Macrocalcificación distrófica
Si atendemos a los antecedentes de cirugía mamaria que se dan en este caso resulta fácil establecer un diagnóstico.
Este tipo de calcificaciones distróficas se asocia con necrosis grasa y son consecuencia de una intervención quirúrgica o traumatismo.
Además la morfología irregular, que caracteriza a las mismas, se observa claramente en la imagen mamográfica.
Macrocalcificaciones
Se denominan así las calcificaciones que tienen un tamaño superior a 2mm. El aumento de tamaño de las calcificaciones es un criterio de benignidad. En muchas mujeres se asocian únicamente a la edad, siendo comunes en aquellas que superan los 50 años.
Sin embargo, se define como microcalcificación aquellas cuyo tamaño es inferior a 1mm (especialmente cuando miden menos de 0´5 mm).
Haciendo hincapié en las macrocalcificaciones podemos encontrar diferentes tipos en función de la morfología:
- Groseras o en forma de “palomitas de maíz”. Éste tipo es patognomónico de los fibroadenomas hialinizados.
- Anulares o esféricas con centro radiotransparente, o en cáscara de huevo o anillo.
- Curvilíneas o serpiginosas. Éstas se asocian con calcificaciones de parásitos, por ejemplo la filariasis.
- Lineales gruesas o en forma de vara.
- Tubulares o en forma de raíl o paralelas. Las más comunes son las calcificaciones vasculares.
- Distróficas: son de morfología irregular y suelen presentar centro radiotransparente. Se asocian a necrosis grasa secundaria un traumatismo o cirugía.
Con respecto al tratamiento, ya se ha comentado anteriormente que no se suele someter a la paciente a más pruebas complementarias, especialmente si presenta antecedentes de cirugía que establecen la causa de la macrocalcificación.