La mamografía es la mejor herramienta disponible para la detección del cáncer de mama en mujeres a partir de los 30 años. Presenta una sensibilidad del 48-98% dependiendo de la densidad mamaria. Si se tratara de una mujer joven de menos de 30 años la mejor prueba de imagen sería la ecografía, debido a que son mamas más densas.

El examen mamográfico estándar consiste en la realización de dos proyecciones de ambas mamas: craneocaudal (CC) y oblicua mediolateral (OML), las cuales son complementarias con el fin de representar todo el tejido mamario.

La mamografía puede tener una finalidad de screening para detección precoz del cáncer de mama, o diagnóstica cuando la paciente refiere signos clínicos anormales, cuando se detecta un nódulo mamario o en casos de ansiedad o cancerofobia. En nuestro caso el estudio mamográfico tuvo objetivo diagnóstico.