Elam: introducción

Elam: introducción

Fue el lugar de la mayor civilización oriental que ha conocido el mundo antiguo. El descubrimiento del mundo elamita se produjo a finales del s. XIX. Aunque el nombre de Elam era ya conocido por la Biblia, sería en el año 1874 cuando apareció por primera vez el término elamita, acuñado por un investigador llamado Sayce. Sin embargo lo sustituyó por la voz amardita, que no tuvo éxito entre los estudiosos. Finalmente Jensen impuso definitivamente, casi veinte años después, el calificativo inicial de elamita. Entretanto, pasaría una década hasta las excavaciones de Susa, llevadas a cabo por una expedición francesa en el año 1884. Una segunda expedición francesa, bajo la dirección de J. de Morgan, daría a conocer la civilización elamita, de un carácter diferente respecto de su vecina mesopotámica.

Susa se fundó hacia el año 4000 a.C. Era un rico emplazamiento con una industria textil extraordinariamente desarrollada. La metalurgia se implantó con lentitud. La cerámica estaba hecha a mano y ennegrecida al humo y, más tarde, decorada con dibujos geométricos en rojo. Esta cerámica ha sido comparada con la del sur del Irán, que es amarillenta con motivos geométricos de animales estilizados. En la glíptica aparece un personaje aparentemente con funciones de jefe militar y oficiante religioso, calificado por algunos como un rey-sacerdote. Rastros de estos susianos se han recogido en Godin Tepe, donde construyeron una pequeña fortaleza que dominaba a una aldea indígena, y también en Tepe Sialk. Abrieron una ruta que llevaba al Irán sudoriental, fundando en la actual Chiraz la ciudad de Anshan (Tall-i Malyan, cerca de Persépolis). Más lejos, levantaron la fortaleza de Tepe Yahya en Kerman, atravesando el desierto de Lut y fundando asimismo el asentamientamiento llamado actualmente Shahr-i-Sokhta, en Seistán.

Una escritura, contemporánea de la sumeria de Uruk IV, que se desarrolló en zonas que más tarde pertenecerían a Elam, ha sido llamada escritura protoelamita, aunque nada tiene que ver con la lengua elamita. Estaba escrita sobre tablillas de arcilla, sin que hasta la fecha se haya podido descifrar. Paralelamente apareció una escritura pictográfica, descubierta en Tepe Sialk, que desapareció muy pronto. Una tercera escritura, considerada como protoelamita avanzado, por la similitud de algunos signos, es denominada escritura lineal elamita -a causa de sus registros, similares a los del lineal cretense- y se reduce a Puzurinsusinak, hasta ahora único soberano que la emplea. Tuvo una amplia extensión geográfica, ya que se ha encontrado en Tepe Yahya, a 200 Km. de Kerman, y en Malyan, pero no se trata del idioma elamita, lengua que ya se escribía en cuneiforme desde la época del imperio de Akad. La lengua elamita se escribía en el sistema cuneiforme, que utilizaban de una manera más evolucionada que los mesopotámicos, pues el empleo de los ideogramas (signos que expresan ideas) o logogramas (signos que representan palabras), estaba muy restringido. Igualmente, la polifonía (distintos valores silábicos de un mismo signo) estaba reducida al máximo, de tal modo que el elamita era en la práctica un sistema silábico, más manejable que el engorroso sumero-acadio. Hacia finales del s. XIX y principios del XX, los lingüistas establecieron los fundamentos del idioma elamita, que pertenece a las lenguas aglutinantes, aunque sin paralelo con ninguna otra, como sucede con las restantes lenguas aglutinantes, por ejemplo casita, hurrita, sumerio o vasco.

La etnia de los elamitas está aún por determinar, si bien pudieran haber sido gentes de piel oscura o negra, de acuerdo con las representaciones que de ellos se tienen en las tumbas vidriadas de Susa y en los bronces encontrados en Luristán, aunque bien es cierto que se trata de documentación tardía. No obstante, una carta de los archivos reales de Mari -principios del II milenio- dice de ellos claramente que eran negros. Sea como fuere, sólo a partir de la dinastía de Simaski, procedente de la India, podríamos hablar del color de piel oscuro de los elamitas, pues con anterioridad poco se sabe de Elam. En cambio, por la tradición bíblica se diría que se trata de una raza semita, pues según el Génesis, Elam es un hijo de Sem y hermano de Asur, Arfaxad, Lud, Aram y Cainam. De este modo, elamitas, asirios, arameos y cananeos tendrían un origen común.

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