Entrevista a David Álvaro, profesor del Máster en Análisis Político Aplicado de la Universidad de Murcia

Entrevistamos a David Álvaro, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. Completó su formación con un MBA y un Máster en Comunicación Política y Empresarial. Ha participado en varias campañas electorales, incluyendo la que llevó a Mariano Rajoy a la Moncloa en 2011 y las que le mantuvieron en el poder en 2015 y 2016. También ha trabajado en campañas municipales, autonómicas y europeas, y en diversos niveles de la Administración Pública. En la actualidad, es Director de ACENTO Public Affairs, y desde hace varias ediciones también es profesor del Máster en Análisis Político Aplicado de la Universidad de Murcia

 

P1. En su libro Lobby en positivo (2021) trata de superar la visión negativa sobre la actividad de estos grupos que ha dominado la cultura política española. ¿Qué hace un lobby? ¿Cuáles son los beneficios sociales que puede traer un correcto desarrollo y regulación de la incidencia estratégica en asuntos públicos?

 

Se trata de la actividad que posibilita que las demandas, inquietudes o propuestas de la sociedad civil (pymes, multinacionales, asociaciones, organizaciones, colectivos, entidades, ONGs…) lleguen a las instituciones públicas y puedan ser asumidas de manera compartida. Esto convierte al lobby es un instrumento esencial para el correcto funcionamiento de los mecanismos democráticos. Por eso, son los países más exitosos, avanzados y prósperos los que cuentan con una actividad cotidiana de lobby entre las empresas privadas y el sector público. La clave está en la transparencia, igualdad y honestidad a la hora de practicarlo. Y es ahí donde una correcta regulación juega un papel fundamental.

 

P2. En otra de sus recientes obras, Cataluña, la construcción de un relato (2019), analizaba el papel de las identidades y del discurso populista en la articulación de este movimiento político. ¿En qué situación cree que se encuentra ahora el independentismo catalán y su relato?

 

Quien crea que el etnopopulismo catalán ha cejado en su empeño de alcanzar una Cataluña independiente se equivoca. Desde que en la segunda mitad del siglo XIX comenzase a fraguarse un relato segregador, primero en los Congresos Catalanistas y después con el “Memorial de Agravios”, hemos vivido periodos pico y periodos valle. Ahora nos encontramos en un proceso de reconfiguración estratégico fruto de la contundencia de los resortes y mecanismos de un estado democrático y de derecho, que manifestó toda su potencia tras el desafío del 1 de octubre de 2017.

 

P3. ¿Cuáles han sido, a su juicio, los grandes relatos que han competido en la política española desde la moción de censura a Rajoy en 2018?

 

Sin duda alguna ha existido un relato monolítico que ha hegemonizado la vida pública a lo largo y ancho del planeta (también la política española) que ha sido y es la gestión contra el COVID-19. Antes de dicha pandemia mundial, uno de los ejes gravitacionales de toda estrategia discursiva pasaba por la política medioambiental, la transición ecológica y el Green New Deal. Y de manera cíclica, y nos adentramos en dicho ciclo, la economía doméstica con el encarecimiento de precios y la dificultad de acceso a fuentes de financiación. Todo esto sin olvidar los relatos partidistas, no gubernamentales, basados en la construcción de bloques ilegítimos y/o la normalización de alianzas de siglas en función de determinados intereses.

 

P4. ¿A qué retos se enfrenta un speech writer en la actualidad? ¿Cómo impactan las redes sociales y el clima de polarización en la formulación de estrategias discursivas?

 

Tendemos a pensar que la polarización es fruto de la modernidad política y no es del todo real. No hay más que ir a la campaña electoral estadounidense de 1800 entre Thomas Jefferson y John Adams o a la 1828 entre John Quincy Adams y Andrew Jackson para entender que el reduccionismo, cuando no el insulto, han existido siempre en la vida pública. La diferencia son los altavoces existentes. Hace dos siglos no existían las redes sociales y la magnificación de los mensajes no alcanzaba las cotas existentes hoy día. A esto hay que sumarle la corrección política actual que impone una política de la cancelación y de la ofensa que, en ocasiones, excede la lógica argumental. Lo que un speech writer asume hoy en día es el peso del ojo censor que estrecha los márgenes de la creatividad, la innovación o la originalidad.

 

P5. ¿En qué consiste el concepto de “marketing marxista” que usted acuñó junto a Enrique Alberto Fonseca para analizar la irrupción de Podemos y de sus prácticas comunicativas?

 

Existe una máxima partidista según la cual no hay encuentro entre dos o más militantes de un partido político, independientemente de su ideología, en el que no se acabe afirmando que su partido comunica mal y que el del adversario fenomenal.

 

La realidad es que el problema de los partidos políticos no es su comunicación, sino su marketing. Y es que el marketing político se centra en la necesidad de satisfacer las demandas de los votantes mientras que la comunicación política persigue hacer llegar nuestras ideas a la ciudadanía. Si lo analizamos objetivamente, los partidos tienen unos consumidores (votantes) a los que deben satisfacer. Persiguen un beneficio concreto y mensurable (los votos). Y tienen un producto que ofrecer al mercado. En definitiva, se trata de darle un sentido práctico a filósofos que parecían condenados a quedarse en el mundo académico, conjugando sus postulados con la estrategia empresarial de venta directa.

 

P6. ¿Qué va a cambiar la elección de Feijóo como presidente del Partido Popular en la política española? ¿Vuelve la “nueva mayoría”?

 

Lo que vuelve es una concepción de la política alejada de la prisa, del ímpetu del titular, que rehúsa el trazo grueso y que entiende la política como la reconciliación de afectos, la búsqueda de consensos y el debate profundo. No se trata de una visión política reactiva sino propositiva, avalada por la gestión pública de cuatro mayorías absolutas y de una forma de hacer y entender la vida pública reconocible, lo cual deriva en ser previsible. Un valor que en política, a diferencia de otras esferas de la vida, es sinónimo de garantía de éxito.

 

P7. Y para terminar, recomiéndenos dos libros para este 2022 sobre comunicación política que no deberíamos perdernos.

 

Byung-Chul Han ha publicado este año “Infocracia”, del que también recomiendo “Psicopolítica”. De otra época pero imprescindibles son obras como “Propaganda” de Edward Bernays o cualquiera de Robert Greene, Sun Tzu, Maquiavelo o los clásicos griegos, preferiblemente Platón.

 

David Álvaro

Profesor, escritor y analista político

Director de ACENTO Public Affairs

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