Los siglos oscuros

Los siglos oscuros

Entre los siglos XI y X a.C. se produjeron frecuentes ataques de los nómadas arameos y suteos. Los relatos babilónicos señalan, además, la aparición de un eclipse de sol, inundaciones, incursiones de animales salvajes hasta el límite de las ciudades, nacimientos monstruosos, etc, junto con periodos de hambre, todo lo cual condujo inevitablemente a desórdenes sociales. Asimismo, los caldeos invaden el País del Mar y Sumer, provocando el colapso del comercio en el Golfo Pérsico y afectando a la economía de los babilonios y elamitas, a causa de lo cual ambas naciones llegarán a una entente política. En Asiria, las ciudades fueron abandonadas por sus habitantes, que se refugiaron en las montañas. Es en estos momentos, cuando se asientan en la frontera con Elam las tribus que serán mencionadas más tarde en los anales asirios posteriores -los litau, los puqudu, los gambulu, los maneos-; gentes que ocuparán los territorios fronterizos entre Asiria, Urartu y Elam. Los anales asirios mencionan, además, nuevas naciones: Namri; Zamua, el antiguo país de los lulubeos; Habhu, cuyos habitantes se dedicaban a la metalurgia, el trabajo de la plata y el tejido de la lana; Ellipi, emparentado con los elamitas, y que se ocupaba principalmente de la cría de ganado.

Otros pueblos nuevos se presentan en el panorama internacional. Los urarteos, al norte de Asiria; los medos y persas, al este de Elam, que comienzan sus infiltraciones por esta época y presionan a los elamitas, cuyo territorio se va restringiendo hacia el oeste. Aun así, los elamitas mantendrán el control de Anshan hasta finales del siglo VIII a.C, cuando caerá en manos de los persas, cuyos primeros monarcas de la dinastía aqueménida llevarán el título de rey de Anshan. Especialmente numerosos eran los medos, divididos en dos grupos: los medos cercanos, habitantes de los montes Zagros, tributarios de los asirios; y los medos lejanos, considerados muy poderosos por los asirios debido a sus numerosas tropas, que se extendían por todo el norte de Irán hasta Afganistán.

Debido a estas circunstancias adversas y a los movimientos de las nuevas gentes, conocido todo ello por textos de época posterior, parece lógico que la producción escrituraria en Mesopotamia disminuyera, estando más preocupados sus habitantes por sobrevivir y restablecer la economía que por registrar los sucesos que se estaban desarrollando, razón por la cual se ha considerado habitualmente a este periodo como el de los siglos oscuros, a causa de la falta de noticias.

Añadir a favoritos el permalink.

Comentarios cerrados