Rioja Lo Bianco, Enrique.
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Enrique Rioja Lo Bianco (Santander, 1895 – México, 1963), realizó los estudios medios en el Instituto de Santander y obtuvo en 1916 el título de licenciado y doctor por la Universidad Central (Facultad de Ciencias, Sección de Naturales). Su tesis doctoral versó sobre “Datos para el conocimiento de la Fauna de Anélidos Poliquetos del Cantábrico”.
En el verano de 1916 asiste como alumno becario al curso de Zoología que organiza el Museo Nacional de Ciencias Naturales y en los años siguientes dirige los cursos de verano de Zoología marina del Museo. A propuesta del Museo -en los veranos de 1917 en Gijón y de 1919 en Valencia-, dirigió cursos de biología marina destinados a la formación de jóvenes naturalistas, que a su vez hacían recolecciones con destino al Museo. En esta época realiza numerosas publicaciones de carácter científico, con la biología marina como tema central. En la colección Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Serie Zoológica, editada por la J.A.E., publica Datos para el conocimiento de la fauna de Anélidos poliquetos del Cantábrico. 1.ª parte, 29, 1917; Datos para el conocimiento de la fauna de Anélidos poliquetos del Cantábrico 2.ª parte, 37, 1918; Estudio sistemático de las especies ibéricas del suborden Sabelliformia, 48, 1923; Anélidos poliquetos de San Vicente de la Barquera (Cantábrico), 53, 1925.
En 1918 fue nombrado por oposición catedrático de Historia Natural y Fisiología e Higiene del Instituto General y Técnico de Mahón. Tras su paso por los Institutos de Reus y Badajoz, conseguirá la cátedra de Historia Natural del Instituto de San Isidro de Madrid. En 1922 fue nombrado profesor por oposición de Historia Natural de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio. Durante diez años desempeñó su tarea docente en la formación científica y didáctica de los profesores de ciencias de las Normales, siendo en este periodo de su vida -de los 27 a los 37 años- cuando se dedica con mayor intensidad a la vertiente pedagógica de su obra. Además, el profesor Rioja, junto a Modesto Bargalló, participó en numerosas actividades de formación y perfeccionamiento para maestros en ejercicio y con alumnos de las Normales.
Enrique Rioja colaboró activamente también en las iniciativas culturales de la administración educativa republicana perteneciendo al Consejo Nacional de Cultura o participando en las Misiones Pedagógicas. En 1937 se hizo cargo de la dirección del Instituto Obrero de Valencia, desde donde se trasladó a Barcelona para poner en marcha y dirigir el Instituto Obrero de esa ciudad.
El compromiso de Rioja con la política cultural republicana le conducirá al exilio al finalizar la Guerra Civil. Su destino, como el de un buen número de científicos y profesores españoles, será México. Su labor científica en este país ha sido bien estudiada por Francisco Giral, quien manifiesta que fue el biólogo más prolífico, manteniendo una calidad original del más alto nivel (Giral, 1994, p. 159). También Santos Casado se refiere al prestigio de la obra científica de Rioja en su etapa mexicana.
En México simultaneó la actividad docente con la investigadora. Fue nombrado profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional autónoma y director del Instituto de Biología de la misma universidad, dirigiendo la Sección de Ciencia del Diccionario Enciclopédico UTEHA (12 tomos publicados entre 1950 y 1964). Aunque durante los tres primeros años de exilio todavía realiza algunas publicaciones relacionadas con la enseñanza de las ciencias, a partir de 1943 su abundante producción científica se centrará en estudios de biología marina, fundamentalmente en invertebrados del bentos litoral y, sobre todo, en anélidos, tema que había sido objeto de sus primeros trabajos de investigación en su Santander natal. Entre 1939 y 1942 publica en México varios libros de divulgación y dos trabajos de didáctica: La ecología y su valor en la enseñanza de las ciencias naturales, Educación y Cultura, 11-12, 1949; y Enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela primaria, Edit. Atlante, 97 pp., 1942. Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Hidrobiología. Sus investigaciones aparecieron en revistas españolas y extranjeras: Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (Serie Zoología), Scientia, Archivio Zoologico italiano, Anales del Instituto de Biología, Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Revista Chilena de Historia Natural, Ciencia, etcétera.
En el verano de 1916 asiste como alumno becario al curso de Zoología que organiza el Museo Nacional de Ciencias Naturales y en los años siguientes dirige los cursos de verano de Zoología marina del Museo. A propuesta del Museo -en los veranos de 1917 en Gijón y de 1919 en Valencia-, dirigió cursos de biología marina destinados a la formación de jóvenes naturalistas, que a su vez hacían recolecciones con destino al Museo. En esta época realiza numerosas publicaciones de carácter científico, con la biología marina como tema central. En la colección Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Serie Zoológica, editada por la J.A.E., publica Datos para el conocimiento de la fauna de Anélidos poliquetos del Cantábrico. 1.ª parte, 29, 1917; Datos para el conocimiento de la fauna de Anélidos poliquetos del Cantábrico 2.ª parte, 37, 1918; Estudio sistemático de las especies ibéricas del suborden Sabelliformia, 48, 1923; Anélidos poliquetos de San Vicente de la Barquera (Cantábrico), 53, 1925.
En 1918 fue nombrado por oposición catedrático de Historia Natural y Fisiología e Higiene del Instituto General y Técnico de Mahón. Tras su paso por los Institutos de Reus y Badajoz, conseguirá la cátedra de Historia Natural del Instituto de San Isidro de Madrid. En 1922 fue nombrado profesor por oposición de Historia Natural de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio. Durante diez años desempeñó su tarea docente en la formación científica y didáctica de los profesores de ciencias de las Normales, siendo en este periodo de su vida -de los 27 a los 37 años- cuando se dedica con mayor intensidad a la vertiente pedagógica de su obra. Además, el profesor Rioja, junto a Modesto Bargalló, participó en numerosas actividades de formación y perfeccionamiento para maestros en ejercicio y con alumnos de las Normales.
Enrique Rioja colaboró activamente también en las iniciativas culturales de la administración educativa republicana perteneciendo al Consejo Nacional de Cultura o participando en las Misiones Pedagógicas. En 1937 se hizo cargo de la dirección del Instituto Obrero de Valencia, desde donde se trasladó a Barcelona para poner en marcha y dirigir el Instituto Obrero de esa ciudad.
El compromiso de Rioja con la política cultural republicana le conducirá al exilio al finalizar la Guerra Civil. Su destino, como el de un buen número de científicos y profesores españoles, será México. Su labor científica en este país ha sido bien estudiada por Francisco Giral, quien manifiesta que fue el biólogo más prolífico, manteniendo una calidad original del más alto nivel (Giral, 1994, p. 159). También Santos Casado se refiere al prestigio de la obra científica de Rioja en su etapa mexicana.
En México simultaneó la actividad docente con la investigadora. Fue nombrado profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional autónoma y director del Instituto de Biología de la misma universidad, dirigiendo la Sección de Ciencia del Diccionario Enciclopédico UTEHA (12 tomos publicados entre 1950 y 1964). Aunque durante los tres primeros años de exilio todavía realiza algunas publicaciones relacionadas con la enseñanza de las ciencias, a partir de 1943 su abundante producción científica se centrará en estudios de biología marina, fundamentalmente en invertebrados del bentos litoral y, sobre todo, en anélidos, tema que había sido objeto de sus primeros trabajos de investigación en su Santander natal. Entre 1939 y 1942 publica en México varios libros de divulgación y dos trabajos de didáctica: La ecología y su valor en la enseñanza de las ciencias naturales, Educación y Cultura, 11-12, 1949; y Enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela primaria, Edit. Atlante, 97 pp., 1942. Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Hidrobiología. Sus investigaciones aparecieron en revistas españolas y extranjeras: Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (Serie Zoología), Scientia, Archivio Zoologico italiano, Anales del Instituto de Biología, Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Revista Chilena de Historia Natural, Ciencia, etcétera.