El Exterior del Recinto

Fuera del espacio protegido por el malecón se han producido una serie de hallazgos que completan el panorama del límite occidental del balneario romano de Archena.

La Necrópolis.

Se han hallado en las inmediaciones de la escalera dos lápidas funerarias de grandes dimensiones. Pertenecen a dos libertos procedentes de las ciudades romanas de Consabura y Valencia. Las estelas funerarias aparecieron desplazadas de su lugar original a causa de la gran riada que se produjo tras el abandono del balneario. Se ha excavado en toda la zona exterior al malecón hasta donde las construcciones modernas lo han permitido y no se ha hallado rastro de las tumbas pero sí están las lápidas tuvieron que existir.

Los vertederos.

Entre las margas y la arena de la playa fluvial, en un lugar cercano a la puerta de carruajes, se han encontrado unos vertederos con un abundante material cerámico, óseo, paleobotánico y malacológico. En la actualidad los materiales están en fase de estudio, pero son el único elemento para reconstruir la vida cotidiana de la última fase, la de la mansio.

El pozo.

En la vaguada que separa la zona de servicios del resto del balneario, delante del edificio público, hay una estructura de mampostería de planta cuadrada y tres metros de lado, con un espacio interior de 2,10 por 2,30 m. Construida en la ladera de margas, se introduce 4 m. bajo ésta en la cara que da al monte y 2,5 m. la que da al río. La estructura presenta en la parte inferior de sus paredes oriental y occidental una entrada y una salida de agua por las que todavía fluye un agua cristalina. Hay también una puerta de acceso abierta en la pared septentrional.

Se trata del punto de abastecimiento de agua potable del balneario. Su existencia delata una importante obra de ingeniería, pues para evitar el consumo del agua del río los romanos drenaron la ladera norte del Cabezo del Ciervo y la canalizaron hacia el pozo. El agua sobrante se dirigía a un gran canal que comunicaba con el río.

El embarcadero.

No sabemos de su existencia, pero no lo descartamos. La imagen del balneario más antigua es de un plano de finales del XVIII y muestra un río con el doble de anchura que el actual, lo que facilitaría la navegación. Por otra parte, la aparición de la pintura mural con un barco mercante asociado a vegetación de ribera apunta a que ese medio era utilizado por los romanos para el transporte de mercancías al Balneario de Archena. En efecto no puede plantearse una navegación por la totalidad del Segura debido a la diferencia de cotas, pero si es posible que el tramo entre Alcantarilla y Cieza fuera navegable. Podrían por tanto las mercancías llegar desde Carthago Nova a Alcantarilla o algún lugar de las inmediaciones desde donde serían embarcadas con dirección al Balneario Romano de Archena.