Los trabajos de exacavación en Julio y Agosto de 2003 se han llevado a cabo con la colaboración del Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia, el Ayuntamiento de Mula y la Dirección General de Juventud, por medio de un «Campo de Trabajo», un programa de voluntariado. Los voluntarios han trabajado acompañados de estudiantes de la Universidad de Murcia y de las Universidades de Castilla La Mancha y Castilla León, para que de esta manera el proceso de excavación estuviera controlado por personas más dotadas para la investigación con metodología arqueológica. Durante las campañas de invierno-primavera el personal es más cualificado.

En esta campaña hemos focalizado nuestra atención en la zona residencial o pars urbana. Destaca la existencia de impresionantes mosaicos geométricos en las habitaciones nº 22 y 23, una amplia zona de patio en la habitación nº 15, un impresionante aljibe o depósito de agua, único en el sureste español por su tamaño y su impresionante técnica constructiva, bajo el suelo de la habitación nº 25 (cubierto por lajas de piedra y sustentado por columnas tipo «La Almagra») y una habitación de 9,80 x 6,95 m (aprox. 70 m2), (habitación nº 43), de la cual se ha excavado solo la mitad sureste. Destaca la existencia de un mosaico geométrico y otra habitación de aneza a la nº 43, con forma de ábside o semicircular (nº 45), pudiendo ser la habitación nº 43 y nº 45 una basílica. No se ha excavado en esta campaña el interior de la habitación, ya que la conservación del mosaico no está asegurada en este momento.

Las zonas excavadas han sido principalmente niveles superficiales de distintas habitaciones, ya que se ha pretendido continuar estudiando la planimetría y extensión del yacimiento.

Durante la campaña de verano de 2003, hemos definido diversas zonas para su excavación:

– Zona 1: al suroeste de las habitaciones nº 43 y 45, es decir, las habitaciones que conforman una planta absidal. Esta zona se ha excavado a nivel superficial. Hemos puesto al descubierto tres muros de mampostería que se adosan a la pared de la habitación de planta basilical. En esta zona debían estar las habitaciones más importantes de la pars urbana, como demuestra la existencia del mosaico geométrico de la habitación 43.

– Zona 2: al noreste de la basílica se excavó con intención de delimitar la parte externa de esta estructura. Hemos definido la existencia de un muro de mampostería de recorrido poligonal, adosado también a la pared de la basílica y que sale de ésta en dirección este. También se ha definido un muro que sale en dirección norte, así como otro que es prolongación de la fachada de la basílica en sentido noroeste. Destaca una zona de derrumbe, correspondiente a la habitación 46 y colindante con el muro de la habitación de planta absidal. Entre los materiales debemos mencionar la presencia de teselas y tegulae.

– Zona 3: excavamos la habitación nº 44 tras haber retirado el derrumbe que tapaba la entrada a la basílica, con un vano de 2,45 m. Entre los materiales encontrados destaca una lucerna paleocristiana y restos de clavos y madera, que podrían pertenecer a la propia puerta de entrada de la basílica. También debemos mencionar la presencia de tres grandes sillares de piedra de «La Almagra», que conformarían la entrada a la basílica, así como varias tumbas que han comenzado a excavarse. Por último en esta zona se ha excavado un muro de rebanco, adosado al muro norte del patio, frente a la entrada a la basílica.

– Zona 4: el patio (habitación nº 15). Se comenzó retirando el nivel superficial, pretendiéndose llegar hasta le nivel de argamasa. Sin embargo, se han descubierto tres enterramientos, tapados por una capa de mortero. No se han excavado.

Entre las zonas 3 y 4, se han excavado dos tumbas de las tres que hay en la zona de derrumbe intermedia entre la habitación nº 44 y nº 15. Una de ellas estaba cubierta con un encachado de piedras, bajo el cual se encontraba un nivel de tierra de aprox. 65 cm y bajo éste, la presencia de tres lajas de piedra que cubrían el cuerpo, el cual se encunetra en muy mal estado de conservación. No había ajuar, solo algún fragmento de cerámica común romana. El otro enterramiento está cubierto por un encachado de cerámica sobre otro nivel de tierra similar al de la otra tumba. Sin embargo en este caso, bajo la tierra hay cuatro lajas de piedra de tamaño medio, siendo la tumba de proporciones mucho más grandes que la mencionada anteriormente.

– Zona 5: parte interior del ábside. Se exacava el nivel superficial hasta una capa de derrumbe. Luego decidimos excavar en profundidad una sección del mismo, en concreto la mitad suroeste. Aparecen restos de tegulae y teselas, bajo este nivel hay otro nivel de tierra y cenizas, que puede corresponder al momento de abandono y destrucción del edificio. El último nivel es de tierra anaranjada y ceniza, con restos de ladrillos que muestran signos de combustión. Parece pertenecer a un nivel de incendio.

– Zona 6: pasillo o corredor, habitación nº 18, en torno al cual se organizan y articulan las dependencias de la pars urbana. Se descubren cinco enterramientos más, todas cubiertas de lajas de piedra.

Con esta campaña comprobamos la importancia del yacimiento así como su utilización, remodelación y reutilización durante casi 5 siglos, como evidencian los diferentes niveles arqueológicos, los enterramientos y las diversas remodelaciones que sufren todas las estructuras.