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Perfil humano: Paco Sánchez y Antonio Merino
La Sección de Sistemas de la Universidad de Murcia es como el corazón de este organismo que es toda la gestión informática de la UMU o ÁTICA. Desde ella se gestionan las máquinas en sí (lo que llamamos el hardware), las bases de datos, los almacenes de información y todas aquellas capas que se colocan sobre ellos para que funcionen las aplicaciones, y que llamamos middleware. Un entramado complejo que solo puede funcionar a través de una gran coordinación con los demás órganos: Redes, Telemática y Soporte y, sobre toda esta infraestructura TIC, las aplicaciones de Desarrollo.
La Sección de Sistemas, está así en permanente estado de alerta para que todo funcione 24 horas al día, 7 días a la semana. No son inusuales las actuaciones a deshoras, en días festivos o en vacaciones y no solo por problemas, frecuentemente se aprovechan los periodos de no actividad para actuaciones de mantenimiento, de forma que todo funcione cuando más se necesite.
Una pieza fundamental en este engranaje es la gestión documental. La base de este sistema es un gestor que se denomina Alfresco, y no es que esté precisamente “al fresco” pues gestiona más de 40 millones de documentos de la Universidad de Murcia. Para que este “monstruo” funcione de forma adecuada se necesitan buenos profesionales, profesionales que deben estar y han estado en momentos de crisis, cuando surgen los problemas y los nervios están a flor de piel como sucedió, sin ir más lejos, esta pasada Semana Santa.
Entre estos profesionales destacamos hoy a dos:
Francisco José Sánchez Muntó, analista senior en TICARUM, es el actual responsable en esta empresa medio propio de la UM en el soporte a la sección de Sistemas. Además, es un gran experto en seguridad y un gran divulgador. Ello avalado por una trayectoria de casi 15 años de experiencia en la configuración y administración de servicios middle.
Antonio Merino Jiménez es actualmente técnico y administrador de sistemas middle y bases de datos en ATICA. Su trayectoria pasa por casi 20 años de dedicación en TICARUM y otras relaciones varias en torno a ATICA en soporte y, sobre todo, como experto en tecnología Linux y gran artífice del proyecto Sócrates.
Paco Sánchez
Paco Sánchez es un gran profesional, gran técnico y gran coordinador. Es todoterreno, toca muchos palos y los toca bien. Y siempre está ahí. Lo he tenido que llamar a todo de tipo de horas del día y de la noche, laborables y festivos y siempre da gusto hablar con él. De gran talante, conciliador, amable y buena gente es una persona vital en el soporte de Sistemas que da TICARUM y un gran compañero y amigo.
Fco José Perez Guzman
Siempre a punto, para resolver cualquier asunto, ese es “mi Paco Munto”. Bromas aparte, felicitarte por tu buen trabajo y tu saber estar. En todo este tiempo que llevamos trabajando juntos en SISTEMAS-WEB, sacando adelante alfresco, sakai, araneo, digitum, …, todo ese mundo del “software libre”, no te he visto un mal gesto, y eso que hemos vivido situaciones complicadas. Tienes talante pacificador, actitud positiva y respeto a los compañeros. Eres cumplidor, proactivo, comprometido e implicado. Nunca te falta una sonrisa, da igual lo delicado del tema a tratar, es una suerte ser tu compañera. Enhorabuena y continua así. Un abrazo.
Josefa Pérez Melgarejo
Antonio Merino
Antoñico Merino es la monda. Un tío simpático como pocos, nervioso, despistado, no tiene pelos en la lengua y al final es de agradecer. De gran corazón y gran voz, se sabe a distancia por donde va pasando y va dejando su estela. Pero es un máquina además, linuxero de pro y con habilidades para profundizar en los sistemas como pocos mortales pueden hacer. Todavía interino, lucha denodadamente por hacerse hueco en esta familia ATICA que siempre será la suya.
Fco José Perez Guzman
Profesionalmente, el nombre de Antonio Merino siempre estará ligado al exitoso proyecto Sócrates de las aulas docentes y, por supuesto, a la defensa a ultranza del software libre. Siempre con excelente disposición ante los nuevos retos que se le plantean y con un ánimo infatigable ante los problemas e inconvenientes que se le presentan en el camino. Su reciente andadura en la sección de sistemas corrobora su constante buen hacer y su pasión por las nuevas andaduras profesionales.
Sin embargo, lo más importante es su talante amigable, su motivación constante y su colaboración y apoyo a los usuarios y al resto de miembros del equipo, cualidades complicadas de conseguir y mantener en un entorno de resolución de problemas diarios como el nuestro. Querido Antonio, perdona por los continuos “marrones” a los que te hemos sometido en tu andadura por el grupo de gestión de aulas de la Universidad y gracias por el apoyo, confianza y comprensión durante todo este tiempo. Solamente un reproche, por favor, abandona los pseudo deportes.
Jesús Valverde Ortega
Dos facetas de Antonio Merino son fundamentales para conocerlo bien: la laboral y la humana, yo he tenido la suerte de poder conocerlas, ambas, desde el propio grupo de trabajo y despacho en la ardua tarea que nos unía la vigilancia diaria y los proyectos de bases de datos, como ahora, fuera del mismo, donde he conocido a la verdadera persona que es Antonio.
Desde la cercanía del trabajo y la física del despacho, Antonio es un trabajador nato, siempre dispuesto a aprender y a colaborar para solucionar problemas, eso lo he vivido en primera persona, siempre preparado para escuchar todo lo que le contaba como incipiente administrador de bases de datos; obtuve yo, a cambio, a un experto en sistemas que me ayudó en mis enormes y abundantes lagunas de esta parte de mi trabajo, una simbiosis fantástica, de la cual me siento mucho más que orgullosa.
En la parte humana, ¡qué decir de Antonio que no sepa toda aquella persona que lo conoce!, divertido, nervioso, bromista, siempre intentando sacar una risa cada día en el despacho, algo de agradecer en extremo cuando trabajas en la sección de sistemas, cuyas guardias y días de problemas generan mucha tensión.
Nadie es perfecto, es cierto, a Antonio se lo comen sus propios nervios y eso le juega malas pasadas, en otras ocasiones, se dispersa en ese mundo de los administradores sistemas que tanto les gusta a algunos, es normal, es un mundo infinito, pero siempre está ahí, al pie del cañón, preparado para trabajar, sea la hora que sea o el día que sea, y sus últimas actuaciones lo demuestran, yo he compartido con él muchas de estas, así que, ¡enhorabuena compañero! contigo siempre llegamos a buen puerto.
Sin embargo, es ahora, cuando ya no comparto despacho con él, cuando más maravillada me tiene su calidad humana, no encuentro las palabras exactas para definirle: divertido, socarrón, una persona sin filtros, que te expresa lo que siente en cada momento, a veces, con barbaries tan enormes, que hacen de la mañana un rato maravillosamente divertido por el que merece la pena madrugar y cosa que, a veces, le ha traído alguna que otra situación incómoda, pero, sobre todo, tremendamente sensible y sabio en cuanto a la prioridad de las cosas de la vida.
El primero que empezó a llamarme por mi nombre completo desde que llegó. Solamente puedo dar gracias por tener su apoyo en lo personal, la visita del café a media mañana, compartir sus anécdotas, en definitiva, pasar de ser compañera a ser amiga, eso, eso lo llevo en el alma, espero tenerte cerca por muchos años. No cambies Merino.
Mercedes Oncina
