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ALGUNAS OBSERVACIONES ACERCA DEL LÉXICO EN
Alba Torrego González
(Universidad
Autónoma de Madrid)
Resumen: La
red social Tuenti es la más utilizada en España por el grupo de edad
comprendido entre los catorce y los dieciocho años. La lengua empleada en sus
intercambios en esta red social se aleja de
Palabras clave: Léxico, norma, redes sociales, jóvenes
Some comments
about the lexicon in the social network Tuenti
Abstract: The social network Tuenti is the most popular by the age group
comprised between fourteen and eighteen years. The lenguage used in their
communicative exchanges in this social network is far from the linguistic norm.
The lexico is one of the aspects of the youth speech that change more. This
article analyzes messages, texts and comments written by a sample of young
users. The study focuses on the analysis of some lexicon’s aspects: the new
meanings of some words because of the use of Tuenti, the vocatives used, the
appearance of some lexical collocations, the study of the other lexical
phenomenons like use of anglicisms, onomatopoeias, emoticons, acronyms and
lexical shortening as well a consideration of the associative field relating to
party. We also appraise the principal motivations of the appearance of this
lexicon.
Key words: Lexicon, Linguistic norm, social networks, young people
INTRODUCCIÓN
Un fenómeno
relativamente reciente, el auge de las redes sociales, se ha convertido en el
referente de la comunicación por Internet. Los jóvenes no solo no son ajenos a
esta realidad, sino que han hecho del uso de las redes sociales una de sus
aficiones preferidas, contribuyendo a su extensión de forma exponencial
(Fernández, 2008, p.120). El tiempo que pasan en Internet lo invierten en su
mayoría en interactuar con sus amistades, con el deseo de estar conectados
permanentemente con ellas. Esto es lo que ofrecen las redes sociales, que
permiten a los usuarios compartir fotos o vídeos pero, sobre todo, intercambiar
mensajes. Esta es la razón de ser de Tuenti, una de las redes sociales que más
ha crecido en usuarios y en popularidad en los últimos años. Esta red social es
la más utilizada por los adolescentes, entendiendo como tales a las personas de
entre catorce y dieciocho años.
Las características
de este fenómeno ya han comenzado a ser objeto de investigación, como han
puesto de manifiesto distintos trabajos, entre los que cabe destacar las
aportaciones de Susana López (2008), Sonia Fernández (2008) o Juan Fernández
(2009). Gracias al análisis de lo que escriben en esta red, se revela un
discurso bastante diferente a los generados por otros grupos de edad o en otros
contextos comunicativos. En el espacio que crean las redes los adolescentes se
sienten libres para expresarse como quieren y, por ello, juegan con las
palabras, con su ortografía, con su significado. Precisamente el objeto de
análisis de este trabajo se centra en algunos aspectos sobre el léxico que
emplean los jóvenes en Tuenti.
El lenguaje juvenil ha sido analizado en los
últimos años, pero no con la proliferación que podría esperarse. Con el término
lenguaje juvenil se designa un conjunto de rasgos
lingüísticos presentes en las manifestaciones lingüísticas de los jóvenes
producidas de forma oral o por escrito, como reflejo de lo oral (Herrero, 2002,
p.68). En el estudio de las variables que influyen en el uso de la lengua, el
tema principal de investigación de la sociolingüística, la edad se constituye
en uno de los factores más relevantes. Moreno Fernández (1998) destaca la
importancia de esta variable y afirma que su influencia es más intensa que la
de otros factores pues es constante. Silva-Corvalán (2001) afirma que, dentro
de las comunidades lingüísticas que se diferencian partiendo de la variable
edad, la que más se distingue de las demás es la de los adolescentes, pues se
identifican con su grupo esencialmente por medio del uso del vocabulario y
expresiones propias de su tiempo. Añade que las diferencias lingüísticas no son
consecuencia del factor edad de forma exclusiva, sino de factores relacionados
con él, como la percepción que el hablante tiene de las ventajas sociales que
puede obtener mediante el uso de rasgos lingüísticos que se consideran de
prestigio en su comunidad.
Sin embargo, a pesar de la influencia
del factor edad en el uso de la lengua y de que la comunidad de habla de los
adolescentes sea la más diferenciada respecto a otras, el lenguaje de los
jóvenes ha sido tratado de manera marginal. Zimmermann (2007) expone dos
posibles causas: en primer lugar, la juventud no representa un grupo de poder
en la sociedad, pues es menor de edad y económicamente dependiente y, en
segundo lugar, los elementos característicos de su lenguaje cambian cada poco
tiempo. Pero, como afirma Caldevilla (2010, p. 63), el uso de las redes
sociales, mayoritariamente por personas jóvenes, está generando un nuevo
lenguaje, que, en su opinión, relativizará el sistema actual de redacción y
fomentará un sistema de normas distinto al existente. Este lenguaje no solo lo
emplearán los jóvenes, sino también
aquellos que quieran pasarse por estos o quieran mimetizarse y, de esta manera,
ejercerá su influjo en muy amplios sectores de edad. De ahí la conveniencia de
estudiar el lenguaje en las redes sociales y, de una manera concreta, en
Tuenti.
Tuenti
(2011) se define a sí misma como una plataforma de comunicación cuya misión es
mejorar la comunicación y transmisión de información entre las personas que se
conocen. Añade que, en menos de tres años, «se ha convertido en la página con
más tráfico de España y en una de las páginas más grandes del mundo de aquellas
que funcionan mediante invitación» (Tuenti, 2011). El propósito principal de
esta red social, según su propia declaración, es que los usuarios puedan estar
permanentemente conectados con sus amigos y sepan lo que está pasando. Según
Zaryn Dentzel (2008), el creador de Tuenti, su éxito radica en que los usuarios
comparten relaciones personales relevantes ya que los usuarios son los mismos
que en el mundo real y se comunican igual que lo harían en la calle o en su
centro de estudios.
La
popularidad de Tuenti se fundamenta, según Fernández (2008), en que el usuario
se encuentra allí con las personas que le interesan, con sus conocidos y puede
establecer con ellos relaciones de calidad. Cuando una persona se registra
puede agregar a otros usuarios, que, cuando le acepten, recibirán la
denominación de amigos. Entonces, podrá ver su perfil, las fotografías que él u
otros usuarios hayan subido a la red, escribirle mensajes… El usuario también
puede escribir lo que quiera en un tablón, que es similar a un blog. Sin embargo
hay que tener en cuenta, desde un plano semántico, que el concepto que se tiene
en Tuenti de términos como amistad o
expresiones como compartir la vida pierden
su sentido más real para pasar a formar parte de un lenguaje engañoso, ya que
en esta red se conversa de asuntos triviales que son incapaces de aunar lazos
de amistad sólida. Esta es la tesis que mantienen Berlanga y Martínez (2010),
que analizan desde una perspectiva crítica esta red social y la retórica
empleada en ella.
Desde que Tuenti
surgió en 2006, el número de usuarios ha ido siempre al alza, a pesar de que es imprescindible recibir la invitación
de otro usuario para poder entrar. En un ranking sobre el tráfico en webs
realizado por Alexa (2010), esta red social se sitúa entre las diez más
visitadas en España. No se sabe con exactitud cuántos usuarios registrados hay
en Tuenti (Actualidad Digital, 2008). Ícaro Moyano (2010), director de
Comunicación de Tuenti, asegura que esta red cuenta con alrededor de ocho
millones de usuarios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos perfiles
corresponden a establecimientos, personajes famosos… aunque los administradores
de Tuenti tratan de borrar estos perfiles falsos, ya que esta red solo admite
la inscripción de personas. También afirman perseguir los perfiles creados por
menores de catorce años, pues esta es la edad mínima para formar parte de
Tuenti.
Caldevilla (2010)
define al usuario medio de Tuenti como un varón de entre 18 y 24 años, sin
hijos, con graduado escolar y que se suele conectar a la red social desde la
escuela. Esta descripción no coincide con nuestra experiencia en los trabajos
realizados, pues en ellos hemos comprobado que Tuenti es usado tanto por chicas
como por chicos. Un amplio porcentaje de los usuarios que hemos encontrado
están cursando una carrera universitaria y, además, suelen conectarse desde
casa porque, como señala Moyano (2010), el período de tiempo en el que más
usuarios hay conectados es el comprendido entre las 20 y las 22 horas;
generalmente, a esas horas los internautas no están en la escuela. El propio
Caldevilla matiza su descripción asegurando que es bastante probable que haya
usuarios de menor edad que mientan en el
momento de registrarse para poder tener una cuenta.
Una de las
mayores preocupaciones de padres y educadores son los peligros a los que se
exponen los adolescentes cuando navegan solos por Internet o, concretamente,
por las redes sociales. Otro de los inconvenientes del uso de Tuenti que
señalan Carreras y Román (2010) es que muchos de estos usuarios no tienen aún
la capacidad de contrastar, procesar y analizar la información y son fácilmente
manejables por aquellos que utilizan Internet para imponer, de algún modo, un
pensamiento globalizado. Además, López Ruiz (2008) alerta de que el elemento
fundamental que ejerce atracción en Tuenti es la capacidad de cotillear que
tienen sus usuarios, que se convierten en voyeurs secretos de los demás,
juzgándolos por apariencia, por su forma de mostrarse o de escribir.
A pesar de que no
hay nada en Tuenti que indique que está destinado a consumidores de un
determinado grupo de edad, los adolescentes parecen aceptar que deben
pertenecer a Tuenti y que Facebook queda reservado para los adultos (Ruiz
Fernández, 2009). Este trabajo se ocupará del léxico utilizado por el grupo de
edad de catorce a dieciocho años, que, como hemos dicho, utiliza
mayoritariamente la red social Tuenti. Las personas de estas edades hacen un
uso más diferenciado de la norma estándar y crean y redefinen términos que
quedan fuera del campo de conocimiento de los mayores de edad. Tuenti se
presenta como la prolongación del patio de recreo de cualquier instituto
español, en el que los jóvenes interactúan creando conversaciones reales entre
ellos sin estar condicionados por la presencia de otros grupos sociales.
Precisamente, como explica Römer Pieretti (2010), la socialización entre aquellos que se consideran
amigos está cargada de espontaneidad y la espontaneidad es uno de los signos
caracterizadores de las redes sociales. Tuenti está ideado para que se produzca
una comunicación rápida y clara, pues los usuarios escriben comentarios o
mensajes de manera directa e instantánea. El registro utilizado en la
comunicación es coloquial, familiar e informal.
La idea de realizar
este trabajo fundamentado en la comunicación que se realiza en Tuenti surgió,
además de por las motivaciones lingüísticas y sociales ya referidas, porque
quien esto escribe es usuaria de esta red social, conoce el funcionamiento de
la misma y observa con curiosidad la forma de expresarse de los adolescentes en
ella.
A continuación, se explicará cómo funciona Tuenti
aunque, cualquiera que la haya utilizado, podrá afirmar que se trata de una red
social bastante intuitiva a pesar de todos los nuevos complementos que se han
ido incorporando en los últimos meses. Los usuarios de Tuenti pueden ser
clasificados en tres categorías dependiendo de la relación que tengan con otros
usuarios: amigos, amigos de amigo y fuera de la red propia. Únicamente se puede
comentar en el perfil de un usuario y en
las fotos que ha subido si este ha aceptado una petición de amistad. Entre las
opciones de privacidad de Tuenti, el usuario puede elegir quién quiere que vea
su perfil: sus amigos, los amigos de sus amigos o todos los usuarios de Tuenti.
La mayoría de los usuarios únicamente permiten el acceso a su perfil a sus
amigos mientras que un escaso número de personas permiten acceder a todos los
usuarios de Tuenti. Los amigos siempre pueden ver el perfil completo y los
perfiles de los usuarios a los que ha aceptado como amigos, que formarían parte
de la categoría amigo de amigo. Solo se puede acceder a los perfiles de este
grupo de usuarios si estos permiten el acceso de amigos de amigos. En un perfil
se encuentran comentarios dejados por otros usuarios, textos escritos por el
propio usuario y fotografías, además de la información personal en la que
aparecen el centro de estudios, la edad, el lugar de residencia y más datos que
el usuario puede añadir, por ejemplo, películas o libros favoritos.
Los datos de este
estudio han sido tomados de usuarios que pertenecían a la categoría amigos de
amigo y también de usuarios que permitían acceder a su perfil a todos los
usuarios de la red social. En total, se ha consultado información
correspondiente a ciento treinta y seis usuarios, de edades comprendidas entre
los catorce y dieciocho años, según aparece en el apartado de información
personal de su perfil.
El corpus que se ha usado para la realización de
esta investigación está formado por los comentarios dejados entre usuarios y
por lo que escriben los propios usuarios en sus perfiles. Estos datos se han
obtenido en un periodo temporal que se inicia en octubre de 2010 y concluye en
enero de 2011. En este estudio nos fijaremos en algunos de los aspectos léxicos
que consideramos más relevantes en el lenguaje juvenil como los términos
empleados en los tratamientos, las colocaciones, el uso de siglas,
abreviaturas, emoticones y anglicismos o el campo asociativo de las palabras
más utilizadas.
Los jóvenes
utilizan cotidianamente un lenguaje cargado de neologismos, acortamientos,
préstamos de otros idiomas y crean nuevas colocaciones o unidades
fraseológicas. Su léxico, que difiere mucho del empleado por otros grupos de
edad, se manifiesta también en las redes sociales pues constituyen uno de los
espacios donde pueden comunicarse con personas de su mismo grupo de edad.
A la hora de hablar de las diferencias entre el
léxico de los adolescentes y el de otros grupos de edad, hay que tener en
cuenta el fenómeno que se ha denominado age grading, o lo que es lo
mismo, la tendencia a hacer uso de determinadas estructuras lingüísticas en
función de la edad. Acerca de este concepto, Blas Arroyo (2008, p. 210) afirma:
«…las
diferencias frecuenciales son el correlato de las preferencias léxicas de cada
grupo generacional en un momento determinado, sin que estas se mantengan en
períodos posteriores. Este patrón de variabilidad sociolingüística se ha
observado principalmente en el habla de los jóvenes, y en particular en sus
usos jergales, muchos de los cuales son abandonados en el paso a la edad
adulta».
La sociedad sigue denunciando la pobreza léxica de
los jóvenes y ello a pesar de que, dentro de la sociolingüística, varios autores
han estudiado la jerga propia de los jóvenes y han aportado pruebas de que,
además de emplear palabras de la lengua estándar, los jóvenes son capaces de
emplear términos que otros grupos de edad no conocen. Como señala Catalá Torres
(2002), en estos comentarios parece sobrevivir un espíritu normativo que, en el
pasado, constituyó el fundamento de buena parte de las preocupaciones
lingüísticas y que en la actualidad aún está presente en el ámbito de la
investigación del lenguaje. Un ejemplo de esta acusación la encontramos en
Gómez Torrego (1995), que en la introducción de una obra sobre léxico en el
español actual, resalta la pobreza léxica de los jóvenes: hablan de temas
intrascendentes, usan “palabras cliché”, los adjetivos son semánticamente descoloridos,
emplean frases hechas, muletillas, repeticiones innecesarias...
En nuestra opinión es injusto negar la competencia
lingüística de los jóvenes, acusándolos de pobreza léxica sin tener en cuenta
aspectos como el contexto donde se produce la comunicación, el centro de
interés o tema de que se trata o la edad de los interlocutores. En el caso que
estamos tratando, el léxico en la red social Tuenti, los jóvenes emplean un
lenguaje que, en el plano léxico-semántico, destaca por el uso de tópicos, de
palabras comodín,..., pero también por los neologismos, por la creación de
nuevas colocaciones o unidades fraseológicas...
En Tuenti se utiliza el lenguaje escrito aunque hay
rasgos de oralidad, como la conversación espontánea e informal. Por lo tanto,
el corpus utilizado retrata la lengua escrita pero la frontera que la separa de
la lengua oral es bastante frágil.
Además, según hemos puesto de manifiesto, en Tuenti, como sucede en el ámbito
de la oralidad, la comunicación es directa entre individuos de un mismo grupo
social, no hay presencia de otros grupos formados por padres o educadores que
acoten con reglas normativas su forma de expresarse. Por lo tanto, es evidente
que en las redes sociales se emplea un léxico distinto al que puede usarse en
otros contextos más convencionales. Esto también sucede con la ortografía
(Torrego, 2011).
El léxico se pone en Tuenti al servicio del
entendimiento entre pares pues poseen las mismas competencias lingüísticas.
Para estudiar la pobreza léxica de los jóvenes, habrá que ir más allá de la
crítica a los chats o a las redes sociales y su reducido nivel de recursos
lingüísticos, pues en estos lugares los adolescentes juegan con el lenguaje y
lo adaptan a las exigencias de la comunicación. Algunos autores han estudiado
la expresión lingüística en los chats; sus argumentos, por analogía, se pueden
extender a las redes sociales. Así, Urrestri (2008) señala que, si se critica
al chat por su influencia negativa en la expresión lingüística, también se
debería desestimar cualquier dibujo en una carta de amor adolescente por ser
lingüísticamente pobre en vez de entenderlo como otra forma de expresión.
También hay investigadores que afirman:
«El
uso de chats, si algún efecto tiene sobre el conocimiento y aplicación del
código normativo de un modo general, es de incremento. Y esto no deja de tener
cierta lógica: en un chat, un usuario pasa muchas horas a la semana
escribiendo, activamente, con una intensidad e insistencia mucho mayor que en
cualquier otro ámbito donde utilice algún tipo de registro lingüístico escrito.
Independientemente del grado de uso de la normativa gramatical y ortográfica,
el uso regular de un chat implica un contacto continuado y activo con una
variante de código escrito y con una infinidad de otros usuarios de este».
(Mayans, 2002, p. 105)
EXPOSICIÓN DE LOS RESULTADOS
A continuación se detallan los resultados obtenidos
en nuestro estudio. Se revisan la ampliación de los significados debida a la
utilización de Tuenti, los vocativos utilizados en esta red social, el empleo
de las denominadas colocaciones léxicas, el estudio de otros fenómenos léxicos,
como la utilización de anglicismos, onomatopeyas, emoticones, siglas y la
realización de acortamientos léxicos, para
concluir con una consideración del campo asociativo relativo a la
fiesta.
En los textos que intercambian los jóvenes en
Tuenti están presentes palabras relativas al uso de esta red social. Estas
palabras existían antes de la creación de la red social aunque han adquirido un
nuevo significado, de difícil comprensión fuera de Tuenti. En algunos casos, la
responsable de esta ampliación de los matices del significado es la metonimia:
se desplaza un significado desde un significante a otro significante próximo.
Para ilustrar esto, valdrán los ejemplos “principal” y “privado”. Es frecuente
encontrar comentarios en Tuenti como el siguiente, que ha sido tomado del
perfil de un chico de quince años: “Te e
mandaoo un privadooo!!” (Te he mandado un privado). Con “privado” se
refiere a mensaje privado, la comunicación que se puede establecer entre dos
usuarios sin que nadie más lo pueda leer. En este caso se emplea solo “privado”
por razones de comodidad y porque el uso únicamente del término mensaje habría
llevado a la confusión con mensajes que puede leer todo el mundo - los
comentarios-, mensajes escritos en las fotos – comentario en foto- o, fuera del
Tuenti, al mensaje de correo electrónico o al sms.
Por otro lado, “principal” hace referencia a la
foto que aparece al lado del nombre del usuario cuando escribe comentarios o
mensajes y en su perfil. Es muy común encontrar mensajes como este, escrito por
una chica de dieciséis años: “Me encanta
tu princi” (Me encanta tu principal). En este mensaje, además, se ha
producido un acortamiento léxico. También es frecuente que en los comentarios
que se escriben en las fotos aparezca “Principal!!!”
(¡Principal!). Con la aparición únicamente de esta palabra se sugiere al
usuario que se ponga la foto de principal, una foto que aparece en tamaño
grande cuando otro usuario visita su perfil.
Otra palabra que ha adquirido un nuevo sentido es
“tablón”, que por analogía a la definición que aparece en el Diccionario de
Es frecuente que en los comentarios o mensajes que
se escriben unos usuarios a otros en Tuenti aparezcan vocativos que tienen la
función de saludar. No suelen aparecer saludos como “hola” o “buenos días”, con
los que se inician las conversaciones en la lengua oral o en contextos escritos
más formales. Rodríguez González (2002) afirma que como ocurre en general con
todos los fenómenos lingüísticos que se producen por transformaciones sociales,
los cambios más llamativos aparecen en el área de los tratamientos. Hay una
tendencia a la simplificación y devaluación
de los tratamientos más usuales. Es más, entre los jóvenes no solo no se
recurre a los eufemismos sino que se emplean continuamente disfemismos, usando
como vocativos cariñosos palabras que en su sentido literal son ofensivas (Trup
y Tallová, 2004). En este sentido, dentro del campo léxico de los tratamientos,
en Tuenti se han encontrado los vocativos “zorra”, “fea”, “gorda”, “puti”
(puta), “perri” (perra) o “tonta” usados
en conversaciones entre chicas y “cabrón”, “capullo” o “maricón”, que se utilizan
como saludos entre chicos. Tanto hombres como mujeres utilizan también
apelativos cariñosos como “princesa”, “guapa”, “cielo” o “fiera”.
Hay que tener en cuenta que las relaciones
personales entre los usuarios de Tuenti no se conciben como un sistema
jerárquico sino que estos tienen consciencia de pertenecer a un grupo
igualitario basado en la solidaridad. Con el término solidaridad se alude a las
relaciones de proximidad y simetría entre los interlocutores (Brown y Gilman,
1960). En la conversación entre jóvenes la extrema solidaridad y, dentro de
esta, su alta identidad grupal, hace que sean aceptables formas de tratamiento
que en otros grupos sociales o en una relación jerarquizada podrían
considerarse descorteses. (Bravo y Briz, 2004). Entre estas relaciones donde
prima el rasgo de la solidaridad hay que distinguir entre los vocativos
empleados por chicos y chicas y, dentro de cada uno de estos grupos, hay que
considerar si van dirigidos a mujeres o a hombres.
Así, los chicos utilizan los vocativos “tío”,
“cabrón”, “capullo”, “elemento”, “artista”, “figura”, “fiera”, “chavalote”,
“loko” (loco) o “krack” cuando el mensaje va dirigido a alguien de su mismo
sexo y emplean los términos “tía”, “loka” (loca), “wapa” (guapa), “preciosa” o
“niña” cuando se dirigen a las
chicas. En los mensajes que se escriben entre usuarias de sexo femenino priman
los vocativos “princesa”, “zorra”, “loka”, “fea”, “gorda”, “puti” (puta),
“amore”, “cariñote”, “xoxona” (chochona), “perri” (perra), “mona”, “cosa
guapa”, “solete”. Cuando las chicas
escriben a los chicos emplean los términos “guapo”, “niño”, “peke” (peque),
“cielo” o “amor”. Es frecuente encontrar
vocativos que hacen referencia a alguna característica concreta que posee la
persona a la que va dirigido el mensaje como “mentirosa”, “agresiva”,
“asqueroso”, “marmotilla” o “empollón”.
Antes de analizar cómo aparece este fenómeno en el
lenguaje de los jóvenes, definiremos el concepto colocación léxica. Desde que
Firth (1957) consagró el término, han sido muchos los sentidos que se le han
otorgado. Independientemente de las divergencias que aparecen en las
definiciones que han ido dando algunos lingüistas, todos coinciden en que este fenómeno lingüístico
se caracteriza sobre todo por contener dos elementos léxicos que coaparecen con
frecuencia. Otras propiedades importantes incluyen un vínculo léxico entre
elementos, además de transparencia semántica, composicionalidad formal y
restricciones combinatorias (Travalia, 2006).
Una de las principales características que tienen que cumplir las unidades
fraseológicas para ser consideradas colocaciones es la de frecuencia, tanto de
coaparición como de uso. Respecto a la frecuencia de uso, cuanto más se emplea
una colocación más posibilita la consolidación de la expresión hecha. Esto
conlleva que expresiones neológicas del discurso se conviertan en unidades de
lengua, que se institucionalicen y pasen al sistema. A continuación, se
enumeran algunas de las colocaciones más frecuentes en los mensajes de Tuenti
que hemos analizado: “pillar
entradas”, “dar un toque”, “subir una foto”, “pintar divertido”, “echarse unas
risas”, “echarse un peta”, “cortar el rollo”, “hacer bote” o “liarla parda”.
Algunos neologismos que han
sido introducidos recientemente ya forman una colocación y se han fijado en el
habla como “echarse un peta” (fumar un porro), “echarse un piti” (fumar un
cigarrillo) o “hacer bote” (hacer botellón, beber alcohol en la calle). También
es frecuente que uno de los términos haya adquirido un significado nuevo con la
llegada de las nuevas tecnologías, como es el caso de “subir” (enviar algo a un
sitio de Internet) o “toque” (dejar que suene un tono de llamada sin que el
destinatario lo coja).
Algunas de las colocaciones
que usan los jóvenes son bastante frecuentes y son usadas por personas de todos
los grupos sociales. Lo que más llama la atención de las colocaciones citadas
anteriormente es que son de uso coloquial o vulgar.
Entre los usos lingüísticos
uno de los fenómenos más frecuentes es el empleo de anglicismos. Esto puede
deberse a que, en general, es la lengua extranjera con la que más contacto
tienen y a que Estados Unidos aporta mucha de la cultura (música, series,
películas…) que ellos consumen. Por otra parte, Internet es un medio en el que
prolifera la lengua inglesa. Se emplean los anglicismos en los mensajes con un
fin estético, para darles un toque más moderno. Así, aparecen anglicismos como
“family” (familia), “sister” (hermana), “birthday” (cumpleaños), “the best”
(los mejores), “party” (fiesta), “happy” (feliz), “brother” (hermano) o “free”
(libre). Un ejemplo de esto lo encontramos en el siguiente texto escrito por
una chica de quince años: “Nenaaa vamonos
de party!!!! 1kiss wapaaa” (¡Nena vámonos de fiesta. Un beso, guapa)
Otro
fenómeno frecuente en el lenguaje de los jóvenes es el uso de muletillas o
palabras comodín. Estas palabras aparecen en los mensajes que se escriben los
usuarios de Tuenti cuando no saben cómo acabar una oración. Algunas de las más
usadas son “tía”, “jajaja”, “jodee” (joder), “qué fuerte” u “ok”. Un ejemplo de uso de muletillas lo
encontramos en este comentario escrito por un chico de diecisiete años: “ostiiiiia puta pos si e desde canijos te
acuerdas xke yo si ke me acuerdo de cosas e jaaaaaaaaaaajaja madre mia”
(Hostia puta pues sí eh desde canijos te acuerdas porque yo sí que me acuerdo
de cosas eh jajaja madre mía) En este texto encontramos las siguientes
muletillas: “eh”, “jajaja”, “madre mía”. Una de las características del léxico
empleado por los jóvenes es que en él aparecen bastantes palabras consideradas
mal sonantes, palabras que fuera de Tuenti estarían mal vistas por otros grupos
sociales.
Es
frecuente que en los mensajes que escriben los jóvenes en Tuenti aparezcan
onomatopeyas, que se emplean para realzar lo dicho o para señalar la intención
del mensaje. Un ejemplo de esto lo encontramos en este fragmento escrito por
una chica de quince años: “niñaa kiero
verte! juum… sq eres tan feaaa lalala” (niña quiero verte! jum [onomatopeya
que expresa abatimiento] es que eres tan fea lalala [onomatopeya que indica
ironía])
Otras
onomatopeyas imitan el sonido de lo definido por una palabra y la reemplaza,
como en el siguiente ejemplo escrito por un chico de catorce años “q pasa maja felicidades! q tal weno q lo
pases bn í esas cosas maja sigue siendo a si dpm muak” (Qué pasa maja
felicidades! Qué tal bueno que lo pases bien y esas cosas maja sigue siendo así
dpm [de puta madre] muak [onomatopeya que imita el sonido de un beso])
Algunas
de las onomatopeyas más usadas son “jum”, “buff”, “lalala”, “ains”, “ejem”,
“buuuu”, “muak”, “oins” o “prrrr”.
Yus (2010) define los emoticones como combinaciones de signos de puntuación
simples cuya unión parece formar diferentes expresiones de la cara y otros
signos icónicos. Se emplean para suplir la ausencia del canal visual en la
comunicación escrita en Internet (en chats, redes sociales, foros…) y expresar estado de ánimo o la intención comunicativa de
quien escribe. Los emoticones sustituyen a determinadas palabras. Algunos de
los emoticones más frecuentes son =), ;),
:(, :P, para representar estados de ánimo o como <3 que representa el símbolo del corazón. Para escribir este
comentario, una chica de catorce años ha utilizado emoticones:
“pues mui bien =) y tu cielo? ^^ se te hecha de
menos.. :$ wapaaaa <
También
se crean nuevas palabras mediante el uso de siglas. Estas creaciones léxicas
están destinadas a una pronta desaparición. Muchas nacen de anglicismos que han
sido introducidos en nuestra lengua como “OMG” (Oh my god!, que significa ¡dios mío!), “WTF” (What the fuck? que
podría traducirse como ¿Qué cojones?) o “LOL” (Laughing out loud que se traduciría como reírse a carcajadas).
La aparición de estas siglas en nuestro idioma es bastante reciente y se las ha
empezado a denominar “sigloemoticona”, término
que se extiende por la red. Con este neologismo se hace referencia a las siglas
que tienen una función similar a la de un emoticón. Así, “WTF” sería el
equivalente a un emoticón de sorpresa o extrañeza como :O u o_o y “LOL” se correspondería con un emoticón de
risa como :D o xD. Estas “sigloemoticonas” aparecen solo en los textos que los jóvenes
producen en Internet o en los teléfonos móviles. Un ejemplo del uso de estas
siglas en Tuenti lo encontramos en el siguiente comentario escrito por un chico
de diecisiete años: “Josetee!! k me an
dixo k la d lengua tiene tuenti. WTF?” (Josete! Que me han dicho que la de
lengua tiene Tuenti. WTF?)
Otras
siglas han surgido por la simplificación de algunas expresiones de uso común
como “te quiero”, que suele aparecer como “TQ” o “TKM” o “de puta madre” que
aparece con las siglas “DPM”. Este comentario ha sido escrito por una chica de
diecisiete años: “santy!!! felicidades
askeroso pasatelo dpm y pillate un buen pedo pa celebrarlo XD enga kuidate
TQ!!” (Santy! Felicidades asqueroso pásatelo dpm [de puta madre] y píllate
un buen pedo para celebrarlo XD [emoticón de risa] venga cuídate TQ [te
quiero]!)
Otros fenómenos léxicos que aparecen bastante en
los mensajes escritos por jóvenes son los acortamientos léxicos. Así, los
acortamientos más frecuentes que hemos encontrado son “ilu” (ilusión), “insti”
(instituto) o “tuto” (instituto), “cole” (colegio), “bus” (autobús), “moti”
(motivado), “disco” (discoteca), “bote” (botellón), “porno” (pornografía),
“depre” (depresión). Los acortamientos son propios del lenguaje juvenil o
familiar y se asocian con el registro coloquial.
Muchos de los comentarios
intercambiados entre los usuarios en Tuenti se refieren a asuntos relacionados
con el ocio nocturno, con salir de fiesta, que sin duda, es una de las
principales aficiones de los adolescentes. Los jóvenes aprovechan la red social
para hacer planes para el fin de semana o comentar cómo fue la fiesta del día anterior. Por ello, en sus mensajes
imperan términos relacionados con el campo asociativo de fiesta. El campo asociativo puede definirse así:
«Los signos que determinan más particularmente el valor del que
rodean en la memoria forman su campo
asociativo: noción totalmente relativa ya que todo en la lengua está, al
menos indirectamente, asociado a todo… El campo asociativo es un halo que rodea
al signo y cuyas franjas exteriores se confunden con su ambiente». (Bally, 1965, p. 133-134)
Dentro del campo asociativo
de fiesta, los jóvenes emplean términos novedosos. Por ejemplo, se utilizan
verbos que han adquirido un nuevo significado que aún no ha llegado a otros
grupos sociales. Así, como sinónimos de los verbos “divertirse” o “pasarlo
bien” se emplean los términos “petarla”, “liarla” o “desfasar”. Estos aparecen
en este comentario de una chica de diecisiete años: “Wapaaa xq no saliste ayer? tenias que haber venido que la petamos.”
(Guapa ¿por qué no saliste ayer? Tenías que haber venido que la petamos). Si se
buscan estos verbos en el Diccionario de
Dentro de este campo
asociativo también aparecen en Tuenti neologismos que se crean por diferentes
procedimientos como la composición, como sucedería con la palabra “bonocopas” o
por metonimia como el caso del término “el puertas” (el portero de la discoteca). Otros neologismos son “mini” o
“cachi”, que se emplean para denominar un vaso de plástico de 750 ml.
Muchos de los comentarios hacen referencia al
botellón. Por ejemplo, este texto ha sido escrito por un chico de dieciséis
años: “Oye tio vamos a hacer bote esta noxe?
donde pillamos la bebida? aunk no stoy pa muxos cubatas e?” (Oye tío vamos
a hacer bote esta noche? dónde pillamos la bebida? aunque no estoy para muchos
cubatas eh?)
Casi siempre
se prefiere el acortamiento léxico “bote” a la palabra botellón. Además, esta
palabra, a pesar de ser un neologismo, ya ha dado pie a la creación de palabras
derivadas de ella como “botellódromo” (lugar para hacer botellón).
CONCLUSIONES
Cabedo (2009)
utiliza un ejemplo literario para realizar una sugerente comparación: Víctor
Hugo presentó al jorobado de Notre Dame como un ser misterioso y huidizo, pero
ingenioso al mismo tiempo y esos son los atributos de la lengua del chat y del
Messenger para este autor. Se trata de una lengua que en apariencia aparece
deformada, relegada al uso de un grupo creciente de personas, en un medio
novedoso, como es Internet. Esto mismo puede aplicarse al léxico empleado en la
red social que hemos analizado. Desde un punto de vista académico, el uso de la
lengua puede parecer plagado de errores e, incluso, de aberraciones. Y, sin
embargo, aplica novedades ingeniosas que permiten una comunicación más clara y
espontánea entre los usuarios de Tuenti.
La lengua utilizada
en Tuenti tiene mucho que ver con el lenguaje coloquial. Existe un bajo grado de
formalidad y el aspecto subjetivo tiene un papel muy relevante. Las palabras
empleadas tienen un marcado tinte connotativo, que es valorado por el grupo de
usuarios. En otros casos, como hemos visto, hay vocablos cuyo significado solo
es conocido por los participantes en esta red social o en las redes sociales,
en general, (“principal” o “privado”, “OMG”, “LOL”, por ejemplo) o, de una
manera más amplia, por las personas de ese grupo de edad (“desfasar”, “tuto”,
“moti”…)
Así pues, el léxico utilizado en Tuenti se
aparta sustancialmente de la norma estándar de la escritura y de los contextos
orales formales. Sin embargo, se produce un fenómeno paradójico y es que
emisores y receptores se entienden entre sí, a pesar de la profusa utilización
de fenómenos léxicos como anglicismos, onomatopeyas, emoticones, siglas,
acortamientos léxicos o colocaciones
léxicas.
Desde nuestro punto
de vista, pueden interpretarse las motivaciones para la utilización de ese
léxico. Una evidente es la comodidad y rapidez pues los textos se escriben
rápidamente, sin reflexión. Por ello, se emplean emoticones, siglas,
acortamientos léxicos que actúan como sustitutos de algunas palabras o
expresiones y permiten al emisor comunicarse escribiendo menos. Existe otro
factor de naturaleza estética; los jóvenes quieren que sus mensajes llamen la
atención. Esto justificaría el uso de anglicismos como “sister”, “birthday” o
“party”, cuya traducción es una palabra bastante común en castellano o la
utilización de las siglas, que puede tener también esa función de abreviar el
lenguaje. Otra motivación es la de crear un mensaje directo y espontáneo.
Podemos comprobar este fenómeno en el uso de onomatopeyas y vocativos, que
consiguen captar rápidamente la atención del receptor.
Quizás todas estas
motivaciones se enmarquen en otra principal: la de diferenciarse de otros
grupos sociales pues los usuarios de redes sociales han creado una forma de
expresarse que únicamente ellos entienden y que refuerza una de las señas de
identidad de su grupo social.
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