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Una investigación determina que las traducciones
ahí son ‘inadecuadas’; el distrito defiende que la calidad es ‘excelente’
Rubén
Moreno
La Opinión
20
de julio de 2006
Con
bastante frecuencia, a las personas bilingües les resulta complejo traducir
literalmente y con total exactitud un texto o una conversación del inglés al
español debido a la gramática y las expresiones que diferencian a ambos
idiomas. Y aunque en el contexto se trate de explicar lo que no se ha entendido,
hay veces en las que no resulta lo mismo.
El
oficio de traductor requiere algo más que saber a la perfección dos idiomas que
a menudo chocan cuando una palabra no adquiere significado en el otro.
Seguramente, usted habrá escuchado en alguna ocasión que el vocabulario se deja
simplemente en inglés porque se asume que, dentro de ese contexto, todo el
mundo lo entiende, o que se emplea una palabra que se le asemeje pero que el
diccionario no recoge.
La
situación adquiere protagonismo en una ciudad como Los Ángeles, donde la
cultura del inmigrante fluye entre decenas de lenguas que conviven con el
inglés. Pero el problema nace cuando la barrera del idioma y una traducción
inadecuada llega a dificultar también la participación de los padres y
residentes.
En
el 73% de los hogares de quienes asisten a escuelas del Distrito Escolar
Unificado de Los Ángeles (LAUSD) se habla otro idioma distinto al inglés, y un
17% de sus más de 740 mil estudiantes están todavía en vías de aprenderlo.
Una
reciente investigación realizada por
La
investigación tomó efecto después de que varios padres de estudiantes con
necesidades especiales que asistían a charlas sobre el Programa de Educación
Individualizada (IEP) presentaron una queja por no entender nada de lo que se
estaba hablando en esas reuniones.
"El
servicio de intérpretes es deficiente y las personas que sí hablamos inglés nos
hemos dado cuenta de que las traducciones no son correctas o que están mal
hechas", dijo a
El
protocolo del distrito escolar en materia de interpretaciones establece que un
traductor debe poder escuchar todo lo que el orador dice en inglés y traducir
todo aquello que haya dicho, incluyendo comentarios en broma, y que no debe
añadir nada más de lo que haya expresado la persona que hable.
Sin
embargo, el documento de conclusiones de
La
oficina que investigó el caso concluye que la falta de servicios adecuados de
intérpretes es debida en parte "a la ausencia de esfuerzos por parte del
distrito para monitorear la calidad de la interpretación que se da".
Sue
Spears, directora de
No
obstante, Spears reseñó que "todos los padres siempre pueden poner una
queja cuando quieran porque no hayan entendido la traducción", pero que el
distrito trabaja para saber sus preocupaciones y "continúa entrenando a
trabajadores para que puedan realizar interpretaciones".
No
obstante, la mayoría de los traductores entrevistados por OCR dijeron que
"hacen sus propias decisiones sobre qué traducir", mientras que otros
"no traducen comentarios que determinan que son irrelevantes o
inapropiados".
De
una de las grabaciones escuchadas, la oficina federal estableció que "la
pronunciación de uno de los intérpretes en español era pobre y a veces difícil
de entender", añadiendo que "frecuentemente hizo uso de acrónimos en
inglés" sin hacer referencias a su significado.
El
título VI de
Aunque
el LAUSD rectificó algunas de las quejas presentadas durante el transcurso de
la investigación, el distrito escolar firmó un acuerdo de resolución por el que
se compromete a mejorar los servicios de traducción, ampliar el entrenamiento a
los administradores para que identifiquen las necesidades de los intérpretes y
la importancia de asignarlos con suficiente tiempo de antelación a las
reuniones.
De
igual forma, el distrito escolar desarrollará un sistema para asegurar que la
interpretación oral es la adecuada en las reuniones sobre el IEP, mantendrá una
base de datos de traductores cualificados y enviará a personal bilingüe de
forma aleatoria a las escuelas para evaluar la calidad de los servicios y
verificar que los planteles cumplen con los estándares requeridos.
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