JIMÉNEZ CROZAT, Mª Victoria

Lugar de nacimiento

Madrid

Fecha de nacimiento

08-09-1899

Fecha de fallecimiento

04-12-1967

Lugar de actividad

Madrid
Guipúzcoa
Valladolid
Segovia
Rumanía (Universidad de Brasov)

Profesión

Editor/a
Profesor/a
Traductor/a

Mª Victoria Jiménez Crozat fue primero maestra de primera enseñanza por la Escuela Normal Central de Maestras en 1899, con excelentes calificaciones. Quedó en primera posición en el concurso de méritos para ingresar en el grado Normal en 1900.

Demostró su interés por la pedagogía de los anormales desde que, en los exámenes de acceso a la Escuela Normal, lo eligió como ejercicio de investigación. Desde muy temprano comenzó a trabajar en la enseñanza de sordomudos y ciegos españoles, desarrollando un proyecto de Diccionario para Ciegos que le valió en 1906 la medalla de plata concedida por la Asamblea de sordos-mudos y ciegos, en Madrid.

Tras varias oposiciones a profesora numeraria de Escuelas Normales, en abril de 1909 logró incorporarse a la Normal Elemental de Maestras de Guipúzcoa. En concurso de méritos fue nombrada ese año directora de este centro.

Organizó todo el cambio de normal elemental a normal superior en 1914, que supuso aumento de alumnado, profesorado y la reorganización de los estudios que enfocó más profesional y pedagógica. Comenzó en aquel momento a impartir la materia de Geografía.

Por algún problema interno que quedó con el tiempo públicamente aclarado a su favor tuvo que marcharse de Guipúzcoa. Consiguió una permuta para su incorporación a la Escuela Normal de Valladolid, en julio de 1924, y dos años más tarde quedó nombrada por concurso de traslados profesora de la Normal de Segovia, de la que sería vicedirectora en 1934.

Sus viajes a Madrid fueron frecuentes, para asistir a Congresos de la Ciencia y a numerosos actos y asambleas de carácter pedagógico. Geógrafa, en cada uno de sus viajes de carácter educativo, esta disciplina estuvo presente como parte de su itinerario educativo. Sus artículos sobre la geografía canaria dan buena cuenta de todo ello.

La década de los veinte fue una etapa muy rica en producción bibliográfica y en inquietudes de estudio y profundización en algunos ámbitos científicos, particularmente el de las Ciencias del Hogar. Comenzó su colaboración constante con la Revista de Escuelas Normales en 1923, que duró hasta la Guerra. Se sucedieron los artículos, cursillos de perfeccionamiento y recensiones de libros extranjeros, producto no sólo de su inquietud por el estudio de las reformas educativas europeas, o de sus viajes al extranjero como pensionada, sino de su participación en instituciones como el Museo de las Ciencias Naturales, dependiente de la J.A.E., en el que colaboró desde 1919 en el área de Ciencias Naturales (Geología), y en el que fue comisionada para hacer estudios entre 1921 y 1922.

Su trabajo de años en el estudio y aplicación de las Ciencias del Hogar tuvo sus frutos en dos sentidos: primero, con el reconocimiento de la Sociedad española para la difusión de las Ciencias del Hogar como vicesecretaria y tesorera, constituida en julio de 1928, y segundo y más relevante: en el inicio de la Escuela del Hogar de Bernardos, en Segovia, ese mismo año. Jiménez Crozat fue la dirección y el alma de esta Escuela. En 1934 puso en marcha, también dirigida por ella, la revista de divulgación nacional e internacional 'Nuestros Hogares', vinculada a la Escuela del Hogar. Su experiencia en la organización de estas escuelas hay que situarla en el inicio de la Escuela del Hogar "Concepción Arenal", que de manera modesta impulsó en un pequeño local de la Escuela Normal Superior de Guipúzcoa.

Fue representante de España en el IV Congreso Internacional de Economía Doméstica que se celebró en Roma en noviembre de 1927, del que rindió cuentas en el Ministro de Instrucción Pública; en 1935 organizó el V Congreso Internacional en España.

Mª Victoria Jiménez tuvo también una particular participación en algunas actividades de las misiones pedagógicas, impartiendo cursos de formación del magisterio sobre ciencias de la economía doméstica y del hogar entre 1933 y 1934.

Tras solicitar ser pensionada para marchar a Bélgica a estudiar las enseñanzas del hogar y su aplicación en España, logró visitar en 1927 las escuelas del hogar en Francia y tomó cursos en Bélgica sobre enseñanza del hogar y cocina. En 1936 pudo disfrutar de otra pensión en Rumanía. Para entonces, la Embajada española le había encargado impartir cursos de español en la ciudad rumana de Brasov, que aceptó por entenderlo útil para el intercambio de las dos culturas. Señala Marín Eced (1991) que entonces ya mostró un conocimiento extenso de los movimientos feminista y su aplicación en las Ciencias del Hogar. La Guerra le sorprendió en Rumanía y poco se sabe de lo que pudo hacer hasta 1942.

No sabemos en qué término quedó su expediente de depuración ni su vuelta a España durante la Guerra Civil. Lo que sí se sabe es que en 1941 pidió una excedencia activa para marchar a Rumanía. Ella había participado en diciembre de 1941 en la creación de la Misión cultural española vinculada al Ministerio de Educación Nacional. En 1942 fue nombrada en el BOE "Jefe de la Misión Cultural del Estado Español en Rumanía" para la enseñanza del español a estudiantes normalistas de ese país. En aquel momento se encontraba reincorporada en la Normal del Magisterio Primario de Segovia.

Su jubilación llegó en septiembre de 1950, y a partir de este momento nada sabemos de esta profesora, salvo que en diciembre de 1967, a la edad de 88 años, falleció.

Para Mª Victoria Jiménez Crozat uno de los problema más graves y peor comprendidos de la pedagogía del momento era la educación femenina. Este aspecto lo abordó por la vía del incremento de las materias científicas en las escuelas normales femeninas -uno de los problemas que vio como deficitario-, y por la mejora de la enseñanza de labores y del hogar, a la que dedicó trabajo y formación, culminando su tarea en la creación de una Escuela práctica y una revista de divulgación. Si las enseñanzas del hogar habían de existir sería pensando en la profesionalización de las mujeres sin descuidar la atención a las familias, y esto exigía una formación más amplia, primero, en ciencias físicas, químicas y matemáticas y, segundo, en su aplicación a los oficios de puericultoras o trabajadoras de la industria, además del perfeccionamiento que supondrían a las jóvenes futuras madres y cuidadoras de familia.

Sobre la mejora pedagógica del magisterio general, para Victoria Jiménez el cambio de impresiones pedagógicas entre el profesorado era una necesidad de hacer más y mejor educación. Este apoyo que ella concebía como imprescindible para no fosilizar ideas, servía, por el contrario, para depurarlas, para estimular proyectos y para que la labor diaria resultara grata y provechosa. Entre otros aspectos, centró su estudio en el problema de los exámenes de ingreso a las Normales, que no garantizaban la preparación de alumnos y alumnas sino la cantidad de saberes que poseían; propuso la reforma de la dirección de los centros de enseñanza para cumplir debidamente su función de asesoramiento a maestras y maestros; compartió la libertad de métodos y procedimientos de enseñanza en asambleas y actividades pedagógicas; apeló al predominio del hacer sobre el decir del alumnado; defendió la mejora de los sueldos al magisterio y un sistema de calificaciones progresivo, no final, con mejor comunicación entre profesorado y alumnado.

Se fijó en la reforma Gentile italiana. Lo había entrevistado en 1927 en Roma, y la había seguido a través de Lombardo Radice y Croce. De ella extrajo la necesidad de simplificación de los centros de secundaria, el humanismo del plan de estudios, la orientación local en las escuelas y la eliminación del enciclopedismo y los exámenes, incluyendo el examen de Estado: el trabajo hay que hacerlo durante la enseñanza oficial. Asumió la coeducación en estos centros con profesorado mixto.

En el terreno específico de las Normales femeninas, Mª Victoria Jiménez, como observadora de las enseñanzas extranjeras en los Liceos y Escuelas Normales femeninas, tomó ideas de sus viajes a Bélgica e Italia que le sirvieron para reivindicar una buena enseñanza secundaria para las mujeres y la formación específica que necesitaban para el hogar, un terreno que abonaría con una Escuela y una revista.

La idea del Liceo italiano le pareció aceptable, tanto en sus posibilidades de tener un buen plan de estudios, como por la ayuda que supondrían para las Normales femeninas y los institutos con excesiva matrícula, que dificultaba una buena y específica enseñanza femenina. En un hipotético organigrama que ella divulgó, planteó un profesorado para las normales femeninas especializado en dos vías: la cultural y la profesional, siendo lo primero base de lo segundo, donde lo profesional garantizara verdadera formación a aquellas alumnas que realmente sintieran vocación de maestras.

Su vínculo con la Asociación Española para la Difusión de las Ciencias del Hogar, y su participación en los Congresos de Economía Doméstica y Enseñanza Doméstica, supusieron para ella un espacio de evolución en las ciencias del hogar en una España, a su juicio, retrasada respecto al resto de países: No falta un latido de opinión por estas cuestiones en España; no falta tampoco algunos centros en que ha cristalizado. Lo que falta, como siempre, es la coordinación de movimientos que permita una organización de estas enseñanzas (1927, 172).

De Italia había llegado con el contrasentido de la ausencia de las enseñanzas de labores en los planes de estudio de las mujeres (las masculiniza en maneras, costumbres, léxico e indumento), y el floreciente desarrollo de las Escuelas Industriales Femeninas en Florencia y Venecia, tanto por la pedagogía de las labores desarrollada como por la relevancia de los productos obtenidos. A su regreso, no dejó de reivindicar la pedagogización y cientificidad de estas enseñanzas en las Normales. Estudió el movimiento de Enseñanza Doméstica en otros países, y siguió en Barcelona los trabajos de Rosa Sensat al respecto.

En la utilidad que le vio a los Liceos femeninos para la formación profesional, en 1928 creó La Escuela del Hogar en Segovia, activa hasta 1936. Para Isabel Pérez (2015) fue una expresión educativa, feminista y de acción social. Una biblioteca, un laboratorio de química doméstica y un dormitorio para aprender el cuidado de enfermos era el inicio de este proyecto de carácter privado. A caballo entre la esencialización femenina de la mujer para el hogar y la maternidad, y la necesidad de hacer más científica la formación del cuidado en las alumnas, tanto la del hogar como la profesional, la Escuela fue desarrollando un programa científico sobre el trabajo doméstico de corte taylorista (racionalidad del trabajo, el tiempo y el espacio, rendimiento del dinero y ahorro de energías físicas). Higiene, salud, puericultura, maternología, trabajo agrícola y hortofrutícola como oficio, todo constituyó un conjunto de enseñanzas y de elaboraciones científicas en la revista de perfil internacional 'Nuestros Hogares', de la Asociación Española para la Difusión de las Ciencias del hogar. La Escuela le ocupa atención e interés. Su permanente actualización hace que, en cada uno de sus viajes (en el verano de 1933 viajó por Bélgica y visitó establecimientos escolares agrícolas, estudiándolos y trayendo ejemplos para su Escuela) revisara aspectos de sus estudios.

Este proyecto pedagógico, sin duda el que mejor caracteriza su trabajo, fue un espacio de reproducción doméstica al tiempo que podía orientar el trabajo de jóvenes obreras y dar herramientas profesionales a futuras cuidadoras en la educación, la salud, el ámbito culinario o el trabajo del campo, siempre con una perspectiva práctica.

Obras del autor/a

 

Obras de la autora seleccionadas.

(1923). De todos. Las manchas del ara. Revista de Escuelas Normales, 6, 162-165.

(1925). Intercambio entre profesores. Revista de Escuelas Normales, 23, 51-52.

(1924). Cursillo de perfeccionamiento en Valladolid. Revista de Escuelas Normales, 20, 313-314.

(1925). Notas rápidas de viaje. Algo de geografía. Revista de Escuelas Normales, 27, p. 244.

(1925). Impresiones pedagógicas de Italia, I. Entrevista con Lombardo Radice. Revista de Escuelas Normales, 28, 284-285.

(1925). Impresiones pedagógicas de Italia, III. Scuole Magistrali o Escuelas Normales. Revista de Escuelas Normales, 28, 324-325.

(1926). Impresiones pedagógicas de Italia, V. Los Liceos Femeninos. Revista de Escuelas Normales, 33, 84-85.

(1926). De todos: notas de un viaje a Canarias. Revista de Escuelas Normales, 36, 222-224.

(1927). Por España y por el hogar. Revista de Escuelas Normales, 45, 172-173.

(1927). La Normal en acción: del momento docente. El problema de los exámenes.  Revista de Escuelas Normales, 47 256-257.

(1927). De todos: IV Congreso de Economía Doméstica. Revista de Escuelas Normales, 49, 341-342.

(1928). Reformas pedagógicas. La reforma italiana. Revista de Escuelas Normales, 55, 221-224.

(1932). Sobre exámenes. Revista de Escuelas Normales, 90, 110-114.

(1932). Las conversaciones pedagógicas de Celorio. Revista de Escuelas Normales, 91, 13-14.

(1933). La Escuela de Horticultura de Vilvorde. Revista de Escuelas Normales, 98,  133-136.

(enero de 1934- febrero de 1936). Revista Nuestros Hogares. Directora: Mª Victoria Jiménez Crozat. Se puede consultar en: http://hemerotecadigital.bne.es/index.vm

Traducciones:

(1924). R. Lambruschini. Della Educazione (Florencia: Vallechi). Traducción de Mª Victoria Jiménez Crozat. Revista de Escuelas Normales, 19, 295-296.

(1927). G. Lombardo Radice. La reforma escolar italiana. Traducción y prólogo de María Victoria Jiménez. Madrid: La Lectura.

[s.a.] Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. Sección "Estos últimos años". Barcelona, Montaner y Simón. Colaboración.

Autor de la biografía

ROBLES SANJUÁN, Victoria

Bibliografía

 

Bibliografía.

Marín Eced, Teresa (1991). Innovadores de la Educación en España (Becarios de la Junta para Ampliación de Estudios). Cuenca: Universidad de Castilla la Mancha, pp.159-160.

Pérez-Villanueva Tovar, Isabel (2015). La Escuela del Hogar de Segovia (1928-1936). Educación, Feminismo y Acción Social. Estudios Segovianos. Boletín de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce Asociada al Instituto de España, 114, pp.389-421.

Robles Sanjuán, Victoria (2007). Pensamiento educativo y cualificación profesional a través de algunas maestras pensionadas. En F. Sánchez et als. Relaciones internacionales en la Historia de la Educación. Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (1907-2007). Badajoz: SEDHE/Universidad de Badajoz, pp. 251-260.

 

Observaciones

 

8 de septiembre es la fecha que aparece en el Libro oficial de Nacimientos. El 6 de septiembre consta en el expediente de la Escuela Normal Central de Maestras.

 

Profesión. Profesora de Normal Elemental. Directora de Normal Elemental. Traductora. Directora de la Escuela Hogar de Bernardos (Segovia). Directora de la revista Nuestros Hogares. Profesora de Universidad.

Áreas de conocimiento. Pedagogía para sordomudos y ciegos. Geografía. Gramática y Literatura. Ciencias.