La TC abdominal con contraste intravenoso es un procedimiento que brinda mayor claridad y revela mayores detalles que los exámenes radiológicos convencionales. Se utiliza para diagnosticar la causa de dolor abdominal o pélvico y enfermedades de los órganos internos, vasos, intestino y colon, como procesos infecciosos (pielonefritis, apendicitis, diverticulitis), procesos inflamatorios (pancreatitis y enfermedad inflamatoria intestinal), procesos tumorales (cáncer de hígado, riñón, páncreas, colon, vejiga), procesos vasculares ( aneurismas aórticas abdominales, trombosis arterial o venosa y estenosis de los vasos).

Las ventajas que presenta el TC abdominal es que al ser una prueba no invasiva y que no provoca dolor permite diagnosticar numerosas causas de dolor abdominal con una alta precisión, lo cual permite aplicar un tratamiento rápido y con frecuencia elimina la necesidad de procedimientos de diagnósticos adicionales y más invasivos. El TAC es una exploración rápida y sencilla que proporciona imágenes casi a tiempo real, lo que permite utilizarla en casos de emergencia como una hemorragia interna, además de ser una muy buena herramienta para guiar procedimientos de invasión mínima como biopsias por aspiración.

Como principal riesgo, destaca la posibilidad de que el paciente desarrolle alergia al contraste y una leve posibilidad de cáncer, como consecuencia de la exposición excesiva a la radiación. Sin embargo el beneficio de un diagnóstico exacto es mayor que el riesgo de irradiación.

Habitualmente, cuando la ecografía no es concluyente como ocurre en este caso, La TC de abdomen sin contraste es la metodología de elección para la evaluación de los pacientes con dolor en flanco y sospecha de urolitiasis. Sin embargo, en este caso al sospecharse de una isquemia mesentérica por la clínica que presenta el paciente (dolor abdominal postpandrial), se decide realizar un TAC abdominal con contraste intravenoso con el objetivo de determinar la causa de dolor en el flanco izquierdo, puesto que el resto de exploraciones no mostraron hallazgos significativos que se correlacionaran con la clínica. Además la TAC abdominal será la técnica de elección por su relativa inocuidad y su accesibilidad y permitir hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías como la nefrolitiasis.

A continuación muestro lo que reveló el TAC abdominal con contraste intravenoso: