Marcadores nominales

Marcadores nominales

El elamita carece de artículos (el, ella, un, una etc.), utilizando en su lugar sufijos o marcadores que se añaden a las palabras; distinguiendo si se trata de seres animados o inanimados.

En el uso de estos marcadores, resulta importante diferenciar entre quien habla (estado locutivo o 1ª persona), a quien se habla (estado alocutivo o 2ª persona) y de quien se habla (estado delocutivo o 3ª persona). El elamita lo hace así, pero sólo en singular, utilizando un plural común.

a) Animado:

sg.1 :
1a. p. (locutivo) -k/g
2a. p. (alocutivo) -t
3a. p. (delocutivo) -r

pl.: -p/b2

sunki.k = el rey (yo);
sunki.t = el rey (tú);
sunki.r = el rey (él);
sunki.p = los reyes.

La terminación en -b/p [ib/ip/pi]3 corresponde a formas principales o a designación de número, mientras la terminación en -be se refiere a la relación indirecta, relativa o subordinada (obj. indirecto, complementos, etc.), así como alude a grupos dependientes, colectivos o gentilicios:

(20) aššuraip = asirios (= numerosos) (DSz 28).
(21) sakkabe = sacios (= pueblo de los sacios) (DB 6:4).
(22) nap dayaip = los otros dioses (DB 62:78).
(23) nap appa dayauibbe = los dioses que (son el conjunto de) los otros (DB 63:79).

b) Inanimado4 :

-t (aE), -n (aE), -me5 (mE): halat, murun, takme.

En mE el sufijo -me reemplaza a los demás, pudiendo incluso ir detrás de ellos (muru.n.me = tierra). Sirve además en general para formar nombres abstractos: sunki.me (realeza); si bien en aquE se forman también por reduplicación: huthut (bienes), sapsap (copia), habehabe (alimento).

Añadiendo sufijos a los inanimados se forman nuevos nombres, animados e inanimados: me.n (corona) ? men.ir (soberano) ? meni.n soberanía.

Nota:

1. En la escritura, expresado con los correspondientes: ki/gi/ik/ig; ti/it; ri/ir. Puesto que el sistema cuneiforme no puede representar consonantes sueltas, sino sílabas, la escritura hace uso de vocales de apoyo. Así y como norma general -aunque no siempre- se usa VC (ik/it/ir/ip) tras vocal, mientras CV (ki/ti/ri/pi) tras consonante. Ej. hatamti-ir, pero šušun-ri, etc.
2. Escrito: pi/ip/ib/be. La alternancia observada en el plural, no es de carácter fonético entre las consonantes p/b, como se suele afirmar, sino escrituraria, entre los signos BE/PI, lo que anula la aparente distorsión fonética, dado que el signo PI tiene una lectura /we/. Así, esta es la que debe aplicarse en los casos de plural y en todos aquellos en que se intercambia con BE. Así el plural resulta be/we, lo que es una forma de intentar escribir /ve/, y que debe considerarse como el verdadero plural, en vez de las transcripciones pi/pè, que pretenden ajustar la escritura al prejuicio de que el elamita prefiere las consonantes sordas (p-t-k) a las sonoras (b-d-g), cuando -según se desprende de la escritura- es precisamente todo lo contrario.
3. En aquE se encuentra el marcador de plural incluso tras el adjetivo. Así, junto al regular aššuraip (asirios), aparece aššurayaip (asirios). El singular se ve afectado igualmente: bapilir (babilonio) frente a bapiliyara (babilonio).
4. Si bien el inanimado no tiene marca de plural, la verdad es que parece haber algunas excepciones, especialmente en los adjetivos que califican a la palabra «ladrillo»: upat lansitippa (ladrillos dorados); upat aktippa (ladrillos esmaltados), etc. Esto podría explicarse como formas fijas del adjetivo plural en /-ippa/, que utilizada originalmente en los animados, se extendió a los inanimados. Otras formas poco claras: upatipi (ladrillos inscritos), šunšurpi (nichos), etc, pueden entenderse como formas sagradas o divinas -aparecen en contextos cultuales-, con carácter semejante al de los animados. En nE y aquE, se utiliza también el determinativo sumerio MEŠ para designar el plural.
5. En aquE, este sufijo aparece escrito a veces /-um-me/, lo que podría indicar el carácter nasal de la /m/.

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