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JERARQUIZACION Y DEPENDENCIA DE LOS
CONECTORES EN LAS ESTRUCTURAS COORDINADAS Y SUBORDINADAS EN FRANCES Y EN
ESPAŇOL
George Victor Nguepi
(Universidad
de Douala)
Resumen: Todo modelo lingüístico es
esencialmente funcional y, por consiguiente, relacional. Por ello, la
tipificación de las diferentes funciones cobra singular importancia, ya que en
el plano teórico más general supone diferentes clases de relaciones que
determinan el principio de jerarquización y de dependencia: función entre dos
constantes, entre una constante y una variable o entre dos variables. El objeto
del presente estudio es explorar las características y los límites de estas
funciones y relaciones con el fin de ver el papel que desempeñan en el
funcionamiento de la sintaxis en español y /o en francés.
Palabras claves: Jerarquización,
interdependencia, constelación, constante, integración.
Abstract: All
linguistic model is essentially functional and, consequently, relational. Hence
for, the characterization of different functions has singular importance,
considering the fact that in the general theoretical aspect, it supposes
different classes of relations that determine the principle of hierarchization
and dependence: function between two constants, between one constant and one
variable or between two variables. The purpose of the present study is to
explore the characteristics and limits of these functions in order to see the
role they play in Spanish and / or French syntax.
Key words: Hierarchization, interdependence,
constellation, constant, integration.
Résumé: Tout
modèle linguistique est essentiellement fonctionnel et, par conséquent,
relationnel. Pour cela, la typification des différentes fonctions y joue un
rôle important, tant il est vrai que sur un plan théorique général, elle suppose
différentes classes de relations qui déterminent le principe d’hiérarchisation
et de dépendance : fonction entre deux constants, entre un constant et une
variable ou entre deux variables. L’objet de la présente étude est d’explorer
les caractéristiques et les limites de ces différentes fonctions et relations, avec
en arrière plan le souci de déterminer le rôle qui est le leur dans le
fondement de la syntaxe en espagnol et / ou en français
Mots clés: Hiérarchisation,
interdépendance, constellation, constant, intégration.
Introducción
El estrato téorico más general de la
sintaxis, independientemente de la lengua en presencia (español, francés,
portugués, italiano, inglés etc.), diferencia según Gutiérrez Ordóñez., S.
(1997 : 328), tres clases de relaciones, de acuerdo con el contenido
significativo de la oración. Una relación de interdependencia en
la que un término presupone el otro y viceversa, una relación de determinación
en la que un término presupone el otro sin reciprocidad, y, por último, una
relación de constelación en la que dos términos son compatibles.
Estas acepciones remiten a otras de igual
importancia que desde el punto de vista relacional, permiten
determinar el papel desempeñado por cada elemento en el gran conjunto que
constituye la oración en su calidad de unidad lingüística dotada
de automía sintáctica y semántica, que no pertenece a otra unidad lingüística
superior (Fernando LAZARO 1984 :40)
En
el mismo planteamiento, hay que subrayar el importante papel de los demás
conceptos en la determinación del principio de jerarquización y dependencia en
el funcionamiento de la sintaxis. Mencionaremos por ejemplo la noción de función
en gramática, como una dependencia que cumple las condiciones del
análisis, y por último la de constante presentada aquí como
un funtivo cuya presencia es condición necesaria para la presencia del
funtivo [1] con el que tiene función. (Gutiérrez Ordóñez :
1997).
Esta
presentación teórica nos permite pasar de revista la estructura organizacional
de un enunciado, haciendo hincapié sobre tres componentes esenciales de la
valencia oracional que son el sintáctico, el morfológico y el semántico.
No
obstante, si nos referimos al lenguaje usual, tomando como base de reflexión
ciertos enunciados simples o compuestos (en francés o en español) frecuentes en
clase de lengua, nos damos cuenta de que el análisis de los constituyentes
oracionales, junto con las discriminaciones que lo acompañan necesitan algunas
observaciones. Dejemos la palabra a Denis CREISSELS (1995 :307):
« Le
caractère trompeur de l’image de la langue que donne l’écrit a déjà été
souligné (…). L’habitude d’avoir constamment sous les yeux des textes écrits
avec les séparations entre les mots, les signes de ponctuation et l’usage des
majuscules finit par faire oublier qu’un tel découpage n’est pas livré tel quel
par le texte oral et que la justification du découpage d’un texte suivi en une
séquence de phrases pose des problèmes particulièrement délicats ».
Esta
explicación de CREISSELS muestra a las claras que en las gramáticas usuales, el
análisis de los criterios que presiden a la determinación de la jerarquización
sintáctica toma sus raíces en la gramática traditional y como tal, tiene
límites notables que hace falta elucidar. Es lo que intentamos hacer en el
presente estudio, valiéndonos de los casos de la coordinación y subordinación. Luego
exploraremos otras estructuras que a nuestro juicio pueden permitir una mejor
comprensión del fenómeno.
1-
Coordinación y subordinación : los altibajos de la postura tradicional
Tanto en
español como en francés, no hay dificultades particulares para admitir la
posibilidad de reconocer en un texto la sucesión de los diferentes esquemas
frásticos susceptibles cada uno de realizarse como frase simple independiente.
Pero si existe una frase simple e independiente, es porque paralelamente existe
una estructura compuesta o compleja (si se quiere) en la cual funcionan
las nociones de coordinación y subordinación. A partir de entonces, conviene,
sin que nos polaricemos inútilmente sobre la problemática de la segmentación de
un texto en frases, precisar la distinción entre las combinaciones de las
unidades frásticas que dependen de la gramática usual y las que remiten a otro tipo de coherencia, por ejemplo
la gramática del texto que integra las
nociones de interdependencia, determinación y constelación, como
arriba mencionadas.
En esta perspectiva, el problema es saber
si es posible, en el estado actual de la teoría lingüística, proponer una
tipología de los mecanismos de integración de las estructuras frásticas a la
vez precisa y completa, sin caer en la trampa del mecanismo de dependencia. La
respuesta siempre ha sido confusa e incierta, dividiendo en ocasiones las
opiniones sobre dicha problemática.
No obstante, pensamos que es posible abordar esa cuestión
de manera inductiva, preguntándonos, por ejemplo, en qué medida la distinción
tradicional entre proposiciones subordinadas, proposiciones coordinadas y
proposiciones independientes puede constituir un punto de reflexión sobre el
tema.
En las gramáticas usuales, -ya lo hemos
dicho-, la distinción se hace de manera poco convincente, de tal manera que ciertas
posturas (Denis Creissels:1995) por ejemplo tienden a concluir que las nociones
de coordinación y subordinación son términos que hace falta redefinir. En
cambio, sugiere que para un mejor estudio y definición de las estructuras
complejas, es menester apoyarse sobre bases completamente nuevas (que
exploraremos a continuación). Ahora bien, al examinar los apremios sintácticos
que acompañan las estructuras oracionales implicadas en diversos tipos de
integración, los resultados desembocan en conclusiones matizadas.
En efecto, el término coordinación parece efectivamente determinar una variedad de tipos de
integración de las estructuras oracionales que no es posible elucidar tras una
mera definición única positivamente formulada, como es el caso en la gramática
tradicional. Esto se evidencia por lo de que es posible un tipo particular de
integración de estructuras oracionales que se caracterizan por la posibilidad
por una de las dos estructuras (coordinada o subordinada) de manifestar las
características sintácticas que permitan asimilarla al constituyente de otra
estructura. Aunque no esté explícitamente definido, es esencialmente en este
contexto donde la gramática tradicional habla de « proposición
principal » y « proposición subordinada ».
Admitirlo así vuelve a reconocer (no
para justificar sino para mejor comprender) la base tradicional de descripción
de los mecanismos de integración y dependencia sintácticas en español o en
francés. En efecto, cuando revisitamos la historia de la lingüística, nos damos
cuenta de que la solución ofrecida por Togeby (1965 :78) era menos absoluta
y contundente. Dice lo que sigue :
« Dans certaines langues, il s’agira d’un
rapport de solidarité, parce que leurs propositions subordonnées contiennent
toujours et un sujet et un prédicat. Dans d’autres, nous aurons affaire à un
rapport de sélection, parce que le prédicat peut à lui seul constituer une
proposition subordonnée, tandis que le sujet présuppose l’existence du
prédicat. »
Claro que no es posible inventariar
aquí todos los casos de figuras que ilustran la opinión de Togeby. Sin embargo
nos limitaremos a unos casos más representativos de la realidad sobre el terreno
pedagógico. A este propósito, y parece mentira, decimos que todavía no hay una
solución ad hoc acerca del problema de jerarquización y dependencia en
sintaxis. Para convencernos, hay que ver que esta explicación de Togeby tiende
a rechazar el antiguo principio de inspiración logicista según el cual toda
oración es binaria. Los ejemplos no faltan.
Tratándose por ejemplo de las estructuras simples, el
español nos ofrece unos casos notables, principalmente cuando la presencia del sujeto
no es absolutamente necesaria en la frase, porque deja huellas morfológicas en
el verbo, como en come, duerme, vive
y canta (por enumerar unos
casos) que presuponen el pronombre personal, tercera persona del
singular. En ciertas circunstancias, ni siquiera es posible la presencia del
sujeto, como en el caso de los verbos impersonales llueve, nieva,
etc. En un caso como en otro, vemos que no
se puede hablar de una jerarquización o dependencia cualquiera, aunque estemos
en presencia de estructuras con automía sintáctica y semántica.
Habida cuenta de lo
que precede, pensamos que es indispensable volver a pensar la base de
descripción de los mecanismos de integración frástica tradicionalmente
considerados en términos de coordinación y subordinación de las proposiciones,
sin perjuicio de la posibilidad de reducirlas en número y en categoría
(examinaremos los casos de las oraciones complejas a continuación). A este
propósito, la lingüística textual de esos últimos años ha hecho progresos
considerables para con la gramática tradicional.
Por ejemplo, gracias a sus resultados, ya son posibles las
preguntas sobre la oportunidad en gramática normativa del término « conjunción »
puesto que las « conjunciones de coordinación » de la
gramática tradicional no son sino un subgrupo arbitrariamente delimitado del
gran grupo de los llamados conectores.
El uso tradicional del término conjunción tiende
pues a ocultar la especificidad de las unidades que podríamos designar bajo el
vocablo genérico de « operadores de subordinación », cuyo
papel sería instaurar una relación jerárquica entre dos estructuras frásticas.
En esta perspectiva, hay que decir que dos tipos de criterios determinan la
noción de jerarquización y de dependencia de las estructuras oracionales que el
término tradicional de subordinación de las proposiciones supone.
El primer tipo de criterios es que, en
una integración jerarquizada, la estructura oracional matriz que a primera
vista corresponde a lo que llamamos en la gramática tradicional proposición
principal, manifiesta unas posibilidades de transformación y
particularmente de modalización enunciativa (aserción / pregunta / orden
etc.) comparables a las de una estructura oracional que constituye por sí sola
un enunciado que puede sintácticamente ser considerado como acabado. Recordamos
que las estructuras oracionales que se asimilan a la estructura matriz (las
famosas proposiciones subordinadas) pierden en cambio esta propiedad,
así como lo muestran los siguientes ejemplos inspirados en Denis Creissels (1995:309),
donde P2 tradicionalmente llamada proposición
principal manifiesta las posibilidades de variación que P1, proposición subordinada, no
tiene.
Si viene (P2), le hablaras (P1) /
S’il vient (P2), tu lui parleras (P1)
Si viene (P2), háblale (P1) / S’il
vient (P2), parle-lui (P1)
Si viene (P2), ¿le hablarás tú (P1)?
/ S’il vient (P2), est-ce que tu lui parleras (P1)
Si viene (P2), ¿de qué le hablarás (P1)?
/ S’il vient (P2), de quoi lui parleras-tu (P1)
?
Aquí, es fácil
notar que este tipo de jerarquización no es posible en las proposiciones coordinadas
en las cuales los componentes no se difieren de
manera nítida, en cuanto a sus eventuales limitaciones transformacionales.
El segundo criterio de precisión de la
noción de jerarquización y dependencia de las estructuras frásticas supone lo
siguiente. En una integración jerarquizada, es necesario que las estructuras dependientes
expresen más o menos la negación de la estructura matiz, lo que en cambio
no puede funcionar en las estructuras no jerarquizadas. Este segundo criterio
es muy importante, ya que permite marcar una distinción entre las
construcciones a primera vista semejantes, a la vez en su forma y en su
relación semántica así como lo muestran los siguientes ejemplos :
a-Ella come porque
tiene hambre.
b-Ella come puesto que tiene hambre.
c-Ella come, en efecto tiene hambre.
d-Ella come no porque
tiene hambre sino porque es golosa.
e-*Ella no come puesto que tiene hambre.
f-*Ella
no come, en efecto tiene hambre.
Todas estas construcciones nos ofrecen ejemplos de
estructuras jerarquizadas, con la noción de dependencia e interdependencia. En
la frase d, consideramos
que el segundo miembro sino porque es golosa es una negación de come
(come por una razón que no es el hambre). En cambio, esta interpretación no es
posible con los conectores puesto que,
en efecto, etc., de ahí el
carácter defectuoso de los enunciados e
y f.
Vemos pues que una estructura negativa (P1) porque (P2) es compatible con la idea de P1 y puede por consiguiente interpretarse como sigue: P1 expresa una verdad, pero P2 no explica la causa de esta verdad.
En cambio, la negativa P1 puesto que P2 o P1
en efecto P2 no pueden interpretarse sino como P1 es falso y P2
explica la causa de esa falsedad. En esta perspectiva, porque P2 esencialmente comparable
a un argumento del predicado de P1 por
ejemplo A no come B puede por analogía interpretarse como A come, pero algo que no sea B.
Este análisis se confirma por lo de
que, en la estructura (P1) porque (P2), el segundo miembro porque P2 se focaliza exactamente como un constituyente de P1, así como lo podemos averiguar en los siguientes
enunciados donde es imposible sustituir porque con puesto que.
Es sólo porque tiene hambre que come
/ c’est seulement parce qu’il a faim qu’il mange
*Es sólo
puesto que tiene hambre que come / c’est seulement car il a faim qu’il mange.
Este análisis tiene como objetivo mostrar que, en el
proceso de jerarquización y dependencia, cuando clasificamos como conectores u
operadores de subordinación los morfemas que, en una lengua dada intervienen al
nivel de la sucesión de las estructuras frásticas, es peligroso fiarse en la
traducción literal de dichos morfemas en la segunda lengua. Por ejemplo, el uso
en ciertos contextos de una conjunción en un idioma A para traducir una conjunción en un idioma B supone que estos dos morfemas tienen las mismas
implicaciones en cuanto al lazo lógico o temporal entre las unidades
oracionales que unen.
Esto se comprende. En efecto, si la
gramática tradicional ha estudiado con un cierto interés la noción de
subordinación sobre la cual puede útilmente descansar el presente estudio, ha
de notar que en sus diferentes aproximaciones, adolece de lagunas sustanciales,
porque vacila entre el estudio de los morfemas de subordinación y el de las
significaciones subyacentes a la operación sintáctica de subordinación, sin por
lo tanto hacer destacar claramente la naturaleza sintáctica de dicho fenómeno.
En ciertas circunstancias por ejemplo, la clasificación que
nos ofrece la gramática tradicional de ciertos morfemas puede ser objeto de
contestación. En el caso del francés, si tomamos el caso de puisque (puesto que…), la gramática
tradicional dice que forma parte de las conjunciones de subordinación mientras
que normalmente es un mero conector
en una secuencia como puisque P1, P2
(diferente de si P1, P2).
Aquí, puisque P1
nunca puede identificarse como un constituyente de P2. (véase ejemplos que
vienen a continuación).
A veces, ciertas estructuras complejas
pueden presentarse bajo forma de una simple yuxtaposición, reduciendo de hecho el fenómeno sintáctico de subordinación o de coordinación.
Por ejemplo es difícil reconocer el estatuto de subordinada a la segunda unidad
de la siguiente frase inglesa :
I think I’ve found a solution.
Je pense [que] j’ai trouvé une solution
Yo pienso
[que he / haber] encontrado una solución.
Hay que decir pues que las definiciones tradicionales caen
en el vicio de la circularidad donde las conjunciones deben ser coordinadas o
subordinadas según introduzcan una proposición coordinada o una subordinada.
Pero cuando se introduce la clasificación hjelmsleviana
(1971) de las funciones relacionales, la visión se invierte. Lo que importa no
es ni la presencia del nexo ni su ausencia, tampoco la naturaleza del mismo. Lo
único que importa es la relación que dos o más cláusulas (nexus) contraen entre sí, y
el papel de constantes o variables que asume cada una de
ellas. Con esto, se nota claramente que la noción de jerarqización y
dependencia tiene límites hasta insuficiencias en la gramática textual
tanto en romance como en otros idiomas como el inglés, con el ejemplo de
arriba.
2-La
ambigüedad sintáctica de un conector particular : la conjunción de
subordinación
En el plano sintáctico que determina
los procesos de generalización de las oraciones, no hay ninguna explicación positiva
que no se refiera a los preceptos de la lingüística generativa
transformacional. Adaptada a la lengua usual, su teoría, por encima de las
listas de formas taxonómicas, proporciona las reglas gramaticales explícitas y
aparentemente ordenadas. Estos mecanismos permiten obtener, a partir de un
número limitado de reglas, un número infinito de enunciados gramaticalmente
correctos aunque desde el punto de vista semántico tienen límites (que vamos a
examinar en seguida).
A este propósito, hace falta notar que la
parte de la gramática sobre las modalidades transformacionales en relación con
la generalización de las oraciones complejas tales como las completivas y las relativas (por enumerar unos casos), plantea, de acuerdo con la
conjunción en presencia el sempiterno problema de alternancia temporal y modal que obstaculiza la comprensión de
dicha estructura por parte de los alumnos. Estas dificultades tienen
implicaciones semánticas que no están forzosamente en conexión sistemática con
el modelo generativista. En todos los casos, y en palabras de NGUEPI George Victor
(2005 : 3) :
« Lo más importante (...) es la noción de argumento verbal... La
subordinada sustantiva interviene en la estructura compleja generalmente como
argumento del verbo, pero la alternancia modal entre el indicativo y el
subjuntivo, aunque supone en todos los casos una modificación morfológica de la
oración, no matiza de manera significativa el sentido general de la cláusula.
Además, esta modificación conlleva a menudo una serie de enunciados
parasinonímicos o en relación parafrástica, de acuerdo con el esquema
conceptualizado... Los matices funcionales entre las diferentes estructuras
subordinadas, es decir la sustantiva, la relativa y la adverbial constituyen
tantas dificultades cuantos problemas que hace falta solucionar. »
Vamos a
examinar a continuación un ejemplo inspirado de la cronogénesis de Gustave
Guillaume (1971). Sea la oración O =
Pedro quiere que venga su madre.
Desde el punto de vista generativo, la
oración O es el resultado de la
llamada transformación por engaste (transformation par enchâssement en francés) a partir de
la cual transparecen las siguientes secuencias en la estructura profunda :
O1 :
Pedro quiere algo
O2: Ella viene.
Ahora bien, en el proceso de engaste de
O2 en O1, notamos que en la proforma nominal que aquí es algo, se produce una
alternancia modal. Al nivel de O2 (ella viene), pasamos del modo indicativo al
modo subjuntivo (venga) en la llamada estructura superficial. ¿Por qué esta
variación de modo verbal? Tal es la
pregunta que lógicamente hacemos.
Al interrogar la lingüística generativa
transformacional de CHOMSKY, no obtenemos desafortunadamente ninguna respuesta convincente.
Pero la explicación que nos proporciona la lingüística estructuralista parece
demasiado esclarecedora a este propósito. Para el estructuralismo, se trata
aquí de un problema de visión modal.
La oración O hace aparecer desde el
punto de vista semántico dos instantes: un instante « mirante »
y un instante « mirado », del verbo mirar. El instante mirante
apunta a la subordinada a través de una idea unida al contenido de la semántesis
verbal (POTTIER, B. y otros: 1995), la cual puede traducir sea una posibilidad
sea una probabilidad, según los casos.
Si al nivel del instante mirante la semántesis verbal expresa una
noción de posibilidad, el modo en la subordinada será el subjuntivo. Lo que
vuelve a decir que la ocurrencia del proceso expresado por el verbo tiene las
mismas suertes de realización que su contrario, lo que figurativamente
representamos como sigue : + = -
En cambio, una hipótesis presentada
como una probabilidad se presentará en el futuro o en el presente de
indicativo. Así diremos es probable que
viene / vendrá hoy. (il est possible qu’il viene / il est probable
qu’il viendra), o sea figurativamente : + > -
La ordinación nocional de esta
alternancia modal de acuerdo con la conjunción de subordinación se presenta
finalmente de la manera siguiente :
Posibilidad
Probabilidad Certidumbre
+ = - + >
-
+ > -
Subjuntivo indicativo
indicativo
En resumidas cuentas, se puede decir
que el fenómeno de jerarquización y dependencia de los conectores en las
estructuras coordinadas y subordinadas está estrechamente conectado con la
noción de concordancia nocional que a su vez descansa esencialmente en el valor
funcional del objeto y del sujeto en una estructura oracional. En
esta perspectiva, « se hablará según
las circunstancias de sujeto nocional o de sujeto gramatical que son en
realidad los diferentes valores puntuales profundamente influidos por la
anteposición o la postposición del sujeto respecto del verbo que determina el
objeto nocional » NGUEPI, G. V. (2006 : 5-6)
Notas
[1]- Gutiérrez
Ordóñez, S. (op.cit: 55), hablando de los funtivos y unidades dice lo
que sigue: funtivos. Se
aplica la designación funtivo a toda entidad (simple o compleja) que
esté capacitada para contraer o desempeñar una función lingüística. Según la
complejidad y modo de organización interna podemos diferenciar tres
tipos :
a-Funtivo simple : magnitud mínima capaz de contraer o
desempeñar una función dada.
b-Funtivo compuesto: Secuencia de dos o más funciones
(cualquiera sea su organización interna) que constituye por coordinación una
magnitud funcional más amplia.
c-
Funtivo complejo: entidad formada por la union de dos o más entidades
funcionales, bien por medio de una relación de dependencia, bien por
medio de una interdependencia.
d-Unidad: Elemento o magnitud
mínima para una función dada.
BIBLIOGRAFÍA
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