Tras las campañas efectuadas a lo largo de los últimos años de la década de los setenta e inicio de los ochenta, se ha podido definir con bastante exactitud las diferentes fases de ocupación que ha conocido el cerro de Molinicos, especialmente las correspondientes a los siglos V-IV a.C.
Las fases anteriores presentan generalmente los consiguientes y ya sabidos incovenientes que la sucesión arqueológica comporta: sus estructuras han sido reutilizadas, demolidas o sepultadas para encima erigir la siguiente fase de construcción.
Por todo ello, mientras que para el último período de la existencia del poblado se nos han mostrado algunas viviendas con su estructura perfectamente reconstruible y sus ajuares con posibilidades de reconocerlos y analizarlos en gran parte, no ocurre con los estratos inferiores.