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REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS
 I S S N     1577 - 6921

N Ú M E R O    I I I

NÚMERO 3 - MARZO 2002

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LA LITERATURA HISPANOFILIPINA DEL S. XX
Por Edmundo Farolán

(Universidad de Silesia, República Checa)


 

La literatura hispanofilipina es hoy día un fenómeno raro debido a la llegada de los norteamericanos al comienzo del s. XX, resultando en una intensiva lavada cerebral en inglés del pueblo filipino, algo que los españoles en Filipinas durante su permanencia de cuatro siglos no pudieron hacer, particularmente en el campo lingüístico.

A pesar de esto, la literatura hispanofilipina llegó a escribirse. En el s. XVII, Fernando Bagongbanta y Tomás Pinpín escribieron "ladinos", unos versos romanceados sobre temas religiosos, alternados en español y en tagalo: "Gracias a Dios sempiterno/Salamat sa Panginoon Diyos…" (Bagongbanta).

Por otro lado, habían bardos anónimos que escribían canciones en tonos vulgares, mezclando palabras indígenas con el español, recordándonos de los juglares del siglo medieval: "Habrá bailuhan, sorbete y lechón-en la casa de Ñora Quicay…" (Anónimo).

En el s. XVIII, aparece Luis Rodríguez Varela, un criollo, quien fue el primero que escribía composiciones patrióticas. Escribió una colección de poesías titulada Parnaso Filipino, pero no se han conservado copias de esta colección.

No era hasta el s. XIX cuando aparecen literatos de gran importancia. Dos de ellos fueron el héroe nacional, José Rizal (1861-1896), y el novelista Pedro Paterno(1857-1911). Estos dos escribieron en casi todos los géneros literarios, y en particular, la novela y la poesía. Otros escritores en este período de la revolución filipina fueron el soldado y cuentista, General Antonio Luna, y los reformistas que fundaron con Rizal la revista La solidaridad donde aparecieron artículos pidiendo al gobierno español reformas para Filipinas: Marcelo del Pilar, y Graciano López Jaena.

Apolinario Mabini, conocido como el sublime paralítico, también se destacó con sus "Memorias de la Revolución".

Rizal, mundialmente conocido por Mi último adiós, su última poesía escrita la noche antes de su fusilamiento, y sus dos novelas, Noli me tangere y El Filibusterismo, traducidas en varios idiomas, fue médico, novelista, poeta, político, filólogo, pedagogo, agricultor, tipógrafo, escultor, pintor, naturalista, y políglota (hablaba más de veinte idiomas).

La poesía que incluimos aquí no es muy conocida pero es interesante porque proyecta el genio de este hombre; muestra en estos versos cómo la síntesis de agua y fuego forma lo que siempre fueron sus deseos para el pueblo filipino: "progreso, vida, luz y movimiento":

EL AGUA Y EL FUEGO (fragmento)

Agua somos, decís; vosotros, fuego.
¡Cómo lo queráis, sea!…
¡Vivamos en sosiego,
y el incendio, jamás luchar nos vea,
sino que unidos por la ciencia sabia
de las calderas en el seno ardiente,
sin cólers, sin rabia,
formemos el vapor, quinto elemento,
progreso, vida, luz y movimiento!

Pedro Paterno nació en Manila, y vivió más de veinte años en Madrid donde publicó su única colección de versos, Sampaguitas, en 1880, y una novela titulada Ninay en 1885. He aquí un ejemplar de su obra poética, un breve romance:

AL ESTALLAR LA TORMENTA (fragmento)

Al estallar la tormenta
Por la playa me paseo,
Y en ver las agitaciones
Del vasto mar me embeleso.
En su inmensidad descubro
De mi amor el vivo espejo:
¡Cuántas olas luchan fuera!
¡Cuántas perlas duermen dentro!

Otro poeta, contemporáneo de Rizal y Paterno, pero no en la estatura literaria de estos dos, es Fernando Canon (1860-1938) que tiene un libro de versos publicado en 1921 con el título A la Laguna de Bay. En la siguiente poesía, el sentimiento patriótico del poeta es evidente; la patria Filipinas es la "blanca flor de montañas":

FLOR IDEAL (fragmento)

El rocío de nubes blanquecinas
Eterniza la flor de las colinas.
Esa flor que en su cáliz peregrino
Encierra el ósculo del amor divino,
Llevado allí por las sublimes notas
Del eterno cantar de los patriotas.

Al comenzar el s. XX, se inicia aquel período en la la literatura hispanofilipina que podríamos considerar la "edad de oro", o el zenit de la literatura filipina en castellano. Durante este periodo, entre 1900-1946, los escritores filipinos siguieron escribiendo en castellano, y la mayoría de los grandes escritores en este periodo escribieron contra el régimen norteamericano.

El que más se destacó fue el poeta, dramaturgo y político Claro Mayo Recto. Otros dramaturgos, cuentistas y poetas durante este periodo fueron: Francisco Liongson, Jesus Balmori, Manuel Bernabé, Isidro Marfori, Francisco Zaragoza, Emeterio Barcelo-Barcelón, Felipe Gómez Wyndham, Severino Reyes, Francisco Varona, Ramon Torres, Adelina Gurrea, Antonio Abad, Fernando María Guerrero, Felipe Gómez Wyndham, Evangelina Guerrero Zacarías,Enrique Fernández Lumba, Enrique Centenera, Fernando de la Concepción, Esperanza Lázaro Baxter, Nilda Guerrero de Barranco, Enrique Laygo, Alejo Valdés Pica, Luis Nolasco, y Antonio Serrano.

Fernando Ma. Guerrero (1873-1929) trabajó por un tiempo para el diario La Independencia fundado por el patriota ilocano, Antonio Luna, poco antes de la guerra filipino'americana. Publicó dos libros de versos, Crisálidas y Aves y Flores. En el siguiente fragmento del poema Mi Patria, expresa su amor patrio con un liricismo que luego fue conocido como el "príncipe de los pos poetas lírcos":

MI PATRIA (fragmento)

Filipinas es un nido
Formado de hermosas flores,
Es un idlio de amores
Sobre un mar embravecido;
Es el delirio querido
Que mi cerebro obsesiona;
Es la impávida matrona
Que heredera de titanes,
Tiene por solio volcanes
Y centellas por corona.


.......................



Cecilio Apóstol (1877-1938) trabajó también como periodista  para el periódico revolucionario La Independencia y otros como La Fraternidad, La Unión, El Renacimineto y La Democracia durante los primeros años de la ocupación norteamericana. Fue miembro de la Academia Filipina desde 1924. Su libro de versos, Pentélicas, pinta paísajes con imágenes vivas. Al leer sus poesías, el lector tiene la impresión de ver unas fotos, o más bien, una película documentaria al estilo National Geographic. Ejemplo de esto es la poesía Paisaje Filipino:

PAISAJE FILIPINO (fragmento)

El sol en ebriedad suprema el suelo muerde
Porque todo en la hora canicular concuerde,
Ni un hálito de brisa cruza la extensa y verde
Paz del campo, ni un ave en el azul se pierde.
……………
Lejos corre, seguida del crío, una potranca,
Un carabao lustroso en un charco se estanca;
En su lomo una garza hace una nota blanca.
Un río desenrosca las eses de su tripa,
Y asoma, allá donde su curva se disipa,
Las manchas trapecialez de sus techos de nipa.

Isidro Marfori (1890-1949) nació en Calamba, Laguna y murió en España. Fue ganador de varios premios literarios por sus poesías, ya influidas por los ismos que invadían España durante su estancia allá. Publicó las siguentes colecciones poéticas: Cadencias, Aromas de ensueño, Bajo el yugo del dólar, Sonetos, y Versos.

Sus tempranas poesías combinan trazos del romanticismo influid por el colombiano Vargas Vila y al español Becquer, particularmente en el empleo del extremadamente individualista y romántico "yo". He aquí un fragmento de Líricas:

LÍRICAS (fragmento)

Aunque se diga luego
Que soy un ruín o un loco
O mi obra es la de un ciego,
Mujer, te amaré un poco.
¿Qué me importan la mofa y la histriónica risa
y el menosprecio hipócrita de los viles de rango?
Acojo la sonrisa
De tu ilusión doliente…¡Ven a mí, flor del fango!

La poesía latinoamericana dejó huellas en la poesía filipina, como acabamos de ver en esta poesía. El rubendarismo llegaba a su cima en Filipinas en los primeros años del siglo actual, y los poetas filipinos leían Azul (publicado por primera vez en 1888), Prosas Profanas (1896), y Cantos de vida y esperanza (1905). La sensibilidad poética de los filipinos iba mano a mano con la de sus hermanos latinos,y por eso, el Modernismo como movimiento literario tuvo un impacto tremendo en los poetas filipinos.

La influencia del poeta mexicano Amado Nervo ("Era llena de gracia el Avemaría"/ quien la vio no la pudo jamás olvidar) se replica en la poesía que lleva el mismo título, Gratia Plena, de Jesús Balmori (1886-1948). Pero era la intención de Balmori superar, y no imitar, al poeta mexicano:

GRATIA PLENA (fragmentos)

Ya de ti ni siquiera en sueños me acordaba,
Pero ante el blanco altar del Santo Sacramento
Te he visto comulgando. Cuando el cáliz se alzaba
¡Tu frente se doblaba como una flor al viento!
………………….
¡Gratia plena, mujer!  Cuando acabó la misa
y pasaste ante mí con la frente inclinada,
sin que abriera la alba de tu mirada:

¡Yo caí de rodillas!  Y de tu encanto en pos,
Ante mi Dios pequé, miserable de mí,
Porque hasta ahora no sé si me postré ante Dios
	O me postré ante ti.

.....................................

Balmori fue un escritor prolífico. A los 17 años, publicó su primer libro de versos, Rimas Malayas. Dedicó también su talento a las novelas; dos de ellas fueron publicadas: Bancarrota de Almas y Se deshojó la Flor. Escribía una columna diaria de versos satíricos bajo el título de Vidas Manileñas en el periódico La Vanguardia. Su colección de poesías Mi Casa de Nipa ganó el gran premio de poesía en el concurso literario nacional bajo los auspicios de la Mancomunidad de Filipinas en 1940, y fue publicado el año siguiente.

Manuel Bernabé (1890-1960), galardón de muchos premios de poesía, nació en Parañaque. Tiene dos colecciones de poesía, Cantos del trópico (1929) y Perfil de Cresta (1957). Fue constante competido de Jesús Balmori en muchas justas poéticas, y fue miembro de la Academia Filipina. En los siguientes versos de su poesía La muerte de Don Quijote, Bernabé elabora poéticamente lo que D. Quijote pronunció antes de su muerte: "Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno" (II, LXXIV):

--¡Loado sea Dios, que no me pierde
en la red de mis tristes aventuras:
si viví loco, he de morirme cuerdo!
¡Adios , locuras!
……….
No se puede vivir cazando estrellas,
Porque el vivir de antaño y el de hogaño,
Está tejido con las cosas bellas
Del desengaño.

Que yo a los hombres escarmiento sea:
Como la tierra mis funestos brotes;
Y se acabe de un soplo la ralea
De los quijotes….

……………….

En las obras poéticas de Emeterio Barcelón y Fernando de la Concepción, notemos temas religiosos. La devoción a la Virgen María está bien clara en "Recuerdos de la Anunciación" , y una poesía de honda espiritualidad inspirada por los místicos Juan de la Cruz y Teresa de Avila es la bella poesía "De la hora anacoreta" de Fernando de la Concepción:

RECUERDOS DE LA ANUNCIACIÓN

(fragmento)

Emeterio Barcelón

Majestuosa gravedad
de los campos nazarenos.
Campos de misterio llenos 
de casta serenidad,
Cedros y pinos figuran
unos centinelas graves
que algo misterioso auguran;
hasta el canto de las aves,
al saludar a la aurora,
no es la ordinaria, sonora
canción, que todo lo llena,
franca, abierta, juguetona,
sino mística y serena.
La naturaleza entona
religioso himno inaudito
con ecos de lo infinito.

DE LA HORA ANACORETA
(fragmento)

Fernando de la Concepción

Quiero aprender la lección
Del callar enamorado:
¡Señor, oye al corazón
Que sin voz te habla, extasiado!

Pues no hay tumulto que llegue
a tu Presencia distante,
Deja que al silencio entregue
Mi palabra disonante.

A tu amor, mi Dios, respondo
Y ansío tu pecho me abras.
Un amor te doy, ¡tan hondo!
Que no conoce palabras.

.........................


  

"Melancolía" es una lírica poesía tomado del libro "Emocionario: versos de la adolescencia (1929)" del  quien se considera el último de los poetas de esta generación, Francisco Zaragoza, presidente y director de la Academia Filipina entre 1985 y 1990:

MELANCOLIA

Francisco Zaragoza

En las serenas aguas de los lagos
hay como una sutil melancolía:
nostalgia de pretéritos halagos,
de recuerdos...de amor...de lejanía...

Reflejan mis ensueños de otros días
como en mudos espejos delirantes;
la historia de mis ansias y alegrías,
...¡el fulgor de sus ojos inquietantes!

¡No sé qué oculta relación alienta
entre mi alma y el místico paisaje,
que su melancolía en mí fermenta
com un acto de extraño vasallate!

¡Cuántas veces las aguas adormidas,
en que el misterio señaló sus huellas,
retrataron unidas nuestras vidas
bajo el conjuro astral de las estrellas!

Flota en el aire un halo de tristeza
que comunica un íntimo mensaje.
El alma entera se arrodilla, y reza
la oración desgarrada del paisaje.

Desfilan ante mí, mudas, cansadas
las horas sin pasión y sin ternura,
vacías, como antorchas apagadas;
frías, como olvidad sepultura.

Al contemplar el panorama incierto,
que una inquietud de lobreguez reviste,
se dijera la cámara de un muerto
¡eternamente desolada y triste!



Claro Mayo Recto (1890-1960), de la Academia Filipina, siendo su Director y Presidente por alguna temporada, es el que más destaca entre los escritores del s. XX. Nació en Tiaong y murió en Roma cuando estaba por ver realizado su sueño de visitar España. Víctima de un ataque cardiaco, sus últimas palabras que reflejan su nacionalismo furibundo, fueron: "¡Qué terrible es morir lejos del terruño!

Publicó un libro de versos titulado Bajo los cocoteros en 1911. Escribió dos obras teatrales, Solo entre las sombras y La ruta de Damasco. Fue un apasionante patriota y político, y escribió varios artículos periodísticos y ensayos contra la política norteamericana en Filipinas, el más leído y popular siendo "Monroismo Asiático".

En su juventud, escribía teatro y poesía, y una de las más tempranas poesías de su adolescencia fue "Las Dalagas Filipinas", poema sobre la mujer filipina. Su inspiración es viril, y expresa la belleza, el amor de la "dalaga" filipina. Su estilo combina lo clásico y modernista, pero conserva siempre su personalidad de poeta definitivamente filipina. He aquí unos fragmentos:

LAS DALAGAS FILIPINAS (fragmentos)

Caballera flotante cual selva enmarañada,
Que exhala dulcemente aromas de querer,
Ensoñación, delirio del alma, enamorada
De las carnes y besos de la amada mujer.
…………….
Talle gentil y esbelto como enhiesta palmera,
Donde alegres laboran las abejas su miel,
Con suave ritmo que los nervios exaspera,
Como si fuese espíritu de un viejo moscatel.

Todo un conjunto armónico y grato que envidiara
Dalagas del terruño, el poeta os saluda,
Coronado de flores, de ensue
La ardiente castellana y la impasible "miss", La princesa que el cielo de Rusia cobijara Y la dama que siente la fiebre de París. Quien dice que no es bella la mujer filipina, Que visite estas tierras de Burgos y Rizal, Y verá que es más mística, más dulce y más divina, La hija de los rajahs, la niña tropical.

Hablando de la mujer filipina, en el campo literario, entre las escritoras, destacan Evangelina Guerrero Zacarías, Adelina Gurrea, Nilda Guerrero Barranco, y Esperanza Baxter.

Baxter fue una genial y fecunda poetisa . Nació en Barcelona el 7 de agosto de 1922, y estudió en la escuela de Bellas Artes y Buenas Letras, distinguiéndose más tarde como guionista religiosa de Radio Barcelona, obteniendo por sus escritos varios premios. Vino a Filipinas en 1952 y siguió cosechando lauros ganando el Premio Zóbel de Literatura. Colaboró con profusión en casi todos los periódicos castellanos de Manila, especialmente en El Debate. Fue miembro de la Academia Filipina y, por su belleza, fue ¨Musa¨de la Asociación de Escritores Hispanofilipinos y una de las mejores rápsodas del país. Sus cantos a Filipinas testimonian su amor y afecto a esta tierra de la que fue ciudadana desde que vino de España.

RIZAL (fragmentos)

...Y Rizal, el héroe; Rizal, el filósofo;/Rizal, el linguista, pintor y poeta,/doctor, literato, humanista,/vidente, científico y moderno profeta,/tras el veredicto, fatuo y despiadado,/de mortal sentencia,/entró silencioso y austero en capilla/con estoicismo y dignidad soberbios.

Rizal, el patriota que amó a Filipinas/con amor tan sólido y voluntad tan recia,/que, cual Nazareno, sabiendo su sino/iba al holocausto lleno de grandeza.

Iba a Filipinas a entregar su vida; /no, una sola vida; ¡cien! si cien tuviera./Su ominoso crimen: amar a la Patria./Su execrable idea: quererla, ¡quererla!

Evangelina Guerrero Zacarías (1904-1949) hija del mayor poeta lírico de Filipinas, Fernando Ma. Guerrero, siguió en los pasos poéticos de su padre. Ganó el Premio Zóbel en 1935 con su tomo de poesías, cuentos y prosa lírica titulada Kaleidoscopio Espiritual.  Colaboró en varios periódicos y revistas en español como Excelsior, La Vanguardia, El Debate, y La Opinión.  En 1947, fue la primera mujer electa en la Academia Filipina; pero por modestia y razones de salud, no quiso aceptar la elección.  Murió muy joven a los 45 años.  He aquí una muestra de su obra poética:

NOCTURNAL (fragmento)

Los jardines se aduermen bajo el azul milagro
de la luna que sueña en la noche serena;
cada estrella que surge en el cielo lejano,
es ilusión que vibra y palpita y se aleja.

Y en la tácita calma de la noche y la luna,
mi corazón es flor que a sus manos se entrega,
cantares mis anhelos, mis quimeras espuma
de la mar que entre sombras meditando se aquieta.

Nilda Guerrero Barranco, hermana menor de Evangelina, fue ganadora del Premio Zóbel de Literatura en 1964 por su colección de cuentos, Nostalgias, y en 1980, fue elegida miembro de número de la Academia Filipina correspondiente de la RAE.  He aquí su poema Temor, una de las poesías en su libro Capullos publicado en 1982:

TEMOR

En este mundo traidor
todo es profundo dolor;
desde el día en que se nace
hasta la hora en que se yace.

Hubo un tiempo que temí
más que a la vida, la muerte.
Hoy, se ha trocado ese sentir;
más que a la muerte, la suerte.

¿Cómo sin temor vivir
del ignoto porvenir?
¿Cómo hacer que la risa en flor
¡ay! no se trueque en dolor?
Hoy amor, luz, alegría;
mañana...¿lenta agonía?

El teatro ha sido un vehículo de protesta de los dramaturgos filipinos en el s. XX. Durante la transición linguística cuando los norteamericanos impusieron el idioma inglés en el sistema educativo de Filipinas hacia los principios del s. XX, la manera más efectiva en aquellos días de presentar la protesta de los escritores hispanofilipinos, para evitar la censura norteamericana en los años 20 y 30, era escribir obras con simbolismos para metaforizar la situación actual disfrazando la protesta de estos dramaturgos.

Francisco Liongson, en su obra El pasado que vuelve, toma las obras del mártir y héroe nacional, Jose Rizal ,  y los convierte en una protesta contra la "cultura" gringga. Por medio del fílósofo y "loco" Tasio, en el prólogo de esta obra, muestra cómo la influencia de los norteamericanos, con su cultura gringga de "jazz" y "dates" estropeó la ingenua sensibilidad de la cultura filipino-hispana. Semejantes ideas sobresalen en las obras de Jesus Balmori, poeta y dramaturgo.

Su obra Filipinizad a los Filipinos por Jesús Balmori es un ejemplo concreto de esta protesta. Balmori presenta sus ideas en el personaje de RAFAEL, el protagonista de la obra, cuando dice:

La felicidad de los hombres y los pueblos depende de ellos mismos.  El que es desgraciado, es porque quiere serlo.  Recuerda al pueblo y a los hombres de nuestro ayer.  Piensa en nuestra revolución. Entonces se quiso y se supo ser filipino.  Entonces supo el mundo, y la misma nación que nos colonizaba, que ya existía Filipinas. Entonces se nos dio un libro de oro en el que Bonifacio comenzó a escribir con la punta ensangrantada de su bolo nuestra historia.  Lástima de sangre vertida, de evangelios escritos, de ideales predicados con la acción y de libertades conquistadas a flor de martirios y heroismos si una vez libre Filipinas de todo extraño yugo, los filipinos estamos más que nunca esclavizados por influencias y poderes extranjeros. ¡Filipinizaros! ¡Clama Quezon desde la tribuna y Rizal desde Bagumbayan y Luna desde Cabanatuan!... ¡Filipinizaros!  ¡Dejad la túnica prestada para que no os desnuden en medio del camino! ¡Abandonad el idioma que no os pertenece, la moda que os ridiculiza, todo lo que os afea y os arruina y os deshonra!  ¡Vuestro pueblo es el pueblo más hermoso del mundo; vuestra raza la más sencilla y generosa!  Podéis vivir solos y orgullosos sin envidiar a nadie, envidiados por todos, y ser fuertes, poderosos y libres como vuestros "tamaraos" y vuestras águilas!..Filipinizaros para que vuestras mujeres vuelvan a ser un sueño de poetas y vuestros hombres tornen a ser los Mabini de vuestros decálogos gloriosos y los Gregorio del Pilar del Paso de Tirad! ¡Filipinizaros, por amor a Dios, por amor a la libertad, por amor a vuestra raza!

Otro ejemplo, en la obra Filipinas de Adelina Gurrea, tiene como personajes Tio Sam, Filipinas, Historia, y España.  

El prototipo Tío Sam es el explotador comercial; he aquí un ejemplo del diálogo donde expresa Gurrea su idea de explotación:

FILIPINAS:  Pero ¿porque no dices, tío, que en lo de la independencia jugó bastante papel el azúcar y la margarina, sus fabricantes y sus importadores en América?  ¿Y qué vas a ir poniéndome impuestos en mis importaciones a tus territorios?

TIO SAM:  ¿Qué quieres decir, ingrata?  Es posible que te duela ese poquito de ventaja que saco de ti y no te acuerdes de todo lo que te he dado?  Nunca creí que me pagaras así.  Me hace mucho daño oírte...y me da mucha pena este comportamiento.

Ha habido otros dramaturgos que han expresado este tema de protesta.  Las obras de Claro Mayo Recto, La ruta de Damasco y Solo entre las sombras, representan el coflicto entre los valores hispánicos y los nuevos valores de la juventud de su tiempo.  Esto se dramatiza efectivamente en el conflicto entre Tío Narciso y su sobrino en Solo entre las sombras.

Otros dramaturgos fueron inspirados por el héroe nacional, José Rizal, quien escribió dos obras galardonadas durante sus días estudiantiles en el Ateneo Municipal de Manila, Consejo de los dioses y Junto al Pasig.

Severino Reyes, conocido por sus zarzuelas, escribió El cablegrama fatal que trata del cablegrama del gobernador general de Filipinas, Polavieja, enviado al Ministro de Ultramar, anunciando el fusilamiento de Rizal.

Francisco Varona y Ramón Torres, periodistas de profesión, escribieron Los hijos de Sisa. Sisa es uno de los personajes de Rizal en su novela Noli me tangere,

Francisco Liongson toma los personajes de Rizal en la misma novela--Maria Clara, Elias, Capitán Tiago, el filósofo Tasio, y otros--y desarrolla una obra en tres actos que titula El pasado que vuelve.

Otro autor que se destaca como novelista y dramaturgo es Antonio Abad.  Escribió, entre varias obras, los siguientes dramas: La redimida, Sor Sagrario, Calvario de un alma, Las hijas de Juan. 

Otros dramaturgos que destacaron durante el s. XX fueron: Alejo Valdés Pica con su obra inspirada por Oscar Wilde, Salome; Luis Nolasco, poeta y dramaturgo, con su drama La verdad de las verdades; Antonio Serrano, miembro de la Academia Filipina, periodista y dramaturgo con su excelente obra Orgullo de raza; y Guillermo Gómez Rivera, El caserón y Por los fueros filipinos, obras que expresan la explotación de los filipinos por los norteamericanos en los comienzos del s. XX.



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