REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


EL MITO CHINO Y CHINA EN MARCHA

Camilo Sun

sunbc2004@163.com

 

 

PRIMERA PARTE

PANGU INICIÓ EL CIELO Y LA TIERRA

 

 

En esta primavera regreso a mi pequeño pueblo. Ahora en la mañana, cuando voy llegando por el camino, todos los conocidos que no he visto por largo tiempo no me lo reprochan porque soy para ellos un hijo marcado por otras tierras. Al contrario; me abrazan con cariño y calor, el sol rojo brillante en la cumbre de las montañas, las flores blancas de los manzanos, los perales, los ciruelos, y las flores rojas de los durazneros. Las flores silvestres de variados colores, y la alfombra de hierbas verdes de las montañas también me dan la bienvenida con sus tonalidades verdes, y olores dulces como la leche materna. Siento el recibimiento afectuoso de la voz del viento que canta suavemente sobre los árboles, el canto de unos gorriones en vuelo por el cielo azul, y el “tintín”, “tintín” de un arroyo que corre camino abajo al costado de la senda.

¡Qué familiar! Todo eso me lleva al sueño de mi infancia, y al inhalar, me emborracho.

De repente, unas voces me llaman desde el hermoso sueño; un niño y una niña van llegando delante de mí, y mientras conversan, noto que me examinan con una mirada sorprendida.

Recuerdo entonces una poesía de Hezhizhang, famoso poeta de la dinastía Tang de China:

 

“Salí joven y regreso viejo.

La voz igual todavía,

y el cabello más cambiado.

El niño lo encuentra y no lo conoce.

Le pregunta riéndose; ¿de dónde vienes?”

 

Atrás va quedando ese niño, tomado de la mano de la niña. Caminan y siguen su discusión:

-¡En este mundo primero hubo un huevo! -dice el niño.

-¡Primero fue la gallina! -contradice la niña.

-Si no hubiera habido un huevo, ¿de dónde vendría la gallina?

-Si no hubiera habido una gallina, ¿de dónde provendría el huevo?

-¡El huevo fue primero, la gallina después!

-¡No! ¡No!

Ellos están ya más lejos. Sus discusiones suenan como la voz del arroyo: “tintín”.

¡Se parecen a mí! La cuestión común del huevo y la gallina también la piensan nuestros niños. Es el tema eterno de la humanidad. Como otras cosas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Y a dónde huyo? Y cuando las cuestiones no pueden contestarse, entonces van a preguntarle a Dios o al mito. El mito chino, “Pangu inició el cielo y la Tierra”, es una forma de contestar. Dice así:

 

“En los tiempos antiquísimos, el cielo y la tierra aún no estaban separados. El universo era un huevo grandísimo. Estaba oscuro y desordenado. No se sabe cuándo comenzó a engendrarse el Pangu, que es un gran Espíritu en sí mismo, ni cuando nació. Fue engendrado en el huevo hace mucho tiempo, durmió silenciosamente por dieciocho mil años. Cuando se abrieron sus ojos, estaba oscuro y caótico, por lo que se sintió muy indispuesto en su corazón. Entonces se levantó de golpe, estiró su mano derecha y apareció un hacha brillante la que empuñó con dos manos; agitándose la fuerza de Espíritu a la vez que emitía un sonido muy grande: “Ca”, “La”, “La”, la levantó girando su cuerpo, hachando todo, y el huevo comenzó a abrirse. Al mirarlo observó que algunas partes todavía estaban unidas; estiró su mano izquierda y llegó un cincel brillante. Empuñando el cincel de oro, levantó el hacha y siguió trabajando en las partes unidas. En un determinado momento emitió otro sonido grandísimo: “Dandan”, y el huevo por fin se partió totalmente.

Acabaron por separarse aquellas cosas mezcladas; las más ligeras y puras fueron el Cielo (Yang), y aquellas más pesadas fueron la Tierra (Yin). Pangu vio alegremente los cambios aparecidos, mas, le preocupó el hecho de que el cielo fuera a caerse, se uniera otra vez con la tierra, y el mundo regresara a ser oscuro y entreverado de nuevo. Sostuvo entonces al cielo con la propia cabeza, y puso un pie sobre la tierra. Así todo su cuerpo soportaba cielo y tierra como un pilar.

El cielo se elevaba un “zhang” (medida china de longitud equivalente a 3.33 metros) cada día; la tierra aumentaba también un “zhang” cada día, y el cuerpo de Pangu también se alzaba un “zhang” cada día. La distancia entre el cielo y la tierra ya había crecido noventa mil “li” (otra medida china de longitud, equivalente a 0.5  kilómetros), y la longitud del cuerpo de Pangu creció igualmente. Así pasaron dieciochos mil años más.

¡Qué magnífico aquel paisaje! Pangu tan alto, de noventa mil “li”, permanecía erguido majestuoso entre el cielo y la tierra con cabeza de serpiente y cuerpo de dragón. Mirando a los dos iniciados, Pangu se sonreía orgullosamente y sus ojos brillaban con entusiasmo y alegría. Permaneció erguido observándolos un tiempo muy largo, hasta que un día se derrumbó por causa del mucho cansancio. Y así se murió.

La muerte de Pangu es un hecho grandísimo, sacratísimo y el más espléndido del universo, porque de pronto, su cuerpo se dividió acompañado de un enorme estruendo que conmovió al cielo y a la tierra. Su mirada, que todavía estaba llena de añoranza sobre este mundo, se convirtió en el relámpago; su hálito de muerte se transformó en los vientos y las nubes; y su rugido, en el trueno. Sus ojos volaron hacia el cielo; el ojo izquierdo se convirtió en el sol, el derecho en la luna; su mano, su pie y su cuerpo, en los cuatros lados de la tierra y en las cincos montañas: Taishan, Huashan, Huoshan, Hengshan y Chonggaoshan.

Su sangre brotaba, y saltaron corrientes hacia la tierra tornándose en ríos, lagos, y mares; sus tendones, arterias y venas formaron los caminos plateados por las capas de la tierra; sus músculos que volaron por todos lados, hicieron que innumerables tierras fueran fértiles; los vellos de su rostro volaron al cielo pasando a ser las brillantes estrellas y la Vía Láctea; su piel y sus cabellos, una vez que llenaron el cielo, se derrumbaron sobre la tierra produciendo flores, hiervas, árboles; su médula fueron los diamantes sagrados; piedras, perlas, joyas, y sus huesos fueron los metales. Hasta sus sudores más inútiles se convirtieron en lluvias y rocíos”

 

Este es el cuento de cómo Pangu inició el cielo y la Tierra. Es un Génesis chino. Ahora también el alma de Pangu igualmente inquiere desde lo alto con sus ojos impregnados de amores tan profundos como cuando murió, fijando su mirada en la tierra china y el cielo que él mismo inició: “¿El cielo todavía está tan azul como el de antes?”, “¿Y la tierra está verde como al empezar?”, “¿Las montañas y los ríos están aún puros y limpios?”, “¿Cómo viven sus hijos e hijas?”

Casi todos los chinos ya hemos escuchado las preguntas provenientes de Pangu, y estamos respondiéndole con nuestras buenas prácticas.

Pangu es un gran Espíritu, un antepasado común de la nación china; lo respetamos y le ofrecemos sacrificios desde hace largo tiempo. Todavía hay muchos vestigios de Pangu en todo el país chino que se extendieron por toda la tierra de China. Cinco montañas llevan el nombre común de Pangu: la montaña Pangu de Qinyang de la Provincia de Henan, la de Leiyang de Hunan, la de Yudu de Jiangxi, la de Yichang de Hubei y la de Laibin de Guangxi. Y el Templo de Qinyang de Henan construido en época de Tang hace ya 1.300 años; el templo de Cangjiu de Hebei construido en los años 1.278; el de Leiyang, el de Laibin, el de Yichang, y el de Xinzhu de Taiwan. Además, en Qinyang, en Leiyang, Laibin y en otras, se han ofrecido sacrificios; y particularmente en Qinyang, se ha construido la red cultural de Pangu: http://www.pangushan.com

 

Actualmente, en nuestro país, Pangu ha llegado a ser el símbolo del desarrollo armonioso entre humanidad y naturaleza.

Respetar a Pangu significa no solamente buscar al espíritu del pueblo natal, sino también construir y proteger lo común de la humanidad.

 

 

 

 

La Montaña Pangu de Qinyang

 

          

El Templo Pangu de Qinyang

 

 

 

 

 

El Templo Pangu de Cangjiu                  

 

El Templo Pangu de Leiyang

La ruina del Templo Pangu de Yichang

 

                       

La Montaña Wuzhisan y el Templo Pangu de Yaiwan

Imagen Pangu

Imagen Pangu

En el Templo Pangu

Fuera del Templo Pangu

 

 

SEGUNDA PARTE

 

NUWA REMEDIA EL CIELO

 

Cada día, cuando el sol está naciendo o poniéndose, podrían verse sus rayos multicolores brillar tan resplandeciente y arrebolado entre las nubes quienes se ofrecen de posadilla. Así también en este mundo fantástico de sueños, podría incitarse a imaginaciones ricas con temas como el nacer, la muerte, todo el paso por la vida, recordar el pasado e imaginarse el futuro, etcétera y etcétera.

No sé cómo se dice en su país sobre la mirada de los rayos del sol, ni siquiera sé si tienen un mito bonito sobre esto. Pero mi patria China tiene este cuento-leyenda: Nuwa remedia el cielo.

Nuwa es María china. Aquí está el cuento:

 

“En el tiempo en que Nuwa fundó a la humanidad, la tierra estaba riéndose de buena gana por todas partes, y así el humano vivía feliz y contento. No sé qué lapso habría pasado, de cuántos  años; pero una noche, repentinamente Nuwa se despertó  debido a una fuerte conmoción acompañada de un ruido estrepitoso. Se levantó  rápidamente y una vez afuera, mirando el cielo, dijo: “¡Ah, cielo!”, “¿A qué le debo temer?”

Una gran parte de cielo ya se había desplomado, dejando al descubierto un enorme agujero muy negro; tanto, como si en la tierra se hubieran hendido los valles por aquella conmoción. En las montañas, los fuegos llameaban tremendamente agitados, y en el campo amplio se desbordaban las aguas. Unos hombres  trataban de  envolverse en las coberturas mundanas para protegerse de las llamas, pero otros forcejeaban con la  inundación.

¿Por qué y cómo sucedió todo esto? En realidad aconteció una pelea entre dos Espíritus; uno se llama Gong Gong quien ejerce autoridad sobre las aguas y el otro se llama  Zhuyong quien controla al fuego. La lucha violenta se originó hace largo tiempo; hacia atrás, desde el cielo hasta la tierra; y hacia adelante, desde la tierra hasta el cielo. Zhuyong ganó al fin. Gong Gong no podía soportar el dolor y la frustración de haber perdido el trono del cielo; de ira y furia golpeaba su cabeza fuertemente contra el Monte Buzhoushan, el cual es un sostén del cielo, y  éste se rompió tras uno de sus ataques. Así sucedió aquella escena trágica. Nuwa se encargaría de repararlo.

Nuwa, muy humana, amó tanto a todos los hombres como una gran madre, y es cierto; todos son sus hijos e hijas. Ella, bastante dolida, de inmediato buscó al Espíritu y lo reprendió. Así controló la lluvia para que lloviera pronto y terminara de una buena vez con el fuego. Para salvar a los hombres, quienes todavía forcejeaban en la inundación, ella, a pesar de estar agotada, día y noche sin descanso, fabricó un barco.

Poco tiempo después, el fuego parece haber descansado, y los hombres ya están salvados. Pero, siguió saliendo fuego de aquel agujero grande.

“¿Y ahora qué hago?”, se preguntó. Nuwa decidió remendar el cielo a pesar de poner en riesgo la vida suya. Ella marchó mucho por las montañas buscando las piedras de colores. Pensaba que las adquiriría fácilmente, pero éstas no estaban más como se imaginaba. Cuando llegó a las montañas, descubrió que las piedras eran pocas y tan pequeñas. Entonces comenzó para ella una marcha penosa de días y noches, a fin de encontrar las piedras de los cuatros colores; la roja, la amarilla, la azul y la blanca, pero no la verde Pirra.

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Pirra (barco en la civilización griega, o arca en la judaica). O tal vez se refería... ¿a las razas de la humanidad? O... ¿buscaba además el “quinto elemento”? O... ¿serían los colores del Arco Iris como la gran promesa de que no llovería jamás de forma que destruyera a la humanidad entera? Y cuando nombra a la verde pirra, ¿no será “pira” (piedra donde se hacía una hoguera en la cual los antiguos quemaban a sus muertos), porque ella buscaba la vida para los hombres, no la muerte?

Cabe destacar, en cuanto a los colores del Arco Iris, que también podemos observar el fenómeno en fuentes de agua y cascadas; en general, donde encontremos luz del sol y gotas de agua. Pero la dispersión de la luz del sol en las gotas de lluvia ocurre de la siguiente manera: la luz del sol al ingresar a la gota se refracta, al llegar al otro extremo de la gota se refleja y luego se refracta nuevamente al salir. El Arco Iris resultante de este fenómeno, con todos sus colores, en realidad existe sólo para el observador, y dependerá de su posición; el lugar en donde se percibe que se encuentra, es en las gotas de lluvia donde ocurrió la dispersión. Además, la porción del Arco Iris que podemos observar va a depender de la posición del sol y de cuán alto nos encontremos sobre la superficie de la tierra; desde un avión, en contadas ocasiones es posible ver un anillo circular completo del mismo. Y... ¿cuáles son los colores del Arco Iris? después de conocer el fenómeno de la dispersión de la luz, sólo podemos responder que para la ciencia, los colores del arco iris son el espectro completo desde el rojo al violeta; por este motivo para distintas culturas estos colores representativos cambian. Y los colores tradicionalmente asociados al Arco Iris en la cultura occidental son en orden, desde arriba hacia abajo, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. En su versión simplificada, que podemos ver en las banderas representativa de diversos movimientos y grupos sociales, se excluye el índigo, ya que en realidad los seres humanos tenemos dificultad para distinguir los colores de la parte azul del espectro, y porque además al parecer éste fue incluido para que la cantidad de colores sumara “siete” debido a que en la época de Newton, el número “seis” no era bien visto por la iglesia.

Ver:http://www.misrespuestas.com/cuales-son-los-colores-del-arcoiris.html

La humanidad tiene un doble origen, divino y terrenal. Celeste es el origen de su alma, anterior y superior a la tierra cuyos elementos fueron fecundados por la esencia cósmica, sin la cual la materia sería sólo una masa inerte. Las diferentes razas que comparten el Planeta son hijas de diferentes tierras y zonas. Pacientemente y a través de millones de años, cada Continente ha parido su flora y su fauna, coronándola con una raza humana de color y características diferentes. El continente austral desaparecido bajo el último “gran diluvio” fue la cuna de la “raza roja” primitiva de la cual es un remanente los indios de América. El África es la madre de la “raza negra o azul” llamada etiópica por los griegos. Asia es la cuna de la “raza amarilla”. La última en nacer fue la “raza blanca”, emergiendo de los bosques europeos en medio de las tempestades del Atlántico y las brisas Mediterráneas. Las múltiples variedades humanas son resultado de las mezclas, combinaciones y degeneraciones de esas cuatro grandes razas que se han esparcido por todo el globo dejando las huellas de sus maravillosas civilizaciones...los templos hindúes, las pirámides en Egipto, México, Perú, etc. Según las tradiciones brahmánicas, la civilización comenzó sobre la tierra hacen unos 50. 000 años con la raza roja cuando Europa entera y parte del Asia estaban sumergidas todavía. Esas mitologías nos cuentan también sobre una raza de gigantes anteriores. En cavernas tibetanas se han encontrado restos de unas gigantescas osamentas cuya conformación es más semejante al mono que al hombre, sugiriendo una humanidad primitiva e intermedia, aún cercana a la animalidad y todavía sin lenguaje articulado o algún tipo de organización social o religiosa. Cuando el hombre comienza a hablar nace la sociedad y la intuición sobre Dios y un origen divino. Dios palpitando en la fauna humana.

http://www.angeldelaguarda.com.ar/alternativo/iniciados.htm

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Por eso siguió buscando por mucho tiempo dentro del agua de la fuente cristalina. Y al fin las encontró. Entonces, ella excavó una cavidad grande en la tierra y las colocó dentro de ésta. Empezó a refinarlas con el fuego sagrado; se fundieron con unos líquidos muy densos. Luego de refinarlas durante cincos días y cinco noches, Nuwa voló al cielo sosteniendo con sus dos manos una vasija en la cual empacó los líquidos, y cuando se acercaba al agujero, adrede lo salpicaba. Desde entonces, en todo el cielo brillan diez mil rayos dorados; aquel agujero ya está remediado.

En la actualidad, las personas puede ver con frecuencia las nubes bonitas y coloreadas en el cielo.

Dicen que aquí es el sitio donde Nuwa lo remedia.

 

Así,  el cuento principal de “Nuwa remedia”, el cielo ya ha terminado. Pero  hay  muchos  otros aspectos diferentes de su vida; y este es así:

 

“Cuando remedia el cielo, ella se remedia a sí misma con su propio cuerpo por la falta de los líquidos”.

Y otro:

 

“Después de que Nuwa remedia el cielo, los hombres vivieron felizmente de nuevo. Muchísimos años pasaron, las personas siguieron todo ese tiempo con su vida feliz. Pero una inundación grandísima se desbordó súbitamente. No todos los humanos pudieron salvarse; porque todos estaban creados por Nuwa con el barro amarrillo. Quedaron solamente dos: Nuwa y su hermano mayor, Fuxi. Él es también un antiguo de nacionalidad china, antes de Yanti y Huangti (estos  tres se llaman “Tres  Emperadores”). Claro, después de Pangu, el Emperador de Jade, quien fue la primera persona en iniciar el cielo y la tierra de nuestra nacionalidad”.

 

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Hallazgos representan perfectamente las tres señales del origen del Estado reconocidas por los círculos académicos: lengua escrita, objetos de metal y ciudad. (Huang) y los Cinco Reyes (Di) de la China antigua se convierten en un período histórico verdadero y confirmado por la investigación arqueológica. Ver: http://www.china.org.cn/xikaogu/yaoshun/INDEX.HTM).

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“Nuwa  y  Fuxi, aquellos dos hermanos, se refugiaron en la Montaña Tianshan; una montaña muy famosa en la región de Xinjiang de mi país. Después de innovar un rito para pedir perdón al Cielo (Pangu), se casaron y tuvieron muchísimos hijos e hijas.”

 

Ellos comenzaron a pasar verdaderamente a una vida más humana; atesoraban un cambio desde el Espíritu hasta la persona, y entre sí, ellos estaban asidos de la cabeza humana pero con cuerpo snake (cuerpo de serpiente; unión de sus dos cuerpos en uno). Y este hecho es una demostración muy buena del pensamiento humano chino de que el Espíritu y el humano están siempre coordinados en uno. La mundanización del Espíritu y la espiritualización de la persona, cual dos corrientes de mentes desde la antigüedad hasta ahora, marchan en la historia cultural desde hace más de cinco mil años; así como el río Huanghe antiguo, en donde en su cuenca nació nuestra nacionalidad y cultura antigua de China.

Desde este punto, no es tan difícil de comprender sobre nuestra historia en la cual aparecieron más de un movimiento para crear, o destruir el Espíritu. En la popularidad de mi patria se ofrenda a muchos Espíritus, y la parte mayoritaria de entre ellos son unos hombres reales y también destacados en algún aspecto; como en la guerra, en la cultura, en algún trabajo, etc.; claro, que inclusivamente en los cuentos, letras, poesías e historia, les admiran. 

Quizá esta es una diferencia enorme con la de otros países en los dominios espirituales. El hombre chino de piel amarrilla desde arriba hasta el fin, no puede forcejear con el estigma amarrillo; su cuerpo fue creado por barro amarrillo, su región del nacimiento es la Meseta Huangtu (significa “tierra  amarrilla”), el gran río que corre entre aquella meseta es Huanghe (río amarrillo), y en su valle se creó la gran cultura antigua, la más brillante de China, así como un canto: “En el este antiguo hay un Dragón, se llama China.”

Aquella Meseta Huangtu es una tierra colmada de penalidades. El gran Huanghe no puede menos que doblar su estampa, y en aquella tierra escribir un gran “No”. Y en  este “No”, como una negación a la felicidad, se ha llenado de cuantas emociones haya de avanzar, y deseos de subir vertiginosamente. Por consiguiente, el mito siempre lleva un color denso de tragedia. Éste, también ha sido una diferencia con los de otras nacionalidades:

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La serpiente es un reptil que todos los años en primavera cambia completamente la piel, por lo que se le atribuye poder, virilidad, sabiduría, rejuvenecimiento, fertilidad, salud, etcétera. Otros exponen que su simbolismo nace en la Mitología griega, pues Tronfonio y Esculapio enviaban sus poderes sanadores a través de las serpientes para curar las enfermedades. A los seguidores de este dios de la Medicina, los griegos los llamaban Asklepios y los romanos Aesculapios, comunidades semirreligiosas que practicaban la Medicina.

http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21412004000200009&script=sci_arttext

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En China hay muchos vestigios de Nuwa; así como en los templos grandes o pequeños, unas tumbas y otras reliquias históricas que quizá se extiendan por todo el país, especialmente en los valles del río Huanghe, también en las provincias de Gansu, Xianxi, Shanxi, Henan, Habei, y Shandong, particularmente en los últimos años, acompañado de un desarrollo económico-turístico. En todas partes se están restaurando las construcciones viejas y además utilizando todas las formas; como la ceremonia de tributar homenaje al antiguo, o la fiesta cultural con un rasgo particular. Y en ese aspecto, la región donde ha vivido Nuwa también ha tenido algunas manifestaciones; en el Liping de la Provincia Xianxi, en el Shexian de la Provincia Hebei, en el Tianshui de la  Provincia Gansu, en el Hongdong de la Provincia Shanxi y en el Jining de la Provincia Shandong, etc., en muchas partes están organizando o preparando sus formas  propias de recordar a la gran Nuwa.

Y parece que estos recuerdos no se valen solamente de lo económico, sino también para buscar un pueblo natal propio del espíritu; ¿no es así?

 

El Templo de Nuwa de Tianshui de la Provincia Gansu.

La Montaña de Nuwa en Liping de la Provincia Xianxi.

Las ruinas del Templo Nuwa en Liping.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Templo Nuwa en el Hongtong de la Provincia Shanxi.

 

Nuwa remedia el cielo.

La estatua Nuwa.

 

 

TERCERA PARTE

 

EL PRIMER ANTEPASADO HUMANISTA DE LA NACIÓN CHINA SE LLAMA FUXI

 

Es pequeño mi campo entre las montañas; ellas lo cubren con sus pliegues así como una joya gris de jade. Allí nací, pasé mi infancia y terminé mis estudios de la escuela primaria. Recuerdo que para ir desde mi casa hasta la escuela, cada día debía recorrer por una callejuela. Pero no iba solo, caminaba por ella con mi compañero. En las primaveras y veranos, hacia la hora del medio día, veíamos constantemente a una serpiente. Ésta asomaba su cabeza de tanto en tanto y se acurrucaba atrincherada en una grieta. Cuando la vi por primera vez tuve tal pánico que por las noches soñé sueños aterradores. Entonces, para llegar a la escuela, preferí salirme del camino, dándole una vuelta a la callejuela para no verla otra vez. Pero mi valiente compañero seguía marchando solo por ahí. Una vez me dijo:

-No le tengo ningún miedo. Parece apacible y dócil.

-¡No!, ¡no es verdad! -le contesté.

-¿Por qué no? Vamos juntos ahora -me propuso-, pasemos otra vez por la callejuela que tanto terror te da y... arriesgo contigo.

Nos acercábamos cada vez más a la grieta y cuanto más cerca estaba de aquello, mi corazón palpitaba más fuerte y rápidamente. Pero mi compañero metió su mano y la serpiente salió de pronto y rodeó todo su cuerpo. Él se quedó allí tan tranquilo, tocándola con su mano, y me dijo:

-¡Mira tú! ¡Mira!

De ahí en adelante no tuve tanto miedo como antes. Sin embargo, ese pánico, hoy lo comparo como el que se debe sentir en el momento del nacimiento. Hasta las personas mayores a mi persona lo siguen teniendo en el transitar de la vida. Pienso que yo lo llevaré hasta el final de la mía. Este pánico, relacionado con la serpiente, ha sido y es un particular fenómeno cultural en China. Los chinos tenemos 12 “Shengxiao”, es decir, 12 animales en el horóscopo chino (representan las doce Ramas Terrestres, y son usados para simbolizar el año del nacimiento de alguien). Sin embargo, el fenómeno del Shengxiao no ocurre solamente en China; también ocurre en Japón, Camboya, India, Francia, y en todo el mundo. Claro; de diferentes maneras, pero en todas se destaca la relación entre el hombre y la naturaleza. Se conoce también como Shuxiang o Xiangshu. “Sheng”significa nacimiento y “xiao”, similitud.

Los doce animales son: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Cada año corresponde a uno de ellos y también lo tiene cada chino. Este año 2006 es el año del perro.

En este caso, voy a elegir al dragón porque es una imagen exclusiva de Nacionalidad China, y es precisamente a la serpiente a la que se la denomina “dragón pequeño”.

Una tradición muy antigua que tenemos es “La Fiesta de Primavera de China”. Para festejarla, en cada casa tienen que hacerse muchas comidas con los animales y las harinas, y claro; también se incluye a la serpiente. Aún recuerdo la hecha por mi madre, quien enroscaba a éstas, regordetas y amables, en tan blanco polvo que perdían lo terrible de cuando estuvieron vivas. La serpiente de harina tiene además otro nombre: Shengchong (con este nombre simbolizada la abundancia). Tenemos también muchos tabúes en nuestros campos amplios; prohibiciones supersticiosas. Algunos animales como la comadreja y la zorra, tienen una inteligencia distintiva, así como la serpiente. Entre estas supersticiones, está prohibida la caza; si no, sin lugar a dudas, se sufrirá algún castigo.

La historia de mi compañero infantil, y de cuando nosotros estuvimos maduros, ha sido un sueño escrito por Liu_zhongyuan, quien es un escritor muy famoso de ensayo de la Dinastía Dang, y que hoy dista a 1.200 años atrás, más o menos: <El cuento de una persona que coge en la caza a la serpiente>. Al final, dice el cuento, mi compañero cogió la serpiente y la vendió para ganar dinero. Atrás estaba asido por un jugador de la serpiente de acrobacia. Al final terminó loco; se echaba por tierra y se arrastraba como la serpiente. Cada día, al contar este hecho, nadie contendía; no se podían explicar este misterioso fenómeno. Entonces los viejos les aconsejaban a sus niños:

“¡Vayan lejos de la serpiente!”, y cuando éstos estaban lejos, se preguntaban: “¿Habrán recordado?”

Quizá tiene una sola explicación y se debe al mito chino antiguo de Fuxi; una predicción proveniente del tiempo antiquísimo.

Así es el cuento de Fuxi:

 

“En el tiempo antiguo había un país: Huaxushi. Estaba en el noreste, muy lejos. El país no tenía un jefe, el pueblo no tenía una pasión, todo se dejaba llevar según su curso natural; por eso sus vidas fueron más largas. Ellos se hundían en las aguas sin morirse y saltaban en los fuegos sin quemarse. Y habitaron en el cielo tal como marcharon por la tierra llena. El techo de las nubes no podía cubrir sus ojos; los truenos y rayos no influían en sus oídos. Entre ellos había una chica llamada Huaxushi; ella era esbelta y graciosa. Estaba corriendo por el cielo, hasta que llegó al “leizhe”, que es un sitio en el este, y se puso a jugar en esa zona que es pantanosa; tan linda, que estaba fascinada. De tanto en tanto y de repente, se encontraba con unas huellas de pisadas grandísimas, más grandes que en otros lados de la zona pantanosa, y éstas la hacían sentirse extrañamente. Se le ocurrió poner su pie, alternando uno con otro, al tiempo de pasar de aquí para allá. De pronto, sintió que estaba emocionándose, y su cara se puso más roja, sus orejas más calientes, hasta que tuvo un sentimiento muy feliz e inefable. Cuando regresó a la casa, un niño le nació; ese es “Fuxi”.

Fuxi, con cabeza de hombre y cuerpo de dragón, acababa de nacer. Enseguida pudo correr, creció como viento en popa y se convirtió en el gigante más alto e incomparable.

Un día, Fuxi le preguntó a su madre:

-¿Quién es mi padre?

-No sé -le contestó ella. Y moviendo su cabeza, le contó lo ocurrido en “Leizhe”. 

-¿Acaso mi padre es el Espíritu de Trueno? -volvió a preguntar, y al oírse pensó un momento. Al cabo de un rato, él mismo se respondió-: Quizás, sí.

 

Frente a tal afirmación, su madre contestó con una expresión dudosa. Entonces Fuxi salió llevando unas comidas, decidido a encontrar a su padre. El camino buscado era tan lejano. Por más que corría apresurado, pasaban largos tiempos. Mas, no había buscado una escalera para subir al cielo.

Un día, llegó a un sitio muy rico y hermoso; la llamada tierra de Duguang. Se dice que es la ciudad de Chengdu de hoy; la capital de la Provincia Sichuan, y tiene un nombre muy común: “La Nación del Paraíso”. Y allí se encontró con el canto de los pájaros, el aroma de las flores, y el verde, siempre en las cuatro estaciones. He aquí el árbol lingshou; sus ramas tienen muchos nudos, tantos, como el bambú, y el aroma de sus flores estaba defendiendo al palacio del cielo.

Fuxi marchaba por ese mar de flores; pero no había olvidado su misión.

Un día, él encontró un árbol jianmu, y quedó tan asombrado que exclamó: “¡Qué alto es este árbol!”. Sí, se erguía desde la tierra hasta el cielo y el sol lo iluminaba; pero más asombrado quedó al constatar que no dejaba ninguna sombra en la tierra. Tampoco emitía ningún eco, pese a que gritó fuertemente con el tono más alto de su voz, tanto hacia arriba como hacia abajo del árbol. Así fue que Fuxi se emocionó al pensar: “Si eso es el centro del cielo y de la tierra, quizá por este árbol podría subir al cielo y encontrar a mi padre”. Entonces, comenzó a bullirse la sangre en sus venas y llenándose por todo su cuerpo de las muchas fuerzas, empezó a trepar por el árbol. Pensó que si al principio subía lentamente, más arriba tendría más fuerza, pero si las tuvo, no fue por ello, sino que su cuerpo se hizo más ligero, y su acción más lista.

Al tiempo que llegó a la puerta del palacio del cielo, salió de la puerta un monstruo que, con cabeza de hombre, cuerpo de dragón, una cara muy negra y dos alas crecidas, llamaba a Fuxi de esta manera:

-¡Ah, hijo mío!, cada vez te pienso más.

-¡No! -gritó Fuxi al escucharlo-, ¡no eres mi padre! Mi padre es el Espíritu de Trueno.

-¡Ja, ja! ¡Soy Espíritu de Trueno! -le contestó, a la vez que otros espíritus salieron de la puerta para demostrárselo.

 -¡Ah! ¡Te encuentro por fin! ¡Papá!, ¡espéreme un momento!, voy a ponerme a cuestas a mi madre para traerla; regreso pronto.”

Fuxi estaba loco de alegría. Abrazó aquel árbol con un “Zaz”, bajó a la tierra comenzando su marcha rápidamente hacia su casa. Al llegar, cargó a cuestas a su madre:

-¡Mamá!, ¡abráceme fuerte, no tenga miedo!

Ellos regresaron al árbol enseguida. En poco llegaron al cielo delante de su padre.

Desde entonces, el árbol “jianmu” ha sido escalera del cielo.

Como un hombre que muestra gran capacidad de maniobra; el primero en encontrar la escalera, virtud de piedad y obediencia para con sus padres, por todo esto, Fuxi fue el Primer Emperador.”

 

Hay también muchas otras historias en cuanto Fuxi y sus actuaciones en la tierra. Esta es así:

 

“Fuxi y Nuwa son hermanos. Fuxi es el hermano mayor, Nuwa es la hermana menor. Nuwa había hecho muchísimos hombres y mujeres con el barro amarrillo. Cuando la inundación grandísima que llegó al cielo y cubrió la tierra y todos los hombres y mujeres murieron, quedaron solamente Fuxi y Nuwa que se escondieron en la montaña Tianshan. Fue en ese preciso momento en que ellos suplicaron al Espíritu que les permitiera casarse para que continuara la vida humana sobre la Tierra, a pesar de ser hermanos. Así ellos se convirtieron en el Adán y Eva de la Nación China.

En la historia cultural nuestra nación, los principales méritos que Fuxi fundó son:

1. Enseñó a todos los hombres cómo tejer una red para capturar a los peces y les dio el conocimiento de cómo tratar a los animales para domesticarlos, de forma que pudieran vivir en la casa.

2. Reformó usos y costumbres humanas, y propuso el casamiento entre distintas tribus.

3. Fundó la escritura como recuerdo de los asuntos.

4. Creó la melodía y los instrumentos musicales.

5. Defendió su tierra para administrarla eficazmente.

6. Creó el calendario antiguo.

Y además, su mérito más importante fue la creación de los Ocho Diagramas (ocho combinaciones de tres líneas enteras o quebradas, que fueron usadas antiguamente para la adivinación).”

 

Sobre esto último en particular, hay un cuento maravilloso, que dice así:

 

“La tierra natal de Fuxi está en Tianshui, en la Provincia de Ganshu. Allá hay una montaña; la Guataishan. Un día Fuxi subió a la cumbre pensando en las cuestiones como... de dónde provienen los truenos y rayos..., y por qué hay tantos vientos y lluvias... Entonces oyó la voz de un rugir, al tiempo que un caballo dragón saltaba frente a él desde un hueco de la montaña. Éste, cabeza de dragón y cuerpo de caballo, al dar el salto hacia adelante puso sus patas en la piedra grande que está en medio del río Weishui”.

¡Qué maravilloso es este panorama!; la forma de la piedra es un dibujo de un pez negro y un pez blanco más las líneas del cuerpo del caballo dragón. Es como el Taiji.

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 El Taiji es una inspiración de Fuxi, de meditación y espiritualidad que nos llegó con las distintas formas de movimientos básicos. Por eso los Ocho Diagramas que además representan la agilidad, velocidad, cambios bruscos y repentinos, entrar, salir, giros y contragiros, caídas, ondulaciones, saltos, etc., características esenciales que ayudan a transitar por la vida eficazmente; con más claridad, suavidad, y armonía. Actualmente, no sólo es una técnica en las artes marciales, sino un tipo de ejercicio beneficioso para la salud, porque ayuda a fortalecer las piernas, mejora la flexibilidad, y la armonía. Además, con esta práctica se ayuda a regular las funciones de los órganos internos.

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Las huellas de Fuxi se extendieron por la zona de Huanghe, en el sur y norte de Yangtse. La  cultura de Fuxi es la más valiosa del patrimonio cultural de nuestra nación. Actualmente nuestros pueblos continúan recordándolo, tanto en su tierra natal de Tianshui como en su tierra de muerte Huaiyang, en la Provincia de Henan, en Xinle en la Provincia de Hebei, y en todas las zonas donde Fuxi vivió.

El echar de menos a Fuxi no es un recuerdo ni un mero pensamiento en lo pasado; es una reflexión más que profunda al momento de afrontar la realidad, y una preocupación humanista desde el punto de vista de una elevación del estado vivo común de la humanidad.

Sus ojos profundos y aguzados siguen poniendo su mirada fijamente en nosotros: “¡¿Qué están haciendo?!, “¡¿Y a dónde van mis hijos y mis hijas?!”

Cómo le contestamos...

¿Recuerdan el “Zaz”...? ¿Acaso el zarpazo no es una represalia tomada por el animal? Ah... el proteger al animal es también proteger a la propia humanidad. En mi país, ya está elaborada una Ley que protege la vida del animal silvestre.

“La Tierra es siempre nuestro pueblo natal; del humano y del animal”

 

1. La figura de Fuxi

2. El Templo de Fuxi de Tianshui en la Provincia de Ganshu

 

 

 

3. El Templo de Fuxi de Tianshui en la Provincia de Ganshu

 

 

 

4. El Templo de Fuxi de Tianshui en la Provincia de Ganshu

 

 

 

 

5. La Montaña Guataishan de Tianshui; sitio donde Fuxi creó los Ocho Diagramas

 

6. Así es la Montana de Guataishan

 

伏羲陵墓

7. El Mausoleo de Fuxi de Huaiyang en la Provincia de Henan

伏羲寝殿

8. El Palacio de Fuxi de Huaiyang

 

9. El Templo de Fuxi de Xinle en la Provincia de Hebei

 

八卦图

10. La figura de los Ocho Diagramas

 

11. La figura de Fuxi y Nuwa desde un Mausoleo de Tulufan de Xinjiang

 

 

12. La figura de Fuxi y Nuwa en la antigua China

 

CUARTA PARTE

 

YANTI TAMBIÉN ES EL INICIADOR DE LA AGRICULTURA EN LA NACIÓN CHINA

 

Pasé mi infancia y mi juventud en mi campo natal; por eso entiendo el intenso sentimiento que sintieron mis padres y mis abuelos hacia la tierra. Ni se imaginan lo difícil que es poder adquirir una parcela de tierra entre las montañas. Tenían que luchar contra las piedras; pegándose, sudando, utilizando todas sus fuerzas; y todo esto los ató, es como si estuvieran unidos a ella por un cordón umbilical eterno que no puede cortarse ni desprenderse de ninguna manera ni en ningún momento; ni siendo ricos, ni siendo pobres.

En mi campo, en el monte del este, se construyó un templo al Espíritu de Tierra; muy pequeño, rodeado de muros con la altura de un hombre, tiene dos paredes muy largas. El templo se parece a una madre que está estirando sus brazos como recibiendo a todos los hijos que regresan de sitios lejanos.

Y así es. Todos creen que Nuwa los creó de tierra y a ella volvemos sin lugar a dudas. Por eso, cuando un hombre muere, lo primero de todo es encomendarlo al Espíritu de tierra.

¡Así son mis abuelos! ¡Y así son nuestros campesinos chinos! Acatan un compromiso de amor hacia su tierra. Yo lo tengo en mi corazón; no importa si estoy lejos; no se me quita ni por la distancia física ni por el largo tiempo de lejanía. Es más, mi deseo de regresar se me hace grande cuando estoy cansado por el andar entre las voces bulliciosas de la ciudad, y hasta me siento mareado a causa de las lámparas de neón; esos letreros luminosos que me enloquecen. 

Entonces pienso ¿por qué no me zambullo en esta añoranza, y con mi pensamiento regreso a aquél, mi campo pequeño entre las montañas? Y así me siento en una ladera, porque así me agrada más, para ver el paisaje justo en el momento del atardecer. Ah, ¡qué linda esta pintura!; los rayos purpúreos del sol poniente se destacan por su brillantez en las cumbres de las montañas, como una llama resplandeciente coloreada con tantos matices. No se escapan de mí aquellos macizos verde-oscuros, ribeteados de color oro por uno de sus lados a causa del sol poniente. Es ahí, cuando embebido por el paisaje, se extiende frente a mis ojos el cuadro más efusivo:

 

Un buey impulsa su cuerpo y recorre la tierra cargando un arado. Su propietario está detrás de él, llevándolo. Sus siluetas están cortando por un lado del cielo en las nieblas del atardecer... Y escucho el “Múuu...”

Tan desolada y lejana siento la voz de aquel buey. De pronto, veo que entre los arroyos de las montañas se esparcen los humos del fuego de la cocina.

En este momento me doy cuenta que he escuchado la voz que llega desde el tiempo antiguo:

“Múuu...”

 

“Quizás esta fue la voz que Yanti lanzó en el tiempo de su nacimiento. La escucharon todos los hombres que circundaban la vieja casa entre la hierba.

-¡Oh!, ¡¿qué es eso?! -gritaban todos a la vez.

-¡El niño nacido es un monstruo! -exclamó uno-. ¡Tiene cabeza de buey y cuerpo de hombre!

-¿Es una cosa buena o mala? -se preguntaban unos a otros, mirándose consternados sin saber qué hacer.

La humanidad, iniciada por Nuwa, se incrementó día tras día cada vez más en el tiempo, así como también los frutos silvestres, las capas que cuentan los años de los árboles y las raíces de las hierbas, etc. Pero en ese entonces los hombres estaban sedientos y sufriendo hambre, porque de todas las cosas que podían ser comidas ya no estaba quedando nada. Se encontraban en un período de sequedad. Mas, creían en que un niño nuevo nacería, y les llevaría una linda esperanza. Y... así fue.

Algunos ya habían perdido las esperanzas de que se cumpliera su deseo; pero el milagro había surgido exactamente en ese momento. Acababa de nacer aquel monstruo. Había  abierto sus ojos claros, vidriosos y brillantes como dos fuegos. Crecía rápidamente; tanto que llegó a ser un joven alto y corpulento. Y se puso en medio de ellos.

-¡Fuera sed! -ordenó tras ver los labios secos de los hombres con sus ojos afinados-. El agua beberán a gusto, porque hay 9 pozos fuera de la casa -les decía-; uno está en el centro y los otros están repartidos equitativamente a dos lados. Estos pozos están unidos.

Cuando encontraron los pozos, se tendieron a los costados, bebieron y luego rieron a sus anchas. Después cantaron y bailaron girando al lado del joven llamado Yanti, el que tiene fuerza de Espíritu, tanto que, levantando sus brazos y su cabeza de buey, le daba órdenes al mismísimo sol.

-¡Ah!, ¡hace mucho calor! -dijeron los hombres quejándose.

-¡Sol! ¡Mírame! -exclamó Yanti. Y lo indujo diciéndole así-: ¿Quién soy? ¿Por qué no te ocultas ahora?

Y el sol se ocultó entre las nubes de prisa cual niño obediente.

Y cuando el clima cambió e hizo mucho frío otra vez, Yanti intervino:

 -¡Sol! ¡Sal!

A causa de su gran voz, el sol se puso brillante de nuevo, pero no calentó tanto como antes, sino que se presentó claro, como espejo, y muy cálido.

Pero aún los hombres estaban hambrientos; no habían sido saciados y conversaron entre ellos:

-¿Qué debemos hacer?

-No lo sé.

-¿Tendremos alguna manera de encontrar comida?

-Bueno, tal vez si...

Yanti los escuchó, pensó un momento, y al fin gritó al cielo:

-¡Oigan todos los espíritus del cielo! ¡No hay nada de comida en el mundo! ¡Todos los hombres están sufriendo de hambre! ¡Bajen las comidas de inmediato!

Entonces muchísimos cereales bajaron y flotaron en el aire como copos de nieve. Qué placer; todos estaban contentísimos gracias a la alimentación venida del cielo. Y cada uno empacó alimentos en sus propios sacos de tela.”

 

Pero... eso no es todo lo que sucedió. No he contado aún el resto acerca de Yanti.

¿Adónde quiero ir con todo esto?

Bien; medio año después, los hombres volvieron a estar hambrientos; ahí fue cuando vieron de nuevo a Yanti.

Otra vez no tenían nada de cereales. Y... ¿qué hizo Yanti? Se los llevaba a su mismo patio. Ah... muchas cosas raras llenaban esos patios. Frente a las preguntas, Yanti les aclaró:

-Estos son instrumentos agrícolas hechos por mí. Ustedes los fabricarán según estas formas mías y mi guía. Ya no se preocuparán más por no tener cereales. Bueno, observen, es así...

Al cabo de un mes, todos los hombres empezaron a surcar la tierra del campo, con los instrumentos hechos por ellos y con la guía de Yanti.

En este preciso instante, un gran pájaro rojo volaba llevando plantas de cereales, y en su pico sostenía 9 clases de espigas. Circunvaló varias veces sobre la cabeza de Yanti, dejó caer todo en sus manos y se marchó. Yanti les repartió las semillas a los hombres, y les enseñó cómo cultivar la tierra. A partir de ese momento existe la agricultura en el mundo.”

 

Por eso Yanti tiene además otro nombre: Xinnushi. Su significado es que Yanti también es un Espíritu de Agricultura.

Hay muchos otros cuentos sobre él, debido al gran numero de documentos históricos encontrados, que tratan sobre las contribuciones que Yanti ha hecho a la historia cultural de la Nación China, en 8 aspectos: la agricultura, fundador digno de la medicina tradicional china, feria del negocio, el hilado y tejido, el instrumento musical, el arco y la flecha, el barro cocido, y la construcción de casas.

Cabe destacar en cuanto a su contribución en la medicina, que Yanti, como Emperador antiguo del sur de China, anduvo por miles y miles de montañas y ríos; saboreó personalmente cientos de hierbas, buscando cuáles eran las medicinales para sanar a los enfermos del pueblo. Un día probó una hierba maligna que se caracteriza en destrozar los intestinos. Él sufrió esta enfermedad. Y Yanti murió. La hierba lleva el nombre de Danchang, por su causa.

 

Desde la época en que Yanti vivió hasta hoy, 5.000 años más, él ha dejado sus huellas por las calles de Huanghe, y por el sur y norte de Changjiang.

Ahora, en el Baoji en la Provincia de Xianxi; en el Gaoping de Shanxi, en el Chaling de Hunan y de Hubei, están organizando de distintas formas los ejercicios recordados. Pero todos tenemos el propósito común de darle el mayor esplendor a la cultura de Yanti. Somos los hijos del Emperador; Yan y Huang.

Finalmente, entendemos que la esencia de la cultura de Yanti es:

“tomar la agricultura como raíz”, “tener al hombre como tallo”.

 

Como hijos suyos no tendríamos ningun motivo para practicar estos grandes ideales de la humanidad, porque el campo nuevo ya es la tarea principal del desarrollo económico nacional. Pero... ¿Cómo se protege el paisaje natural del campo en el paso a la urbanización? ¿Y cómo podríamos conservar la armonía entre el pueblo nuevo o ciudad, y la naturaleza del campo? Nuestros chinos mayores también son hijos de campesinos.

El campo es nuestra tierra natal del Espíritu”, “donde mi alma puede convertirse en una mariposa libre”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La figura de Yanti

 

 

 

 

 

 

 

El diagrama de las contribuciones de Yanti

 

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La Tumba Imperial de Yanti en Yanling en la Provincia de Hunan

 

El Palacio de Yanti en Yanling en la Provinca de Hunan

下台炎帝中庙

 

 

 

 

 

El Templo de Yanti en Gaoping de Shanxi

 

 

 

La Montaña Yangtou en Gaoping de Shanxi

La Tumba Imperial en Gaoping de Shanxi

 

炎帝

La figura de Yanti

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Tumba Imperial de Yanti en Baoji de Xianxi

 

 

La Tumba Imperial de Yanti en Baoji de Xianxi

 

 

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La figura de Yanti

 

El Palacio de Yanti en Suizhou de Hubei

 

 

 

 

 

 

La figura de Yanti en la Montana Shennujia de Hubei; también llamada Xinnujia,  igual que el otro nombre de Yanti

 

 

El otoño en la Montaña Shennojia

Fin