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La elección del TAC como método diagnóstico de elección se debe a que la radiografía nos aporta poca información sobre los detalles específicos del parénquima y dadas las características observadas en la misma, necesitamos un método de imagen más preciso y detallado que nos oriente junto con la clínica al diagnóstico. La RMN podría ser otra opción, pero es relativamente cara respecto a otras técnicas de radiodiagnóstico. Las ventajas del TAC con respecto a la radiología convencional son que se tienen en cuenta los tres ejes del espacio (porque podemos obtener cortes horizontales, sagitales y coronales) y se pueden apreciar hasta 16 densidades diferentes. La broncoscopia a nivel diagnóstico permite el estudio de pacientes con tos crónica, dificultad respiratoria, emisión de secreciones bronquiales, sangrado activo por boca, etcétera, e identificar sus posibles causas. Por otro lado, permite visualizar directamente lesiones que hayan sido identificadas previamente en estudios por imagen (como radiografía, ecografía o resonancia, entre otros) y tomar muestras de tejidos o secreciones para su estudio posterior. Por lo que la realizaríamos después del TAC.
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