Por su parte, la campaña del año 2012, realizada en el contexto del Taller de Empleo “Los Cantos”, daría el mayor impulso a los trabajos de estudio y excavación arqueológica del yacimiento, e incluiría las primeras acciones de consolidación y restauración de estructuras, así como labores de musealización con el fin de facilitar la puesta en valor como lugar visitable.
Plano y Vistas aéreas del Complejo Villa romana Los Cantos
Sin duda, el principal logro es el de la configuración de la estructura urbano-arquitectónica de la villa, ofreciendo por vez primera, desde su abandono, una visión global del asentamiento. Podemos decir que conocemos ya la ubicación aproximada de cada una de las partes principales de la villa: con una zona urbana formada por la vivienda principal (domus) y un amplio edificio dedicado a los baños (termas), así como una zona consagrada a las labores de transformación y almacenamiento (pars fructuaria). Asimismo, la localización de la pars rustica y de una zona de jardín (hortus), permiten conocer con mayor precisión la distribución de los distintos sectores que conformaron la clásica distribución vitrubiana.
En la zona de labor y almacenaje de la villa (pars fructuaria), localizada en el extremo septentrional, queda desvelada una importante construcción formada por una gran nave o cella orientada en sus lados menores de este a oeste. Junta a ésta se localiza el acceso al interior del complejo, compuesto por una puerta monumental de doble hoja, sustentada por dos grandes quicialeras de sillar de arenisca y una luz de 3 metros.
La planta de la domus presenta la particularidad de carecer en el lado meridional de cubículas, lo que permite presuponer un mirador para esta zona, pues coincide con un cortado natural del pequeño promontorio donde se encuentra la villa. En este sentido, la domus tiene planta en “U”, donde encontramos su acceso en el lado septentrional, de nuevo con una gran puerta monumental con umbral de sillares de arenisca.
En cuanto al complejo termal, la intervención ha identificar algunas de sus partes fundamentales: frigidarium, tepidarium y caldarium. El complejo contó, al menos, con dos hornos y un alveus de agua caliente. Se identifican pavimentos de opus teselatum y decoración en sus paredes con estucos polícromos.
La complejidad que muestra el enclave permite afirmar que nos encontramos ante una de las villae más relevantes y extensas de la Región de Murcia.