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Caso 033 |
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Autor: |
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Carlos Fernández Díaz |
Grupo: |
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Comentarios |
Las enfermedades cerebrovasculares o ictus están causados por un trastorno circulatorio
cerebral que altera transitoria o definitivamente el funcionamiento de una o varias partes
del encéfalo.
Presenta una elevada incidencia de 200-250 casos /100000 habitantes/año.
Existe una
mayor incidencia en mayores de 55 años.
Se considera la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones y constituye la causa más frecuente de invalidez permanente en adultos y es la segunda causa de demencia tras la enfermedad de Alzheimer.
También es la causa más frecuente de hospitalización neurológica. Presenta alta comorbilidad y elevada tendencia a las recidivas, así como un elevado coste económico (el 3-6% del presupuesto sanitario anual).
Su diagnostico es principalmente clínico pero requiere de técnicas de imagen para conseguir diferenciar las dos posibles patologías causantes de los síntomas: Ictus y hemorragia cerebral.
Ya que el diagnostico de uno u otro condiciona la terapéutica. Deben incluirse además en el diagnóstico diferencial inicial imitadores (“stroke mimics”) como son: otros procesos neurológicos (convulsión, estado postcrítico, parálisis de Todd, migraña acompañada de hemiplejía, hematoma subdural, absceso, tumor cerebral, esclerosis múltiple en brote evolutivo, amnesia global transitoria, parálisis de Bell, encefalitis, afectación espinal), procesos metabólicos (hipo/hiperglucemia, hiponatremia, encefalopatía hipertensiva y sobredosis drogas o fármacos) y otros (trastornos funcionales, simulación, síncopes, fiebre). |
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