Vídeo personal de Consuelo

Perfil personal:

Mis comienzos en lo social se complicaron desde el inicio, teniendo que empezar mi formación en 2º Curso de Trabajo Social ya que no me daba la nota de corte para entrar por vías normalizadas. Aunque mi gran empeño en poder aportar mi granito de arena en esta área hizo que volviera a intentar entrar al curso siguiente habiendo cursado y superado ese segundo curso.

Esto me abrió una gran oportunidad y fue la de conocer futuros grandes profesionales y en ese momento grandes compañeros.

Mi andadura profesional comenzó en el año 2010 al finalizar mi diplomatura en un centro residencial de personas mayores y salud mental, mientras trabajaba en un campo que no era el que yo inicialmente tenía pensado, fue cuando comencé a darme cuenta que me tenía totalmente enganchada. Seguí formándome, entre otras cosas realicé el Máster de Gestión de Calidad de Servicios de Salud, con el objetivo de analizar y poder realizar acciones de mejora a las necesidades de los mayores con los que trabajaba.

Un año después de mis inicios, me dieron la oportunidad de tener más responsabilidad como subdirectora del centro residencial, viendo la cima de mi Everest más alta y complicada, pero era un reto que no podía dejar escapar.

Desde este puesto tuve la opción de dar visión a otros ámbitos sociales como realizar convenios de colaboración con prácticas formativas para personas que actualmente estaban en reinserción tras estar en prisión o jóvenes que tenían que realizar horas a la comunidad, además realizamos prácticas laborales con asociaciones con discapacidad, entre otras muchas cosas.

Tras seguir formándome, y querer seguir aportando lo máximo a toda persona que me rodeara, decidieron darme el puesto de directora y eso ampliar mi campo no solo hacia mayores y el ámbito social, sino hacia mis 140 trabajadores, queriendo hacer de nuestro centro el mejor sitio para trabajar.

No todo fue de color de rosa, encontré muchas piedras en mi camino, situaciones como el terremoto de Lorca, dificultades con trabajadores, familias y residentes, pero algo que marcó un antes y un después en mi vida tanto profesional como personal fue la gran pandemia vivida con el COVID-19.

El COVID-19 me hizo sentir miedo, inseguridad, rabia y mucho dolor por las vidas que se llevaba, pero también me sirvió para darme cuenta que soy más fuerte de lo que pensaba, que ante las adversidades hay que renovarse y jamás hay que abandonar el barco que más te necesita y con esto sentí que llegaba al Everest dejándome hasta el aliento cuando conseguimos entender esta maldita pandemia.

No soy la que comenzó en 2010, pero me gusta mucho más mi nueva versión, soy paciente, constante y me dejó el alma y la salud en todo proyecto en el que me embarco.

Además, tengo otra profesión que para mi es la más bonita del mundo y la que me hace ser quien soy hoy día, y es ser mamá de 3 niñas preciosas.

Sinopsis:

¿Sabemos dónde queremos llegar? ¿Qué huella queremos dejar en nuestro camino?

Desde un punto de humildad y con los pies siempre en la tierra, debemos aportar nuestro todo a la sociedad que nos rodea.

Nunca debemos perder de vista cuáles son nuestros valores y te enfrentes a lo que te enfrentes luchar hasta que los consigas, nadie dijo que fuera fácil, pero aunque nos encontremos mil piedras por el camino, llegarás a conseguir tus objetivos sin perder de vista los valores que te sustentan.

¿Nos hará cambiar los obstáculos? Por supuesto, pero siempre a mejor.

Cree en ti siempre y lo conseguirás.