LUÍS ANDRÉ, Eloy

Eloy Luis André estudió en la escuela pública de Vilardebós (Verín), en el Colegio de los Escolapios de Celanova, en el Instituto de Ourense y en las Universidades de Santiago y sobre todo en la de Salamanca. En esta última, donde fue alumno de algunos destacados profesores, entre ellos Miguel de Unamuno, con quien mantuvo correspondencia posteriormente, consiguió la licenciatura en Filosofía y Letras en 1897, luego de lo que pasó a realizar estudios de doctorado en la Universidad Central de Madrid, obteniendo el título de doctor en 1899 en la Universidad de Salamanca, tras varios premios y menciones honoríficas recibidas. La propia Universidad de Salamanca le concedió una ayuda económica para realizar estudios de Filosofía Superior en Lovaina, París y Bruselas durante el curso 1899-1900.

Instalado en Madrid, donde estableció contactos, entre otros, con Giner de los Ríos y con González Serrano, inició sin éxito la preparación de oposiciones para cátedra universitaria. Fue nombrado catedrático numerario de instituto por oposición en 1904, año en el que se incorporó al Instituto de Ourense como profesor de psicología y lógica. En 1906 fue enviado por el Gobierno español a Francia, a Bélgica y a Italia, para analizar la organización de sus respectivos Ministerios de Fomento y las perspectivas de organización de sus sistemas educativos. En los años siguientes solicitó bolsas, no concedidas, de la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar psicología y filosofía con Wundt, en Leipzig, y con Paulsen, en Berlín, no descartando, en último caso, desplazarse a los EEUU para formarse con el psicólogo pragmatista W. James, tal como señaló en su petición.

Por fin, y cuando ya había comenzado a formar un modesto Laboratorio de psicología experimental en el Instituto de Ourense, pudo disfrutar de una bolsa y de una prórroga y viajar así a Alemania durante los cursos 1910-1911 y 1911-12, período después del que retornará a Ourense, hasta que en 1914 pasó al Instituto de Toledo. Aquí, con otros profesores del instituto organizó cursos de extensión universitaria (1916-1918), continuando la práctica de visitas escolares que había iniciado en el Instituto de Ourense y que había incluido la visita de escolares a la ciudad de Oporto. Entre 1915 y 1917 dio varias conferencias en el Ateneo de Madrid, algunas de ellas por disposición del Ministerio de Instrucción pública, y otras en la Universidad Popular de Madrid, en la Universidad Central y en el Centro Gallego de Madrid.

Desde Toledo, donde también comenzó la formación de un pequeño laboratorio de psicología experimental, intentaría sin éxito ser de nuevo profesor de la Universidad Central (ya opositara contra Ortega en 1909). En 1918 accedió al Instituto de San Isidro de Madrid y en 1919 al Cardenal Cisneros, también de la capital, que sería su destino profesional definitivo hasta su muerte, acontecida en 1935.

Si nos volvemos a referir a sus estudios en Alemania diremos que el 29 de julio de 1910 comenzaba esta formación en Leipzig bajo la guía del destacado profesor Wilhem Wundt (y la tutela directa de su asistente, Paul Salow), quien desde su Laboratorio y cátedra universitaria promovía el estudio científico psicológico en una vertiente estructuralista, analítica y fundamentalmente estática; una vertiente valiosa por lo que tenía de observación y estudio científico, pero que pocos años después sería desplazada, tanto por la nueva orientación gestaltista, como por la denominada psicología funcional,  desde su óptica pragmatista y su concepción genética y activista de la conciencia, ámbito al que André se aproximó levemente (distanciándose un algo de Wundt y aproximándose a Eucken), al situar en el alma el fundamento de la actividad psíquica, pues también Eloy Luís André defendía, al contrario que Wundt, una concepción activista de la conciencia, en la línea desarrollada por Bergson y por William James.

Este período en Alemania, que se pudo prolongar al concedérsele una prórroga en su bolsa, le permitió acceder tanto a una intensa formación psicológica, como ahondar en la filosofía idealista, marcada por las elaboraciones de Krause y de Rudolf Eucken, uno de los promotores del espiritualismo filosófico, situado bajo algunas influencias derivadas de Fichte y de Krause, a quien visitó en la Universidad de Jena y con quien mantendría aún posteriores contactos. También le facilitó la consolidación de una posición intelectual y argumentativa singular, de expresión idealista, así como la obtención de un conocimiento muy ajustado sobre la actualidad pedagógica alemana y las reformas en curso.

Desde Leipzig le trasmitió a Domingo Barnés valiosa información sobre el Instituto de Psicología y de Pedagogía Experimental fundado por la Asociación de Profesores de la ciudad, realizó visitas a escuelas y centros de formación del profesorado del que informará al pontevedrés y Director General de Instrucción Primaria Eduardo Vincenti, siguió cursos de psicología filosófica y preparó la obra Mentalidad alemana.

Desde todos estos conocimientos Luís André proclamaría, a través de numerosos escritos y de varias intervenciones, la necesidad de una renovación cultural española que tuviera presente las innovaciones científicas y teóricas europeas. Una renovación también necesariamente pedagógica, razón por la que hizo una firme reclamación a favor de una educación pública y estatal. Desde dicha posición se opondría a la creación en 1917 del Instituto-Escuela, por considerarlo un centro elitista y de minorías, bien que en tal oposición se vislumbren aspectos de alguna animadversión con las gentes de la Institución Libre de Enseñanza, al encontrarse Luis André distanciado del krausopositivismo y estar situado en el exterior de las redes de influencia de la Institución.

En 1914 fue invitado oficialmente por la Comisión del Congreso Internacional de Educación Popular de Leipzig para tomar parte activa en sus trabajos. Luis André aun tendría ocasión de volver a Alemania y a otros países europeos al ser enviado por el Ministerio de Instrucción Pública español para el estudio de diversos aspectos del desarrollo educativo y para redactar una Memoria sobre estudios superiores de segunda enseñanza, visitando establecimientos docentes de Francia, Bélgica, Alemania y Suiza, como deja constancia en sus obras La cultura alemana y Educación de la Adolescencia, editadas las dos en Madrid, en 1916, retomando allí el contacto con el filósofo Rodolfo Eucken.

Eloy Luís André es sobre todo un filósofo, pero también un psicólogo, de singular acento, que pretende analizar, con Wundt, diversos aspectos relacionados con la psicología de los pueblos (lenguaje, mitos, costumbres) y con su evolución; un intelectual con dominio del alemán, del inglés, del francés y del portugués; un prolífico ensayista y traductor (Wundt, Eucken, Höffding); polemista, si fuere el caso, y siempre atento a las corrientes contemporáneas de pensamiento. Alguien que en el plano filosófico buscaba restaurar en el contexto español la especulación filosófica, tratando de superar tanto la neoescolástica balmesiana, como el discurso de los krausistas de la Institución Libre de Enseñanza, identificándose él con la primera posición filosófica krausista y haciéndolo desde un enfoque entre idealista y positivista (entre los modelos neokantianos y Wundt), en la búsqueda del fortalecimiento en España de una «filosofía científica». Con Wundt elaboró el informe «Relaciones del trabajo mental con las diferentes formas del lenguaje hablado», y otro titulado «La curva de la melodía del  lenguaje en las diferentes lenguas y dialectos», con resultados a los que aludió Wundt en la cuarta edición de su texto sobre La psicología de los pueblos (1922). Dentro de su preocupación por la renovación de la conciencia nacional española, que cómo gallego también especificó en el caso gallego, reflexionó sobre el españolismo y el galeguismo, sobre una posible «ética española» y sobre el espíritu (volgeist) del «pueblo español», procurando poner la psicología al servicio de la política, del derecho y de la economía, tal como analizaron los estudiosos de su obra F. Blanco, Castro y De Castro.

Luís André fue un notable publicista: 30 libros propios, seis obras traducidas desde el alemán y el francés y un montón de artículos en la prensa y en revistas culturales, también en Galicia. Entre las traducciones hay que mencionar las realizadas de las obras de Wundt Introducción a la Filosofía y Sistema de Filosofía Científica (en los años 1911 y 1913, respectivamente), el Léxico de Filosofía, de A. Bertrand (París, 1908; Madrid, 1908), y de la obra de H. Höffding Filósofos contemporáneos (Madrid, 1909), en traducciones siempre acompañadas de introducciones y notas complementarias.

En sus trabajos son frecuentes las referencias a la educación, a la filosofía y a la cultura alemana, de la que fue un privilegiado observador y también un firme defensor, y como tal, germanófilo, en el contexto de la Primera Guerra Europea. Junto a la rigurosa información relativa a la psicología experimental, en sus textos se da cuenta también de notables consideraciones e información relacionadas con los problemas educativos y pedagógicos. El autor no olvidó su pertenencia nativa a Galicia, a donde viajó con frecuencia desde que estuvo destinado en Toledo y luego en Madrid, manteniendo una cierta atención a los problemas económicos y culturales de Galicia y su defensa. En este caso, sus contribuciones se realizaron sobre todo mediante artículos de prensa escritos en castellano y que luego reunió en la obra Galleguismo. Lucha por lana personalidad nacional y la cultura (Ensayos) (Madrid, 1931): a favor del liberalismo democrático y contra el caciquismo; a favor de la educación popular y de la coeducación; y en defensa de la conciencia nacional gallega. Así se expresó en distintas ocasiones y con anterioridad incluso a la IIª República en los periódicos La República, de Ourense, y en El Pueblo Gallego de Vigo.