RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, Teresa de Jesús

Primogénita de los maestros Gabino Rodríguez Álvarez y de Faustina Álvarez García –su madre fue inspectora de primera enseñanza desde 1917– nació en Canales (León). Su etapa escolar transcurrió en León, Asturias, Murcia y Madrid, donde cursó estudios en la Sección de Letras de la Escuela Superior del Magisterio, formando parte de la decimotercera promoción (1921-1925), la anterior a la de su hermano y conocido dramaturgo Alejandro Casona. Durante estos cuatro años fue sustituida como maestra en las escuelas a las que estuvo destinada. Estas fueron, según su Hoja de servicios, la escuela mixta de Corporales (León), obtenida por oposición libre, a la que se incorporó el 11 de abril de 1921 y dejó, por traslado, el 14 de septiembre de 1923, incorporándose a la de Fresnosa (Langreo) hasta febrero de 1930, año en el que se trasladó a la escuela de niñas de Agones (Pravia). Este año se celebró en Oviedo el primer Congreso Pedagógico del magisterio asturiano, organizado por la Federación de Asociaciones de los Maestros de Asturias, en el que participó con una ponencia sobre el niño y sus derechos, que fue publicada como artículo en Escuelas de España. Estando de maestra en este lugar solicitó participar en el sexto viaje de estudios organizado por el Inspector Jefe de Primera Enseñanza de Oviedo, Antonio Juan Onieva, que fue autorizado y reconocido por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes el 21 de mayo de 1931. Teresa fue una de las cinco maestras y ocho maestros que conocieron nuevas experiencias educativas y realizaron estudios en el siguiente circuito por España (Zaragoza y Barcelona), Francia y Suiza (Marsella, Lyon, Neulchâtel, Basilea, Estrasburgo y París). De este viaje dan cuenta el Boletín de Educación de Oviedo (nº 1-2, 1931 p. 21) y El magisterio español (30-5-1931, p. 407).

En julio de 1928 se convocaron ocho plazas de Inspectoras de Primera Enseñanza a las que fueron admitidas 96 aspirantes (Gaceta de Madrid del 30 de septiembre de 1928), obteniendo ella la plaza de la provincia de León (Gaceta de Madrid del 7 de junio de 1932). Para tomar posesión solicitó la excedencia como maestra a la Dirección General de Primera Enseñanza, pues entendió que su situación podía considerarse como un caso de excedencia forzosa, tal y como contemplaba el artículo 137.4 del Estatuto del Magisterio pero como no llevaba tres años en la escuela de Agones, se desestimó su petición. Su siguiente destino como inspectora de primera enseñanza fue en la provincia de Oviedo. Se encargó de la zona de Cangas de Narcea, Degaña e Ibias, un distrito escolar muy extenso y orográficamente difícil que recorrió regularmente. Se conserva en el archivo familiar un cuaderno con las anotaciones que hizo de las sesenta y siete escuelas o “locales provisionales” que visitó entre el 10 de abril de 1935 y el 1 de julio de 1936, en el que refleja sucinta y expertamente las condiciones del edificio destinado a escuela, el desempeño de los maestros y los conocimientos y asistencia de los escolares matriculados. Cumplir con sus tareas profesionales la obligó a largas jornadas de trabajo, a enfrentarse a la orografía y a la climatología, a recurrir al caballo para poder desplazarse, a presionar a las autoridades para que construyesen escuelas o mejoraran las condiciones de las existentes, a orientar la labor del magisterio y comprobar si los cambios que sugirió se habían producido, pues revisitó algunas escuelas.

Teresa participó en tres Misiones Pedagógicas, dos de ellas dirigidas por su hermano Alejandro, entonces inspector de primera enseñanza en Madrid, en el pueblo natal de su padre, Besullo (Asturias). En la primera, que tuvo lugar del 13 al 21 de agosto de 1932, participaron otros dos hermanos –José maestro nacional en Molledo (Siero) y Matutina, pediatra– y su padre, director de la escuela graduada del Fontán en Oviedo. Proyectaron películas, reprodujeron música, repartieron trescientos ejemplares de la Constitución y dejaron seis bibliotecas escolares en Irrondo, Trones, Defradas, Las Montañas, Noceda y Comba y una mayor en la escuela de Posada. En la misión del 8 al 28 de agosto de 1933 repitieron los hermanos, pero en lugar de su padre participó su marido, el médico Florentino Hurlé Morán, y desarrollaron actividades en Besullo, Lorante, El Pomar y Las Montañas. Entre estas dos misiones participó en otra en Murias de Paredes (León) del 9 al 16 de noviembre de 1932 con el teatro y el coro visitando Villabandín, Sabugo, Senra y Posada de Omaña.

El 6 de junio de 1936 formaba parte del tribunal titular primero de Oviedo para las oposiciones a Maestros con Luis Leal (Gaceta de Madrid 9 junio 1936), pero el comienzo de la guerra civil cercenó la vida de profesional de esta inspectora pues fue separada del servicio y dada de baja en el escalafón por orden de 30 de diciembre de 1939 (Boletín Oficial del Estado del 22 de enero de 1940). Teresa y sus actividades fueron consideradas un peligro por las autoridades franquista que le abrieron una ficha en la “Causa General”, acusada por el Fiscal del Tribunal Supremo de hechos delictivos cometidos durante “la dominación roja en España”. La vida profesional de Teresa se interrumpió en 1936. Falleció en 1966 en la provincia de Pontevedra, donde se había instalado junto con su marido.