BARNÉS GONZÁLEZ, Dorotea.

Lugar de nacimiento

Pamplona. España.

Fecha de nacimiento

21-12-1904

Fecha de fallecimiento

04-08-2003

Lugar de actividad

Madrid.
Carcasonne. Francia.

Profesión

Catedrático/a
Investigador/a

Dorotea fue una de las cuatro hijas (Adela, Petra y Ángela) que, además de los tres hijos (Francisco, Urbano y Juan), tuvo el matrimonio formado por Dorotea González y su esposo Francisco Barnés Salinas. Francisco Barnés fue catedrático de Historia y llegó a ser diputado en 1931 y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1933, con el gobierno de Manuel Azaña, y en 1936 en el de Santiago Casares Quiroga y José Giral. Francisco y su esposa consideraban que sus hijas tenían derecho a estudiar hasta donde quisieran. Las cuatro cursaron estudios universitarios, Dorotea y Adela se licenciaron en Químicas, Petra en Farmacia y Ángela en filología árabe. En palabras de Ángela, la pequeña de las cuatro, “Mi padre siempre decía, mis hijos que se casen y mis hijas que estudien”.

Aunque nació en Pamplona vivían en Madrid, pero a su padre lo trasladaron a Ávila y comenzó el Bachillerato en el mismo instituto abulense en que daba clases su padre. En 1918 la familia se trasladó de nuevo a Madrid, al serle ofrecido al padre un puesto de profesor de Historia en el Instituto-Escuela y continuó sus estudios en dicho centro.

Se matriculó en la Facultad de Químicas en la Universidad Complutense de Madrid, y siendo estudiante Dorotea completaba su formación asistiendo a los cursos organizados por miss Foster en la Residencia de Señoritas donde entabló amistad con su directora María de Maeztu. Desde 1928, antes incluso de acabar sus estudios, ya era socia de la Sociedad Española de Física y Química. En 1929, gracias al apoyo de Marie Louise Foster, obtuvo una beca del Smith College y una pensión de la Junta para la Ampliación de Estudios, viajando a Estados Unidos para iniciarse en las técnicas del análisis espectral. Gladys Anslow, doctora en Física por Yale y profesora del departamento de Química, fue la directora de su investigación. Dorotea se especializó en el uso de la Espectroscopía para el análisis químico, una técnica que en esa época exigía una sólida formación en el campo de la Óptica. Fruto de la colaboración de estas tres científicas, Foster, Anslow y Barnés, fue la publicación de Algunas características químicas y el espectro de absorción de la cistina, gracias a la cual obtuvo el Máster Degree of Science por Smith College en junio de 1930.

“Estoy encantada en esta ciudad universitaria femenina que con gusto trasplantaría a mi país. Esto es mucho más fácil que la dura competencia que nos vemos obligadas nosotras a mantener. Muchas veces me acuerdo, cuando decía usted en la última conferencia que le oí pronunciar en Miguel Ángel 8, que necesitábamos crearnos una cultura para nosotras; ni mejor ni peor, distinta, femenina. Me parece que esto se aproxima bastante a ese ideal, ¿no cree usted?” (Carta de Dorotea Barnés a María de Maeztu, desde Smith College).

En septiembre de ese mismo año, le fue concedida una beca para la Universidad de Yale, una de las universidades de más difícil acceso para las mujeres.

Como la beca sólo cubría los gastos de matrícula y laboratorio, para poder financiar las demás necesidades económicas solicitó y obtuvo una prórroga de la pensión concedida por la Junta para la Ampliación de Estudios. En Yale, la investigadora realizó un estudio comparativo de los ácidos nucleicos en ciertas bacterias patógenas, trabajando con el profesor Coghill en el Sterling Chemistry Laboratory. Durante sus dos años de permanencia en Estados Unidos visitó, además, las universidades de Harvard y Columbia.

En 1931 regresó a España y fue la única, entre 36 mujeres matriculadas, que terminó el curso de doctorado en Física y Química y presentó una tesis sobre la cistina. En su época destaca entre las escasas mujeres que llegaron a publicar artículos científicos

No tardó en conseguir un puesto de investigadora en el Instituto Nacional de Física y Química de Madrid, en la Sección de Espectroscopia y bajo la dirección de Miguel Catalán, junto a Rosa Bernís Madrazo, Josefina González Aguado, Pilar de Madariaga Rojo, Pilar Martínez Sancho, Carmen Mayoral Girauta y María Paz García del Valle.[]​ Fue Catalán quien la encomendó en 1932 viajar a Graz, Austria, para trabajar con Friedrich Kohlrausch. A los tres meses regresó a España y publicó el primer estudio en español sobre la "técnica Raman".

Su reconocimiento definitivo como la mayor especialista española en espectroscopia le llegó en el IX Congreso Internacional de Química Pura y Aplicada celebrado en Madrid en 1933.

Hasta 1934 trabajó como becaria con Miguel Catalán en la sección de Espectroscopía del Instituto Nacional de Física y Química, también conocido como el Instituto Rockefeller.

En 1933 consiguió la cátedra de Física y Química del Instituto Lope de Vega de Madrid. Ese mismo año contrajo matrimonio. El estallido de la guerra civil la obligó a exiliarse, con su hija y su marido, a Carcasonne (Francia). Allí trabajó en un Liceo. Cuando pudo volver a España en 1940, junto a su marido y su hija, ocultó tanto sus apellidos como sus grados y méritos académicos. A partir de ese momento, abandonó el trabajo científico. El 16 de septiembre de 1941, tras el proceso de depuración al que fueron sometidos todos os docentes, fue inhabilitada de forma perpetua para el ejercicio de la docencia. Dorotea se quedó en España, con su hija y su marido, sin volver a las aulas ni a los laboratorios. En algunas biografías, se afirma que Dorotea dijo en 1996: "a mí me sacó de la ciencia mi marido". Algunos críticos consideran que Dorotea Barnés es uno de los casos más flagrantes de genio frustrado por el poder marital sobre la mujer, poder al que estaba, por ley, obligada a obedecer, y por la circunstancia de un marco bélico, hasta el punto de que en la mayoría de sus biografías desconocen lugar y fecha de fallecimiento.

De lo que no cabe duda es del papel destacado de la investigación que llevó a cabo Dorotea Barnés, pionera española en la ciencia. En 2018 fue incluida en La Tabla Periódica de las Científicas, junto a científicas de todo el mundo, al haber sido declarado el 2019 Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos para conmemorar el 150º aniversario de la publicación de Mendeléyev.][ ]

Obras del autor/a

Barnés González, Dorotea, Foster, M. L. y Anslow, G. (1929). Los radicales inorgánicos libres. Boletín de la Universidad de Madrid (noviembre de 1929), 610-622.

(1930). A Study of Some of the Chemical Characteristics and the Absortion Spectrum of Cystine. The Journal of Biological Chemistry, 89(2), 665-673.

Barnés González, Dorotea (1930). Estudio de la cistina y de su espectro de absorción. En Anales de la Sociedad Española de Física y Química (ASEFQ), 28 (1930), 1386-1406.

con R. D. Coghill (1932). Estudio del ácido nucleínico del bacilo de la difteria. ASEFQ, 30, 208-221

Barnés González, Dorotea y Kohlrausch, K. W. F. (1932). Espectro de vibración de las parafinas. ASEFQ, 30, 733-742.

Autor de la biografía

GRANA GIL, Isabel.

Bibliografía

La Tabla Periódica de las Científicas | Actualidad | Naukas. naukas.com. Consultado el 9 de octubre de 2020.

Magallón, Carmen (2004). Pioneras españolas en las ciencias. Las mujeres del Instituto Nacional de Física y Química. Madrid: Consejo Superior de investigaciones científicas.

Magallón, Carmen (2007). La JAE y las pioneras españolas en las ciencias. En Miguel Ángel Puig Samper Mulero (coord.) Tiempos de investigación: JAE-CSIC, cien años de ciencia en España (pp. 221-228). Madrid: CSI