El transito baritado es la prueba más sencilla y mejor tolerada por el paciente, y que da una información anatómica adecuada de la unión gastroesofágica. Es útil para diagnosticar existencia de esófago corto, delimitar tamaño de una hernia de hiato, localizar la unión gastroesofágica en relación al hiato esofágico y valorar el peristaltismo esofágico y gástrico.