Respuestas de las plantas al viento en el Cabo de Creus
El pasado 9 de abril de 2006, dentro del Parc Natural Cap de Creus, junto a Roses, provincia de Gerona, el viento soplaba fuerte, pero esto no era una novedad; la vegetación de la zona es buena muestra de que este factor es fundamental en el modelado del territorio.
Plantas rastreras y pegadas al sustrato, almohadilladas como en la alta montaña, espinosas formando cojinetes, plantas con aspecto biselado (aerodinámico) y otras con partes muertas en la zona que recibe el viento, indican la fuerza y regularidad en dirección de los vientos en este cabo.
El Cap de Creus es la terminación de los relieves pirenaicos hacia el Este; presenta una geología compleja, con predominio de materiales metamórficos silicatados, especialmente esquistos, que en el extremo oriental están interrumpidos por intrusiones de rocas magmáticas que al enfriarse lentamente presentan cristales bien desarrollados de diversos minerales, sobre todo moscovita y turmalina; se trata pegmatitas.
Pero como más vale una imagen que mil palabras, aquí van algunas de muestra.
Terminación de los Pirineos, el Cap de Creus tiene una litología variada con esquistos grises y pegmatitas claras.
Las pegmatitas son rocas magmáticas que se enfriaron lentamente, por lo que presentan minerales con cristales de gran tamaño (turmalinas).
Astragalus massiliensis es una planta almohadillada, endémica del cabo, que sin embargo puede sufrir graves daños en las yemas expuestas al viento
Los daños en Astragalus massiliensis son a veces tan importantes que una parte significativa de la planta aparece totalmente muerta.
Juniperus macrocarpa crece aplicado al sustrato, pues las yemas son desecadas por el viento cuando están más separadas del suelo.
Un ejemplar de Erica arborea muestra daños muy considerables, con numerosas ramas muertas, debido al efecto abrasivo del viento.