LA EDUCACIÓN POSTURAL A TRAVÉS DE LA EXPRESIÓN CORPORAL: UNA PROPUESTA PRÁCTICA

MARÍA JOSÉ JIMÉNEZ JIMÉNEZ

Profesora de Educación Secundaria, I.E.S. Generalife.

Granada

 

PABLO TERCEDOR SÁNCHEZ

Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Universidad de Granada.

 

A lo largo de los años, muchos autores han demostrado la importancia de una buena alineación corporal y su relación con la eficacia funcional. El tema ha sido estudiado desde varios puntos de vista, incluyendo el fisiológico, el mecánico, el psicológico y el estético. Su importancia para prevenir las incapacidades crónicas es determinante, y es en este sentido en el que se ha de tener en cuenta que numerosos estudios y autores coinciden en señalar que la postura del adulto aparece influenciada por tres factores fundamentales: la herencia, la enfermedad y el hábito. En este último es donde los profesores de Enseñanza Primaria y Secundaria hemos de actuar, puesto que los hábitos de vida en general se consolidan a lo largo de la infancia y adolescencia.

En relación a ello, no debemos de olvidar que con la implantación del nuevo sistema educativo (LOGSE), los profesores de Enseñanza Primaria y Secundaria son considerados como parte integrante de los denominados "agentes de salud", entendiendo como tales y según la definición dada por la OMS (1988), aquellas personas de la comunidad dispuestas a dedicar parte de su tiempo al trabajo comunitario en beneficio de la salud.

Por tanto, las pautas de intervención deben ir orientadas hacia la prevención y detección de anomalías, siendo competencia del médico la prescripción del tratamiento. De esto se desprende la idea de que, lógicamente, no es función del profesor el tratamiento de determinados problemas o disfunciones posturales, pero sí debe ser su competencia (entroncando así con el tema transversal de educación para la salud) detectar posibles anomalías (para su posterior análisis médico, diagnóstico y tratamiento terapéutico en caso de que fuera necesario) y el prevenir la aparición de las mismas mediante el planteamiento en sus clases de una actividad física bajo la perspectiva anteriormente citada (EDUCACIÓN POSTURAL).

En cualquier caso, para entender los presupuestos sobre los que se cimienta la Educación Postural, se han de aclarar una serie de términos subyacentes.

 

DELIMITACIÓN CONCEPTUAL DE POSTURA CORPORAL.

Según la Real Académica de la Lengua Española, la postura, en su primera acepción se define como "planta, acción, figura, situación o modo en que está puesta una persona, animal o cosa".

Según su definición, el concepto de postura corporal, es un concepto muy amplio, que abarca desde cualquier gesto deportivo (sucesión de posturas corporales) a posturas adoptadas en el desarrollo de la vida cotidiana. Por tanto, para comprender bajo qué perspectiva ha de ser entendido el término de postura corporal se ha de definir primeramente lo que se denomina como HIGIENE POSTURAL, entendiéndose ésta como "las posturas correctas del cuerpo, tanto en movimiento como en reposo, de todas las actividades de la vida cotidiana". Es por tanto, este último, un concepto muy amplio que abarca todas las manifestaciones de postura corporal pero cuando estas son las que se han adoptado de manera correcta, es decir, aquí no se incluyen aquellas posturas que no se realizan conforme a una perspectiva que las haga saludable, es decir, que no cause ningún perjuicio a aquel que las adopta.

Por tanto, para poder pasar a conocer cuáles serían las patologías corporales más frecuentes de las posturas corporales, habrá que conocer cuales son las formas o parámetros (bajo la perspectiva, aquí, del concepto de higiene postural) bajo los que las posturas son correctas.

 

HIGIENE POSTURAL.

En primer lugar, el análisis de la postura se ha de hacer en referencia a aquella de la que parte cualquier análisis anatomofuncional, es decir, en referencia a la postura ortostática o de bipedestación.

 

HIGIENE POSTURAL EN BIPEDESTACIÓN.

La detección de anomalías posturales debería realizarse en el examen de salud al que todo alumno-a debiera ser sometido al inicio del curso (aunque en la mayoría de los casos, esto desgraciadamente no sucede). En éste el médico debe detectar cualquier alteración postural; y aunque, obviamente (como ya se señalaba anteriormente) esta función no corresponde al profesor, éste sí debería ser capaz de descubrir cuando sería necesario que un alumno-a visitase al médico (Corbella, 1993).

Siempre que se habla de la postura corporal, enseguida se piensa en las alteraciones existentes a nivel de la columna vertebral, y en la mayoría de los casos se obvian las alteraciones a nivel de alineación del resto de segmentos corporales. Esto cobra sentido, en la medida en que en la mayoría de las ocasiones las patologías, sobre todo de los segmentos corporales de las extremidades inferiores, aparte de los problemas o molestias locales que ocasionan, acaban generando patologías o problemas a nivel de la columna vertebral. Por tanto, para hablar de la columna vertebral primeramente hemos de hacerlo de las extremidades inferiores.

Al hablar de higiene postural, hemos de recordar, que nos referíamos a todas aquellas posturas que fuesen o se adoptasen de manera correcta, de ahí que a continuación vamos a hablar de cómo debe alinearse o colocarse los diferentes segmentos corporales o articulaciones para que se considere a la postura de bipedestación como una postura higiénica.

Podemos decir que una articulación que soporte peso se encuentra en posición correcta, cuando está mecánicamente equilibrada; esto quiere decir que la línea de gravedad de la masa que soporta pasa exactamente a través del eje de rotación. Cuando la línea se sitúa por delante del eje, la parte o segmento superior tiende a rotar en dirección anterior. Situada por detrás del eje, el segmento superior tiende a rotar hacia atrás (lo que lógicamente termina conduciendo a futuros problemas).

 

EXTREMIDAD INFERIOR.

Lo primero que se ha de hacer, al tratar de este segmento corporal en referencia a una postura mecánicamente estable, es hablar de la colocación de los pies, diciendo que la línea de gravedad del cuerpo ha de pasar por la base de sustentación que estos determinan. La colocación de los pies (paralelos, en situación divergente, juntos o separados) influirá en la estabilidad de la postura erecta al proporcionar una base de superficie variable.

En la extremidad inferior, hablamos del tobillo, rodilla y cadera. En el caso del tobillo, la línea de gravedad pasa por delante del eje, por lo que existe tendencia a la rotación anterior de la tibia. Esto se evita por la acción de los flexores plantares, lo que conlleva que el equilibrio en posición erecta requiera un cierto grado de actividad muscular.

A nivel de la articulación de la rodilla, en posición erecta, la línea de gravedad también pasa por delante del eje de rotación, lo que conduciría a una rotación adelante del fémur sobre la tibia, que en este caso se evita por los fuertes ligamentos posteriores, laterales y cruzados, así como por los músculos que pasan por la cara posterior de la articulación, siendo innecesaria la actividad de los músculos extensores (de ello se deduce que la lesión o deterioro de los ligamentos citados anteriormente conduce a problemas de desestabilización articular de la rodilla).

En la articulación de la cadera, la línea de peso suele pasar por detrás del eje articular. En consecuencia, el tronco tiende a caer hacia atrás, por lo que nos interesa conocer el centro de gravedad de la masa suprafemoral, que varía según muchos factores (edad, sexo...). Esta rotación posterior del tronco la evitan las estructuras que cruzan la cara anterior de la articulación de la cadera, en especial el ligamento iliofemoral y los músculos flexores.

 

COLUMNA VERTEBRAL

La columna vertebral presenta una serie de curvaturas cuya concavidad o convexidad es necesaria desde la perspectiva de la mecánica de la misma, de forma que van a ser los valores no fisiológicos de estas curvaturas los que nos definan las patologías más comunes de la columna.

Así las curvaturas fisiológicas de la columna vertebral son una lordosis cervical, una cifosis dorsal y una lordosis lumbar. La lordosis es una curvatura anterior con respecto al plano sagital corporal, mientras que la cifosis es una curvatura posterior con respecto a ese mismo plano. En el momento que estas curvas fisiológicas acentúan sus grados o se desvían con respecto a otros planos dejan de ser fisiológicas para pasar a ser patológicas.

 

PATOLOGÍAS MÁS COMUNES.

De la misma manera que hablábamos de higiene postural a nivel de la extremidad inferior y de la columna vertebral, lo hacemos ahora, pero refiriéndonos a las patologías más comunes de la columna vertebral.

 

COLUMNA VERTEBRAL.

Las anomalías en la alineación de la columna vertebral las podemos detectar mediante pruebas de observación en el plano sagital y en el plano frontal.

Vamos a analizar las desviaciones más comunes que se pueden presentar en el raquis: Escoliosis, cifosis, lordosis. Y menos frecuentemente: espondilolisis y espondilolistesis.

 

ESCOLIOSIS.

Esta patología supone la existencia de una desviación anómala del raquis, observada en el plano frontal.

Podemos distinguir dos grupos:

a)Escoliosis no estructural.

b) Escoliosis estructural.

 

a).- Escoliosis no estructurales.

En ellas no existe rotación vertebral y son indoloras.

Actitudes escolióticas. Son las más frecuentes en edad escolar. Desaparecen con flexión de tronco, en decúbito lateral o bien cuando el niño se coloca bien derecho. Se presentan por asimetría en el mantenimiento de la postura.

Actitudes escolióticas de carga. Se presentan cuando hay una necesidad de compensar una asimetría en la longitud de piernas.

 

b).- Escoliosis estructurales.

Es importante diferenciarla de la denominada escoliosis postural o actitud escoliótica, en la que clínicamente existe el componente de desviación lateral, sin rotación ni acuñamiento de vértebras.

No se modifican con el cambio de postura. Son alteraciones de la alineación caracterizada por una desviación o desviaciones laterales de la columna vertebral con rotación (torsión) y acuñamiento de las vértebras.

 

CIFOSIS Y LORDOSIS.

Reconoceremos estas patologías al detectar una curvatura excesiva de la columna dorsal (cifosis), cervical o lumbar (lordosis), observada en un plano sagital.

Cifosis = Curva del raquis de convexidad posterior.

La cifosis en la mayoría de los casos se manifiesta como lo que se denomina cifosis juvenil (Enfermedad de Scheuermann u osteocondritis vertebral juvenil). Ésta es una distrofia del crecimiento de las vértebras dorsales -habitualmente- que generalmente se acompaña de alteración de la alineación caracterizada por un aumento de la cifosis dorsal con deformidad de los cuerpos vertebrales en la fase activa.

Las dos deformidades raquídeas anteriormente descritas, es decir, la cifosis y la escoliosis pueden presentarse de forma combinada, habitualmente en forma de cifoescoliosis dorsal, más raramente en forma de cifohiperlordosis o de lordoescoliosis.

Lordosis = Curva del raquis de concavidad posterior.

 

Las desviaciones en el plano sagital las clasificamos en:

a.- No estructurales o funcionales.

Desaparecen en decúbito.

Son frecuentes en niños-as en periodo escolar, por presentar una hiperlaxitud ligamentosa e hipotonía muscular. Dentro de estos aumentos de las curvas raquídeas distinguimos:

Actitud cifótica, cuando aumenta la cifosis dorsal.

Actitud lordótica, cuando aumenta la lordosis lumbar.

Actitud lordocifótica, por combinación de las dos anteriores.

 

b.- Estructurales.

No se modifican con los cambios de postura y en muchos casos son dolorosas.

 

ESPONDILOLISIS.

Solución de continuidad a nivel del istmo inter-articular (posterior) de una vértebra lumbar. En la mayoría de los casos provocada por sobrecarga (fractura por fatiga). Suele aparecer habitualmente en la quinta vértebra lumbar, menos en la cuarta y es excepcional en niveles superiores.

 

ESPONDILOLISTESIS.

Desplazamiento hacia adelante de un cuerpo vertebral sobre el subyacente, generalmente con espondilolisis. La espondilolistesis ístmica es la más frecuente en el deportista.

 

IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL ADOLESCENTE.

Las implicaciones en el desarrollo del adolescente de las patologías posturales más comunes, cabría interpretarlas bajo una doble perspectiva:

Por un lado, la manera en la que las patologías estructurales, es decir, las malformaciones congénitas o de nacimiento afectan al crecimiento y desarrollo del adolescente.

Por otro lado, analizar cómo la etapa del crecimiento es una fase muy proclive en la vida de una persona para que se produzcan defectos posturales debido a la conjunción de una serie de factores que analizaremos a continuación.

 

En el primero de los casos, lógicamente nuestra acción como docentes está muy limitada, compete más al ámbito médico o terapéutico. Decir, que estas malformaciones en la etapa del crecimiento pueden verse agravadas y pueden hacer que se limite el normal desarrollo del mismo. En este sentido, señalar que la acción de los profesores de educación física aquí sería la de tratar la máxima integración posible del alumno-a en el normal desarrollo de las clases, al tiempo que se facilite el desarrollo en las mismas de un programa específico de actividades indicadas para el problema, y cuya prescripción compete lógicamente al médico (que debería coordinar su trabajo con el profesor de educación física).

 

FACTORES QUE ACONTECEN EN LA ETAPA DE CRECIMIENTO QUE PUEDEN INDUCIR DESAJUSTES POSTURALES.

Propias características fisiológicas del crecimiento durante la etapa a nivel del aparato locomotor.

Durante la adolescencia se producen una serie de cambios muy bruscos a nivel fisiológico que pueden terminar desencadenando una serie de desajustes posturales. Así, en esta etapa hay un gran crecimiento óseo que no se ve acompañado por el desarrollo de la masa muscular, lo que se traduce en el crecimiento en altura del alumno-a pero sin que su sistema muscular se haya adaptado a estos nuevos cambios.

El hecho de que la masa muscular no se desarrolle en conjunción con las palancas óseas, convierte al aparato locomotor del adolescente en un sistema muy lábil que en consecuencia es proclive a la aparición de lesiones o fijaciones erróneas a nivel postural.

 

Desajuste en la conciencia del esquema corporal.

Consecuencia del factor anterior se produce en el adolescente un desajuste en su conciencia del propio esquema corporal, es decir, en esta etapa los cambios físicos y fisiológicos que acontecen en el cuerpo del adolescente son tan numerosos y a la vez tan rápidos que a éste no le da tiempo a asimilarlos, no le da tiempo a incluir en su conciencia el nuevo esquema corporal, consecuencia de ese rápido crecimiento óseo.

En consecuencia, el adolescente puede adoptar determinadas posturas, que terminen conduciendo a hábitos posturales erróneos, y finalmente a problemas estructurales consolidados, sin que sea plenamente consciente de ello.

 

Características psicológicas.

La etapa de la adolescencia es un periodo emocionalmente inestable, es decir, es un periodo de transición entre la niñez y la edad adulta, en la que el alumno-a comienza a enfrentarse con la realidad, con todos los problemas que ello conlleva. En esta fase suele existir una tendencia a los problemas de autoestima, a no asumir todos los cambios físico-fisiológicos que se están produciendo, y en general, como ya se ha referido, a desequilibrios emocionales.

En este sentido, hay que señalar que la actitud postural se define como una característica psicofisiológica (Silla, 1988), y que como tal, se verá influenciada por el estado psicológico del individuo. Así, es frecuente observar actitudes cifóticas en individuos deprimidos; al tiempo que una actitud postural inadecuada puede traer consigo una autoimagen negativa, y en consecuencia una autoestima más baja (Creswell y cols, 1985).

También las alteraciones en la postura pueden deberse a la existencia de un sentimiento de culpabilidad inducido por las circunstancias propias del crecimiento; tal es el caso de la "cifosis púdica" en la jovencita en la que el desarrollo de los senos o del talle se adelanta al de sus compañeras (Vayer, 1980).

Parece obvio, por tanto, que en algunos casos la educación de la postura debe pasar, en primer lugar, por una intervención psicológica.

 

Tendencia progresiva hacia el sedentarismo, o pérdida progresiva de actividad física.

Sobre los 11,12 años (comienzo de la etapa de ESO) ya están consolidados los hábitos de vida de una persona, incluidos los del ejercicio físico (Kelder y cols., 1994). La falta o abandono de ejercicio físico, que en la mayoría de los casos es una característica común en este periodo, conlleva lógicamente una serie de consecuencias físicas: disminuye la fuerza y la movilidad articular, cualidades físicas éstas, indispensables para el mantenimiento de la postura. Por tanto, cuando estas cualidades se ven debilitadas existe en el alumno-a una tendencia a la adopción de posturas inadecuadas, que con el transcurso del tiempo, como ya se ha comentado, pueden desencadenar en limitaciones funcionales.

 

Condiciones propias de la escolarización.

No olvidemos que con la entrada en vigor de la nueva ley educativa, se amplía el periodo de escolarización obligatoria. Tampoco hemos de olvidar que dicha escolarización obliga al alumno-a a permanecer diariamente un gran número de horas sentado, esto lógicamente al tiempo que refuerza el factor que acabamos de comentar (tendencia al sedentarismo), también puede suscitar otra serie de problemas si no se toman las medidas adecuadas. Es decir, ya se ha hablado anteriormente de la higiene postural en el aula, por tanto, es una circunstancia que no se debe descuidar: hay que tener especial cuidado en que el alumno-a adopte la posición correcta cuando está sentado para que no se desencadenen posteriores problemas posturales.

El transporte del material escolar diariamente también se convierte en otro factor que puede desencadenar en futuros problemas. Así, nos encontramos con que ha estado muy extendido el uso de las carteras unilaterales. Cuando el peso del material escolar que ha de transportar el niño-a es elevado, no debemos permitir que lo lleve en una cartera de las denominadas de carga unilateral; lo correcto es la utilización de mochila o bien de carrito con ruedas como apreciamos que se utiliza con frecuencia en la actualidad. En el caso de que se utilice mochila, esta debe colocarse a nivel dorsal bajo para favorecer la hiperextensión dorsal; no deben usarla los escolióticos severos, graves o portadores de corsés (Vázquez y Solana, 1991).

 

Defectos de visión y su incidencia en la postura.

Bajo una concepción global del cuerpo humano podremos comprender cómo los defectos posturales pueden ser debidos a una visión inadecuada, ya que el órgano de la vista participa en la adopción y mantenimiento de una postura correcta. Así, los individuos que utilizan lentes incorrectas, con miopía o con estrabismo (tortícolis estrábica), deben buscar una postura compensatoria de la cabeza que modifique las distancias y/o ángulos de visión. Por otro lado, el estudio de trastornos en la estática vertebral en los niños estrábicos, revela un mayor número de escoliosis que en población normal (Marucchi y cols, 1993).

 

PREVENCIÓN EN EL MARCO ESCOLAR.

Una vez que hemos situado qué son y cuales son las patologías más frecuentes de la postura corporal, es bastante razonable pasar a tratar cómo se pueden prevenir, y, en última instancia, cómo se pueden detectar puesto que el tratamiento es algo que compete al ámbito médico-terapeútico pero nunca al escolar.

 

PREVENCIÓN.

La prevención de las patologías de la postura corporal en el marco de la educación física escolar iría referida a lo que sería el mantenimiento de una adecuada higiene postural en dicho ámbito.

 

HIGIENE POSTURAL EN EL MARCO DE LA EDUCACIÓN FÍSICA ESCOLAR.

Actividades que han sido consideradas tradicionalmente como adecuadas, actualmente están totalmente desaconsejadas bajo una concepción de actividad física-salud (McGeorge, 1992, López Miñarro, 1999). Sirva como ejemplo el clásico ejercicio de abdominales, iniciado con la articulación de la cadera en extensión, actuando el psoas ilíaco como músculo motor de una no deseable hiperextensión lumbar en los primeros grados del movimiento.

Es responsabilidad del profesor de Educación Física conocer cada uno de ellos y las posibles incidencias negativas sobre el lábil aparato osteoarticular del niño y adolescente.

A la hora de valorar su introducción en la sesión de Educación Física, podemos seguir el esquema propuesto por McGeorge (1992). Teniendo siempre en cuenta que, para prevenir lo que serían la aparición de patologías posturales habría que incidir sobre cada uno de los factores que propician su aparición, es decir, los factores comentados en el punto anterior.

En cualquier caso todas las actividades han de ir encaminadas a un proceso de EDUCACIÓN POSTURAL, que sería aquel en el cual se le enseña al individuo sobre qué factores ha de tener especial cuidado para que no surjan futuros problemas.

Las actividades encontradas en la literatura para educar la actitud postural van enfocadas a la toma de conciencia, flexibilización articular y fortalecimiento (Cantó y Jiménez, 1998).

 

a.- ACTIVIDADES PARA LA CONCIENCIACIÓN

Es imprescindible que el individuo perciba la posición de cada uno de sus segmentos corporales y la relación entre ellos. Las actividades adecuadas para la educación postural deben ir enfocadas a la toma de conciencia del esquema corporal, tanto en situaciones estáticas como dinámicas. Siendo en esta última donde se basa fundamentalmente nuestra propuesta.

El aprendizaje de habilidades lleva implícita la adopción de una postura determinada que favorecerá la toma de conciencia de los distintos segmentos corporales en diferentes situaciones.

El aprendizaje de gestos técnicos, llevado a cabo al final del periodo, favorece la adquisición de posturas "nuevas" que pueden inducir la formación de una adecuada autopercepción.

 

b.- ACTIVIDADES PARA LA FLEXIBILIZACIÓN.

La flexibilidad (término utilizado normalmente para describir el concepto más puro de movilidad articular) de la columna vertebral es considerada como uno de los factores de salud (Alfano,1993). En las sesiones de Educación Física debemos poner especial énfasis en la elongación de aquellos grupos musculares que intervienen en el mantenimiento de la postura.

 

c.- ACTIVIDADES PARA EL FORTALECIMIENTO

Primeramente, el proceso de musculación se puede llevar a cabo, de una forma indirecta, mediante el desarrollo de actividades que, aunque lejos de ser analíticas, faciliten el desarrollo la musculatura postural. Posteriormente, podemos comenzar a introducir las actividades específicas para el desarrollo de la condición física, en éste caso ejercicios más sistematizados de fuerza y flexibilidad. El trabajo de musculación es primordial como actividad preventiva. Su importancia la podemos ver en el caso del dolor lumbar, una de las dolencias más comunes de la humanidad, que resulta en muchos casos de una falta de condición de la musculatura lumbar y posterior de la pierna, y de una debilidad de los músculos abdominales (Calderón, 1993).

Debemos ser conscientes de que la exageración en el trabajo de fuerza, sin control ni escrúpulos, puede provocar alteraciones posturales (Cánovas, 1985).

 

DETECCIÓN.

Como ya se comentaba anteriormente, el profesor de educación física de lo que sí ha de ser capaz es de detectar las posibles anomalías posturales para aconsejar una visita al médico, y posteriormente, y siempre en conjunción con éste desarrollar las actividades más adecuadas y prohibir la realización de aquellas que no lo son.

Dentro de las múltiples TECNICAS DE EXPLORACION existentes, se describe a continuación la considerada más simple de aplicar:

Lugar de realización: Aula acondicionada.

Material: Una pizarra cuadriculada de fondo nos ayudará a detectar las asimetrías. Y en última instancia cualquier fondo o pared.

Situación del alumno: Delante de la pared, en bipedestación, posición erguida y brazos a lo largo del cuerpo. Desprovisto de vestimenta (al menos en la parte superior) en la medida de lo posible.

Puntos a observar:

Plano frontal: Detección de escoliosis.

Situar al alumno mirando a la pizarra cuadriculada.

Alineación correcta. Verticalidad entre el centro de la protuberancia occipital y el pliegue interglúteo.

Hombros se deben encontrar al mismo nivel.

Escápulas al mismo nivel. Observar la mayor prominencia o elevación de una sobre otra.

Crestas ilíacas al mismo nivel. El desequilibrio está producido normalmente por una diferente longitud de los miembros inferiores.

Ángulos costo-braquiales simétricos.

Prominencias en hemitórax posterior, correspondiente a la convexidad de la curva.

 

Observar la posible presencia de gibosidades con flexión tronco.

La observación no presenta grandes dificultades, siendo aconsejable su realización por parejas, de forma recíproca, en los alumnos de Enseñanza Primaria y Secundaria.

 

Plano sagital: Detección de cifosis e hiperlordosis

Detección de cifosis.

Observar si existe dorso redondo y caída de los hombros hacia delante.

Detección de hiperlordosis.

Valorar la concavidad de la curvatura lumbar. Es común observarla en escolares con bajo desarrollo de la musculatura abdominal y/o dorsal.

 

PROPUESTA PRÁCTICA.

Como bien indica el título de nuestro trabajo, los contenidos que se relacionan entre sí en la propuesta que planteamos son, por un lado la Educación postural, y por otro la Expresión Corporal, intentando resaltar aquí que dicha relación se torna en una simbiosis de la que ambos obtienen beneficio. Utilizando la Expresión Corporal como vía, se desarrolla un planteamiento novedoso de la Educación Postural, al tiempo que la misma se torna en el vehículo para que las alumnas y alumnos (sobretodo estos últimos) se introduzcan en el "peliagudo" campo de la Expresión sin que realmente sean conscientes de ello; puesto que lo que realmente consideran que se está trabajando es la Educación Postural. Al mismo tiempo, nos gustaría señalar que con este planteamiento el contenido de la Educación Postural se ubica dentro de lo que sería el tema de "Educación para la salud", dándole a este el tratamiento transversal que le es legítimo.

Por otro lado, nos aventuramos a señalar que tradicionalmente el tratamiento que en la mayoría de las ocasiones se le ha venido otorgando a la Educación Postural entra dentro de una perspectiva conforme al modelo médico (Devís y Peiró, 1992); mientras que lo que aquí nos planteamos, trata de aunar, por un lado, lo que de positivo tiene dicho modelo, y por otro, el modelo psicoeducativo mucho más acorde con las características de nuestros alumnos y alumnas.

Nuestro planteamiento se basa en el desarrollo integrado de los tres tipos de actividades que conforman la educación de la actitud postural, es decir, actividades para la concienciación, para la flexibilización y para el fortalecimiento, contemplándolo siempre bajo una perspectiva de movimiento. Con ello lo que se pretende es no caer en una tendencia hacia una educación física demasiado estática, que desafortunadamente acontece en la actualidad con más frecuencia de la deseada; no debemos olvidar nunca que la esencia de nuestra asignatura es y debiera ser el movimiento.

Este tratamiento integral se hace efectivo en la medida en que las actividades son actividades que implican movimiento en la que se les pide a los alumnos y alumnas que adopten posturas llegando a la máxima amplitud del movimiento, de manera que al tiempo que toman conciencia de determinadas actitudes posturales, están flexibilizando y fortaleciendo los músculos y articulaciones implicados en dichas actitudes.

Al mismo tiempo, el planteamiento ha de realizarse en base a una Pedagogía del éxito, en la cual, el simbolismo (sobre todo en las edades tempranas) tome un papel protagonista, y las actividades se planteen en términos de capacidad y reto: "¿quién es capaz de ..., no es tan fácil?". Esto desvía su atención del contenido expresivo de la actividad y lo centra en el objetivo postural para la superación del reto.

** A continuación presentamos un ejemplo en el cual nos centramos en actividades de prevención y educación postural de la patología del raquis, a nivel de su zona lumbar.

Señalar que durante el desarrollo de toda la sesión la utilización de la música será algo primordial, teniendo en cuenta que esta deberá adecuarse al tipo de alumnado, es decir, no es lo mismo la significatividad de una melodía determinada para un alumno de Primaria que para uno de Secundaria.

 

PUESTA EN ACCIÓN PROGRESIVA

Una actividad sencilla, que servirá para tomar conciencia de la postura adecuada es la siguiente:

Situados de pie, apoyar la espalda y cabeza en la pared con los pies a unos 10 centímetros de separación de la misma, rodillas en ligera flexión. Una vez realizado el correspondiente ajuste de los segmentos de la columna vertebral nos separamos de la pared, intentando desplazarnos al ritmo de la música en la postura adoptada.

Puesta en acción progresiva de los distintos segmentos corporales, con la particularidad de que una vez que una parte del cuerpo comienza a moverse ya no puede dejar de hacerlo, pero tampoco podemos mover una parte que no ha sido mencionada. Ejemplo: dedo índice derecho, cuello, cintura, todos los dedos, hombros... ¡todo el cuerpo y en desplazamiento!.

 

PARTE PRINCIPAL.

(Como nos vamos a centrar en la zona pélvica, la música más adecuada será aquella que incite al movimiento de dicha parte del cuerpo, como por ejemplo, el merengue, la salsa etc.). La organización de las actividades será de desplazamiento libre por todo el espacio.

Nos desplazamos en 8 tiempos en anteversión pélvica ("culopato") y 8 tiempos en retroversión ("pichabrava").

Posteriormente pasamos a 4 tiempos.

Posteriormente a 2 tiempos.

Finalmente en un único tiempo.

Nos desplazamos 8 tiempos basculando la pelvis de manera que la cresta ilíaca derecha quede por encima de la izquierda, y 8 tiempos al revés.

Posteriormente, 4 tiempos y 4 tiempos.

2 tiempos y 2 tiempos.

Finalmente un único tiempo, con lo cual finalizamos bailando merengue.

A continuación. Tratamos de unir ambos movimientos de manera que basculamos la pelvis hacia un lado, hacia delante, hacia atrás y hacia el otro. Primeramente, cada movimiento en 2 tiempos, después en 1 y finalmente el gesto completo en 2 tiempos.

Finalmente, y para trabajar el aspecto de relación grupal formamos una gran cadena, cogidos por la cintura y nos desplazamos por el espacio realizando el gesto.

 

VUELTA A LA CALMA.

El juego del sol y los girasoles. Un alumno-a hace de sol realizando movimientos lentos y pausados en el sitio (incidiendo aquí sobre la flexibilización), al tiempo que el resto, que son los girasoles, han de continuar e imitar sus movimientos.

 

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