REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y APRENDIZAJE DEL LENGUAJE: UNA APROXIMACIÓN A LA ENSEÑANZA DE LA GRAMÁTICA DESDE LAS VARIABLES DEL ÁMBITO FAMILIAR

Manuel Fco. Romero Oliva

Ester Trigo Ibáñez

(Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura.

Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Cádiz)

 

RESUMEN

Si la socialización del individuo  se  presenta como un factor nuclear desde la perspectiva del aprendizaje de la lengua, esta investigación ha pretendido realizar un estudio sociolingüístico de las variables del ámbito familiar en el que se desenvuelven los estudiantes durante su educación obligatoria. Las conclusiones obtenidas nos ofrecen coordenadas de actuación en el área de la enseñanza compensatoria, ya que resultan de gran interés para la intervención docente  a la hora de elaborar el proyecto curricular de centro y, sobre todo, la programación de aula.

PALABRAS CLAVE: Didáctica de la Lengua y la Literatura, sociolingüística, gramática, enseñanza, competencia comunicativa, complejidad sintáctica.

DIDACTICS OF LANGUAGE AND LANGUAGE LEARNING: AN APPROACH TO THE TEACHING OF GRAMMAR FROM THE FAMILY ENVIRONMENT VARIABLES

ABSTRACT

If the socialization of the individual is presented as a nuclear factor from the perspective of language learning, this research has attempted to make a sociolinguistic study of the variables of family environment in which they develop the students during their compulsory education. The findings obtained will provide coordinates for action in the area of remedial education, as this is of great interest to the educational intervention at the time of preparing the draft School Curriculum and, above all, classroom programming.

KEYWORDS: Language and Literature Didactics, sociolinguistic, grammar, teaching, communicative competence, syntactic complexity.

 


 

1. CONTEXTUALIZACIÓN Y OBJETIVOS

El estudio de las variables sociolingüísticas puede dividirse en dos grandes líneas de análisis: por un lado, aquellas variables que se relacionan con el informante en sí (la edad y el sexo); y, por otro lado, el análisis del ámbito social y familiar en el que éste se desenvuelve (el nivel de instrucción de estudios y la profesión de los padres y madres, o la relación con sus hermanos en el ámbito familiar).

Nuestro objetivo ha sido plantear una perspectiva didáctica que, desde los conocimientos previos y las tendencias de producción de los escolares, esté orientada a la atención a la diversidad del docente a la hora de programar tanto la enseñanza de la Gramática (en nuestro caso, el nivel morfosintáctico), como su posterior integración en el desarrollo de la competencia comunicativa de los alumnos de los diferentes centros escolares.

De esta forma, se ha pretendido aportar enfoques que rompan la tendencia homogeneizante de la educación y se atienda a la diversidad como se indica en la Ley Orgánica 1/19901, en donde se desarrolla el concepto de compensación de las desigualdades educativas para impedir las diferencias entre los alumnos a causa de situaciones económicas, sociales o culturales.

El informe Diferencias educativas en países ricos2, elaborado por UNICEF en el año 2002 y realizado entre 24 países de la OCDE entre los que se encuentra España, también justifica las líneas de análisis del ámbito familiar desde nuestro estudio sociolingüístico. En él se ponen de manifiesto dos ideas esenciales:

        Que las enormes diferencias en el nivel escolar entre los distintos sistemas educativos y la eficacia depende más del ambiente familiar que del gasto estatal.

        Que no existe relación directa entre el gasto nacional por alumno y el éxito escolar e insiste en que la profesión, el nivel de instrucción y el estatus económico de los padres ejerce una mayor influencia.

 

De todo lo visto hasta ahora, se va deduciendo que los aprendices de la lengua van a tener dos grandes fuentes de registros para la adquisición de su lengua: por un lado, los elementos que son aprehendidos de forma natural por la interacción de éste con el medio en el que se desenvuelve; y, por otro lado, aquellas fuentes de información que le vienen dada por el aprendizaje de la lengua de una forma reglada y en donde la escuela se presenta como un factor nuclear.

Aunque según  R. Ellis, “no hay forma de decidir si cualquier diferencia que se dé entre la adquisición naturalista y la del aula es resultado de la instrucción formal “per se” o si lo es a causa de las peculiaridades comunicativas particulares de la interacción en el aula. Los estudios comparativos no nos facilitan información acerca del efecto de la instrucción sobre la adquisición de rasgos lingüísticos concretos”3.

De acuerdo con estas dos teorías, nuestro estudio pretende verificar y cotejar los resultados dentro del ámbito familiar en el que se desenvuelve cada uno de los informantes. Nos preguntamos, de esta forma, por el papel que desempeña la escuela en el dominio de la lengua de nuestros alumnos; nos cuestionamos, además, el grado de aportación que tiene la enseñanza de la Lengua y la Literatura en la mejora y aprehensión del idioma materno; en definitiva, nos interesa saber qué aportan las distintas disciplinas, desde la óptica de la didáctica de la lengua, en el proceso de aprendizaje de los alumnos en su etapa de escolarización obligatoria.

No podemos confundir los planteamientos sobre qué, a quién o para qué enseñar lengua, y en este caso gramática, con la idea de cómo la enseñamos. Son dos concepciones diferentes que vienen representadas por la metodología, en el primer caso, y por la didáctica, en el segundo. Resulta importante concretar el campo de acción  de la Didáctica para delimitar el marco de nuestro estudio.

Así, partiendo de diversas fuentes de documentación, pasamos a definir la Didáctica y a concretarla:

-        La Didáctica está constituida por un conjunto de procedimientos y normas destinadas a dirigir el aprendizaje de la manera más eficaz posible”  (Nerici, 1968).

-        La Didáctica de la lengua es una disciplina de intervención que tiene como objetivo no sólo ampliar el saber de los alumnos, sino también modificar el comportamiento lingüístico de los alumnos” (Hymes, 1972).

-        La Didáctica es aquella parte de la pedagogía que describe, explica y fundamenta los métodos más adecuados y eficaces para conducir al educando, a la progresiva adquisición de hábitos, técnicas, conocimientos, en suma, e integral formación” (Larroyo, 1967).

-        En definitiva, y siguiendo al planteamiento de Titone (1970): la Didáctica se plantea como “una metodología para la instrucción”.

De esta forma, y siguiendo a Benjamín Mantecón (1988, p. 20), “una gramática debe ser eminentemente práctica, es decir, no ha de atender solamente a los principios de una determinada filosofía. Las gramáticas tradicionales son esencialmente prescriptivistas y logicistas; la estructural, descriptiva, y la generativa, explicativa (…) Lo que nosotros propugnamos será el resultado de una síntesis: es decir, ha de ser normativa, descriptiva y explicativa”.

Existe, como vemos, una preocupación por la doctrina o escuela lingüística que se emplea en el enfoque metodológico ya que éstas pueden condicionar el tipo de aprendizaje que en ningún momento debe dejar de ser funcional y significativo y basado, como se ha dicho anteriormente, en el uso y empleo de construcciones propias del alumno y no de carácter artificial e hipotético.

En este sentido podemos hacer una revisión crítica de lo que han venido aportando  las  tres  corrientes  más  seguidas   en   el  mundo  de  la  educación -la gramática tradicional, la gramática estructuralista y la gramática generativa-:

LA GRAMÁTICA TRADICIONAL:

-        Tiene una visión analítica, con indicaciones de tipo normativo.

-        Plantea un encasillamiento rígido de las categorías gramaticales con una separación radical entre lo morfológico y lo semántico, cuando, en verdad, estos no pueden separarse.

-        No ofrece una estructuración pedagógica en la enseñanza debido a: en primer lugar,  el orden dado a los contenidos y, en segundo lugar, por el desacertado momento en que comenzaba su aprendizaje ya que éste debemos empezarlo aproximadamente a los 12 años, cuando el niño llega a la etapa lógico-formal.

LA GRAMÁTICA ESTRUCTURAL:

-        Adopta una visión eminentemente científica y rígida, sistematizando todo el material lingüístico. Cae en un excesivo análisis de la producción oracional y esto le resta funcionalidad al aprendizaje de la lengua pues no se orienta al desarrollo de la capacidad expresiva y comprensiva, sino que se dirige al estudio exhaustivo del fenómeno lingüístico en sí.

LA GRAMÁTICA GENERATIVA:

-        A pesar de no poderse ignorar los avances de la gramática generativa en referencia a la adquisición del lenguaje como hemos visto ya, no podemos aplicar esta doctrina en la escuela puesto que, en primer lugar, todavía no se ha consolidado y está en un punto de culminación entre los círculos universitarios; además, se exige una precisa formación del profesorado para explicar la lengua desde esta perspectiva. De todas formas, no podemos olvidarla como elemento empleado en la justificación y comprensión de determinados fenómenos lingüísticos.

Estos planteamientos vienen reforzados por las conclusiones recogidas en las actas del II Congreso Internacional para la Enseñanza del Español celebrado en Madrid: “Se propugna el replanteamiento total de la enseñanza de la lengua española a partir de los postulados de la lingüística estructural. También se recomendó la apertura de la lingüística generativa, pero no se dieron en el seno de la Comisión testimonios de aplicación de esta teoría lingüística en ninguno de los dos ciclos de la enseñanza, lo cual parece indicador de que si bien se encuentra en un período de dilucidación teórica, reservada a los claustros universitarios, la ausencia de experiencias inclusive parciales de la aplicación, impiden que se recomiende su incorporación a la enseñanza de la lengua” (p. 57).

Como podemos deducir de lo anterior, no es posible aplicar una corriente específica a la escuela pues se demuestra que no son válidas, por ellas mismas, para la enseñanza de la lengua. Nuestro interés debe estar orientado a la búsqueda de una gramática escolar de carácter ecléctico que recoja aquellos elementos de cada una de éstas para que el alumno interiorice mecanismos y adquiera un mayor dominio y desarrollo de su lengua.

Esta realidad hace que tengamos un enfoque didáctico de la enseñanza de la lengua, por lo que debemos replantearnos hacia quién va dirigida la enseñanza de la lengua. De manera que la gramática nunca puede ser un fin en la escuela sino que se presenta como un medio del que se dispone para que el alumno interiorice su lengua. Plantearla como un contenido descriptivo y teórico pierde su fundamentación y la convierte en un estudio propiamente universitario y filológico.

En este sentido, Óscar Sáenz (1989, p.9) cita a Moore4 para rechazar las metodologías que fundamentan el aprendizaje en teorías explicativas de carácter descriptivo, y busca un planteamiento que se base en el uso y la práctica: “Es en este tipo donde debe hacer hincapié todo planteamiento educativo e instructivo de la enseñanza de la lengua para que el alumno pueda interiorizar lo aprendido y darle uso”.

Como conclusión a estos planteamientos metodológicos de la enseñanza de la lengua, citaremos a dos autores que pueden englobar lo dicho hasta ahora. Por un lado, transcribiremos a Humberto López Morales (1995, p.13), en el III Congreso sobre Enseñanza de la Lengua en Andalucía:

“Se confundía así la enseñanza de la lengua con la enseñanza de cosas sobre la lengua, como es el caso de la gramática. Se confundían también los objetivos de los cursos, pues la gramática tiene como meta fundamental la transmisión de información, mientras que los cursos de lengua se proponen el desarrollo de destrezas comunicativas”.

Y, por otro lado, a Emilio Alarcos Llorach 5, para indicar la funcionalidad que debe tener la gramática en la enseñanza:

“ el perfeccionamiento de la lengua sólo se consigue leyendo, hablando y escribiendo, aunque esto es imposible porque los profesores tienen que dedicarse a dar demasiadas clases de gramática (…) Lo que hay que enseñar en las escuelas y en los institutos es lengua, no gramática (…) Naturalmente que para hablar de las cosas hace falta un mínimo de terminología, y que los niños que tienen aprenderse las conjugaciones, pero hay que olvidarse de las disquisiciones gramaticales, porque a esas edades se puede memorizar  cualquier cosa, eso sí, pero se carece de la capacidad de abstracción necesaria para ser consciente de cómo se maneja su lengua”.

2. DESCRIPCIÓN DE LAS FUENTES, MATERIALES Y METODOLOGÍA

Si partimos del estudio de las teorías psicológicas de corte cognitivista, debemos pensar que el análisis del lenguaje debe estar basado en el uso. De esta manera, autores como Vygostsky, Bruner y, particularmente, Piaget, mostraron una clara visión de la interrelación existente entre el pensamiento y el lenguaje.

Piaget6, como interaccionista, considera que cada etapa en la adquisición del lenguaje viene dada por la “interacción” entre la madurez del organismo y su  comportamiento dentro del contexto donde se desenvuelve. Las ideas de este autor han tenido mucha influencia en educación pues sus estadios evolutivos han servido para marcar las diferentes etapas de la L.O.E. y es precisado por Juan Manuel Álvarez (1987, p. 52): “He dado una edad ideal: 12 años. Teniendo como punto de referencia las investigaciones empíricas de Piaget  –ya antes L. Brackenbury lo había señalado-, hay común acuerdo en aceptar esta edad como la idónea y adecuada para los estudios de gramática. Al llegar a ella suponemos que el niño ha adquirido una serie de nociones gramaticales a las que llega de un modo intuitivo, funcional y directo mediante los ejercicios adecuados propuestos por el docente”

Ante el predominio de la visión individualista de Piaget, J. Bruner (1984, p. 174) critica el modelo piagetiano respecto al aprendizaje individual y su relación a la maduración: “No se especifica por qué medios concretos estas operaciones cognitivas no lingüísticas (aunque maduras) propician el nacimiento de la capacidad para reconocer y emplear la gramática de predicados (…) o la capacidad de generar únicamente frases bien formadas, confiando así, con una fe ciega, en la inevitabilidad del progreso”.

Bruner, partidario de la interacción como elemento fundamental que explica la adquisición del lenguaje, va a incluir el término formato (Bruner, 1984, p. 179) que define como “un microcosmos, definido por reglas, en el que el adulto y el niño hacen cosas el uno para el otro y entre sí. En su sentido más general, es el instrumento de una interacción humana regulada”.

Esta idea es concretada por Vygostsky al destacar el carácter sociocognitivo del aprendizaje y los procesos evolutivos internos del niño en relación con sus semejantes y que será estudiada por Gili Gaya (1974, p. 143) desde la óptica de la imitación de los primeros modelos por parte del niño: sus padres y sus familiares. Pero esta etapa se irá solapando cuando el niño amplíe su entorno social y será, entonces, cuando la calle y la escuela pasen a ser los elementos que más incidan en su lenguaje.

Resultan de gran valor para nuestro estudio los dos niveles de desarrollo expresado por Vygostsky: el primero, real, y que nos va a indicar lo que el propio individuo ha conseguido; y otro, potencial, que nos muestra lo que el niño es capaz de hacer con la ayuda de otros. Su zona de desarrollo potencial (ZDP) marcará la diferencia entre el nivel actual de desarrollo, que lo caracteriza su competencia individual a la hora de afrontar un problema individualmente, y el nivel de desarrollo potencial, que lo determina su capacidad de resolver ese mismo problema pero, esta vez, guiado y con la aportación de un adulto o un compañero más capaz:

“Los conceptos ZPD y zona de desarrollo real (ZDR) están íntimamente relacionados con los de competencia y ejecución. La competencia nos indica lo que el sujeto es capaz de hacer normalmente, de una manera individual. La ejecución, por el contrario, nos manifiesta lo que el sujeto es capaz de hacer si se le facilitan las condiciones adecuadas para la realización de una determinada tarea. Y estas condiciones son el resultado   de  la oportuna   mediación  del  profesor,  tanto  desde  su experiencia como desde los conceptos” (Román y Díez, 1989, p. 51).

 

2.1. Metodología y materiales

Siguiendo a Ana Mª Vigara Tauste7 (1992, pp. 10-11), se desprende que el hablante, como miembro de una comunidad donde desarrolla su vida, está siempre influido por variables de carácter geográfico (determinadas como diatópicas, horizontales), y otras de tipo sociocultural (denominadas diastráticas, verticales). Y, de esta conjunción de variables, surgiría el estudio sociolingüístico de nuestra investigación. Estos datos se han obtenido con un cuestionario “Familia-alumno” en donde se detallan las variables sociolingüísticas que posteriormente serán estudiadas.

Para el estudio de las variables sociolingüísticas se ha tenido en cuenta el nivel de instrucción de los padres y las variables relacionadas directamente con el niño o clase estudiados. De esta forma, abarcamos el análisis de aquellos factores sociales que rodean a los informantes y la posterior descripción de los hechos lingüísticos desarrollados por éstos en cada una de las pruebas.

La socialización del individuo resulta importante  desde la perspectiva del aprendizaje de los alumnos estudiados ya que la familia8 se presenta como el primer agente socializador y los elementos en los que nos centramos en nuestro estudio sociolingüístico van a ofrecernos coordenadas de actuación en el área de la enseñanza compensatoria, ya que resultan de gran interés para todo docente a la hora de elaborar su proyecto curricular y, sobre todo, su programación de aula.

Los informantes que componen la muestra  de estudio representan un total de 525 alumnos que se distribuyen en 22 centros escolares: 179 informantes de centros públicos (1,04%); 197, de centros concertados (3,04%); y 149, de centros privados (26,05%). Para el estudio de las variantes de ámbito familiar de los informantes, se ha realizado un cuestionario en el que se ha intentado incluir todos aquellos datos que hayan podido intervenir en las interpretación de los resultados, puesto que consideramos que tanto la influencia de los padres en los hijos como el medio donde desarrollan su actividad tienen consecuencias en el desarrollo lingüístico.

Los subconjuntos de población analizados han sido:

2.1.1. Grados de instrucción de los padres: este análisis se ha realizado de manera independiente en los grados del padre y de la madre.

2.1.2. Profesión de los padres: esta variante también se ha estudiado por separado.

2.1.3. Número de hermanos: desde una perspectiva de relación hermano mayor-menor o inexistencia de hermanos.

 

El corpus oracional analizado está basado en unos cuestionarios de producción oracional de carácter abierto que posibilitaron un posterior estudio tanto cuantitativo, al analizar la complejidad sintáctica determinada en el número de períodos proposicionales de cada producción oracional llevada a cabo por parte de los informantes; como cualitativo, al explorar no sólo las tipologías más empleadas sino  las menos utilizadas por cada clase de estudio como estrategia didáctica para activarlas en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Romero Oliva, 2008, p. 7-9).

2.1.1.) Grado de instrucción

En el nivel de instrucción académica del padre y de la madre se ha estudiado por separado y se ha atendido a las siguientes categorías:

I.         No sabe leer o escribir: en donde se incluyen aquellas personas que no dominan alguna de estas destrezas. Es un marcador de analfabetismo.

II.     Sin estudios pero sabe leer y escribir: se diferencia de la primera categoría en el dominio de las destrezas, lo cual elimina el determinante  de analfabetismo.

III.   Estudios elementales: son aquellos estudios básicos y elementales. Según la promoción generacional y estudios realizados por los padres corresponderían a la anterior  Enseñanza Primaria o a la posterior Educación General Básica (E.G.B.) que tiene su correlato actual con la Educación Obligatoria de la presente reforma educativa.

IV.    Bachilleratos. BUP. COU: son los estudios no obligatorios que estaban orientados a las enseñanzas de tipo superior como eran las Facultades o las Escuelas profesionales universitarias.

V.       Estudios universitarios: en esta categoría se van a incluir tanto los estudios universitarios de grado medio como  de grado superior.

VI.    Otros: ante la diversidad de estudios realizados (estudios profesionales, aprendizaje de oficios...) por los padres y su posible encuadre en la categorías planteadas, con este grupo se pretende facilitar al encuestado indicar el nivel de estudios realizado por él. Posteriormente, se realizará, por parte nuestra, el encuadre en una de las cinco categorías anteriores.

VII. No sabe, no contesta.

 

La distribución de la muestra de población referida al nivel de instrucción de los padres ha sido la siguiente:

 

NIVEL DE INSTRUCCIÓN DEL PADRE

SUBTOTAL

%

TOTAL

1.- No sabe leer o escribir

1

0,19%

525

2.- Sin estudios pero sabe leer y escribir

26

4,95%

525

3.- Estudios elementales

105

20,00%

525

4.- Bachilleratos. BUP. COU

120

22,86%

525

5.- Estudios Universitarios

194

36,95%

525

6.- Otros:

0

0,00%

525

7.- No sabe, no contesta

79

15,05%

525













 

 

 

NIVEL DE INSTRUCCIÓN DE LA MADRE

SUBTOTAL

%

TOTAL

1.- No sabe leer o escribir

3

0,57%

525

2.- Sin estudios pero sabe leer y escribir

32

6,10%

525

3.- Estudios elementales

154

29,33%

525

4.- Bachilleratos. BUP. COU

134

25,52%

525

5.- Estudios Universitarios

144

27,43%

525

6.- Otros:

0

0,00%

525

7.- No sabe, no contesta

58

11,05%

525

 

 

 

 

 

 

 

 

2.1.2.) La profesión

El estudio de la profesión de los padres dará el encuadre de la situación socioeconómica a la que pertenece el encuestado. De esta manera, los códigos lingüísticos, <el restringido> y <el elaborado>, que diferencia B. Bernstein9 (1973, pp. 43-60), y que hace corresponder con las clases sociales baja y medio-alta respectivamente, serán estudiados desde las diferentes categorías profesionales que se proponen en el cuestionario:

I.       Empresario o directivo de una empresa: aquellas personas que tienen a su cargo una mediana o gran empresa, o que ocupan un cargo de alta responsabilidad como directivo.

II.   Profesión liberal: funcionarios, licenciados, diplomados... que desempeñan su labor profesional como profesores, médicos, periodistas, economistas, peritos...

III.        Trabajador por cuenta propia: comerciantes o personas que ejercen un oficio por cuenta propia.

IV.     Empleado: trabajadores de comercios o grandes plataformas comerciales,  o del sector servicios como la hostelería.

V.     Obrero de industria, agricultura o pesca: personas de oficios especializados que explotan los recursos naturales como asalariados (pescadores, recolectores, temporeros...) o que pertenecen al sector de los carniceros, pescaderos, fontaneros, albañiles...

VI.   Sus labores: amas de casa o personas que se dedican al cuidado de su hogar e hijos exclusivamente.

VII.      Otros: queda este apartado para aquellas respuestas de los padres que no se vean identificados en ninguna de las categorías que se proponen. Posteriormente,  se incluirán en la categoría que se asemeje a las características del trabajo especificado en el cuestionario.

VIII.   No sabe, no contesta.

La distribución de la muestra de población referida a la profesión de los padres ha sido la siguiente:

PROFESIÓN DEL PADRE

SUBTOTAL

%

TOTAL

1.- Empresario o directivo de empresa

89

16,95%

525

2.- Profesión liberal

140

26,67%

525

3.- Trabajador por cuenta propia

42

8,00%

525

4.- Empleado

145

27,62%

525

5.-Obrero de industria, agricultura o pesca

61

11,62%

525

6.- Sus labores

2

0,38%

525

7.- Otros: (Fallecido, jubilado, parado)

5

0,95%

525

8.- No sabe, no contesta

41

7,81%

525

 

PROFESIÓN DE LA MADRE

SUBTOTAL

%

TOTAL

1.- Empresario o directivo de empresa

18

3,43%

525

2.- Profesión liberal

111

21,14%

525

3.- Trabajador por cuenta propia

23

4,38%

525

4.- Empleado

90

17,14%

525

5.-Obrero de industria, agricultura o pesca

9

1,71%

525

6.- Sus labores

257

48,95%

525

7.- Otros:

0

0,00%

525

8.- No sabe, no contesta

17

3,24%

525

 

2.1.3.) Número de hermanos

Muchos son los estudios referidos a la adquisición del lenguaje infantil que hacen referencia a la importancia de la interacción de los padres, y sobre todo de la madre, en el desarrollo lingüístico del niño. El papel de las expansiones y de las reducciones continuas incide en el aprendizaje de la gramática por parte de los hijos. Brown y Bellugi10 indican que es perfectamente posible que los niños puedan aprender, y de hecho lo hacen, escuchando a sus padres o a otros hacer oraciones bien en conexión con circunstancias verbales o no verbales. En nuestro caso, esos “otros” a los hermanos de los sujetos encuestados.

Así, hemos visto como un elemento importante de estudio el papel y la influencia que los hermanos mayores tienen en el desarrollo y la adquisición del lenguaje de nuestros informantes.

Tres serán las formas de clasificación de los hermanos dentro del núcleo familiar:

I.       No tiene hermanos: por lo que las expansiones sintácticas y las extensiones semánticas desarrolladas en casa pertenecen a los padres exclusivamente como núcleo familiar.

II.   Es el mayor de los hermanos: en donde las expansiones y extensiones han sido adquiridas por mediación de los padres y han podido ser reforzadas dichas construcciones en sus interacciones con los hermanos pequeños.

III.        Tiene hermanos mayores: la interacción de los padres ha podido ser reforzada por la acción de los hermanos mayores.

La distribución de la muestra de población referida al nivel de instrucción de los padres ha sido la siguiente:

HERMANOS MAYORES

SUBTOTAL

%

TOTAL

NO

245

46,67%

525

SI

280

53,33%

525

 

3. EXPOSICIÓN DE LOS RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Debido a que la distribución de componentes de cada grupo de estudio es muy heterogénea, la comparación y estudio de los datos se ha basado en los porcentajes y medias desarrollados por cada uno de los grupos de estudio. No obstante, en cada tabla se detalla la producción de cada clase examinada.

VER ANEXO DE TABLAS

 

3.1. EXPOSICIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

3.1.1. Análisis del nivel de instrucción de los padres

Según los estudios del padre

Los índices de producción de los alumnos con padres de estudios universitarios tienen una media superior a la de aquellos cuyo padre no sabe leer o escribir, con 52,85 oraciones de media frente a las 24 del primer grupo de estudio. Esta diferencia sólo se produce entre estas dos clases puesto que la media del resto de grupos está en torno a 47 oraciones.

En cuanto a la diferenciación de producción de oración simple y compuesta, se observa cómo los índices de oración simple son homogéneos en todos los grupos –media aproximada a 20 oraciones por informante-, mientras que en la producción de oración compuesta la tendencia vuelve a ser ascendente, siendo los alumnos con padres universitarios los que tienen mayor media -32,20 oraciones-.

Como muestran los datos de la TABLA I podemos deducir, por un lado, que el grado de complejidad es ascendente conforme aumentan los estudios del padre; y, por otro lado, que los grados máximos de complejidad – grado 7 y grado 8- tienen su  mayor concentración en los alumnos cuyos padres tienen formación universitaria -9 ejemplos de grado 7 y 2 de grado 8- y en los padres con el Bachillerato, BUP, COU realizado -5 casos de grado 7 y 2 del grado 8-.

Además, en esta misma tabla observamos que la trayectoria de productividad de periodos oracionales de los informantes de padres con estudios universitarios -55,81 periodos de media por informante- es  muy  superior  a  la del resto de grupos,  por  lo que se reafirma que el nivel de estudios de los padres es un factor determinante en el desarrollo de la complejidad de los hijos.

Respecto al estudio cualitativo de los periodos oracionales de los informantes con relación al grado de instrucción de los padres, podemos decir que:

COORDINACIÓN:

        Los índices de periodos oracionales que se observan en la TABLA II son muy homogéneos tanto en la media global de la coordinación como en las diferentes tipologías desarrolladas.

        En todos los grupos de estudio, la coordinación copulativa se muestra predominante con un porcentaje superior al 75%, seguida de la coordinación adversativa con un promedio también superior al 20%.

        Destaca la poca representatividad del informante del grupo cuyo padre no sabe leer o escribir  ya que sólo presenta un periodo oracional coordinante, en concreto, de tipología disyuntiva.

SUBORDINACIÓN:

Subordinación sustantiva:

        En la TABLA III vemos que la trayectoria de productividad es ascendente en relación con los estudios realizados por los padres. Parte de 6 períodos del primer grupo hasta llegar a los 13,63 períodos de media del grupo de padres con estudios universitarios.

        Respecto a la tipología empleada, se observa una tendencia homogénea en los porcentajes: predominio de la función de Complemento Directo, en torno al 55%, seguido de la función de Sujeto, sobre el 35%.

        Como dato anecdótico, el único informante del primer grupo, “No sabe leer o escribir”, sólo desarrolla estas dos tipologías: 4 ejemplos de la tipología de Sujeto y 2 de la tipología de Complemento Directo.

 

 

Subordinación adjetiva:

         El cotejo de los resultados de esta tipología oracional reitera el predominio de la producción hipotáctica del grupo con padres de estudios universitarios. Esta idea se acrecienta si observamos en la TABLA IV la desproporción de ejemplos de la subordinación adjetiva especificativa que produce el grupo de padres con estudios universitarios -38 períodos oracionales de un total de 76-.

        El grupo de informantes cuyos padres no saben leer o escribir no han empleado este tipo de subordinación.

Subordinación adverbial:

         La TABLA V recoge los índices de producción de la subordinación adverbial. Los porcentajes son parejos en todas las tipologías, con una tendencia ascendente en relación al grado de instrucción del padre del informante: partimos de la mínima representatividad del primer grupo con 5 períodos producidos hasta llegar al máximo nivel de productividad en el grupo 5 con 14,79 períodos oracionales de media por informante.

        La tendencia ascendente se rompe en tres tipologías: en la modal y en la condicional con predominio de los padres con estudios de bachilleratos o COU; y en la final, en donde se produce una gran diferencia de la producción del grupo de padres con estudios elementales respecto al resto de grupos.

        Las tipologías más desarrolladas por todos los grupos son la subordinación final, la temporal  y la causal.

 

Según los estudios de la madre

Los porcentajes y trayectorias de productividad son equivalentes a los ya comentados en el epígrafe referido al nivel de instrucción del padre: se produce una tendencia ascendente paralela al mayor grado de estudios de la madre. Resulta de mayor interés el análisis de las tipologías oracionales:

 

COORDINACIÓN:

        La productividad tiene una tendencia irregular: se observan índices de mayor producción –TABLA VI- en las clases de menor grado de instrucción –grupos 1 y 2-; desarrolla la coordinación copulativa con un 46,15% los informantes de madres que no saben leer o escribir; mientras que la coordinación adversativa la desarrollan con un 63,91% aquellos con madres sin estudios pero que saben leer y escribir.

        Estos datos contrastan con que estos dos grupos no realizan ejemplos del resto de tipologías oracionales.

SUBORDINACIÓN:

Los índices de períodos oracionales hipotácticos mantienen la tendencia de producción en relación al grado de instrucción de las madres.

 Subordinación sustantiva:

         Los porcentajes mayores de producción son las funciones de sujeto  y de complemento directo; sin embargo, se produce una gran disparidad en la función de suplemento –TABLA VII-, en donde los informantes de madres que no saben leer o escribir  y de las que no tienen estudios pero que saben leer  y escribir  tienen unos porcentajes muy elevados respecto al resto de las clases: 40,91% y 13,26% respectivamente frente al resto que presenta una media aproximada al 2%.

Subordinación adjetiva:

         Respecto a la tendencia de productividad de las dos modalidades de subordinación adjetiva: el grupo de informantes cuyas madres no saben leer o escribir sólo desarrolla un período oracional especificativo y ninguno explicativo, mientras que en el resto de clases la tendencia de productividad se mantiene pareja al nivel de instrucción de los padres.

 

Subordinación adverbial:

         En la TABLA VIII observamos una regularidad casi completa en las tendencias de producción salvo en la modalidad condicional en la que de nuevo el grupo cuyas madres no saben leer o escribir tienen un índice superior al resto, con un porcentaje del 55%, en una tipología que no es la más desarrollada por el resto de las clases de estudio.

3.1.2. Análisis de la profesión de los padres

Según la profesión del padre

La distribución de la oración simple y compuesta ofrece una gran homogeneidad en el desarrollo de la oración simple en todos los grupos pero esta tendencia se rompe en el apartado de la oración compuesta, en donde los grupos de padres empresarios y de profesión liberal vuelven a ser los que ofrecen mayor producción -30,48 y 31,06 de media respectivamente- y los de padres obreros de la industria, agricultura y pesca los de menor índice de producción -24,23 oraciones de media-.

Respecto al desarrollo de la complejidad oracional se observa que los grupos dominantes siguen siendo los informantes de padres empresarios y de profesión liberal; sin embargo, aquellos de padres obreros, que presentaban la menor productividad oracional, son los que desarrollan los mayores índices de la máxima complejidad –grado 8- con un porcentaje de 0,26 períodos oracionales frente a un 0,18 de los del grupo de padres empresarios.

COORDINACIÓN:

        En la TABLA IX podemos ver que hay homogeneidad porcentual en las tipologías oracionales más desarrolladas: copulativas, porcentajes que oscilan el 80%,  y adversativas con promedios cercanos al 20%.

        En las mismas tablas volvemos a observar que el grupo cuyos padres se dedican a sus labores tienen una media muy superior a la del resto de clases. Este hecho puede deberse a que sólo hay dos informantes que componen el grupo por lo que considero que no se deben tomar como representativos los resultados frente al resto de categorías estudiadas.

SUBORDINACIÓN:

Subordinación sustantiva:

        La igualdad sigue siendo una constante en la producción de la dos funciones más desarrolladas la subordinación sustantiva: complemento directo, en torno al 55%, y sujeto, aproximadamente en el 35%.

        Vuelve a darse una discontinuidad de los resultados  en el grupo de los informantes cuyos padres se dedican a sus labores: el casi 90% de su producción se distribuye en tres tipos oracionales: sujeto, con un porcentaje de 27,66%; complemento directo, con un 34,05%, ambos porcentajes más bajos que el resto de las clases de estudio; y complemento del nombre, con un 34,05% muy superior a la media del resto de informantes. Además, este grupo sólo desarrolla una categoría más: atributo con un índice del 2,74%; dato que contrasta también con el resto de grupos que tienen mayor representatividad de la tipología oracional.

Subordinación adjetiva:

        Los porcentajes de las dos tipologías de subordinación adjetiva son homogéneos.

Subordinación adverbial:

        El cotejo de los resultados de las diferentes tipologías oracionales de la subordinación adverbial –TABLA X- reitera la homogeneidad en la productividad oracional.  Sólo se produce dispersión de valores en la subordinación adverbial de tiempo en la que el grupo de  informantes  de  padres  que  se dedican  a sus labores presenta un 44,44% de porcentaje, muy superior a la media restante que oscila en el 25%; y en la adverbial final en la que los informantes de padres trabajadores por cuenta propia y obreros de la industria, la agricultura y la pesca –grupos 3 y 5- tienen índices superiores al 45% frente al resto de las clases que no llega al 40%.

        De nuevo, el grupo de informantes de padres que se dedican a sus labores tienen muchos tipos oracionales sin desarrollar como ocurría en la coordinación.

Según la profesión de la madre

Los índices de mayor productividad se distribuyen en tres grupos profesionales: informantes con madres empresarias o directivas -grupo 1-, informantes con madres de profesión liberal –grupo 2-, y madres que son empleadas –grupo 4-. En todos estos grupos, la producción media es superior a 50 oraciones. Entre los resultados más bajos de realización nos encontramos con aquellos informantes cuya madre es trabajadora por cuenta propia –grupo 3- que tienen una media de 42.95 oraciones por informante.

Ante estos resultados, vemos que la productividad media según la profesión del progenitor es siempre superior en las madres que en los padres;  además, a este dato se le debe añadir una gran homogeneidad de producción entre las diferentes clases de estudio.

La homogeneidad observada en los índices de producción, quedan matizados en la TABLA XI referida al desarrollo de la oración simple se rompe en el grupo 3 –madre trabajadora por cuenta propia- puesto que el porcentaje general, superior a 20 oraciones de media, desciende a 17,04 oraciones en esta clase de estudio. La media presentada es parecida a la estudiada por los informantes en relación con el trabajo de los padres; por otro lado, los índices de producción de oración compuesta son también  similares  a  las  clases de estudio de la profesión del padre con una media superior a 30 oraciones en los grupos de mayor desarrollo.

En el estudio de la complejidad oracional, vemos en la TABLA XII que los tres grupos con mayor producción oracional son también los que tienen un mayor grado de complejidad oracional: la clase de informantes con madres empresarias o directivas de empresa  es  la que  tiene  una media de 56  períodos oracionales; pero, sin embargo, este grupo no alcanza los grados máximos de desarrollo puesto que sólo tiene representatividad hasta el grado 6 de complejidad. A este respecto, el grupo de informantes con madres de profesión liberal es el que posee índices de productividad en todos los grados oracionales con porcentajes más elevados.

La tendencia negativa es la que presentan los informantes de madres obreras del grupo 5 ya que registran una media de 40,55 períodos oracionales de media y, además, sólo desarrollan hasta el grado 5 de complejidad, todos ellos con índices porcentuales inferiores al resto de las clases profesionales analizadas.

Vemos a continuación cómo se desarrolla cada una de las  tipologías en los grupos de estudio:

COORDINACIÓN:

        En la distribución de los datos se observa una gran igualdad en el desarrollo de las tipologías, en la que sólo se aprecia una discontinuidad en la producción de coordinadas adversativas por parte del grupo de informantes de madres obreras de la industria, agricultura o pesca cuya media es de 16,8 períodos proposicionales frente al resto que es superior a los 20 períodos.

SUBORDINACIÓN:

Subordinación sustantiva:

        La TABLA XIII ofrece la homogeneidad de productividad de la subordinación sustantiva  en torno a 13 períodos proposicionales en todos los grupos. Las funciones de sujeto y de complemento directo siguen siendo las de mayor producción.

        La clase de estudio de informantes de madres cuya profesión es obrera de la industria, agricultura o pesca presenta los índices más bajos de subordinación tanto en la media como en las diferentes funciones y sólo en la función de complemento presenta un valor disperso con una porcentaje del 67,32% frente al resto de las clases de estudio que no superan el 60%.

Subordinación adjetiva:

         El análisis de la subordinación adjetiva sigue mostrando la tendencia del resto de tipologías en donde las clases de informantes con madres empresarias, de profesión liberal y empleadas ofrecen las tendencias de mayor producción frente a la de aquellos con madres cuya profesión es la industria, la agricultura o la pesca.

Subordinación adverbial:

         Del análisis de los resultados de la TABLA XIV destacamos que la media de productividad oscila en las diferentes clases de estudio en 15 períodos proposicionales. La tendencia del grupo de informantes de madres empresarias es la superior con 22,16 períodos oracionales mientras que los informantes de cuyas madres son empeladas –grupo 4- son las de menor índice con 10,87 períodos de media.

        La homogeneidad se mantiene en todas las tipologías y sólo se produce dispersión de valores en las adverbiales de tiempo, en donde los grupos 1 y 5 presentan índices muy bajos -14,03% y 12,18% respectivamente frente a una media general que promedia un 25% de producción-, y en las condicionales en las que el grupo 5 de madres pertenecientes al sector obrero, con un 15,38% de su producción de subordinadas, duplica e, incluso, triplica los porcentajes de las demás clases analizadas.

3.1.3. Análisis de la relación del informante con hermanos mayores

De acuerdo con los datos recogidos, la producción oracional de estos dos grupos de estudio es similar pues ambos tienen una media cercana a las 50 oraciones de productividad. Sin embargo, la distribución de oraciones simples y compuestas rompe esta homogeneidad ya que hemos podido observar cómo los informantes con hermanos mayores tienen un porcentaje del 58,56% de oraciones compuestas frente al 61,24% de aquellos que han nacido en primer lugar.

Siguiendo el análisis cuantitativo de la oración compuesta, ambos grupos desarrollan los mismos porcentajes de los grados de complejidad con una constante disminución en el número de ejemplos conforme aumentan los períodos oracionales. 

 COORDINACIÓN:

Los datos ofrecidos muestran una completa igualdad tanto en la media porcentual de la coordinación respecto a la oración compuesta -con un índice aproximado al 24%- como en todas los tipos oracionales coordinantes.

SUBORDINACIÓN:

Subordinación sustantiva:

        La TABLA XV recoge el empleo de los tipos oracionales dentro de la subordinación sustantiva. En ella, vemos que el porcentaje medio de desarrollo es superior entre los informantes que no tienen hermanos mayores con un 25,16% frente al 24,78% de los informantes que sí tienen hermanos mayores.

Esta mínima diferencia porcentual se mantiene en casi todas las funciones a favor de los informantes que son primogénitos y aumenta en la función de suplemento en donde los informantes sin hermanos mayores presentan 102 períodos oracionales de esta función que supone un 3,29% mientras que los que tienen hermanos mayores desarrollan 71 ejemplos que constituye el 2.09% de su productividad de la subordinación sustantiva.

Subordinación adjetiva:

        Los resultados de la subordinación adjetiva vuelve a mostrar un índice ligeramente superior en la producción oracional de los informantes que no tienen hermanos mayores -7,01% frente al 6,59% del otro grupo-.

        Resulta de gran interés que de nuevo este grupo tiene un mayor porcentaje en una tipología poco empleada: la subordinación adjetiva explicativa tienen un índice de frecuencia mayor con un porcentaje del 4,77% frente al 3,74% de los informantes con hermanos mayores.

Subordinación adverbial:

        En la TABLA XVI vemos cómo los porcentajes de productividad de todas las tipologías mantienen un índice de igualdad en ambos grupos, siendo las adverbiales de finalidad, las de tiempo y las finales, las más desarrolladas.

3.2. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS

La interpretación de los resultados respecto a las variables sociolingüísticas del ámbito familiar ha llevado a las siguientes conclusiones:

               

        La pertenencia del informante a clases de padre y madre con un nivel de instrucción educativa elevada conlleva una mayor producción, desarrollo de la complejidad y diversidad en el empleo de las tipologías proposicionales.

        Los resultados de la profesión se relacionan de forma directa con la clase de estudio anterior ya que los hijos de padres con profesiones liberales, que poseen estudios superiores y universitarios, presentan los índices superiores.

        Estas dos covariantes nos indican que el entorno en el que se desenvuelve el niño actúa de estimulación externa en su desarrollo comunicativo y lingüístico. Así, podemos afirmar que la zona de desarrollo adquirida por los adultos influye de manera directa en los hijos que siempre buscan en el adulto un modelo de competencia comunicativa.

        Otra conclusión relacionada con el entorno del informante es la existencia de hermanos mayores en el núcleo familiar: los alumnos con hermanos mayores no han presentado resultados superiores a los que no los tienen. Esta idea viene reafirmada por  Rosa Ana Clemente (1997, pp. 180-181) al indicar que “los primeros hijos tienen, al menos durante un tiempo, la exclusiva atención de sus padres, así como la novedad de la crianza; por otra parte, los nacidos en cualquier otro lugar (respecto al orden de nacimiento) tienen la oportunidad de hablar con sus hermanos y éstos parecen ser peores modelos de interacción que los adultos, (…) Esta interacción, aun siendo muy ventajosa en otros aspectos psicológicos, es deficitaria lingüísticamente”.

 

 

4. CONCLUSIONES Y APORTACIONES A LA ENSEÑANZA DE LA GRAMÁTICA TRAS EL ANÁLISIS DE LAS VARIABLES ESTUDIADAS

Las conclusiones del estudio sociolingüístico deben llevar a la Didáctica de la Lengua a una reflexión basada en el desarrollo de un currículo que atienda a la diversidad de los alumnos desde una triple concreción:

Desde el propio centro:

        El centro educativo debe estar abierto a la comunidad educativa a la  hora de atender a las necesidades que planteen desde su realidad sociolingüística. Por lo que deberá replantearse el qué, cómo y cuándo enseñar los diversos componentes del currículo para que se produzca un aprendizaje significativo y funcional que evite las diferencias de pertenencia a clases socioculturales concretas.

         Se deben establecer planes de formación específica del profesorado que fomenten la investigación y la innovación en los centros; de manera que se pueda dar respuesta a las necesidades actuales.

        Los equipos directivos y docentes deben implicarse para que la lengua sea un elemento transversal en las asignaturas de manera que se facilite el desarrollo lingüístico del pensamiento de los alumnos desde las diferentes disciplinas.

 

 

Desde el aula:

 

        El desarrollo del currículo debe estar orientado a su flexibilidad y partir de las necesidades educativas de los propios alumnos.

        La planificación del área de lengua tendrá que presentar actividades que busquen la reflexión semántica y funcional del propio idioma de manera que el alumno proyecte su competencia lingüística y comunicativa en la producción de textos correctamente elaborados y  pueda acceder a los diferentes registros de lengua.

        Es necesario la planificación de actividades graduadas según los niveles de desarrollo de los alumnos que potencien la expresión y la comprensión  desde  el  conocimiento  de  las   estructuras   del  discurso11.

 

Desde el propio alumno:

 

        El profesor debe partir de las peculiaridades de los propios alumnos de manera que el primer paso consistirá en buscar la realidad sociocultural previa a la que el docente se enfrenta y, para ello, es fundamental conocer el tipo de déficit que tienen (expresión, comprensión, vocabulario, ortografía…). En palabras de Javier Onrubia (2004, p.28):

 

“Cuando se habla de conocimiento previos del alumnado no se quiere hacer referencia únicamente a los conocimientos académicos o escolares (…) el término quiere incluir todo el conjunto de hechos, conceptos, procedimientos, explicaciones, normas, actitudes y experiencias personales que los alumnos y alumnas poseen en relación con las distintas parcelas o ámbitos de la realidad a partir de su experiencia, tanto escolar como extraescolar.”

 

   

Esta idea quedaría sintetizada en el siguiente esquema conceptual:

 

 

NOTAS DEL TEXTO:

 

[1] Título V de la Ley Orgánica 1/1990 de 3 de octubre sobre la Ordenación General del Sistema Educativo.

2 Las dos ideas expuestas se han extraído de un artículo del periódico ABC, martes 26-11-2002, bajo el titulo “El ambiente familiar influye sobre el rendimiento escolar del alumno más que la inversión educativa”,  pág. 54.

3 Seguimos aquí la idea de B. de la Rosa (1977) de que “La socialización del educando comienza con su integración personal, entendiendo por tal constitución de una entidad individual que responda a los atributos de la sociabilidad, sobre todo mediante la comunicatividad, que se cumple por medio del lenguaje, y mediante la espiritualidad, que en una participación cultural variada. Así, a través del  lenguaje y en el ámbito de la cultura, el educando se integra como persona mediante el apoyo de los demás”. En “La familia y la  escuela como instituciones socializadoras”, Bordón, 216, págs. 43–59.  Este concepto  de socialización se ve completado por  H. Schoeck (1973) que lo define como “el proceso por el que todo miembro de una sociedad interioriza, durante su época de crecimiento, unos esquemas de conducta que le permiten comportarse en esta sociedad de conformidad con las convenciones y las normas, cual corresponde a una persona adulta. Gracias a este proceso, el individuo se convierte en persona social (...)”. En Diccionario de Sociología. Barcelona: Herder.

4  SÁENZ, O. Didáctica General. Madrid: Anaya, 1989. p. 9. Se incluye la cita de MOORE, T. Educational Theory: An Introduction,Londres: Rontledge and Kegan Paul, 1974.

5 Estas palabras de Emilio Alarcos, que con motivo de la publicación de su trabajo Gramática de la Lengua Española (1994),  vienen recogidas en el manual Didáctica de la Lengua para la Enseñanza Primaria y Secundaria, de VV.AA., Madrid: Editorial Akal Universitaria. 1996.  p. 332.

6 PIAGET, J. Psicología del niño. Madrid: Edit. Morata, 1978. En este libro se hace un estudio de las etapas evolutivas del niño, en donde se distinguen los estadios sensomotor (0–24 meses), el preoperacional (2-7 años), el de las operaciones concretas (7-11años) y el de las operaciones formales (12 años en adelante). La crítica ha indicado que Piaget se ha centrado más en  el desarrollo humano, considerando ciertos procesos cognitivos generales en los primeros años del niño que van a repercutir en el plano lingüístico.

7 Para esta autora, del estudio de los fenómenos lingüísticos comunes a una determinada comunidad en el plano horizontal o geográfico se ocuparía la Dialectología. Mientras que de la estratificación de la lengua según sus relaciones de tipo social y cultural se ocuparía principalmente la Sociolingüística.

8 QUINTANA CABANAS, J.Mª. (1988). Pedagogía Social. Madrid: Dykinson, págs. 103-104. Para este autor, la sociedad presenta unas instituciones que tienen una gran influencia durante la infancia por ser la época de los imprinting y de los aprendizajes básicos de la vida. Estas dos instituciones fundamentales son la familia y la escuela, y a esta última se le añadirían los compañeros.

9 La relación clase social y código la caracteriza de manera que en el código restringido el lenguaje es gramaticalmente sencillo y con abundancia de la coordinación-yuxtaposición; mientras que en el código elaborado las oraciones son gramaticalmente más complejas debido al uso de conjunciones y de cláusulas subordinadas.

10 Cita aparecida en un artículo de Fuensanta Fenández-Pina, “Actitudes lingüísticas parentales y desarrollo del lenguaje infantil”, en Infancia y Aprendizaje, 25, pág.42. La referencia bibliográfica  BROWN, R.,  y BELLUGI, U.: “Three processes in the child’s acquisition of sintax.”. En Lenneberg, E. H. (ed.) New direction in the study of language. Cambrige. Mass. M. I. T. Press. 1964, pág. 148.

11 Este aspecto viene trabajado de forma cohesionada en el material elaborado por Daniel González Manjón, Jesús García Vidal y José Antonio Herrera Lara (2004): Taller de comprensión lectora I. Madrid: Editorial EOS. En este manual se hace una revisión de las diferentes estructuras oracionales –desde la oración simple a la oración compuesta (coordinadas y subordinadas)- y las relaciona con el desarrollo de la comprensión y la expresión.

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