Abriendo nuevos caminos: Social Learning Analytics

Hoy más que nunca, el aprendizaje es social, se produce en comunidad y la actividad de aprender es concebida como una conversación que tiene lugar entre alumnos y otros miembros de la comunidad educativa y la sociedad. Pero esta no es una idea actual. Gavriel Salomon, en el año 2000 consideraba el aprendizaje inteligente como un proceso de construcción del conocimiento guiado por el trabajo en equipo. Sin embargo, el autor dudaba sobre si las actividades basadas en la Web permiten una auténtica construcción del conocimiento. Pero él mismo, en una idea anterior formulada en el mismo artículo, de forma independiente al concepto de aprendizaje inteligente, nos daba la solución: lo que la tecnología haga o deje de hacer en Educación depende mucho menos de lo que puede hacer y mucho más de lo que la educación permite que haga.
Esta actividad eficaz y productiva del alumno en la red que a principios del 2000 era objeto de duda, es una realidad incuestionable en el 2013. Los nuevos usuarios de la red se descubren como creadores activos de la información, comprometidos con un cambio de paradigma que les permita controlar y manipular la información de forma colaborativa y en comunidad, formando parte de redes sociales y participando de la construcción y dinamización de auténticas comunidades virtuales de aprendizaje. De este modo, los medios sociales y esta nueva concepción del aprendizaje, más social, dinámico y contextualizado, está contribuyendo a acercar la comunidad a la escuela y propiciar está conversación que vienen reclamando alumnos, docentes, y comunidad educativa.

Partiendo de estos principios, han surgido diversas líneas de investigación que, por un lado estudian las condiciones didáctico-curriculares y tecnológicas que permitan la definición de estrategias didácticas acordes con metodologías colaborativas y activas, replantean la formación del profesorado en aspectos metodológicos en situaciones didácticas enriquecidas con TIC, y desarrollan proyectos de innovación educativa en la que los alumnos adoptan un papel activo y las tecnologías se conciben como recursos para apoyarlo. Otras líneas de investigación, por el contrario, se centran en analizar el aprendizaje, haciendo especial hincapié en la dimensión social y colaborativa de éste. Algunas investigaciones recientes, ponen de manifiesto el valor que la configuración de redes de colaboración tiene en el aprendizaje, como el ECAR Study of Undergraduate Students and Information Technology 2013, que refleja en sus resultados, entre otros aspectos, que la tecnología ayuda a que los alumnos se sientan más cerca de la Institución (64%), del profesor (60%) y de otros estudiantes (54%). En un estudio de menos envergadura realizado en la Universidad de Murcia, el 81% de alumnos de grado consideraron que los agentes que más han influido en su aprendizaje han sido sus propios compañeros. La dimensión social del aprendizaje también está siendo estudiada profundamente por la Open University de UK en su proyecto SocialLearn, orientado a la definición de los modelos de aprendizaje social favorecidos por la posibilidad de compartir contenidos en abierto y construir nuevo conocimiento, configurar redes de colaboración en contextos de enseñanza y desarrollar técnicas para la participación activa del alumnado. Todo esto nos hace posicionarnos, aún más si cabe, en la necesidad de analizar el aprendizaje social desde sus diferentes vertientes.

En este sentido, en el reciente Informe Horizon 2013 se identifica el Learning analytics como una tendencia educativa futura. Se considera que el Análisis de Aprendizaje es la medición, recopilación, análisis de presentación de datos de los alumnos y contextos de los que aprenden con la finalidad de entender y optimizar el aprendizaje y el entorno en el que tiene lugar. Aunque su implementación puede favorecer la adaptación de software a las necesidades de aprendizaje, la realidad es que se le puede sacar mayor partido analizando la dimensión social del aprendizaje _lo que se ha llamado Social Learning Analytics_ para la personalización de entornos de aprendizaje y la definición situaciones de aprendizaje enriquecidas por tecnologías que sean más eficaces desde el punto de vista de la interacción y la colaboración.

En 2011, Siemens y Long ya nos hablaron de Analíticas en el aprendizaje y la Educación, y en su análisis prestaron una especial atención a la dimensión social al identificar un ciclo de análisis del aprendizaje social marcado por varios niveles: curso-nivel, minería de datos, curriculum inteligente, contenidos adaptativo y aprendizaje adaptativo. De todos ellos, el primero de los niveles (course-level) contempla el análisis de las redes sociales que se producen en el aula, y el último (adaptative learning) las interacciones sociales, la actividad de aprendizaje y los apoyos que recibe el alumno.

En estudios más recientes, Buckingham y Ferguson (2012) han dado un paso cualitativo al definir las dimensiones de análisis del Social Learning Analytics. Consideran que en el Análisis del aprendizaje social se hace uso de los datos generados por la actividad en línea de los alumnos comprometidos socialmente para identificar conexiones y comportamientos en el que proceso de aprendizaje que estén asociados con un aprendizaje efectivo. Los autores identifican dos tipos de análisis inherentemente sociales, y tres tipos de análisis socializados. Los tipos de análisis inherentemente sociales son el análisis de redes sociales (Social Networks Analytics) y el análisis discursivo (Discourse Analytics), es decir, el análisis del lenguaje utilizado en los procesos de negociación y construcción. En cuanto a los tipos de análisis propiamente socializados, identifican el Análisis de contenido (Content analytic), el Análisis de la disposición del alumno a aprender (Disposition analytics) y el Análisis del contexto (Context analytics), en el que entrarían en juego los nuevos escenarios de aprendizajes favorecidos por el mobile learning.

El reto que se nos presenta ahora, con esta nueva tendencia en investigación educativa, es definir y aplicar modelos e instrumentos de análisis del aprendizaje social para llevar acabo investigaciones que completen información sobre las necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos, y nos permitan al tiempo personalizar sus entornos de aprendizaje. El Informe Horizon 2013 enumera algunas de las experiencias de Learning Analytic en la práctica, entre las que destacamos Jpoll de la Universidad de Griffith, una aplicación para móvil que permite preguntar a los alumnos sobre su proceso de aprendizaje, el proyecto Predictive Analytics Reporting Framework (PAR) desarrollado por la American Public University System (APUS), y por último, el Proyecto Multimodal Learning Analytics que está llevando a cabo el Transformative Learning Technologies Lab de la Universidad de Stanford. Pero este es sólo el punto de partida; queda un importante camino por recorrer desde la investigación para conocer la autentica repercursión del Learning Analytics.

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