ARNAL YARZA, Jenara Vicenta

Lugar de nacimiento

Zaragoza. España.

Fecha de nacimiento

19-09-1902

Fecha de fallecimiento

27-95-1960

Lugar de actividad

Zaragoza.
Calatayud.
Madrid.
Barcelona.

Profesión

Catedrático/a
Director/a de Instituto
Profesor/a

Jenara Vicenta nació en una humilde familia, su padre fue Luis Arnal Foz, natural de Zaragoza, jornalero de profesión, aunque con posterioridad se dedicó a la reparación de pianos; su madre, Vicenta Yarza Marquina, natural de Brea (Zaragoza), se dedicada a sus labores. Tenía dos hermanos: Pilar, que estudió en París y fue una gran pianista, llegando a dar conciertos en el Teatro Real de Madrid; y Pablo, catedrático de Física y Química, que perteneció al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pero falleció muy joven.​

Su vocación le llevó a estudiar Magisterio en la Escuela Normal de Zaragoza, obteniendo la titulación de Maestra de Primera Enseñanza el 3 de diciembre de 1921. A continuación, cursó el bachillerato en la misma ciudad, y en el curso académico de 1922-1923 comenzó sus estudios de Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, en la calidad de alumna no oficial, demostrando ser una alumna muy brillante al conseguir la calificación de sobresaliente en todas las asignaturas y tres matrículas de honor. Los tres cursos siguientes los realizó como alumna oficial, obteniendo la calificación de sobresaliente y matrícula de honor en todas las asignaturas. El título del Grado de Licenciada se le expidió, por el Rectorado de la Universidad de Zaragoza, con fecha de 12 de marzo de 1927.

Su labor docente se inicia como ayudante de clases prácticas de la cátedra de Química Analítica en la Facultad de Ciencias de la misma Universidad, desde el 6 de diciembre de 1926 hasta el 4 de mayo de1927, fecha en que cesó. Desde el 18 de febrero hasta el 20 de mayo de 1927, trabajó como encargada del primer curso de la asignatura de Química inorgánica por la ausencia legal del catedrático de la asignatura.

El 28 de abril de 1927 fue contratada como auxiliar temporal de la cátedra de Electroquímica y Ampliación de Física de la misma Facultad, cesando el 9 de abril de 1930. También, trabajó como encargada de la asignatura de Ampliación de Física, por enfermedad del catedrático, desde el 1 de noviembre de 1928 hasta el 20 de mayo del mismo año.

Continuó estudiando para obtener el Grado de Doctor en la Facultad de Ciencias, Sección de Químicas, de la misma Universidad, que logró el 13 de diciembre de 1929 con la tesis doctoral titulada Estudio potenciométrico del ácido hipocloroso y de sus sales. Es así como Jenara Vicenta se convirtió en la primera doctora en Ciencias Químicas de España, seguida más tarde por las catedráticas Ángela García de la Puerta y María Antonia Zorraquino.

En 1929 entró a formar parte de la Sociedad Española de Física y Química, por su destacada labor investigadora tanto en España como en el extranjero.

Finalizado su periplo universitario, se decantó por la docencia en los institutos de segunda enseñanza, presentándose a oposiciones para catedráticos de Física y Química de Institutos. Vicenta Arnal presentó el programa de la asignatura y un trabajo de investigación, aprobando la oposición de turno libre, siendo nombrada catedrática de Física y Química del Instituto de Calatayud, el 25 de marzo de 1930. En este periodo trabajó como catedrática interina del Instituto Nacional Femenino Infanta Cristina, de Barcelona, desde el 19 de noviembre de 1930 hasta que fue suprimido el 3 de enero de 1931. Evidentemente, su instalación en la Ciudad Condal respondía a su deseo de continuar su labor investigadora en laboratorios de Química.

El 7 de abril de 1929, la Junta de Ampliación de Estudios le comunicó que había sido pensionada para seguir sus estudios en Suiza y Alemania, aunque su nombramiento como catedrática de Física y Química del Instituto de Calatayud, hace que solicite un aplazamiento al que accedió la Junta y le otorga la pensión mediante real orden de 12 de marzo de 1930, por una cuantía de 425 pesetas mensuales y 600 pesetas para viajes. El 24 de mayo de 1930, se incorporó en el Anstalt für Anorganische Chemie de Basilea (Suiza) para estudiar Electroquímica con el profesor Fichter y Química teórica con el profesor Bernouilli donde investigó sobre la obtención electrolítica de los persulfatos de cinc y lantano y los resultados de su trabajo fueron publicados resumidamente en la revista Chimica Acta de Suiza. También investigó sobre oxidaciones químicas producidas por la acción del flúor en corriente gaseosa. En su solicitud, presentada el 18 de febrero de 1929, había alegado que traducía y hablaba francés y alemán.

También Pasó un tiempo estudiando en la Technische Hochschule, de Dresde gracias a la ampliación de la beca por dos semestres que solicitó en 1932.

Durante el curso 1931-1932 trabajó como catedrática interina en el Instituto Nacional femenino de Barcelona, pero Vicenta seguía buscando ejercer su docencia en la capital, consiguiendo la cátedra de Física y Química en el Instituto de Bilbao, aunque en virtud de concurso de traslado estuvo adscrita al Instituto Velázquez, de Madrid, desde el 10 de septiembre de 1932 hasta julio de 1936.

En 1933 entró a trabajar como colaboradora en la sección de Electroquímica del Instituto Nacional de Física y Química de Madrid. Le avalaba una larga trayectoria como investigadora: había trabajado en análisis químicos, electroquímica y química industrial en el laboratorio de Química teórica de la Facultad de Ciencias de Zaragoza, en electroquímica en la Escuela Industrial de la misma ciudad y en análisis químico y química industrial en la Escuela Superior de Trabajo de Madrid. Fue la investigadora que publicó un mayor número de trabajos en la sección de Electroquímica, once en total.

Desde el comienzo de la Guerra Civil hasta 1937 permaneció en Madrid sin desempeñar ninguna función docente. El gobierno de la República dispuso que estuviese en situación de disponible gubernativo, cobrando dos terceras partes del sueldo, mientras se hacía la depuración del personal del Ministerio de Instrucción Pública. El 28 de septiembre de 1937 sale de España y está un tiempo en Francia, de donde vuelve para entrar en la zona nacional y se presentó ante la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, el 12 de noviembre de 1937, que la conminó para que se reintegrase como catedrática en Bilbao.

Sin embargo, Vicenta seguía empeñada en ejercer la docencia en Madrid, por lo cual solicitó pasar al Instituto Femenino Beatriz Galindo de Madrid, siéndole concedido con carácter provisional, en base a las necesidades de la enseñanza, el 21 de octubre de 1939.          

El 5 de noviembre de 1940, la Comisión de Depuración de Madrid proponía su readmisión en el cargo de catedrática del Instituto Beatriz Galindo sin imposición de sanción, y el 27 de noviembre de dicho año, la Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de Depuración ratificaba tal decisión. La necesidad que tenía el Ministerio de Educación Nacional de contar con alguna catedrática meritoria en el equipo directivo de los Institutos Femeninos propició el nombramiento de Vicenta Arnal como vicedirectora del Instituto Beatriz Galindo, el 14 de marzo de 1940.

Durante la época de Franco siguió interesada en la investigación científica realizando diversos trabajos para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), además de formar parte del Instituto de Pedagogía San José de Calasanz y colaborar en el Boletín Bibliográfico del CSIC, dejando una gran huella su pensamiento científico, lo cual queda patente en publicaciones destinadas a los maestros e inspectores de Enseñanza Primaria mediante la Biblioteca Auxiliar de Educación.

En mayo de 1947 consiguió autorización para asistir al Primer Centenario de la Royal Society y al XI Congreso Internacional de Química Pura y Aplicada que se celebró en Londres en julio de ese mismo año. En diciembre la Dirección General de Enseñanzas Medias le dio permiso para realizar una misión en el Japón, como delegada de la Sección de Intercambios del CSIC. ​A su regreso a España, Jenara Vicenta Arnal impartió conferencias y facilitó el intercambio de las publicaciones del CSIC con las de las Universidades y centros de alta investigación japoneses (más tarde marcha durante dos años al país nipón donde amplía sus estudios en química y se interesa por el teatro y la danza).

En julio de 1953 realizó un viaje para asistir al XIII Congreso Internacional de Química Pura que se celebró en Estocolmo y Upsala; y ese mismo año, en septiembre inició el que sería el último viaje a Europa por motivos de investigación, para asistir a la reunión del Comité Internacional de Termodinámica y Cinética Electroquímicas, que se celebró en Viena del 28 de septiembre al 5 de octubre.

 Entre 1952 y 1954 fue colaboradora de la sección de Enseñanza Media del Departamento de Misiones Pedagógicas del Instituto de Pedagogía San José de Calasanz del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Los planteamientos pedagógicos de Arnal Yarza sobre la enseñanza de las Ciencias Naturales y de la Física y Química, quedaron plasmados en la revista Bordón, publicada en 1953, concretamente en un número monográfico dedicado a la enseñanza de las Ciencias Naturales. Introdujo propuestas que habían sido realizadas desde el Museo Pedagógico por Edmundo Lozano y F. Quiroga, por J. Estalella, en el Instituto-Escuela de Madrid y en el de Barcelona, y por Andrés León y Miguel Catalán cuando eran catedráticos de Física y Química de dicho centro madrileño.

Arnal Yarza aducía que la enseñanza elemental de las ciencias fomentaba el desarrollo cultural del alumnado, puesto que le proporcionaba un conocimiento de la naturaleza y una disciplina mental al trabajar procedimientos como la observación, experimentación y estimación de resultados, entre otras cosas. El conocimiento científico en esa etapa de aprendizaje debía ser utilitario e instrumental, proporcionando una base para continuar estudios de carácter científico o cualquier otro tipo de aprendizaje. Era partidaria de una programación, para conseguir esos objetivos, basada en la adecuada selección y ordenación de los contenidos objeto de la enseñanza, puesto que, de lo contrario, una enseñanza excesivamente formal podía resultar inadecuada y aburrida.

Se trataba de una mujer muy cordial, capaz de ganarse la admiración de todos los compañeros del Instituto y, además, era una magnífica gestora que sabía manejar a la perfección la administración. Estos motivos y su experiencia como vicedirectora propiciaron que saliese elegida en primer lugar, por mayoría de votos, en las elecciones celebradas el 29 de abril de 1955 para la dirección de Instituto Beatriz Galindo.

En 1960, murió de una trombosis en su despacho del Instituto Beatriz Galindo de Madrid.

Obras del autor/a

Arnal Yarza, Jenara Vicenta con A. Rius y A. García de la Puerta (1926). Sobre la oxidación electrolítica de los cloratos. Universidad, 3 (2), 439-443.

 Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1930). The electrometric Titration of Hypochlorite and Hypochlorite Carbonate Mixtures.  Transactions of the American Chemical Society 

 Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1930). Estudio potenciométrico del ácido hipocloroso y de sus sales (I)”. Universidad, 7 (2), 361-408.

Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1930). Estudio potenciométrico del ácido hipocloroso y de sus sales (Conclusión)”, Universidad, 7 (3-4), 625-666.

Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1953) .Misiones pedagógicas: teatro y danza en Japón. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),

Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1954). La selección y ordenación del contenido de la enseñanza elemental de las Ciencias físico-naturales. Bordón, 34, 118-139.

 Arnal Yarza, Jenara Vicenta. Física y Química de la vida diaria. Madrid.

 Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1956). Los primeros pasos en el laboratorio de física y química. Madrid: CSIC.

 Arnal Yarza, Jenara Vicenta (1959). Química en Acción. Madrid.

Arnal Yarza, Jenara Vicenta y García, Inés (1958). Lecciones de cosas. Madrid, y El mundo del saber (ciencias y letras), Barcelona, 1968 y 1970. Fue reeditado en 1982 por la Editorial Ramón Sopena.

Tradujo la Historia de la Química, de Hugo Bauer, Barcelona, Editorial Labor, 1933.

Autor de la biografía

GRANA GIL, Isabel.

Bibliografía

Araque Hontangas, Natividad (2008). Jenara Vicenta Arnal Yarza: una científica y catedrática pionera en España. Faisca, 15, 27-49.

Araque Hontangas, Natividad (2008). El profesorado de los Institutos Nacionales de Enseñanza Media (1938-1970). Revista Complutense de Educación, 2, 427-446.

Delgado, María Ángeles y LÓPEZ, José Damián (2002). De analfabetas científicas a catedráticas de Física y Química de Instituto en España: El esfuerzo de un grupo de mujeres por alcanzar un reconocimiento profesional y científico. Revista de Educación, 333, 255-268.

Fernández, Piluca; Baselga, Cristina; Torres, Inocencia y Gaudó, Concha. (2011). Pioneras de la educación Secundaria en Aragón. En Guillermo Vicente y Guerrero (Coord.) Actas del I Congreso sobre Historia de la Enseñanza Media en Aragón (pp. 249-346). Zaragoza: Institución Fernando el Católico (CSIC).

Flecha García, Consuelo (1998). La incorporación de las mujeres a los institutos de educación secundaria. Historia de la Educación. Monográfico sobre historia de la educación secundaria en España, 17, 159-178.

Grana Gil, Isabel (2007). Las mujeres y la Segunda Enseñanza durante el Franquismo. Historia de la Educación, 26, 257-278.

JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS: Memorias correspondientes a los cursos 1929, 1930, 1931, 1932, 1933 y 1934.

Magallón Portolés, Carmen (1998). Pioneras españolas en las ciencias. Las mujeres del Instituto Nacional de Física y Química. Madrid: CSIC.