En efecto, el TAC
simple de cráneo sería la técnica de
primera elección en esta paciente,
dado que nos permite estudiar el
parénquima cerebral con bastante
precisión y el hueso en caso de
considerarlo necesario. Asimismo es
una técnica muy rápida actualmente.
El TAC nos permitirá sobre todo
saber si este más que probable ictus
cerebral, es de tipo hemorrágico o
isquémico. Si se trata de un ACV
hemorrágico se observará una imagen
hiperdensa (blanca) a nivel de la
zona del parénquima cerebral
afectado. En caso de ser isquémico,
no se observará nada hasta pasadas
al menos 48h (viéndose entonces una
imagen hipodensa). Esto permite en
caso de ser isquémico, seguir el
Código Ictus, realizando otras
exploraciones complementarias (como
TAC de perfusión) para llevar a cabo
la fibrinolisis en caso de ser
posible ésta.
Haz click
en las imágenes para verlas ampliadas |