La ecografía es una prueba económica, muy específica, no invasiva, de fácil realización por parte del facultativo y cómoda para el paciente. Por su inocuidad y su rendimiento, se considera la técnica más adecuada para realizar el estudio morfológico inicial del tiroides. Además nos permitirá determinar su tamaño, ecogenicidad y presencia o no de nódulos.