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Caso 009

     
 

Autor:

 

Miriam Fuentes Bermejo

Andrés García Lax

Grupo:

A3-A4

 

 

Ecografía tiroidea

Se elige la ecografía cervical ya que, debido a la localización superficial del tiroides, tanto la ecografía en tiempo real de alta resolución, como los estudios Doppler color, pueden mostrar claramente la anatomía tiroidea normal y las situaciones patológicas. Por ello, esta técnica desempeña un papel creciente en importancia en la evaluación diagnóstica de la patología tiroidea.

Las sondas de alta frecuencia, (7.5-15 MHz), proporcionan una penetración suficiente de los ultrasonidos, hasta 5 cm, y una alta definición con una resolución de 0,7 mm a 1 mm. No existe ningún otro método de imagen que pueda conseguir este grado de resolución espacial.

Son preferibles los transductores lineales a los sectoriales debido a su campo de visión más ancho y a la capacidad de combinar escala de grises de alta frecuencia con Doppler color. La glándula tiroides es uno de los órganos más vascularizados del cuerpo humano, por ello el examen Doppler puede proporcionar información muy útil sobre algunas enfermedades tiroideas. El paciente estará en decúbito supino.

La enfermedad nodular tiroidea: Muchas enfermedades tiroideas se presentan clínicamente por la existencia de uno o más nódulos tiroideos, la presencia de estos nódulos presenta un problema clínico controvertido.

Epidemiológicamente los nódulos tiroideos palpables son más frecuentes en mujeres, aunque la enfermedad tiroidea nodular es frecuente, el cáncer  es raro.

La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos.

La utilidad básica de la ecografía en la evaluación de la enfermedad tiroidea nodular, se debe a:

·        Determinar la localización de una masa cervical palpable (tiroidea o extratiroidea).

·        Caracterizar el nódulo en benigno o maligno.

·        Detectar nódulos ocultos en pacientes con historia de irradiación de la cabeza o cuello o síndrome de MEN-II.

·        Determinar la extensión de una enfermedad maligna tiroidea conocida.

·        Detectar carcinoma residual, recurrente o metastásico.

·        Guía de PAAF de nódulos tiroideos o ganglios cervicales.

Aunque la PAAF es la técnica de diagnóstico principal para la evaluación clínica de los nódulos tiroideos palpables, la ecografía de alta resolución tiene tres aplicaciones clínicas principales:

·        Detección de masas tiroideas y cervicales antes y después de la tiroidectomía.

·        Diferenciación entre masas benignas y malignas según la apariencia ecográfica:

Ø      En la actualidad no existen criterios ecográficos absolutamente fiables que permitan diferenciar los nódulos benignos de los malignos.

Ø      Las características anatómicas que se deben evaluar en un nódulo tiroideo mediante ecografía de alta resolución son las siguientes:

v    Consistencia interna: sólido con 1-2 cm de tamaño, con señal doppler vascular y/o microcalcificaciones, generalmente es maligno; quístico un nódulo que presenta un componente quístico significativo es, generalmente un nódulo benigno adenomatoso (coloide), que ha sufrido una degeneración quística o hemorragia, ya que los quistes simples tiroideos, con un revestimiento epitelial real, son extremadamente raros. ¡ojo! Que los carcinomas papilares pueden presentar cambios quísticos indistinguibles de los nódulos quísticos benignos; mixto  en los que existen en nódulos quísticos artefactos en cola de cometa, que corresponden a la existencia de sustancia coloide.

v    Ecogenicidad relativa al parénquima tiroideo adyacente: Los canceres tiroideos son generalmente hipoecogénicos respecto al parénquima tiroideo normal adyacente, pero ¡ojo! La mayoría de los nódulos hipoecogénicos son benignos ya que estos últimos son más frecuentes que los malignos. Los nódulos hiperecogénicos son benignos y los isoecogénicos (visiles por un halo periférico sonolucente que los separa del parénquima normal), tienen un riesgo intermedio de malignidad.

v    Halo: halo periférico sonolucente, completo o incompleto, se da en el 80% de los nódulos benignos y 15% de canceres de tiroides. Grueso y muy irregular es maligno.

v    Margen: Los nódulos tiroideos benignos tienen un borde nítido y bien definido y las lesiones malignas suele ser mal definido e irregular.

v    Calcificación: periférica o en cascara de huevo, es patognomónica de benignidad. Focos dispersos de calcificaciones grandes y groseras, son indicativas de benignidad. Si son finas y puntiformes la malignidad aumenta.

v    Patrón doppler: Lo explicaré posteriormente en los estudios complementarios.

·        Guía para la PAAF.

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