BULLIDO GÓMEZ, Isabel

Lugar de nacimiento

Noves. Toledo. España

Fecha de nacimiento

06-01-1915

Fecha de fallecimiento

s.f.

Lugar de actividad

Zaragoza

Profesión

Profesor/a

 

Nació en Novés (Toledo) el 6 de enero de 1915, pero la familia se trasladó muy pronto a Zaragoza, donde su padre ejerció durante muchos años como gerente de la Azucarera del Gallego. Tras cursar estudios primarios en el Colegio de la Consolación de la plaza Santa Cruz, a los diez años, ingresó en el instituto de Zaragoza, donde cursó el Bachillerato, como alumna oficial.

En 1930, a los quince años, terminó el Bachillerato, pero tuvo que esperar un año hasta tener la edad reglamentaria para poder matricularse en la Universidad donde cursó Ciencias Químicas. En 1935 recibió el Premio «Casañal», en su primera convocatoria, por el trabajo de investigación sobre «El permanganato potásico y el sulfato de cerio como agentes de oxidación». Ese mismo año terminó la licenciatura en Química con Premio Extraordinario y empezó en Madrid una tesis doctoral, dirigida por don Miguel Catalán, que la Guerra Civil truncó.

De ella tenemos algunos testimonios personales, pues en 1996, con motivo de la celebración del 150 aniversario del Instituto de Zaragoza, entre los actos organizados hubo un encuentro de las primeras alumnas, las pioneras, organizado por la profesora Piluca Fernández Llamas y ella, que también había sido profesora del instituto Goya, hizo una pequeña semblanza de sus tiempos escolares:

 

«Al examen de ingreso llegábamos acompañados por toda la familia; el que menos, iba con sus padres. Íbamos vestidos con nuestras mejores galas, yo con el traje de primera comunión, aprovechado naturalmente, como se hacía entonces. El Instituto estaba en la calle de la Universidad; era simplemente «el Instituto». Tenía un gran portalón, a la primera planta se accedía por una amplia escalera de piedra, y al frente había una vidriera con una inscripción que decía Instituto General y Técnico. Se llegaba a unos grandes pasillos en forma de U, que daban a un gran patio cuadrado. Las aulas eran amplias, con gradas y delante unos bancos, donde algunos profesores, casi todos, nos sentaban a las chicas; otros, muy pocos, nos colocaban por orden de matrícula. Cada profesor tenía su propia aula, y éramos los alumnos los que salíamos al pasillo al terminar la clase y esperábamos a que el bedel, con unas palmadas, avisase que teníamos que entrar en el aula correspondiente de la siguiente clase.

Recuerdo con admiración como unos magníficos profesores a don Francisco Cebrián, de Matemáticas; y al señor López de Zuazo, de Ciencias Naturales, Fisiología e Higiene; al señor Prieto, de Física; el señor Mendizábal, de Francés; a don Francisco Cidón de Dibujo; de Deberes éticos y cívicos y rudimentos de Derecho a don Agustín Catalán, padre del luego famoso científico don Miguel Catalán; de Latín, a don Benjamín Temprano; de Agricultura, al señor Ruiz; de Religión, a don Juan Carceller; de Gramática y Literatura, a don Miguel Allué Salvador; de repaso de Gramática al señor Ferrer, el cual era un buenazo (o un blando) y le llamábamos “arroz con leche”. En primer curso las Matemáticas las dábamos con don Adoración Ruiz-Tapiador, a quien no dudó en calificar de “machista”; si salía un chico a la pizarra y no se sabía la lección, recibía un rapapolvo grande, pero si era una chica encima te tenías que oír “no sé para qué venís las chicas aquí, las chicas a hacer calceta, a hacer calceta”[1].

De 1935 a 1939 fue ayudante gratuita en el instituto Miguel Servet donde fue depurada y confirmada sin cargos y tras la reapertura de la Universidad fue ocho años Auxiliar de la Facultad de Ciencias. La renovación de este contrato se hacía cada cuatro años por una prueba selectiva. En su segunda renovación el profesor Bernal le advirtió: “Porque la aprecio, señorita Bullido, le aconsejo que se busque novio y se case, pues si hay un candidato varón, la plaza será para él. En esta Facultad ni una Madame Curie llegará a ser profesora.”

Isabel Bullido se quedó sin plaza en la Universidad, pero él tampoco fue profeta, ya que posteriormente fue profesora de Física y Química, en el instituto Goya, donde había estudiado el Bachillerato, y en otros institutos de Zaragoza, hasta su jubilación en 1980.

 

 

[1] Fernández, Baselga, Torres y Gaudó, “Pioneras en la educación secundaria en Aragón”, 295-296.

 

Autor de la biografía

GRANA GIL, Isabel

Bibliografía

 

Archivo General De La Administración (AGA) Expediente de depuración de Isabel Bullido Gómez, legajo, 18464.

Fernández, Piluca; Baselga, Cristina; Torres, Inocencia y Gaudó, Concha (2011). Pioneras en la educación secundaria en Aragón. En Guillermo Vicente y Guerrero (Coord.) Actas del I Congreso sobre Historia de la Enseñanza Media en Aragón (pp. 249-346). Zaragoza: Institución Fernando el Católico (CSIC).

Grana Gil, Isabel (2019). ¿Qué fue de ellas? Profesoras de instituto depuradas durante el franquismo. En Teresa González Pérez, Teresa (Coord.), La educación de las mujeres en Iberoamérica: análisis histórico (pp.531-582). Valencia: Tirant Humanidades.