TORRES LÓPEZ, Apolinar

Lugar de nacimiento

Lérez, Pontevedra

Fecha de nacimiento

1894

Fecha de fallecimiento

27/08/1936

Lugar de actividad

Vigo

Profesión

Maestro/a
Periodista

 

Imagen eliminada.El maestro Apolinar Torres López realizó en la ciudad de Pontevedra sus estudios de Bachillerato y desde 1911 los de Magisterio Superior que concluyó en 1915, luego de los fue nombrado por oposición,, aprobada en enero de 1916, maestro en la escuela graduada del Arenal de Vigo, si bien luego pasó a ser docente y director en las Escuelas graduadas del Centro. En Vigo contrajo matrimonio con Soledad Bernárdez Losada, hija del periodista Ángel Bernárdez Rodríguez, quien fue durante años redactor jefe del Faro de Vigo, lo que facilitó la presencia de Apolinar Torres como articulista en este periódico.

Apenas conocemos la trayectoria docente de Apolinar Torres entre 1916 y 1925. Debemos suponer que fue un período de ejercicio docente en esta Graduada del Centro, combinándolo con el acceso a una no menor formación literaria y profesional, a juzgar por las expresiones dejadas a través de las páginas de prensa local, Faro de Vigo y El Pueblo Gallego, entre los años de 1926 y 1929, en las que impulsó el periodismo específico de educación.

Esta presencia periodística se hizo más esporádica a partir de finales de 1929, quizás por atender otros compromisos: así, el 31 de julio de 1931 firma con Víctor Fraíz y Antonio Vidal (los tres cómo miembros de la Comisión gestora) la  petición de legalización administrativa de la Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Vigo a la que perteneció, siendo elegido el 24 de mayo de 1936 Secretario General de la acabada de crear Federación Gallega de Trabajadores de la Enseñanza-UGT, participando igual en labores de encuadramiento sindical de periodistas de la ciudad en la UGT, en el Grupo Autonomista Gallego (impulsado por Valentín Paz Andrade, en 1931) y en la Agrupación Socialista viguesa (PSOE), que llegó a presidir. Al triunfar el golpe militar franquista fue detenido el 1 de agosto de 1936 y sometido pocos días después a consejo de guerra sumarísimo en la Causa 142, condenándolo a muerte, siendo ejecutado el 27 de agosto de 1936, junto con el alcalde de Vigo, Emilio Martínez Garrido, y otras destacadas figuras políticas de la ciudad. Meses más tarde sufrirá un asesinato extrajudicial el también maestro Víctor Fraíz Villanueva, una figura en otros lugares estudiada. En aplicación de la Ley 52/2007 de honra a quienes injustamente padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la Dictadura, el Ministro de Justicia, Francisco Caamaño expidió en 2009 una declaración de reparación moral y de reconocimiento personal a D. Apolinar Torres López, por haber sido injustamente condenado a muerte el 22 de Agosto de 1936 y asesinado el 27 siguiente, en virtud de sentencia dictada sin las debidas garantías por un ilegítimo Consejo de Guerra.

A partir de 1926 vemos su destacada y frecuente presencia escrita en relación con  asuntos de interés y temática educativa, primero en las páginas de Faro de Vigo, al ser iniciador de la periódica «Sección Pedagógica», y a continuación en la nueva sección «La enseñanza y los maestros», que en septiembre de 1927 se inicia en las páginas del otro periódico vigués El Pueblo Gallego, un periódico orientado por los criterios del liberalismo progresista y el regionalismo gallego. En conjunto hablamos de algo más de 60 columnas periodísticas y de un más amplio número de textos sin firmar, en los que parece adivinarse sobre todo su implicación, favorable a los ideales de la Escuela Nueva.

Estamos ante una escritura relativamente amplia en la temática, episódica en algunos asuntos, pero consistente, afirmativa y mantenida en otras ocasiones, creyendo oportuno indicar que hay en el pensamiento de Apolinar Torres una posición regeneracionista, galeguista (regionalista), reformista, espiritualista bergsoniana y abierta a las posiciones socialistas.

Las calamitosas deficiencias en las escuelas públicas, el analfabetismo como lacra nacional, la pobreza intelectual del magisterio, para quien pide dignificación por parte del Estado y salarios dignos, así como la pobreza infantil, son motivo de su preocupación en distintas momentos, y en ocasiones mediante su atención a los problemas de escolarización existentes en la ciudad y municipio de Vigo. Como Luís Bello, Apolinar Torres pide con insistencia la creación de escuelas en pro de la instrucción popular; lo hace, además, en defensa constante del modelo de «escuela nacional, obligatoria y única cómo fuente de verdadera democracia» ―escribe―, destacando el poder de la escuela: «la escuela única trae consigo la unificación en la enseñanza, la gratuidad y la selección de los más aptos», escribe el 19 de octubre de 1928. Y tiene presente los problemas de la deprivación infantil (alimentación, higiene, salud) en los sectores populares, sobre lo que llama la atención, proponiendo en varios textos de 1929 la constitución en Vigo de una Sociedad de Amigos de los Niños.

Tiene presente la situación de las escuelas rurales en Galicia, para las que reclama atención, inversiones públicas y la dignificación del profesorado rural, que debería disponer de formación específica, mas nunca de inferior calidad a la del conjunto del profesorado. En este sentido, hay en los textos de Torres y en las páginas de «La enseñanza y los maestros» una palpable preocupación por los «problemas educativos regionales», sobre lo que se abre un cuestionario entre los lectores y lectoras, a lo que contestará un reducido grupo de docentes, casi siempre relacionados con el galeguismo político.

Entre los asuntos de preocupación aparece la lengua gallega, sobre lo que Torres escribirá el 19 de diciembre de 1927: «¿No constituye un verdadero sonrojo para un gallego el no saber escribir ni hablar su propio idioma? ¿Debe, pues, enseñarse en las escuelas el idioma gallego a la par que el idioma oficial?»; pregunta, a la que él no de la una respuesta directamente afirmativa, si bien apunta a caminar en esta dirección, al escribir el 20 de enero de 1928: «Galicia tiene tantas razones o más que Cataluña para mostrarse interesada en esta cuestión del bilingüismo y esperamos que envíe a la Conferencia (Internacional sobre él Bilingüismo) algún representante suyo. Hemos abogado por ello en otra ocasión desde estas columnas».

En una entrevista que concedió a la Hoja Oficial del Lunes de Vigo el 1 de Junio de 1936, bajo el título de «Los partidos políticos ante él plebiscito (autonomista)» señalaba: «...se acaba de celebrar el primer Congreso de Trabajadores de la Enseñanza de Galicia, para estructurar la Federación Regional. Dicho Congreso ha dejado marcado el pensamiento y la táctica a seguir por los maestros de izquierda ante el problema de la autonomía, en orden preferente a la enseñanza. Los maestros gallegos que militamos en las filas del proletariado, reconociendo la personalidad de nuestra región y respetuosos con tal realidad, apoyaremos la autonomía, siempre que se realice en sentido izquierdista. Mejor: propugnamos un Estado regional de organización socialista».
Hay en Torres una permanente preocupación por las condiciones profesionales de los maestros y por su preparación y de tal modo podemos entender su interés por la creación de los estudios universitarios de Pedagogía en la Universidad de Santiago, a la vista de los pasos que se estaban a dar en ese sentido en la Universidad Central o la campaña que se lleva desde El Pueblo Gallego en favor de la celebración de una magna asamblea del profesorado gallego en Santiago de Compostela en la primavera de 1928, que, sin embargo, no se llegaría a celebrar, dadas las disensiones surgidas entre los organizadores.

Con la reivindicación de la escuela única y unificada introducía Apolinar Torres la de la Escuela Nueva, al punto de convertirse en los finales de los años veinte en el portavoz oficioso de sus postulados en la Galicia del Sur: «Maestros de la Nueva Era» pedía que debían ser las maestras y maestros de aquel tiempo, indicando además que (traducimos) «la escuela nueva y la escuela gallega» podían conjugarse. También, reclamaba el necesario neutralismo escolar ideológico y religioso. Tuvo ocasión igualmente de pensar en voz alta sobre la intervención política del profesorado y sobre el pensamiento socialista educativo. Sobre la posible intervención política del profesorado escribió el 11 de junio de 1931: «La acción política para los maestros es, pues, un imperativo categórico más que un derecho común a todos los ciudadanos (...). Los maestros no solo podemos como ciudadanos intervenir en política, sino que debemos hacerlo como educadores, porque la política es la vida de los pueblos y  no  concibe a un educador inhibiéndose de valorizarla».

Manteniendo posiciones de horizonte reformista, tuvo ocasión de distanciarse públicamente de la política educativa seguida en la URSS; una valoración que no le impidió mostrarse favorable a la orientación socialista en la enseñanza, con su programa de escuela única y unificada: «El socialismo avanza, escribió el 19 de octubre de 1928, y va consolidando su obra por el medio más grande: la educación. En España le queremos ver desarrollarse».

Escribía Apolinar Torres con una posición clara en defensa y difusión de la Nueva Educación: «Escuela Nueva, Maestro Nuevo, Educación Nueva!!! ―escribía en otoño de 1927― con un llamamiento a los maestros: «¡Maestros gallegos, agrupad vuestros ideales alrededor de los que sustenta la Liga Internacional de la Educación Nueva!!!», convirtiendo, así, esta sección de información educativa en un portavoz oficioso del movimiento internacional de la Escuela Nueva en Galicia y en un espacio de difusión de sus innovaciones y realizaciones.

 

Obras del autor/a

(1935). Horizontes. Los que tenemos veinte años de vida profesional, Escuela Vivida, 9, 5.

Autor de la biografía

Antón Costa Rico

Bibliografía

 

Expediente de Apolinar Torres López, Arquivo Histórico da Universidade de Santiago: Registro de Titulos  administrativos que expide el Rectorado de la Universidad literaria de Santiago de Compostela  a los maestros de las escuelas nacionales del Distrito, A-322, p. 18, nº 351.

Chaves Cuiñas, Manuel (1998). La UGT de Vigo. Una aproximación histórica. Santiago: Fundación Luís Tilve.

Costa Rico, Antón (1989). Escolas e mestres. A educación en Galicia. Da Restauración á II República. Santiago: Servizo de Publicacións da Xunta de Galicia.

―― (1986). Socialismo e educación na Galiza do primeiro terzo do século XX. En Xavier Castro, Jesús De Juana, Aspectos da realidade galega (Sec. XVI ó XX). II Xornadas de Historia de Galicia (135-170). Ourense: Deputación Provincial.

―― (2019). Modernidade pedagóxica e reivindicación da Escola Nova na prensa da cidade de Vigo (1926-1929): a figura do profesor Apolinar Torres López  (1894-1936). Glaucopis. Instituto de Estudios Vigueses, 24, 253-292.

Porto Ucha, Anxo Serafín (2003). Historias de vida. O maxisterio pontevedrés na II República, Guerra Civil e Franquismo, Ponteareas: Alén Miño, 253-256.