Madre migrante
Esta fotografía, titulada Migrant Mother, fue captada por Dorothea Lange en 1936 en Nipomo, California, durante la Gran Depresión. Ponía rostro al Dust Bowl Refugee. La protagonista se llamaba Florence Owens Thompson; su semblante se convirtió en un icono universal de la representación del sufrimiento y la pobreza.
Y esta canción, cuyos versos encabezan nuestro análisis, fue compuesta por Woody Guthrie. Pertenece a su Dust Bowl Ballads de 1939 en Estados Unidos, durante la Gran Depresión. En ellas Guthrie hacía referencia a las experiencias vitales de los “gitanos de las cosechas” (parafraseando a Steinbeck), inmigrantes desposeídos de sus tierras, a causa de la crisis económica y los desastres naturales, que buscaban un futuro mejor en estados donde se requería mano de obra para la recogida de los frutales y otras cosechas.
Migrant Mother, de Dorothea Lange, era un reflejo del Dust Bowl Refugee. Lange declaró sobre la protagonista, Florence Owens Thompson:
La vi y, como si me atrajera un imán, me acerqué a la madre hambrienta y desesperada. No recuerdo cómo le expliqué mi presencia ni por qué llevaba una cámara, pero sí recuerdo que no me preguntó nada. Hice cinco tomas, fotografiando cada vez más cerca desde la misma posición. Me dijo que había sobrevivido comiendo verduras congeladas de los campos de alrededor y de pájaros que los niños cazaban. Acababa de vender los neumáticos de su coche para comprar comida. Se sentó en aquella especie de tienda de campaña con sus hijos apiñados alrededor; parecía que sabía que mis fotografías la ayudarían, así que ella misma me ayudó. Una especie de igualdad se apoderó de aquella situación (Popular Photography, 1960, cit. en The Library of Congress, 1998).
Antes de comentar esta fotografía, es necesario conocer su contexto. Durante los años veinte en Estados Unidos se vivía una época dorada, debido principalmente a los beneficios generados por la Primera Guerra Mundial. EE.UU. había apoyado a los aliados, vencedores de la guerra; las economías europeas destrozadas por la contienda necesitaban de la importación de productos americanos, así como de diversas ayudas económicas para subsistir. Esta situación generó un clima económico optimista que llevó a Estados Unidos a ocupar la primera posición en la economía mundial. Dentro del país el consumo se había disparado. Entretanto, en la bolsa de Nueva York, muchos empezaban a invertir con la idea de que se aseguraban un beneficio a corto-medio plazo. Así pues, las acciones empezaron a subir de precio debido a la especulación, se vendían después de que estas incrementaran su precio para obtener beneficio. Cada vez eran más y más los que las compraban y vendían por un precio mucho mayor a su valor verdadero. Finalmente, los precios de las acciones, que eran insostenibles, empezaron a caer de forma brusca, provocando pérdidas incalculables en los bolsillos de los inversores, lo que los llevó a la ruina. Esto se conoce como el Crack del 29; la bolsa de Nueva York había colapsado y, junto a la crisis de sobreproducción —se produjo mucho más de lo que finalmente se vendió—, se abrió paso la conocida Gran Depresión, una crisis económica que se expandió por todo el mundo. Dentro de Estados Unidos, en las ciudades, los empresarios, banqueros e inversores en bolsa se suicidaban porque lo habían perdido todo y no podían hacer frente a sus deudas, y en las zonas rurales, los agricultores y ganaderos fueron los más perjudicados.
Pare Lorentz (1936) explica en su documental The Plow That Broke the Plains cómo la Gran Depresión afectó a los agricultores. Para ello, repasa la situación de las tierras en el centro de Estados Unidos. El gobierno había arrebatado grandes extensiones de los estados centrales a los indios a finales del siglo XIX. En el apogeo de la Primera Guerra y Postguerra Mundial, estas tierras vírgenes se promocionaron para producir trigo destinado a los aliados en Europa. Miles de campesinos las adquirieron con la intención de cultivarlas y construir en ellas sus granjas, hipotecándose, con la esperanza de un futuro prometedor. Sin embargo, como señala el documental, eran “tierras de fuertes vientos y sol, una región sin ríos, donde llovía poco”. Como consecuencia, la sequía se apoderó de las cosechas provocando multitud de pérdidas de dinero y esfuerzo. Además de eso, había que sumar la sobreexplotación provocada por la demanda de trigo desde Europa, que dejó los campos agotados. No acabaron los problemas para los granjeros de las Grandes Llanuras, pues los desastres meteorológicos, producidos por las diversas tormentas de polvo (dust storms), acabaron por completo con las esperanzas de futuro de estos agricultores. El Dust Bowl (Cuenca de Polvo) fue una de las regiones más afectadas por estas tormentas en los años treinta. Esta área abarcaba Oklahoma, Texas, y partes de Kansas, Colorado y Nuevo México. Todas ellas juntas en el mapa forman un “tazón” con una expansión de más de 150.000 mil kilómetros. La consecuencia fue el éxodo masivo de granjeros, expropiados por los bancos al no poder hacer frente las hipotecas de sus tierras, que habían incrementado su precio con la crisis. Así pues, “en 1940, más de 2,5 millones de personas habían huido de las regiones afectadas por el Dust Bowl. Casi el 10 % se trasladó a California” (FORNER & GARRATY, 1991).
En 1933 Franklin D. Roosevelt asume el cargo de presidente en Estados Unidos. Ante un panorama desolador provocado por la crisis, creó el New Deal, “un vasto paquete de leyes y medidas que fomentaron la intervención y la protección estatal inspirado en las ideas del economista John Maynard Keynes” (ESCRIVÁ, 2016: 9). Este programa de recuperación económica pretendía reactivar la economía obligando a los bancos a conceder préstamos y promocionando el empleo público, con el fin de incentivar el consumo y sanear los mercados. Como parte del New Deal se creó la Resettlement Administration (RA), que entre 1935 y 1936 reubicó a miles de familias en situación de pobreza. En 1937 la RA es sucedida por la Farm Security Administration (FSA), que hizo especial hincapié en la rehabilitación de zonas rurales, transformándose en un programa de ayuda para los agricultores.
Desde 1935 el gobierno llevó a cabo un programa de documentación fotográfica de manos de la FSA. Organizado por el economista Roy Emerson Stryker, este programa llevó a cabo un retrato de la situación del país durante la Gran Depresión. Entre los fotógrafos que formaban parte de este programa de la Farm Security Administration se encontraban: Walker Evans, Arthur Rothstein, Jack Delano, Russell Lee, Ben Shahn, John Vachon, Carl Mydans o Marion Post Wolcott y la propia Dorothea Lange. Todos ellos acabarían por dotar de identidad a la cantidad de personas que se habían visto inmersas en las migraciones provocadas por la crisis. Estos fotógrafos recogieron alrededor de unas 170.000 imágenes, captando los efectos del plan de mejora del New Deal. El gran proyecto fotográfico de Stryker acabaría por convertirse en un instrumento propagandístico al servicio de la nación. Este proporcionaba información sobre los avances del programa, contestaba a los ataques de los grupos conservadores, y suministraba imágenes a la prensa para dar a conocer la situación dentro y fuera de las fronteras estadounidenses (ESCRIVÁ, 2016).
Dorothea Lange, autora de la fotografía a comentar, trabajó para la Farm Security Administration varios años. “Fue una de las iniciadoras del documentalismo social moderno”, ya que con sus fotografías pretendía mostrar “la situación en la que vivían los sujetos de la acción del mundo rural de una forma directa, en imágenes concisas, contundentes y sobrias” según Arroyo Vázquez (2011). Sus fotografías siempre destacaron por su humanidad y sencillez. Son imágenes recogidas por y para despertar la conciencia social. Dorothea siempre ha sido el ejemplo de superación de la censura, de los estereotipos de la época y, sobre todo, de su valentía por atreverse a realizar ciertos trabajos que pocos querían, en un momento donde el objetivo de la sociedad se enfocaba en consumar el sueño americano.
La fotografía que nos presenta Dorothea Lange pertenece al género documental. Forma parte de una serie que retrata, según Dorothea Lange, a “una madre hambrienta y desesperada”, en el tránsito de las grandes migraciones de agricultores producidas en EE.UU. tras la crisis de 1929. La protagonista de esta fotografía, según hemos apuntado, es Florence Owens Thomson, si bien su identidad se desveló en los años setenta. Lange moriría ignorando el nombre de la “madre migrante”.
Entrando en el análisis formal de la imagen, esta fotografía fue tomada con una cámara Graflex que usaba una película de 4×5 pulgadas (unos 10×13 centímetros). La escena nos muestra a una madre acompañada de sus tres hijos: el más pequeño parece descansar en su regazo, mientras los otros dos, uno en cada hombro, se apoyan de forma que no se les ve la cara. Sus vestimentas delatan su pobreza.
A nivel morfológico, estamos ante una fotografía en blanco y negro, lo que confiere un toque dramático a la escena. El blanco y negro nos presenta, sobre todo, los sentimientos de la madre y sus hijos, y deja en segundo plano el hecho de que esta esté emigrando en busca de un futuro mejor. La escena nos transmite la preocupación y desasosiego de la madre, así como la incertidumbre al no saber qué ocurrirá con su futuro. El blanco y negro también refuerza los sentimientos de los hijos mayores, como el cansancio, la tristeza y el amor a su madre. Con respecto a los planos, la fotógrafa presenta a la madre en un plano medio y neutro para ubicar al personaje de la madre en una posición social de igualdad con el espectador. La fotógrafa quiere dar a entender que esta situación le podría haber ocurrido a cualquiera, pues la crisis también había azotado a todos los niveles de la sociedad, aunque en mayor medida a los estratos más bajos. Por otro lado, el poco aire que queda en la fotografía evita que el espectador desvíe la mirada a cualquier otro lugar que no sea la madre o sus hijos. Finalmente cabe hablar de la iluminación. Esta es natural, pues la fotografía está tomada a la luz del día en un campamento que daba cobijo a los emigrantes del Dust Bowl. La luz llega de frente resaltando el rostro y la expresión de la madre. De nuevo se refuerza la desesperación y tristeza de la protagonista. Los reflejos en su cara y su mano derecha se contraponen al resto de las sombras, otorgándole un dramatismo que atrapa al espectador y consigue remover su conciencia.
Respecto al punctum de esta imagen, destaca la expresión ceñuda de la madre, reforzada por su mano derecha, con la que se toca la cara. Este gesto de preocupación es lo primero que el espectador percibe en la fotografía, por lo que se cuestiona el porqué de la situación. También llama la atención, aunque en menor medida, la posición que tienen los dos hijos mayores, apoyados en los hombros de su madre y escondiendo su cabeza bajo sus manos, de tal forma que parecen estar llorando.
En una breve mención del nivel compositivo cabe destacar la puesta en escena recién comentada. Sin embargo, Dorothea no era partidaria de preparar, tocar o manipular sus fotografías, por lo que no podemos saber hasta qué punto la imagen fue preparada. Lo que sí podemos atestiguar es la atemporalidad de la imagen. La expresión de la madre relega el contexto histórico a un segundo plano en la medida en que participa de un tema universal. El espectador de entonces y el de ahora pueden igualmente empatizar con su protagonista al observar esta fotografía: tristeza e impotencia al ver a una madre con sus hijos en una situación tan precaria. De hecho, la imagen fue reutilizada por el bando republicano como representación de la pobreza española durante la Guerra Civil.
Esta fotografía tiene, como cualquier texto u obra, referencias intertextuales. La imagen conserva un cierto parecido a las Madonnas o vírgenes con niño, procedentes del arte cristiano, una temática propia del Renacimiento en la Edad Media. En las Maddonas destacaban la presencia de la madre y el hijo. El objetivo de este tipo de pinturas era marcar el perfecto equilibrio, donde el punctum solía encontrarse en la mujer rodeada o entrelazada por los infantes que tenía a su alrededor.
Dorothea Lange intenta transmitir con Migrant Mother la preocupación de la madre. Pero más que eso, la madre es un icono del pueblo estadounidense que emigraba dentro del propio país en unas condiciones bastante lamentables. Lange representó así la precariedad de la situación en la que se encontraban millones de personas en Estados Unidos, cuya estética de la FSA poco después John Ford adaptaría en su versión fílmica de la novela de Steinbeck Las uvas de la ira (The Grapes of Wrath, 1940) (ROMERO ESCRIVÁ, 2011).
En la actualidad siguen existiendo diversas crisis, económicas, políticas o bélicas, que obligan a parte de la población de un país o de una región a buscarse la vida lejos de su hogar. Una de las crisis más recientes es la llamada “crisis de los refugiados”, que huyen de la guerra en Oriente Medio y quedan atrapados ante las fronteras de la Unión Europea. Estas crisis siguen motivando reportajes fotográficos con las mismas intenciones de denuncia que Dorothea Lange intentó plasmar en el suyo. Así pues, y concluyendo, vemos cÓmo este tipo de fotografías se convierten en representantes de un problema mayor. Con ellas se persigue la creación de una opinión pública que presione a los gobiernos para buscar una solución que resuelva la crisis.
- Referencias bibliográficas
ARROYO VÁZQUEZ, María Luz (2011). El documentalismo social moderno de Dorothea Lange: una reflexión sobre los “sujetos de la acción” en el mundo rural estadounidense. Escritoras y Escrituras [en línea], 1(11), 1-10. Recuperado de <http://www.escritorasyescrituras.com/documentalismo-social-moderno-dorothea-lange-una-reflexion-los-sujetos-la-accion-mundo-rural-estadounidense/> [consultado: 30 octubre 2016].
BARRUETA, Elena (2010). Farm Security Administration (FSA). En Ivasfot [en línea]. Recuperado de <http://www.ivasfot.com/2010/03/farm-security-administration-fsa/> [consulta: 15 octubre 2016].
DOMÍNGUEZ LAVÍN, Alfonso (2014). Dorothea Lange, la fotógrafa del pueblo. En Xatakafoto [en línea]. Recuperado de <http://www.xatakafoto.com/fotografos/dorothea-lange-la-fotografa-del-pueblo> [consulta: 10 octubre 2016].
History.com Staff (2009). Dust Bowl. En History.com [en línea]. Recuperado de <http://www.history.com/topics/dust-bowl> [consulta: 5 noviembre 2016]
FONER, Eric, & GARRATY, John A. (eds.) (1991). The Reader’s companion to American history. Boston: Houghton-Mifflin.
ESCRIVÁ, Joan Ramón (2016). Caso de estudio. Fotografía documental en Estados Unidos. Años treinta. Valencia: Generalitat Valenciana.
LORENTZ, P. (dir.) (1936). The Plow That Broke the Plains [film]. Washington: U.S. Resettlement Administration.
MARZAL FELLICI, Javier (2007). Cómo se lee una fotografía: interpretaciones de la mirada. Madrid: Cátedra, 261-273.
NELSON, Cary (n.d.). The Great Depression: About the Dust Bowl. En Modern American Poetry [en línea]. Recuperado de <http://www.english.illinois.edu/maps/depression/dustbowl.htm> [consulta: 16 octubre 2016].
ROMERO ESCRIVÁ, Rebeca (2011). Migraciones: Las uvas de la ira y los objetivos de la Farm Security Administration. L’Atalante. Revista de estudios cinematográficos, 12, 30-41.
STEINBECK, John (1936). Los vagabundos de la cosecha. Barcelona: Libros del Asteroide.
THE LIBRARY OF CONGRESS (ed.) (1998). Dorothea Lange’s “Migrant Mother” Photographs in the Farm Security Administration Collection: An Overview [en línea]. Recuperado de <http://www.loc.gov/rr/print/list/128_migm.html> [consultado: 16 octubre 2016].