La radiografía de tórax, es la prueba de imagen princeps para la orientación diagnóstica de la patología infecciosa y respiratoria pulmonar. Pues con esta, ya es posible diferenciar entre una serie de causas (p.ej. Tuberculosis cavitada vs. Neumonía pneumocócica) pudiendo así orientar el diagnóstico y solicitar las pruebas complementarias necesarias para su confirmación. Evitándo así que todos los pacientes se sometan a pruebas que implican mayor irradiación y coste por parte del servicio sanitario y que en algunos casos no son necesarias para llegar al diagnóstico de sus procesos patológicos.