MAYMÓN GIMENEZ, Antonia Rufina

Antonia Maymón nació en Madrid en 1881. De familia aragonesa, desde muy joven vivió en Zaragoza en donde estudio Magisterio en la Normal femenina, finalizando los estudios de maestra de primera enseñanza Elemental en 1899, con la calificación de Sobresaliente.

Sus comienzos como maestra tuvieron lugar en la Escuela Moderna de Zaragoza (1907) que estaba sostenida por el Patronato de la Enseñanza Laica. Allí ejerció hasta 1909, cuando la escuela, al igual que todas las racionalistas, fue cerrada tras el fusilamiento de Ferrer Guardia.

Zaragoza se convertirá en el primer espacio en el que combinará los temas que serán constantes en su vida: la práctica docente, el naturismo, la actividad sindical y social, y la divulgación de estos principios a través de la colaboración en diferentes medios escritos.

En la primera década del siglo XX simultanea el ejercicio del magisterio con la publicación de artículos en revistas de carácter naturista y libertario, (Salud y Fuerza, Humanidad Nueva, Cultura y Acción) y con un compromiso sindical, que cobra un especial relieve después de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona cuando entra en contacto con Teresa Claramunt quien había sido desterrada a Aragón por su actuación durante estos hechos. Su relación marcó su vida, ya que la consideraba como una madre que la inició en el anarquismo, haciéndola consciente de la necesidad de una revolución social y personal, de la importancia de construir un proyecto de sociedad que haga posible la libertad individual dentro de una colectividad.  

Será miembro del Comité Nacional contra la guerra de Marruecos y participará activamente en los actos de protesta que conducirán a la huelga general que tuvo lugar en Zaragoza en 1911 y que la obligó a exiliarse a Francia, en donde residió con su compañero Lorenzo Laguna, que falleció allí.

Su actividad en el exilio será importante, participando en mítines y acciones de protesta organizadas por los círculos republicanos, socialistas y anarquistas. A su vuelta desarrollará una intensísima actividad propagandística, pronunciando conferencias en diferentes poblaciones en respuesta a la llamada de las asociaciones obreras que reclamaban su presencia.

Continúa escribiendo numerosos artículos sobre naturismo, pedagogía racionalista, mujeres y anarquismo, siendo una de las propagandistas más activas e interesantes de estos temas que son difundidos a través de publicaciones periódicas como Tierra y Libertad, Helios, La Revista Blanca, Generación Consciente, Estudios, Solidaridad Obrera, Acción Social Obrera.

Una producción literaria que no se limita al ámbito de la divulgación teórica, ya que abarca también la ficción. Escribe cuentos infantiles, -colabora en El Cuento Infantil  y Floreal, la revista infantil de la Escuela Natura que dirige Puig Elias- y novelas, entre las que se cuentan Madre, La perla y El hijo del Camino las tres formando parte de la colección La novela ideal de las Publicaciones de la Revista Blanca, dirigida por Federico Urales y Soledad Gustavo.

Al mismo tiempo discurre su compromiso con el naturismo libertario, que relaciona naturismo con lucha social de manera que cada persona se pueda desarrollar de manera completa. Tiene una presencia destacada en el Congreso Naturista de Bilbao (1925), y en el Congreso Naturista de Málaga  (1927), en el que ejerce la presidencia y que terminaría con una importante división entre los naturistas.

El naturismo condiciona su discurso sobre las mujeres. No se considera feminista, ya que defiende que hombres y mujeres deben colaborar en una misma lucha aunque considera que la maternidad es la función natural de la mujer, que la caracteriza, por lo que plantea una maternidad consciente. Es defensora de una eugenesia positiva, que implica una imprescindible educación en maternología, para tener y cuidar hijos e hijas que mejoren la especie. La educación de las mujeres será, por tanto, doble: común con los hombres y específica mediante la maternología.

Anarquismo y naturismo marcarán su trayectoria profesional, difícil de reconstruir porque su compromiso la obliga a realizar frecuentes traslados, a veces de manera clandestina.

La encontramos trabajando como maestra en las escuela racionalistas de Sabadell (1917); y Elda, en la que será su primera estancia en la población (1918). Entre 1923 y 1925 se desplaza en Zaragoza donde intentaban crear una escuela racionalista, y a partir de 1925 trabaja en la que será su experiencia más original y completa: la que desarrolla en la Escuela Horaciana de Sant Feliu de Guíxols, sostenida por la Federación Local de Sindicatos que había estado a cargo de José Casasola y en la que compartirá docencia con el maestro Miguel Campuzano.

Se trata de una escuela racionalista en la que se otorga una gran importancia a una educación física en la que el “sol, agua y aire” son imprescindibles. Realiza frecuentes excursiones escolares al campo y a la playa, combina el conocimiento del medio natural y social, el ejercicio físico y mental, y practica una metodología activa que educa al alumnado en la libertad y la responsabilidad, lo que le permite aunar dos de sus inquietudes: la pedagogía y el naturismo lo que convertía esta escuela en la práctica de su ideal pedagógico. Además, el alumnado mantendrá correspondencia con niños de escuelas de Barcelona y realizarán intercambios, y publicarán textos en la prensa obrera, lo que nos permite conocer en detalle el desarrollo de esta experiencia.

En 1928 se traslada a Terrassa, en donde colabora con la escuela racionalista creada por la Mutualidad Cultural y Cooperativista de Terrassa (1928-1929). Y en 1929 vuelve a Elda, a la escuela que dependía de la CNT, en donde trabaja con “Expédito” Durán y Fontaura (Vicente Galindo Cortés), tanto en la diurna como en la nocturna, para adultos.

Proclamada la IIª República, se traslada a la escuela racionalista de La Vila Joiosa, (1932)  sostenida por el Sindicato de Trabajadores de la CNT, en donde recupera totalmente sus presupuestos higienistas al estar ubicada al lado del mar y poder realizar paseos y baños con sus alumnas. De metodología activa, entre las técnicas utilizadas se encontraba la redacción y edición de un periódico en clase, la correspondencia escolar, los debates, y las excursiones, a las que también se unían en ocasiones algunos militantes de la localidad. Perseguida y boicoteada por los sectores católicos, tiene que abandonarla y se dirige a la población murciana de Beniaján (1932), en donde trabaja en la escuela racionalista creada por el Sindicato Obrero El Progreso.

 Su actividad pedagógica es continua ya que la escuela no se cerraba en todo el día: por las mañanas impartía las clases para el alumnado infantil, al aire libre, incluyendo temas relacionados con la naturaleza y realizando salidas, paseos y excursiones. Por la tarde se abría para aquellos que se preparaban para oposiciones, ingreso en escuelas especiales, estudios por libre, etc… y, por la noche, impartía sesiones en la escuela de adultos.

En la escuela de Beniaján podría llevar, por última vez a término su ideal de educación integral, que comprendía la educación física para gozar de una salud completa, para lo que resulta imprescindible el conocimiento del propio cuerpo y de las medidas de higiene, así como el contacto con el medio físico y natural; la educación intelectual, en la que opone razón  a rutina, siendo racionalista y socrática (preguntarse y buscar respuestas); y la educación moral para formar una conciencia propia, desterrando los premios y castigos al considerar a los “premios petulantes, y los castigos contra natura” por lo que debe sustituirse el temor al castigo y el deseo a la recompensa, por el convencimiento de que todos tenemos que ajustar nuestras acciones al bien individual y colectivo.

En esta población se establecería de forma definitiva y ejercerá, además de la docencia, una gran actividad de propaganda teórica y práctica del anarquismo Su compromiso se traduce en una militancia sindical dentro de la CNT, que implica su participación de manera activa en la organización así como en actos de difusión, entre los que se encuentran conferencias y mítines. Continua su colaboración con publicaciones naturistas y prensa obrera. Además, cuando en mayo de 1936 ve la luz el primer número de la revista Mujeres Libres, impulsada por las creadoras de Mujeres Libres, escribe un artículo sobre Pestalozzi.

Permanece en Beniaján durante el período bélico, formando parte del Consejo municipal, en representación de la CNT.

Finalizada la guerra, el 24 de abril de 1939 es detenida y conducida a la Prisión Provincial de Murcia, en donde pasa a disposición del Juez Militar. Después de un año detenida sin juicio ni sentencia, en marzo de 1940 se acuerda su “prisión efectiva y ratificación de la misma por la sentencia de la Causa nº 241 pronunciada por la Auditoria de Guerra de Murcia. Juzgado Militar nº 3.” Sometida a procedimiento sumarísimo Ordinario ante el Consejo de Guerra Especial de Murcia, el mecanismo represivo continúa su marcha y a finales de 1944 se pronuncia la sentencia definitiva de condena a doce años y un día de prisión menor con las accesorias de inhabilitación absoluta durante la condena, por adhesión a la rebelión. A partir de esta fecha se suceden diversos períodos de salida de la cárcel en libertad provisional, instalándose en Beniaján en donde imparte clases particulares, y arrestos gubernativos que la obligan a reingresar en prisión.  La libertad, sin condiciones, no sería efectiva hasta 1951.

Al salir de la cárcel sobrevivió con escasos recursos materiales, dando clases particulares, y, sobre todo, preparando para los exámenes de Bachillerato, contabilidad… a jóvenes, que les permitieron aprobar estudios de secundaria. También impartía clases nocturnas.

En sus últimos días tuvo que ser internada por enfermedad en el Hospital provincial en donde moriría el 20 de diciembre de 1959, siendo enterrada en el cementerio de Murcia, en donde, en la actualidad, sus restos reposan en una fosa común.

Su memoria no se ha perdido totalmente: la población de Beniaján le dedicó una calle en la que se encuentra ubicada la Escuela Popular Antonia Maymon. También un Movimiento de Renovación Pedagógica de Murcia lleva su nombre y su magisterio pervive en sus alumnos y, en especial, en sus alumnas, para quienes continúa siendo un ejemplo de consecuencia entre su vida y los ideales que defendía.