La prueba de elección son los ultrasonidos abdominales. Sirve para la medición seriada del tamaño del aneurisma y para examinar a enfermos con riesgo de aneurisma aórtico (screening). Además, no irradia al paciente y coste-beneficio es más rentable que el resto de pruebas.

La segunda prueba de elección es el TC abdominal. Se usa para la valoración del tamaño, la localización y el seguimiento. Es sensible y fiable. Además la TC, permite demostrar la presencia de cambios arterioscleróticos en la aorta con calcificación de la pared y tortuosidad.