Courel-Ibáñez J, Buendía-Romero, Á, Pallarés JG, García-Conesa, S, Martínez-Cava A, Izquierdo, M. Impact of Tailored Multicomponent Exercise for Prevent Weakness and Falls on Nursing Home Residents’ Functional Capacity. Journal of the American Medical Directors Association (JAMDA). 2021. doi: 10.1016/j.jamda.2021.05.03

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Cada vez existen más evidencias que demuestran que el ejercicio es un tratamiento altamente eficaz y seguro tanto para prevenir, como afrontar e incluso revertir enfermedades en personas mayores [1,2]. En los últimos años existe un creciente interés en explorar qué tipo de ejercicio físico y qué dosis resultan más eficaces, especialmente en colectivos frágiles como las personas que viven en residencias de mayores (institucionalizados) [3,4].

Con el fin de dar respuesta a esta pregunta, surge el programa de ejercicio VIVIFRAIL, especialmente diseñado para personas mayores de 75 años, y que permite individualizar el entrenamiento en función del estado de forma inicial de la persona [5]. En estudios anteriores, ya demostramos la eficacia del programa Vivifrail supervisado por Educadores Físico Deportivos, con resultados sorprendentes tras solo 4 semanas de aplicación [6]. Sin embargo, aún queda por saber si los resultados serían incluso mejores si aplicamos el programa durante más tiempo.

En concreto, teniendo en cuenta que las personas mayores pueden interrumpir su práctica de ejercicio a lo largo del año debido a caídas, enfermedades o molestias, existe un especial interés en estudiar el efecto de desacondicionamiento o desentrenamiento, es decir, la pérdida progresiva de las adaptaciones producidas por el ejercicio tras un periodo de inactividad [7].

En este ensayo clínico determinamos los beneficios de dos dosis de ejercicio Vivifrail: 24 semanas de entrenamiento + 6 semanas de desentrenamiento, y 4 semanas de entrenamiento 14 semanas de desentrenamiento. Participaron 24 personas institucionalizadas de 75 a 101 años de edad diagnosticadas con sarcopenia. Se evaluó la capacidad funcional y la fuerza al inicio del estudio y después de los períodos largos y cortos de entrenamiento y desentrenamiento.

Los principales resultados mostraron que:

  • Los beneficios en la capacidad funcional y en la fuerza después de intervenciones de ejercicio cortas y largas persistieron en comparación con el valor inicial (es decir, los participantes terminaron el estudio en mejores condiciones que cuando lo empezaron, incluso después de un periodo de inactividad).
  • El entrenamiento Vivifrail fue altamente efectivo a corto plazo (4 semanas) para aumentar el rendimiento funcional y de fuerza (tamaño del efecto = 0.32-1.44, P <.044).
  • Seguir entrenando durante 24 semanas produjo mejoras adicionales del 10% al 20% (p <0,036).
  • El 36% de los participantes revirtieron su estado de fragilidad inicial, y el 59% logró una alta autonomía en comparación con los valores anteriores al programa de entrenamiento.
  • El desentrenamiento provocó pérdidas de fuerza y ​​capacidad funcional del 10% al 25% incluso después de 24 semanas de entrenamiento (tamaño de los efectos = 0,24-0,92, p <0,039). Este último resultado es extremadamente importante ya que, a determinada edad, independientemente del estado de forma que se tenga, van a ocurrir pérdidas en el estado de forma y salud que únicamente pueden prevenirse con ejercicio físico.

Figura 1. Cambios producidos en la capacidad funcional (Short Physical Battery Test, SPPB) y en el tiempo en levantarse y sentarse de la silla (sit-to-stand test) en las dos dosis de ejercicio: 24 semanas de entrenamiento + 6 semanas de desentrenamiento (línea azul), y 4 semanas de entrenamiento 14 semanas de desentrenamiento (línea dorada).

Estos resultados refuerzan la necesidad de incorporar programas de entrenamiento físico supervisados en centros de cuidado y residencias de mayores. Además, este estudio ofrece por primera vez resultados con una alta trascendencia sobre los efectos protectores del programa Vivifrail tras un periodo de inactividad. En este sentido, estrategias intermitentes como 4 semanas de ejercicio supervisado 3 veces al año con no más de 14 semanas de inactividad entre períodos de ejercicio parecen ser una solución eficiente al desafío global de mantener la capacidad funcional (e incluso pueden revertir la fragilidad) en adultos mayores institucionalizados vulnerables.

  1. Izquierdo, J.E. Morley and A. Lucia, Exercise in people over 85, BMJ, 368, 2020, m402.
  2. L. Valenzuela, A. Castillo-García, J.S. Morales, et al., Physical exercise in the oldest old, Compr Physiol, 9, 2019, 1281–1304.
  3. García-Hermoso, R. Ramirez-Vélez, M.L. Sáez de Asteasu, et al., Safety and effectiveness of long-term exercise interventions in older adults: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials, Sports Med, 50, 2020, 1095–1106.
  4. L. Sáez de Asteasu, N. Martínez-Velilla, F. Zambom-Ferraresi, et al., Changes in muscle power after usual care or early structured exercise intervention in acutely hospitalized older adults, J Cachexia Sarcopenia Muscle, 11, 2020, 997–1006.
  5. Izquierdo. Vivifrail: Multicomponent program of physical exercise. Available at: http://vivifrail.com/resources, 2020 s, 8 July 2020.
  6. Courel-Ibáñez, J.G. Pallarés, S. García-Conesa, et al., Supervised exercise (vivifrail) protects institutionalized older adults against severe functional decline after 14 weeks of COVID confinement, J Am Med Dir Assoc, 22, 2021, 217–219.e2.
  7. Blocquiaux, T. Gorski, E. Van Roie, et al., The effect of resistance training, detraining and retraining on muscle strength and power, myofibre size, satellite cells and myonuclei in older men, Exp Gerontol, 133, 2020, 110860