en relación con la propia obra
coseriana, en la medida en que se trata de la monografía sobre el texto,
y en relación con lo que en aquellos momentos, finales de los setenta, se
denominaba Textlinguistik, pues no se trata de una introducción
más, sino de una introducción con planteamientos de fondo, forma y objetivos muy
distintos.
Se justifica una edición de la Textlinguistik,
finalmente, aunque ya existan otras versiones del texto (en alemán y la
traducción italiana). No hay, sin embargo, ninguna que recoja sistemáticamente
sus relaciones paradigmáticas, relaciones paradigmáticas que en muchos casos
aportan explicaciones más extensas y definitivas sobre algunas tareas de la
lingüística del texto.
¿Su versión en español es la primera?
Sí y no. Me explico. En 1981 Coseriu se desplazó a Argentina para recibir
la distinción como doctor honoris causa por la Universidad Nacional de
San Juan y para participar en el II Congreso Nacional de Lingüística. Impartió
allí un curso titulado Lingüística del texto. Dos años más tarde se
editó el curso. No se trata, sin embargo, de la versión del texto original
alemán que pone en negro sobre blanco las lecciones de la Universidad de
Tubinga, sino de una versión sintética y divulgadora. Como publicación, la Lingüística
del texto en español tiene varios lastres: la tirada fue muy limitada, no
se publicó por cauces adecuados para una rápida y eficaz distribución, y la
edición en sí, pese a ser autorizada por Coseriu en el “qué”, no lo fue en el
“cómo”. No lo digo yo; lo dice el propio Coseriu en el libro-entrevista con
Johannes Kabatek y Adolfo Murguía, Die sachen sagen, wie sie sind
(Tübingen, Narr, 1997, pág. 137), cuando se lamenta de los problemas que
existen con la fijación de su doctrina en algunos de sus textos, concretamente
en publicaciones procedentes de sus cursos que no pudo revisar: “Así se
originan cosas a veces que en absoluto son aprovechables. Eso sucedió, y aun de
forma terrible, en Argentina, donde se publicaron en 1983 dos cursos, Más
allá del estructuralismo y Lingüística del texto, mucho antes que en
alemán y lamentablemente con muchas deficiencias. Con estos libritos de
Argentina ocurre como con Hegel, quien bajo un conocido retrato suyo escribió:
‘Todo lo que se conoce debe ser reconocido. Quien me conoce en esto me
reconocerá’, pero quien no me conozca tampoco me reconocerá aquí”.
En
el texto publicado en Argentina se añade un dato en la nota a pie de página que
el libro Lingüística del texto está “próximo a aparecer en edición en
español”. En 1983 Ana Agud Aparicio realizó una traducción al español de la
edición de Jörn Albrecht. Cuando la recibió, Coseriu comenzó a corregirla, pero
apenas un par de páginas de la traducción fueron revisadas sistemáticamente.
Hasta hoy durmió el sueño de los justos. La publicación anunciada, en efecto,
no llegó a ver la luz; más exactamente, sólo se difundió entre un reducido
grupo de discípulos de Coseriu que pudieron utilizar la traducción para conocer
el texto alemán. Para ser precisos, esta traducción sí vio la luz: el libro
publicado bajo el título Introducción a la lingüística del texto por
Luis Miranda Esquerre (Lima, Universidad Ricardo Palma, 2002) es un volumen coincide
casi exactamente con la traducción hecha por Ana Agud.
¿Qué supone científicamente esa nueva versión
de la Textlinguistik?
Se trata, en realidad, de un trabajo nuevo. Las versiones
existentes se corresponden con el texto del curso dictado en Tübingen en 1978.
Desde entonces, Coseriu ha hecho algunas aportaciones nuevas a la lingüística
textual, y las que hasta entonces había realizado, sobre todo en sus
manuscritos de Montevideo, tampoco estaban recogidas en el texto editado
originalmente en alemán. Publicar una versión en español de la Textlinguistik
ceñida exclusivamente al texto original implicaría ocultar una parte
considerable de la concepción coseriana del texto; mostrar la lingüística del
texto de Coseriu –sin cursiva, como disciplina– exigió, en realidad, la
construcción de un “nuevo” texto.
¿Un nuevo texto “de”
Coseriu “sin” Coseriu?
Es un texto “de” Coseriu… y
en todo caso “no sin” Coseriu. La dificultad de esta tarea reside en hallar un
equilibrio entre dos puntos de vista y objetivos que sólo parecen mezclables
como el agua y el aceite: por un lado, conservar en la mayor medida posible las
características prístinas del texto; por otro, publicar el texto actualizado
para asegurarle una posición adecuada en la discusión científica actual. Es
obvio que durante la vida de Coseriu el segundo planteamiento resultaba más
legítimo que ahora, porque el resultado podía ser tutelado por él; tras su
muerte, en cambio, el texto debe pasar de ser objeto de formulación a objeto de
edición. Por eso las intervenciones del editor en el interior del texto deben
ser las justas, mientras que debe aumentar la dimensión paratextual. Así, se ha
reelaborado la traducción ya existente, depurando los ecos de la oralidad
original que perviven en las distintas versiones, y se ha completado el texto
con numerosas anotaciones que revelan las fuentes de las ideas de Coseriu, que
muestran las investigaciones de sus discípulos directos e indirectos en
relación con el contenido de la monografía y que indican las relaciones de la
lingüística del texto coseriana con otras orientaciones de la lingüística
textual. En una palabra, se presenta aquí un texto “histórico”, en el que, más
que la Textlinguistik, como libro de 1980, se muestran las ideas de
Coseriu acerca el discurso. Es cierto que el equilibrio total entre la
documentación y el cumplimiento de la intención original de la obra de Coseriu
no puede evitar la crítica y no puede conseguir el aplauso general; sin
embargo, las pautas que se encuentran en el Archivo Coseriu –en lo que puede
denominarse obra latente de Coseriu–
en buena medida permiten actualizar el texto inicial sin dañar la idea del
autor.
Hay que tener en cuenta que, en
rigor, tampoco la Textlinguistik de Coseriu y la posterior versión
italiana, Linguistica del testo. Introduzione a una ermeneutica del senso,
son un texto “de” (= “escrito por”) Coseriu, sino una elaboración de sus
discípulos autorizada expresamente por él.
Tiene usted razón, la Textlinguistik de Coseriu es, en cierto
sentido, un contenido de la primera persona del singular, Coseriu, pero un
texto de la primera persona del plural, sus discípulos.
¿Ha pensado en traducir este texto a otras lenguas?
Hay un gran interés, manifestado en
diversas ocasiones, por la elaboración de la versión en rumano, pues los
estudios sobre el texto de Coseriu tienen un considerable eco en Rumanía, por
ejemplo en los trabajos de tipología textual de Emma Tămâianu-Morita o en los trabajos
de poética de Mircea Borcilă. Pienso que en breve se comenzará esta labor y que durante el año 2008 dispondremos
de la versión en rumano. Por otra parte, en colaboración con profesores de la Universidad Federal de Paraná, en Brasil, hemos comenzando a elaborar la versión en portugués.
Hablemos un
poco del contenido de la Lingüística del texto.
En su contexto inmediato, la Textlinguistik
de Coseriu es, sin duda, original: en nada o en muy poco se parece a las otras
“introducciones” publicadas en aquellos años, pues tiene más de poética, de
semiótica y de teoría de la traducción que de gramática del texto, y tiene más
de estilística que de teoría de la comunicación y de pragmática. Es un hecho
histórico que las exigencias de Coseriu en relación con el análisis textual
pillan con el paso cambiado a la lingüística de su tiempo: cuando publica
“Determinación y entorno”, en donde afirma la necesidad de una lingüística del
texto, es demasiado pronto, pues aunque a mediados de los años cincuenta ya
había apuntes para la constitución de la pragmática y del análisis del
discurso, la lingüística del texto no había sido formulada; y cuando publica la
Textlinguistik llega tarde para rectificar la trayectoria de una
lingüística del texto que, nacida desde paradigmas distintos de los de Coseriu,
ya tenía algo más de una década de historia y se presentaba sobre todo como una
gramática del texto.
¿Es, entonces, la Lingüística del texto una “reacción”?
En cierto sentido sí. Es una
reacción contra la “lingüística del texto” que entonces, más o menos a partir
de 1968, se hacía en Alemania. Coseriu critica abiertamente distintas
tendencias que se habían hecho llamar “lingüística del texto”: dice que lo que
hacen en la mayor parte de los casos no es y no puede llamarse “lingüística del
texto”, sino “gramática del texto”, porque se trata de estudiar los
procedimientos propios de cada lengua para el nivel del texto; propone una
lingüística del texto de carácter hermenéutico y con una base muy clara en la
estilística, ya por entonces una disciplina en proceso de extinción; y a los
que no practican esa ampliación de la sintaxis (esto es, a los que intentan
desarrollar esa hermenéutica que sobrevive en la lingüística en forma de
estilística de las desviaciones, de estilística del habla o, incluso, de
poética generativista) les hace llegar la insatisfacción que sus propuestas le
producen.
Entonces resulta una disciplina muy compleja.
La lingüística del texto
es, en realidad, “tres veces lingüística del texto”. Es, ante todo,
explicitación del sentido de cada texto, esto es, una hermenéutica. Un discurso es un hecho semiótico: consta de
signos, mejor dicho, de “significantes” que apuntan a un “contenido”. Por ello,
como en todo el dominio de los hechos semióticos, analizar y describir un
discurso significa propiamente interpretarlo; o sea, identificar de
manera fundada el contenido que expresa.
Dijo que la lingüística del texto es también una lingüística de la tradicionalidad
de los discursos.
Sí, porque los textos, como individuos,
también tienen su historia. Esta tradicionalidad se manifiesta en la existencia
de textos más o menos fijados en las comunidades de habla, en la existencia de
moldes expresivos (géneros textuales, tipos de texto) y en la existencia de
tradiciones discursivas.
Algunos textos, en efecto, están fijados en
las comunidades lingüísticas: no pertenecen, por ejemplo, a la lengua española,
sino a la tradición textual de los
hablantes del español, con independencia de que puedan ser conocidos más allá
de las fronteras de la comunidad en la que se originan. No pertenecen de ningún
modo a la técnica idiomática, puesto que no equivalen a unidades combinables de
ésta: son las formas que corresponden a textos completos (o a fragmentos de
textos de sentido completo), como los refranes y los proverbios. Por ejemplo,
fórmulas rutinarias para funciones distintas como el saludo (Buenos días,
Bonjour) o la despedida (Au revoir, hasta pronto), refranes (Agua
que no has de beber, dájala correr), o citas famosas (como “Liberté,
egalité, fraternité”), no pertenecen
a las lenguas española y francesa (= a sus técnicas actuales), respectivamente,
sino, en cada caso, a la tradición
textual de los hablantes del español y a la tradición textual de los hablantes del francés.
En otros casos, de lo que se trata es de
estudiar los tipos de texto. Y aún hay que ir más allá de los tipos de texto,
para explicar la formación y la extensión de las tradiciones discursivas, esto
es, las reevocaciones de cualquier hecho del discurso (modalidades del hablar,
elementos lingüísticos o situacionales, estructuras, etcétera) que han creado,
y recrean mediante su repetición, modos expresivos particulares.
¿Y en qué consiste la lingüística de lo universal de los textos?
La lingüística
del texto, en cuanto investigación teórica, se ocupa de establecer los
elementos universales de los discursos; más exactamente, la teoría de los textos
indica cuál es la posición de los textos dentro de la esfera de lo lingüístico.
Además, pueden considerarse en relación con la lingüística del nivel universal
de los textos las discusiones acerca del carácter sígnico del discurso, acerca
de la índole de la traducción (= equivalencia entre textos) y acerca de la naturaleza del lenguaje poético. Dicho de
otro modo, la lingüística del nivel universal de los textos asume tareas de la
poética o teoría del lenguaje literario, y de la semiótica; e incluso de la
teoría de la traducción, pues el problema de la traducción es fundamentalmente
un problema de lingüística del texto.
¿Qué aporta la
lingüística del texto coseriana a la discusión científica actual?
Si consideramos el presente, la
lingüística del texto de Coseriu no es una orientación más, sino un modelo
realista en el que, manteniendo algunas distinciones esenciales de base, tienen
cabida las aportaciones de la Pragmática y del Análisis del discurso, aparte de
las de la Estilística, las de la Hemenéutica lingüística o las de la Teoría de
la traducción. Es, si se quiere, una lingüística
del texto integral.
¿Una “lingüística del texto integral”?
Sí, incluso doblemente “integral”:
respecto de su objeto, como acabamos de ver, pero también en cuanto a los procedimientos.
En este sentido resulta un modelo particularmente atractivo. Desde hace más de medio siglo, el texto es uno de
los objetos de la lingüística a los que mayor número de páginas se ha dedicado.
Pero esta aparente unidad cuantitativa concerniente al objeto de estudio no
siempre ha ido acompañada, sin embargo, ni de una homogeneidad de las líneas de
investigación ni de una homogeneidad de los objetivos perseguidos. Es más, en
realidad ni siquiera el objeto de estudio “texto” es el mismo en la mayoría de
las ocasiones: por un lado, no es infrecuente que se tomen en consideración por
separado distintas dimensiones del texto (por ejemplo, la dimensión individual
para hacer un análisis crítico; o la dimensión tradicional, para hacer un
estudio de los tipos de texto o de las regularidades existentes entre varios
actos lingüísticos; o la dimensión propiamente gramatical, para hacer un
estudio de sintaxis supraoracional); por otro lado, y a raíz de focalizar su
atención en distintos aspectos del texto (bajo “texto” se designan,
evidentemente, hechos muy diferentes), las orientaciones o disciplinas no
coinciden ni en su metodología ni en sus objetivos. Precisamente por la falta
de coincidencia en el objeto de estudio, en la metodología y en los objetivos
conviven en la lingüística actual distintas modalidades de la investigación,
como la Pragmática, la Lingüística del texto, el Análisis del discurso, la
Teoría de la argumentación, la Teoría de la pertinencia, la Lingüística
interaccional y el Análisis de la conversación, la Etnometodología, la
Sociolingüística interaccional, e incluso algunas otras disciplinas que
tradicionalmente le habían vuelto la espalda a los hechos del hablar, como la
Gramática o la Semántica. Por ello no es infrecuente que en el aula y en los
seminarios de discusión científica se planteen preguntas relativas a la
posibilidad de definir el objeto “texto” universalmente, para que cada
disciplina y cada enfoque puedan sentirse satisfechos, y a la posibilidad de
reunir en una disciplina global todos los enfoques y orientaciones, de manera
que, manteniendo sus respectivos objetivos, pudieran articularse para explicar
globalmente las dimensiones reales y funcionales del texto. Desde el punto de
vista epistemológico, esta idea eliminaría investigaciones redundantes y
dotaría a la lingüística actual de unidad, y desde el punto de vista didáctico,
contribuiría, sin duda, a facilitar a los docentes su tarea.
¿El modelo de
Coseriu no puede reducirse a alguno de los enfoques anteriores de ellos?
No lo creo. La lingüística del texto
coseriana no es Pragmática, porque la Pragmática, ya desde la propuesta de
Grice, es esencialmente ciencia de la actuación lingüística en el nivel
universal: los contextos, los actos de habla, las máximas de la conversación, las
normas de textualidad, los principios ostensivo-inferenciales, la cortesía,
etc. son posibilidades universales de los textos. La Pragmática se presenta, en
la mayor parte de sus análisis, como una lingüística del texto del nivel
universal o como una teoría general del texto; propuestas más concretas, como
las de la Teoría de la pertinencia de Dan Sperber y Deirdre Wilson, son en
cierta medida teorías relativas al plano universal del lenguaje, y no sólo al
plano universal del texto, pues se trata aquí de los principios naturales que
guían el comportamiento lingüístico humano. Por su parte, el Análisis crítico del
discurso es una orientación más cercana por sus objetivos a la hermenéutica y a
la lingüística del texto que la pragmática, pues analiza los valores sociales o
individuales implícitos (la ideología) en los textos. También la teoría de la
argumentación es parcial, aunque permite desarrollar conceptos decisivos para
una sintagmática del discurso, ya sea propiamente idiomática, ya sea universal.
Es cierto que pese a una marcada tendencia a lo
universal, dentro de la Pragmática hay propuestas que prestan una atención cada
vez mayor a las condiciones sociales y culturales del uso lingüístico, lo que
revela una fuerte influencia de los principios de la Etnolingüística y de la
Sociolingüística. Se trata, entonces, de una Pragmática que se ocupa de la
competencia comunicativa, es decir, según John Gumperz y Dell Hymes, de lo que
el hablante debe conocer para comunicarse con éxito en situaciones socialmente
relevantes. En este enfoque no se subraya tanto el estudio del enriquecimiento
contextual del significado como el conocimiento de las reglas de interacción de
una comunidad dada: por ejemplo, el saber que a los profesores en Alemania se
les ustea, mientras que hacerlo con los padres ya no es una norma actual. En la
medida en que estas normas de actuación lingüística dependen de situaciones
comunicativas social e históricamente dadas, este enfoque se orienta más hacia
la tradicionalidad de la comunicación que a la universalidad de la interacción.
Frente al estudio de las tradiciones discursivas que actualmente se desarrolla
en Alemania, sin embargo, se trata de un enfoque más situacional que
intratextual.
El reconocimiento de que más allá de las dimensiones cognitiva,
gramatical y situacional de la comunicación, privilegiadas desde la Pragmática,
existen dimensiones (y dimensiones de variación) como la social, la etnográfica
y la cultural, ha propiciado que la pragmática sea absorbida por una disciplina
de mayor alcance: el Análisis del discurso. Como perspectiva heterogénea,
podría parecer que coincide exactamente con esta lingüística del texto
integral, de modo que descubrir la lingüística del texto integral sería como
descubrir el Mediterráneo. Yo no lo creo, sobre todo porque en el Análisis del
discurso no se considera la distinción explícitamente entre lo universal (lo
dado por el conocimiento de las cosas), lo idiomático (lo dado en y por
las lenguas) y lo individual (es decir, lo contextual). Entonces, en este modo
de considerar el discurso se integra, en realidad, todo lo lingüístico, o dicho
de otro modo, se considera lo lingüístico desde el hablar. Por esto, más que
con la lingüística del texto integral, el Análisis del discurso o la
lingüística de la comunicación coincide con la lingüística en su totalidad: en
términos de Coseriu, el Análisis del discurso coincidiría con una lingüística
del hablar (véase “Deterrminación y entorno”) o con una lingüística de
la parole, esto es, con una lingüística que considera los problemas del
lenguaje y de las lenguas desde el hablar. Con el nombre de “pragmática”, esta
visión se aproxima a la de Jeff Verschueren.
Entonces la lingüística del texto de Coseriu
no coincide con la lingüística a secas, sino que sería una disciplina más dentro
de la “lingüística integral”.
¿Qué
significa Coseriu en la lingüística?
La lingüística del siglo XX sometía a los hablantes a un
severo régimen de pan y agua. Les hizo extraño el más familiar y al tiempo
problemático de sus atributos: el lenguaje. Se les contaba que su hablar era en
realidad un sistema de normas rígidamente fijado, un compuesto de diccionarios
y gramática. Él fue el primero en poner el grito en el cielo muy a comienzos de
los años cincuenta. Su robusta formación estética y humanística, que le
permitió interpretar como nadie a Aristóteles, a Hegel, a Humboldt y a la
tradición retórica, su conocimiento de la realidad lingüística, y su continuo y
hercúleo quehacer fueron sus instrumentos para dar un giro copernicano a la
situación. Fundó la semántica léxica; puso las bases para el estudio del texto;
revisó críticamente la historia de la lingüística a partir de los textos
originales, pues insistía cuanto podía en que en las ciencias humanas tenemos
siempre la tradición, y con sorna avisaba de que sólo quien dice algo nuevo no
dice nada nuevo; sintetizó originalmente el idealismo y el estructuralismo;
explicó como nadie el cambio lingüístico; y, sobre todo, puso los puntos sobre
las íes en las relaciones entre la lengua, el hombre y la cultura. Por eso el
mundo académico le recompensó en vida con reconocimientos, y lo que es más
importante, con numerosos discípulos diseminados por el mundo que supieron
hallar entre las líneas de sus textos el sólido punto de partida para las
suyas.
Pero a veces da la impresión de
que la lingüística de Coseriu ha tenido un impacto desigual
La teoría del lenguaje de Eugenio Coseriu se
ha hecho conocida en gran medida debido a su continua presencia en los foros de
discusión lingüística durante las últimas décadas. Muchos de sus conceptos, por
ello, forman parte de la cultura general de la lingüística, aunque esta
familiaridad haya provocado a veces el olvido de su procedencia y, lo que es
más importante, del edificio teórico en el que se encuentran. Sin embargo, como
usted dice, pese a ser conocida, la lingüística de Coseriu no ha recibido el
reconocimiento que merecería por su amplitud, su profundidad y coherencia. Este
hecho tiene diferentes causas, algunas ya señaladas en los homenajes que
Coseriu recibió en vida. Por ejemplo, se ha dicho que Coseriu no ha publicado
casi nada en inglés: sus lenguas científicas preferidas fueron el español, el
alemán, el francés, el italiano y el rumano. Un hecho más determinante parece
el actual cariz metodológico de las humanidades, esto es, la orientación hacia
la dimensión empírica (y positivista), y, en contra de la afirmación explícita
de Coseriu, hacia el modelo de las ciencias naturales, especialmente hacia el
de la biología.
Quizá haya alguna otra razón…
Debe añadirse, a mi juicio, aún una tercera
causa importante, menos conocida que las dos anteriores y a primera vista acaso
sorprendente: el estado precario de su obra publicada. Esto afecta, sobre todo,
a las grandes monografías de la época de Montevideo (1951–1961), que no llegaron a ser transcritas completamente, y a
los extensos manuscritos de lecciones y seminarios que fueron recogidos por los
alumnos de Coseriu para que éste los revisara en su formulación antes de
entregarlos a las editoriales. Por otro lado, algunos trabajos se dieron a
conocer en revistas que hoy resultan de difícil consulta para los
investigadores; otros se publicaron en una forma “poco trascendente”, esto es,
como apuntes elaborados, de notable calidad de redacción, que, sin embargo,
muestran, a causa de las “diferentes recepciones”, pequeños desajustes,
perceptibles sobre todo si se considera la cuidadosa técnica de formulación
coseriana. Quiere decirse, en síntesis, que una gran parte de la extensa obra
de Coseriu todavía no está publicada; y aun en lo publicado existen sombras.
Todos estos hechos y circunstancias son conocidos desde hace algún
tiempo.
Sí. Por ello, en los años noventa del siglo
pasado se lanzó una primera iniciativa para recuperar la obra científica de
Coseriu. Brigitte Schlieben-Lange, discípula y sucesora de Coseriu en la
cátedra de Tubinga, solicitó un proyecto de investigación que fue aprobado en
el año 1998. Todavía en colaboración con el propio Coseriu, la meta consistía,
por una parte, en el inventario y descripción de todos los manuscritos y
tratados existentes, y, por otra, en la preparación de alguno de ellos para su
publicación.
Tengo entendido que el trabajo no fue nada fácil. La directora,
Brigitte Schlieben-Lange, que había convertido el proyecto en su principal
ocupación, enferma en el verano 1999 y fallece apenas un año más tarde. En
septiembre de 2002 también fallece Coseriu
Así es. El proyecto tuvo que completar una
parte de su camino sin su responsable y sin la valiosa cooperación de Coseriu.
Pese a ello, el proyecto concluyó con éxito y sus resultados están a la vista.
Casi todo el material manuscrito fue registrado y clasificado: mil seis
documentos manuscritos fueron identificados y dotados de una descripción amplia
(puede consultarse digitalmente en www.coseriu.de/archiv). Simultáneamente se elaboraron
y publicaron, a partir del material del archivo, algunas obras de Coseriu, como
el primer tomo de su obra más extensa, la Geschichte der romanischen
Sprachwissenschaft: von den Anfängen bis 1492, texto que fue desarrollado, complementado y actualizado
bibliográficamente en relación con el estado actual de la investigación por el
propio Coseriu y por Reinhard Meisterfeld, la Geschichte der Sprachphilosophie: von den Anfängen bis Rousseau, trabajo revisado,
actualizado y editado por Jörn Albrecht, o la traducción y edición de Hiltraud Dupuy-Engelhardt, Jean-Pierre Durafour y François Rastier, L’homme et son langage, cuyo objetivo era hacer más conocidos en el mundo francófono
dieciséis textos nucleares de la teoría coseriana.
Y ahora sus trabajos. Desde el Archivo Coseriu se ha impulsado impulsado
definitivamente el intento de publicar la obra coseriana como un todo
Hasta su inauguración, en una etapa que
podríamos denominar “de constitución” del Archivo, se han identificado
numerosos manuscritos y documentos adicionales (documentos de trabajo,
documentos académicos, cartas de discusión científica, reseñas, trabajos en
torno a los conceptos de la lingüística de Coseriu, etc.). En lo que se refiere
a las publicaciones, Reinhard Meisterfeld ha editado un tomo con contribuciones
de Coseriu a la filosofía antigua del lenguaje, Der Physei-Thesei-Streit.
Y hay otros proyectos en marcha, como la publicación de los textos “mayores”,
es decir, los textos que Coseriu dejó casi terminados, como El problema de
la corrección idiomática, a cargo de José Polo, y Teoría lingüística del
nombre propio, a cargo de María Xesús Bello Rivas y Johannes Kabatek.
También se han programado traducciones al inglés de algunas obras clásicas de
Coseriu (la primera, la de Sincronía, diacronía e historia). Además, se
ha iniciado el proceso de edición de obras en parte ya publicadas: Reinhard
Meisterfeld se ocupa del segundo tomo de la Geschichte der romanischen
Sprachwissenschaft, volumen en el que Coseriu se ocupa de la historia de
las lenguas románicas entre 1492, año de la publicación de la Gramática de
la lengua castellana de Antonio de Nebrija, hasta 1601, cuando se publica
el Trattato della vera origine, e del processo, e nome della nostra Lingua,
scritto in vulgar Senese, de Celso Cittadini; Jörn Albrecht se ha propuesto
la publicación del segundo tomo de la Geschichte der Sprachphilosophie;
Jean-Pierre Durafour se encarga del segundo tomo de la miscelánea L’homme et
son langage; y Hansbert Bertsch está integrando diferentes textos de
Coseriu sobre el problema del latín vulgar en una monografía comentada. En una
fase posterior está prevista una síntesis de los textos de Coseriu sobre la
influencia del griego sobre el latín tardío y el protorromance, y la
publicación de las lecciones de Coseriu sobre la gramática comparada de las
lenguas románicas. En relación con la historia de las ideas lingüísticas se
editarán las lecciones Sprachwissenschaft
im 20. Jahrhundert, Einführung in die
stratifikationelle Linguistik, Einführung
in die transformationelle Grammatik y Geschichte
der Phonologie: de
estos trabajos se derivan las síntesis metodológicas de la ultima fase de la
docencia de Coseriu en Tubinga. Finalmente, en el ámbito de la lingüística aplicada, se
publicarán las lecciones Kontrastive Grammatik, Übersetzungstheorie
y Soziolinguistik. Como puede
ver, el trabajo es mucho, pero apasionante. Nuestra labor consiste en dar continuidad a la obra de Coseriu. Una vez que ya han
sido registrados y clasificados los manuscritos de Coseriu, hay que elaborarlos
y situarlos en la lingüística actual. Parafraseando el título de alguna de sus
obras, también de él hay que hacer “tradición y novedad”.
¿Tradición y
novedad?
Sí, volver a sus distinciones y propuestas para
prolongarlas. Se trata de situar un
modelo lingüístico realista en la discusión científica de hoy. La obra de
Coseriu no pertenece ya a la historia, como un hecho “memorable” o “digno de
ser recordado”; al contrario, es una obra en la que se plantean los problemas
más actuales de la lingüística en numerosos campos: en la filosofía del
lenguaje, en la teoría del lenguaje, en la metodología de la lingüística, en la
fonología, en la teoría gramatical, en la semántica (en particular, en la
semántica léxica), en la teoría del hablar, en la lingüística del texto, en la
dialectología, en la sociolingüística, en la estilística, en la fenomenología
metalingüística, en la teoría de la fraseología y del discurso repetido, en la
gramática histórica y en la historia de la lengua, en la teoría de la traducción,
en la didáctica lingüística, en la política lingüística y en los problemas de
la estandarización, en la historia de la lingüística o en la historia de la
filosofía lingüística, etc.
Este es un objetivo compartido por un gran número de discípulos de
Coseriu
Así es. Sin ir más lejos, en septiembre se celebra
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