RIQUELME O’CROWLEY, Adela

Hija de Joaquín Riquelme, destacado matemático y Catalina O’Crowley de distinguida familia de comerciantes irlandeses católicos procedentes del Condado de Cork y afincados en Cádiz desde el siglo XVIII, Adela Riquelme perteneció al selecto colectivo de primeras directoras de Escuelas Normales de Maestras en España. Se ha identificado con segundo apellido O’Anley (por error gráfico), de Villalva (por su matrimonio con el médico Rafael Villalba Aguayo en 1853) o de Trechuelo (apellido de Enrique Díaz Trechuelo y Ostmann, militar con el que casó hacia 1883) Fue madre de 4 hijos.

Obtuvo el título de maestra de Instrucción primaria superior en 1861 y años después, en 1880, el de profesora de Comercio en la Escuela de Comercio de Señoras de Madrid  de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, siendo una de las cinco alumnas premiadas de su promoción. En 1862, con tan solo 25 años, hizo oposiciones a la Escuela Normal de Córdoba y aunque fue aprobada en los ejercicios, no llegó a ocupar la plaza. Se incorporó a la plaza, obtenida del mismo modo, de directora de la Escuela Normal de Ciudad Real (1862), desempeñando después la de Granada (1864-1869). Su actividad profesional se vio paralizada como consecuencia del destino de su marido a Ultramar (Puerto Rico y Cuba) en 1869. A su regreso enfermo a España, en 1878, Adela permaneció durante un año cuidándole, hasta que falleció. Su actividad profesional se vio paralizada como consecuencia del destino de su marido a Ultramar (Puerto Rico y Cuba) en 1869. A su regreso a la Península, en 1878, permaneció durante un año cuidándole, hasta que falleció. En 1981 e incorporó como directora ala Escuela Normal de Maestras de Alicante  y en 1883 como profesora a la Escuela Normal Central de Maestras en la que permaneció hasta su fallecimiento en 1890.

Participó en el Congreso Nacional Pedagógico de 1882 con una intervención que la situó en la vanguardía del pensamiento a favor de las mujeres que caracterizará toda su obra. Defendió la instrucción de la mujer como primer factor de la cultura de los pueblos y la aptitud de las mujeres para los trabajos que requieren inteligencia, al tiempo que se comprometía en la demanda de “a igualdad de trabajo, igual salario”.

Su obra Nociones de higiene doméstica escritas para la enseñanza de las Escuelas Normales y primarias (1885) la significa como innovadora y pionera por la atención que dedica a la importancia de gimnasia para las mujeres y a otros aspectos laborales. Frente al discurso higiénico médico que en buena medida se asentaba en la inferioridad física y psíquica de las mujeres, planteó la necesidad de equilibrar el ejercicio físico con el ejercicio de las facultades intelectuales y para ello presentó en esta obra ejercicios naturales, juegos, deportes como esgrima, caza, baile, bolos, volante, pelota, natación, patinaje, equitación y la gimnástica metódica. Su defensa del desarrollo corporal perseguía evitar achaques y deformidades y parte de la causa de afecciones nerviosas y cloróticas atribuidas a las mujeres y que consideraba que eran debidas a la falta generalizada de ejercicio físico al aire libre. Esta obra declarada como texto para las Escuelas Normales de Maestras en 1887, fue reeditada en Madrid, en 1913 “refundida y ampliada” por su hijo Ricardo Villalba Riquelme.

Sus escritos pedagógicos conocidos hasta el momento no son muy numerosos pero si reveladores de un ideario progresista y feminista en el contexto de su tiempo. Entre ellos Sobre la percepción externa y caudal de conocimientos que por este conducto adquieren los niños. Utilidad de las lecciones sobre objetos. Ejercicios y procedimientos de Pestalozzi y de Fröebel para estas lecciones, texto fechado en1881 que se conserva en su expediente académico; “Reformas que reclaman nuestras Escuelas Normales. Instituciones pedagógicas que con ellas deben concurrir a la formación de los maestros de ambos sexos y a elevar la cultura de la mujer: carácter de esta cultura” (1882); Influencia ejercida por la mujer en España (1983) Discurso pronunciado en el Fomento de las Artes el 12 de Diciembre de 1882 y Nociones de Higiene doméstica. Escritas para la enseñanza de las Escuelas Normales y Primarias por… (1885).

Son algo más numerosos los artículos hasta hoy conocidos en los que dejó testimonio de un ideario educativo de modernidad en prensa aparentemente frívola como El Correo de la moda de Madrid en el que publicaba cuestiones como la “Educación de la mujer” (1883); “Bell y Lancaster”, “Las mujeres que estudian”(1984); “Nociones de higiene doméstica”, “Las mujeres astrónomas” (1886). Trabajos suyos se publicaron también en La Revista de Instrucción Pública de Alicante, El Magisterio Balear; El Amigo del Hogar, El Oriente de Asturias y El Álbum de la Mujer de México en el que se reprodujo, en 1883, el discurso que pronunció en el Fomento de las Artes la “ Influencia ejercida por la mujer en España”.

La Sra. Riquelme, perteneció a diferentes sociedades y se le concedieron varias recompensas por sus obras. En 1863 es nombrada socia de mérito del Liceo de Ciudad Real. Formó parte en 1881 del Jurado de los Juegos florales celebrados en Córdoba. En la Exposición Pedagógica de 1882 se le concedió medalla de primera clase por los servicios prestados. En 1884 fue nombrada socia honoraria del Fomento de las Artes..