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SOBRE LOS PROBLEMAS DE
CONCORDANCIA VERBAL EN ESPAÑOL Y SU INTERPRETACIÓN EN
NGOUABA NYA JEAN PAUL
(Universidad de Douaba. Camerún)
Abstract
The scarcity of works on
spanish syntax poses a lot of problems; notably verb/collective subject
agreement; verb/coordinated structures; verb in structures where the subject
and its referent are of different genres; verbs in relative clauses and certain
impersonal structures. This work presents a general vision of grammars on the subject
and tries to bring adequate solutions to theses problems that continue to
exist.
Keywords:
Syntax- Spanish- problems- solutions- agreement
INTRODUCCION
Existen muy pocos estudios sobre la concordancia en español
desde el punto de vista estrictamente lingüístico. De manera general, el
problema de la concordancia verbal en español ha sido tratado desde la
perspectiva normativa. El único trabajo que hemos tomado como referencia es el
de Fält(1972), que da una visión descriptiva de la concordancia verbal en
español contemporáneo.
Muchos problemas de concordancia verbal
en español no sólo radican en la discordancia entre el contenido del sujeto y
la forma del sujeto, sino también en la oposición entre la forma del sujeto y
del verbo. La información que muchos gramáticos ofrecen sobre la concordancia
verbal es muy escasa y muchas veces contradictoria.
La interpretación tradicional, aunque
válida en lo fundamental, no abarca todos los aspectos que describen los
gramáticos modernos. Entonces, ¿cómo definen y plantean los gramáticos el
problema de la concordancia verbal?
La definición que dan los gramáticos
tradicionales de la concordancia tiene en común una idea principal: la igualdad
o conformidad morfológica entre las palabras dentro de la oración. Entre los
autores que tratan del tema con mayor amplitud figuran Vicente Salvá(1988) y
Andrés Bello(1981).
Para Salvá(1988:
298) la concordancia es “la correspondencia que guardan entre sí los nombres
concertando en género y número, o bien los nombres con el verbo conviniendo en
número y persona”.
En efecto, según
él, en los ejemplos siguientes:
“Los
jueces me hicieron varias preguntas intempestivas”. Salvá(1988: 298)
hay conformidad entre
el sustantivo leopardo y acometió, y jueces con hicieron;
por ser los jueces y de la tercera
persona del plural, por consiguiente el verbo hacer ha de estar en la
misma.
Los casos de
discordancias para él, se llaman solecismos como en:
“Se
le vino a la imaginación las encrucijadas” etc.
Salvá(1988: 298)
Andrés Bello(1981: 499) por su parte
define la concordancia como “la armonía que deben guardar entre sí el adjetivo
con el sustantivo, y el verbo con el sujeto”.
En efecto, para
Bello(1981: 499), cuando el verbo se refiere a un solo sujeto, concuerda con él
en número y persona, y cuando el adjetivo se refiere a un solo sustantivo,
concierta con él en género y número. Por ejemplo:
“La
ciudad está desolada”
En efecto, para
él, está, estás y están concuerdan en número y persona con los
sustantivos ciudad, tú y campos respectivamente.
Los casos de discordancia se
llaman silepsis, que para él consiste en reproducir en plural una idea
que ha sido antes expresada en singular, como por ejemplo en:
“Aconsejóle
que no compre bestia de gitanos, porque aunque parezcan sanas y
buenas, todas son falsas y llenas de dolamas” (Cervantes) [Bello 1981:
501)]
En efecto, en
este ejemplo se reproduce en plural una idea que ha sido antes expresada en
singular.
Tanto Gili Gaya(1973: 27) como
En otros
términos, la concordancia verbal según ellos implica una relación entre los dos
constituyentes de la oración; es decir un sustantivo y verbo en forma personal,
de ahí la función del sujeto que consiste en la propia concordancia en persona
y número con el verbo.
A estos puntos de vista se oponen los
de los gramáticos modernos, para quienes la concordancia no debe limitarse,
analizarse o definirse dentro del marco puramente formal, cumple con el fin no
tanto de agrupar palabras para establecer una oración, sino que señala la
concurrencia de la parte léxica de dos o más palabras, en la que la parte
morfológica coincidente de las palabras concordantes lleva a unificar e
integrar sus contenidos léxicos.[José Antonio Martínez(1999: 2699)].
I.2 Interpretación
moderna
Los gramáticos modernos definen la
concordancia ateniéndose no sólo a aspectos formales y semánticos sino también
a la función que cumplen dentro de la oración porque según advierte Alarcos
Llorach(1980: 150, 164), el papel de la concordancia en el sujeto, aparte de
marcar o señalar esta función en el sustantivo concordante, integra el
contenido léxico del sustantivo con el verbo mediante su igualación con el
sujeto morfológico o desinencial expresado en el propio verbo.
Entre los autores
modernos que tratan con amplitud la cuestión de la concordancia, cabe citar
Hoybye(1944) y Blinkenberg(1950), etc.
Hoybye(1944: 14) define la concordancia
insistiendo sobre todo en la relación o categoría morfológica que se establece
entre los términos dentro de la oración, precisamente en la relación entre determinante
y determinado.
Para él, la
concordancia es una “expression
grammaticale caractérisée par une variation de forme, d´un rapport établit
entre les appartements syntaxiques tels que sujet-verbe, substantif-epithéte,
etc dont l´un apparait comme determiné par rapport à un autre dit determinant”.
Según él, los
casos de silepsis son concordancia contextual porque como dice, la
construcción ad sensum no se presenta sino en los casos en que la
construcción en cuestión contiene una oposición de formas que normalmente
debería concordarse.
Blinkenberg(1950: 11) en cambio,
critica la manera cómo Hoybye(1944) aborda el problema de la concordancia
porque según él, no contribuye a interpretarla desde el punto de vista general.
Para él, la concordancia es “ ce
phénoméne morphosyntaxique qu´un mot qui sous forme de prédicat ou d´épithéte
détermine un autre mot de la même phrase est determiné morphologiquement par la
forme et / ou le sens du mot qu´il determine syntactiquement”.
En efecto, para él, esta definición
parece expresar en términos generales el hecho de que a una determinación
sintáctica predicativa o epitética en una oración, corresponde una
determinación morfológica e inversa; la definición que propone
Blinkenberg(1950: 11) insiste en la doble relación que existe entre
determinante y determinado.
Un trabajo de especial interés que
hemos tenido en cuenta es el de FälT(1972); se trata de un estudio de los
problemas relativos a la concordancia verbal en el español contemporáneo.
Fält(1972: 12)
define la concordancia verbal como el “fenómeno
morfosintáctico por el cual la forma del verbo está determinada por la forma y
/ o el sentido del sujeto”.
En otros
términos, según Fält(1972: 12), a la relación sintáctica entre sujeto y verbo
corresponde, una relación morfológica que se establece entre los mismos
términos, es decir que la concordancia verbal implica “una dirección u orientación entre los dos términos en el sentido de
que el verbo depende morfológicamente del sujeto”. Por ejemplo:
“El
público demostró su desagrado en el encuentro frente al Atlético de Madrid,
pero creemos que le pasa un poco como a nosotros, y es que en realidad también ellos
ya no saben quién es culpable”. Fält(1972: 13)
La relación
sintáctica entre el sujeto, público y el pronombre personal ellos,
favorece la concordancia en plural del verbo saber en este ejemplo. La
ruptura de la concordancia no está en este ejemplo entre el sustantivo público
y el verbo saben, sino entre el sustantivo público y el pronombre
que lo recoge, esto es, ellos.
Una consideración importante que
también hay que tener en cuenta es la observación que hace José Antonio
Martínez(1999: 2695-2786) sobre la concordancia. Aborda el problema de la
concordancia ateniéndose a la función que cumple dentro de la oración. Es “una relación entre al menos dos
palabras que se establece con la repetición en cada una de ellas de uno de los
morfemas de género, de número o de persona, y que sirve en lo fundamental para
relacionar e identificar léxica y sintácticamente las palabras concordantes,
entre artículo y adjetivo con sustantivo y pronombre con sustantivo, y el verbo
con sustantivo o pronombre”.
En
efecto, según esta definición, la concordancia constituye una relación
fundamental y básica en una construcción sintáctica; esto es, su función es la
de unificar e integrar los contenidos léxicos de las palabras dentro de la
oración.
Otro
aspecto importante que el mencionado gramático describe es la relación que
existe entre concordancia, rección y coincidencia.
Respecto a la relación
de concordancia y rección, opina que la rección es una especie de concordancia
en que los contenidos ligados, más o menos afines, pertenecen a distintas
categorías (contenido léxico-morfológico) mientras que en la concordancia, lo
relacionado viene a ser un mismo contenido que se repite. Por ejemplo:
“A esta pregunta contestaron la
mayoría”. [José Antonio Martínez(1999: 2701) ]
En efecto, para
José Antonio Martínez(1999: 2700), en el primer ejemplo, se trata de un caso de
rección, ya que lo que el verbo contestaron reproduce no es rasgo
morfológico del sustantivo sino la pluralidad denotada por el sustantivo mayoría.
En cuanto a la
relación concordancia-silepsis, para él, hay silepsis cuando hay falta de
concordancia entre unidades lingüísticas que no obstante resulta aceptable o
admisible por diferentes razones. La silepsis implica según él desajuste
referencial entre un morfema lingüístico y la realidad extralingüística, como
en:
“Llegáis
enfadadas, y eso me pone contento”. [José Antonio Martínez(1999: 2703) ]
Para José
Antonio Martínez(1999: 2702), el que sea una mujer la que les diga a sus amigos
varones esta frase, esto es el ejemplo arriba mencionado, implica un desajuste
referencial entre los morfemas de género y el sexo de las personas referidas(la
hablante y sus oyentes).
Por fin, en cuanto a la relación
concordancia-coincidencia, para José Antonio Martínez(1999: 2703), “dos unidades con capacidad para concordar
pueden reiterarse en un contenido morfológico, pero si esta reiteración no es obligada,
habrá mera coincidencia”, porque según observa, “para que haya concordancia no basta con que se den en el enunciado
palabras con capacidad morfológica para concordar entre sí. Es imprescindible
que esas unidades encajen en una estructura en la que la concordancia sea
componente definitorio”. Por ejemplo:
“Hablé con las sobrinas de
tus primas”. [José Antonio Martínez(1999: 2703)]
En este ejemplo, según observa, hay coincidencia por la reiteración de
los morfemas –as en sobrinas y primas. Puede cambiarse
cada sustantivo por el otro género, y así mismo el número en el primero sin que
altere la gramaticalidad de la frase.
En
suma, de todos los puntos de vista anteriormente expuestos, entendemos que el
común denominador de las definiciones que proponen los gramáticos tradicionales
es su insistencia en que la misma categoría está marcada en cada uno de los
términos entre los cuales la concordancia se establece.
Definiéndola de
esta manera, o sea, limitándose sólo al aspecto morfológico nos parece incompleta.
La observación que hacen tanto Fält(1972) como José Antonio Martínez(1999) nos
parece pertinente para comprender lo que se entiende por concordancia verbal.
La concordancia verbal no sólo implica una relación que se establece entre
verbo y sujeto sino también que el verbo debe concertar con la forma y / o el
sentido del sujeto.
Veremos a continuación cómo plantean
los gramáticos el problema de la concordancia verbal en español.
Intentaremos en este apartado presentar
una visión general de cómo plantean los gramáticos el problema de la
concordancia verbal en español para ver la manera como abordan el tema y las
sugerencias que proponen. Nos centraremos precisamente en la concordancia del verbo
con un solo sujeto, con sujetos múltiples, y la concordancia en oraciones
atributivas, en las perífrasis de relativo y en construcciones impersonales.
Presentamos
a continuación lo que piensan los gramáticos respecto a la concordancia del
verbo con un solo sujeto colectivo.
Cuando el verbo
tiene como sujeto un nombre colectivo en singular, Andrés Bello(1981: 500)
advierte que puede concertar con el verbo en plural concurriendo dos
requisitos: “que el colectivo signifique colección de personas o cosas de
especie indeterminada como número, multitud, infinidad, gente, pueblo,
y que el adjetivo o verbo no forme una misma proposición con el colectivo”. Por
ejemplo:
“Amotinóse la gente,
pero a la primera descarga de la tropa huyeron despavoridos” (Cervantes)
Si el sujeto es
un colectivo y modificado por un complemento con de, y que tiene como
término las personas o cosas de que consta el conjunto, designadas en plural,
puede establecerse la concordancia en este número, aunque el adjetivo o verbo
forme una misma proposición con el singular colectivo, como en:
“Cubrían la ciudad por aquel lado una especie de
fortificaciones construidas a la ligera”.(Cervantes)[Bello(1981: 500)]
Sobre
la concordancia del nombre colectivo con el verbo, tanto
“El público, después de tan
ruidosa propaganda en periódicos y carteles, se agolpaban en las
taquillas del teatro” [Gili Gaya(1973: 31)]
Sin embargo
observan que si son pocas, o si los dos elementos concertados se suceden
inmediatamente la concordancia gramatical se impone por la proximidad como en:
“Aquel
grupo, entre todos los estudiantes, se había distinguido
especialmente” (Gili Gaya(1973: 31)
Gili Gaya(1973:
31) observa también que el carácter del colectivo es un factor decisivo que
parece determinar la forma del verbo, porque como dice, la homogeneidad o
determinación de los componentes fortalece el carácter unitario del colectivo,
por lo tanto la concordancia gramatical mientras que la indeterminación o
heterogeneidad de los individuos que entran en la denominación colectiva
favorece la idea de pluralidad, y por lo tanto la concordancia de sentido, como
en:
“El
vecindario, conmovido por sus elocuentes palabras, aplaudió con
entusiasmo” (Homogeneidad de individuos) [Gili Gaya(1969:
31)
“Esta es la gente pía
que al Dios de Jacob buscan”(Heterogeneidad
de individuos) [Gonzalo Ortega y Marcial Morera(1981-82: 655)]
El punto de vista
de los gramáticos modernos coincide en parte con la idea de los gramáticos
tradicionales, sobre la concordancia del verbo con un solo sujeto.
José Antonio Martínez(1999: 2755)
observa que el sustantivo o la frase sustantiva en función de sujeto se
relaciona mediante la concordancia en persona y número con el verbo. Distingue
entonces dos tipos de sujetos en español: el sujeto léxico y el
sujeto morfológico.
Para él, el sujeto
léxico consiste en la reiteración de la información del morfológico, mediante
la concordancia, insistiendo en él o añadiendo su significación léxica para
especificarlo o concretarlo, mientras que el morfológico es la expresión de la
información persona-número en la desinencia verbal. Damos a continuación
algunos ejemplos que lo ilustran:
“A eso no responderé”[1]
“Ella se
dio cuenta de que la seguían unos chicos[2]”[Jose Antonio Martínez(1999: 2755)
Sobre la concordancia del nombre
colectivo con el verbo, tanto Fält(1972), Helena López Palma(1999), Cristina
Sánchez López(1999), Violeta Demonte(1980) como José María Brucart(1997)
observan que muchos otros factores legitiman la concordancia en plural del
nombre colectivo.
Una consideración importante que se
destaca de los diferentes puntos de vista de estos autores es la de
Brucart(1997: 161) para quien, la interpretación distributiva legitima la
concordancia de sentido en las estructuras partitivas y pseudopartitivas porque
como dice: “para que la construcción con
silepsis sea posible es necesario que el colectivo admita la interpretación
distributiva que caracteriza a todos los cuantificadores que expresan
cardinalidad superior a uno”.
En suma, según Brucart(1997: 160), la
condición necesaria para que un colectivo induzca la silepsis es que tenga
valor de cuantificador partitivo, en virtud de la construcción sintáctica en la
que aparece; y como advierte Jean Claude Milner(1978: 66) “el fenómeno de silepsis está asociado a la idea de cuantificación
partitiva”.
Ignacio Bosque(1999: 37) por su parte,
coincide con la opinión de los gramáticos anteriores respecto a la concordancia
del nombre colectivo con el verbo. Para él, los nombres de grupo o colectivos
indeterminados[3]
o colectivos no-organizados[4]
establecen con el verbo la llamada concordancia ad sensum. Pero observa
el mencionado gramático que en español, la información de persona tiene
naturaleza pronominal, por lo tanto estos rasgos de persona poseen como
antecedente los que se asignan a los nombres colectivos, de ahí la concordancia
en plural en estos ejemplos:
“La familia era formidable, no se
metían en sus cosas y le daban dinero suficiente” (V. Alperi. Cit. En
Fält(1972: 19)[5][Ignacio
Bosque(1999: 38)
Tras presentar los distintos puntos de
vista de los gramáticos respecto a la concordancia del verbo con un solo
sujeto, diremos que en general, la consideración que hacen los gramáticos
modernos sobre la concordancia del nombre colectivo con verbo completa la
visión tradicional sobre la cuestión. Según opinan los gramáticos modernos, la
concordancia en plural del nombre colectivo con el verbo está favorecida por
muchos factores, tales como la distancia, el carácter del sujeto colectivo, el
complemento en plural con de que modifica el colectivo y la
interpretación distributiva en las construcciones partitivas y pseudopartitivas
con nombres colectivos, núcleo de estas estructuras. Pero son criterios válidos
para justificar estos casos de silepsis y admitidos por la norma gramatical?
No sólo la concordancia del nombre colectivo
con el verbo presenta problemas sino también la concordancia del verbo con un
grupo coordinado. Entonces, ¿Qué opinan los gramáticos en caso de concordancia
del verbo con sujetos coordinados?
II.2 Concordancia
del verbo con sujetos coordinados
Sobre la concordancia del verbo con
sujetos coordinados, los gramáticos tradicionales coinciden en una misma idea,
aunque destacan algunos matices.
Vicente
Salvá(1988: 299) observa lo siguiente: “si
dos o más nombres del singular, unidos por alguna conjunción, rigen un verbo,
debe estar en plural”. Por ejemplo:
“El
ejército de Valencia y el ejército de Murcia estaban en
marcha”.(Salvá 1988: 299)
Para él, el único
caso en que dos o más nombres del número singular, juntos por medio de alguna
conjunción, llevan el verbo en dicho número es si éste los precede con cierto
carácter de impersonal, como en:
“Se
vende mucho vino y aceite”. Salvá(1988: 300)
Sin embargo, Salvá(1988: 300) observa
que “si el verbo no se anuncia como
impersonal, por más que se halle antepuesto a muchos nombres singulares, puede
estar en cualquiera de los dos números; pospuesto, ha de ir indispensablemente
al plural”. Por ejemplo según él, se puede decir Falta o faltan la
dedicatoria y la portada o la dedicatoria y la portada faltan.
En caso de
coordinación con la conjunción con, Vicente Salvá(1988: 302) observa que
la concordancia puede establecerse en los dos géneros(singular o plural). A
este propósito, dice lo siguiente: “si en lugar de unir a los nombres del
singular una conjunción, los enlaza la preposición con, el verbo está
bien en cualquiera de los dos números”, como por ejemplo en:
“Pedro
con su hijo estuvo o estuvieron
a visitarme” (Salvá(1988: 302)
Añade una consideración importante
según la cual esta regla enunciada no es aplicable en los casos en que los
nombres van sueltos, y no enlazados por conjunción alguna, como en:
“Ninguna
especie de ambición, ninguna mira de provecho personal le excitaba
en mí espíritu”(Salvá 1988: 300).
Con las
partículas tanto...como, la concordancia se establece más bien en plural
según advierte el mencionado gramático, como en:
“Tanto
uno como otro han expuesto su parecer”(Salvá 1988: 302)
Andrés Bello(1981: 503-541) por su
parte coincide en parte con la observación hecha por Salvá(1988). En caso de
concordancia del verbo con el sujeto coordinado enuncia las reglas siguientes:
a)
Dos o más sujetos equivalen a un sujeto plural, como
por ejemplo en:
“La
naturaleza y la fortuna le habían favorecido a
competencia, pero tantos dones y prendas le fueron funestos”.[Bello(1981):
502)]
b)
En concurrencia de varias personas, la segunda es
preferida a la tercera, y la primera a todas. Por ejemplo:
“Vosotros,
ellas y yo nos vimos expuestos a un gran peligro”
(Bello1981: 503)
Para Bello(1981:
503), vosotros, ellas y yo concuerdan con vimos, primera
persona de plural, y por lo tanto son reproducidos por nos.
c)
Dos o más demostrativos neutros se consideran como
equivalente a uno solo en número singular. Los ejemplos que vienen a
continuación ilustran esta regla:
“Esto
y lo que se temía de la tropa, precipitó la resolución del
gobierno”. (Bello 1981: 503)
Sin embargo, reconoce que si con
el neutro o neutros está mezclado un sustantivo masculino o femenino, es
admisible el plural como en:
“Me
entregué a la lectura de los autores que forman el principal depósito del habla
castellana, sin que retrajesen de mi empeño ni lo voluminoso de
algunos, ni lo abstracto de su ascetismo, ni la nimia profusión
con que suele engalanar una misma idea”. (Bello 1981: 503).
d)
Dos o más infinitivos, como neutros que son,
concuerdan en singular, como en:
“Madrugar,
hacer ejercicio, y comer moderadamente, es provechosísimo
para la salud”(Bello 1981: 503)
Según él, madrugar,
hacer y comer coordinados forman una sola idea colectiva, de allí la
concordancia en singular en este ejemplo.
Sin embargo,
reconoce que si se pone a cada infinitivo su artículo, se establece la
concordancia en plural, como en:
“El
madrugar, el hacer ejercicio, y el comer moderadamente son
provechosísimos para la salud”. (Bello 1981: 503)
e)
Dos o más proposiciones acarreadas por el anunciativo que
concuerdan en singular, como en:
“No
es posible que se cometan crímenes impunemente, y que la sociedad
prospere”(Bello 1981: 504-505)
En efecto, para él, no se
toleraría son posibles. Las dos proposiciones subordinadas deben
entenderse copulativamente, pero en sentido unitario; si lleva cada proposición
su artículo, también se establece la concordancia en singular. Por ejemplo:
“El
que los enemigos estuviesen a dos días de marcha, y el que se les
hubiese entregado sin resistencia la fortaleza, ha sido desmentido por
avisos auténticos”.(Bello 1981: 504)
La consideración más importante que
subraya Bello(1988: 541) es al nivel de la concordancia del verbo con sujetos
coordinados por la conjunción y. Observa que “si el verbo precede a varios singulares ligados por la conjunción y, puede ponerse en plural o
concertar con el primero”. Por ejemplo:
“Lamenta
ahora estos males la piedad y la lealtad española”. (Bello 1981:
504-505)
La conjunción ni según él sigue
reglas particulares. Para él, si todos los sujetos van ligados por ella, el
verbo(sea que preceda o siga) concierta con el sujeto que lo lleva, o se pone
en plural. Por ejemplo:
“Ni
la indigencia en que vivía, ni los insultos de sus enemigos, ni la
injusticia de sus conciudadanos le abatieron o le abatió”. (Bello 1981:
506)
Subraya también
que es preferible el plural cuando preceden los sujetos al verbo, sin embargo
para Bello(1981: 506), si con el primero de ellos se pone no, y con los
otros ni, el verbo(que en este caso sigue al no) concierta con el
primer sujeto, y con los otros se subentiende como en:
“No
le abatió la indigencia en que vivía, ni...etc” (Bello 1981:
506)
Respecto a la concordancia del verbo
con sujetos coordinados por la conjunción disyuntiva o, se establece el
singular del verbo sea que le precedan o le sigan. Dice lo siguiente al
respecto: “sujetos singulares, enlazados por la conjunción disyuntiva o,
parecen pedir el singular del verbo, sea que le precedan o sigan”, como por
ejemplo en:
“Movióle
la ambición o la ira”. (Bello 1981: 506)
Sin embargo, advierte
que cuando no todos los sujetos son singulares, lo mejor será siempre poner el
verbo en plural, junto con el sujeto del mismo número, como en:
“La
fragata o los dos bergantines hicieron la presa”(Bello 1981: 506)
En los casos de coordinación de sujetos
por medio de las conjunciones con, como, tanto como, así como, Andrés
Bello(1981: 506) observa que “deben
considerarse todos como sujetos, y regir el plural del verbo”, a condición
que los sustantivos estén inmediatamente enlazados, como por ejemplo en:
“La
madre con el hijo o tanto la madre como el hijo, fueron
arrojados a las llamas”[6]
Samuel Gili
Gaya(1973: 35) en cambio, opina que cuando el verbo sigue a los sujetos, “la
pluralidad es tan visible y próxima que es muy raro que se ponga en singular”,
y cuando el verbo precede a varios sujetos hay alternancia; a veces, concierta
con el primero, por ello, va en singular. Por ejemplo:
“Causaron
o causó a todos admiración la hora, la soledad, la voz y la destreza del
que cantaba”. (Cervantes). (Samuel Gili Gaya(1969: 29-30)
Añade también una observación
importante según la cual “con el verbo
detrás, se ha producido ya un análisis de los sujetos que intervienen en la
acción, el cual impone la pluralidad del verbo, salvo casos muy excepcionales.
Por el contrario, el verbo delante puede colocarse en singular o plural, y en
el análisis que sigue el espíritu procede por suma de sujetos singulares. Todo
depende, pues de si la totalidad de la representación ha estado presente en el
momento de proferir el verbo, o de si los sujetos han ido apareciendo en la
mente del que habla después de enunciar el verbo. Por esta causa las anomalías
gramaticales en la concordancia son más frecuentes en la lengua hablada que en
el lenguaje literario”.
Tocante a la concordancia del
verbo con los sujetos infinitivos coordinados,
“Holgazanear
y aprender son incompatibles”
“No
se compadecía tener oración y andar tan llena de
imperfecciones y faltas” (Yebes, Vida
de Santa Teresa, I, 6)[RAE 1973: 391).
Para los sujetos unidos por la
disyuntiva o, según
Samuel Gili
Gaya(1973: 36) en cambio opina que la concordancia con la disyuntiva o puede
expresar un matiz de estilo que depende de cómo se siente la disyunción, como
por ejemplo en:
“Le
atraía la hermosura de la moza, o la amenidad del lugar”[7]
“Le
atraían la hermosura de la moza o la amenidad del lugar”[8][RAE(1973: 303)]
Sobre
la concordancia del verbo con sujetos coordinados, Fält(1972: 17-21) en cambio,
observa que hay que tomar en consideración una serie de hechos importantes como
por ejemplo, el carácter semántico de los sujetos, la posición del verbo
respecto de los sujetos, la determinación de los sujetos y el carácter del
verbo.
Respecto al carácter semántico de los
sujetos, Fält(1972: 17) observa que “cuando
se trata de oraciones con sujeto múltiple, hay que empezar por preguntarse en
qué medida los varios tipos de sujetos pueden condicionar la concordancia del
verbo”. Para él, se trata de la distinción, por un lado, de los neutros y
de los infinitivos, y por otro lado de todos los demás sujetos, porque hay que
tener en cuenta la posibilidad de que ciertas variaciones de concordancia
puedan depender del empleo de uno u otro tipo de sujeto. Por ejemplo:
“Elvira
y Álvaro empezaron a reír”
“Al
revés que Alemania y que el Japón, sus dos congéneres de holocausto y de
resurrección, la reconstrucción de Italia y la transformación de
su penuria en prosperidad no se debe al sacrificio y la disciplina de
las clases obreras en primer lugar”(Vang, 15-1-70, I-2)[Fält 1972: 17)]
En el primer ejemplo,
para Fält(1972: 17), nos encontramos con dos sustantivos(Elvira y Álvaro)
en singular unidos con la conjunción y; llevan el verbo en plural. Los
sujetos se refieren a personas, dos individuos concretos, capaces de realizar
acciones independientes. Para él, se trata de dos elementos individualizados,
plenamente actualizados en una situación determinada, poco susceptibles de ser
concebidos como una sola idea y además, no hay entre los sujetos ninguna zona
intermedia, ya que cada ser humano es único. En este caso, según advierte, el
sujeto múltiple en este ejemplo está compuesto por elementos que designan
personas; la idea de pluralidad tiende a prevalecer claramente, de ahí, la
forma plural empezaron.
En cuanto al segundo ejemplo, se
distingue del primero porque los sujetos no son personas sino conceptos
abstractos que no tienen el mismo carácter único e independiente, por lo que
resulta más fácil interpretarlos como un todo. Según Fält(1972: 18) “estos
sujetos pueden considerarse como dos fases interrelacionadas de un proceso
total, siendo la relación entre los componentes tan estrecha, lo uno implica lo
otro, que la idea de totalidad se impone de una manera muy natural, lo que
produce la concordancia en singular”, esto es, la forma se debe en este
último ejemplo.
En cuanto a la posición del verbo
respecto de los sujetos, para Fält(1972: 19), es un factor importante que
determina la concordancia en singular o plural del verbo. Por ejemplo:
“El
airado pataleo y el precipitado abandono del local completan
el clásico cuadro” (ABC II-II-71, 37, I-2)
“En
la opinión pública pesa intensamente el nuevo orden interno y la prosperidad
económica”. (BYN 13-XI-65 33, I-2)[Fält(1972: 19)]
Según Fält(1972:
19), en el primer caso la forma del verbo puede apoyarse en la pluralidad
representada por dos sujetos que han sido actualizados con anterioridad
mientras que en el segundo caso, los sujetos no aparecen sino después de la
formación del verbo y esta situación favorece la concordancia en singular pesa
puesto que la idea de pluralidad no se halla forzosamente presente en el
momento de enunciar el verbo. Para él, aquí no entran en juego los dos sujetos
sino el más próximo al verbo(el último ejemplo).
En cuanto a la determinación de los
sujetos, para Fält(1972: 19), varios tipos de determinantes pueden influir en
la concordancia. Para él, hay que distinguir los casos en que todos los sujetos
llevan determinantes, como por ejemplo en, la anchura de sus calles y la
insuficiencia de espacios..., un micrófono y un transmisor....mi trabajo y mi
vida de hogar, y aquellos en que sólo el primer sujeto va precedido de
algún tipo de determinación, como en el desarrollo y
consolidación..., su independencia y libertad...
Para él, respecto
al último caso, la cohesión formal exige la concordancia en singular, aunque en
algunas ocasiones se imponga la concordancia en plural, como en:
“El
embajador de España en
Rabat y la señora de Ibáñez ofrecieron en su residencia una cena
de despedida” (Vang 18-X-69 29, 3)
“Bosch
y Betancourt fracasaron en sus intentos democráticos”(Vang
16-IX-69 3, I)
“¿Hay
quien pueda imaginarse que un amigo tan bueno como MacCarthy y un
senador de tanta talla haya podido tomar semejante iniciativa?” (ByN
23-XII-67 8, 2)
“Habían
llegado Marisol y su marido Carlos Goyanes, después de unas cuantas
semanas de estancia en Almería. (Semana 20-II-71 18, 4)[Fält(1972: 22)]
“El
cantante y compositor recibió 35 mil libras por la actuación”. (Vang
5-IX-69 24, 5)
En el tercer
ejemplo, según Fält(1972: 22) sólo hay formalmente coordinación de los sujetos.
Según advierte, en este tipo de construcción se le atribuyen a una persona dos
cualidades o funciones distintas, pero el sujeto agente en sí mismo es un
singular. Denomina el valor de la coordinación en este tipo de construcciones referencia
idéntica.
Sin embargo, en el último ejemplo no
hay suma de sujetos, se refiere a la misma persona que es al mismo tiempo cantante
y compositor, por lo tanto no hay posibilidad de concordancia en plural del
verbo recibir.
Para Fält(1972:
24) en caso de identidad, se establece la concordancia en singular.
En cuanto al
carácter del verbo, según Fält(1972: 20), el carácter del verbo puede influir
en la interpretación del sujeto múltiple porque como dice “ciertos verbos
pueden evocar una idea de multiplicidad porque expresan acciones en las que
están necesariamente implicados varios sujetos”, como por ejemplo en:
“En
su mirada se mezcla la galantería y la insuficiencia” (L. Romero
257)
“A primeros de enero de 1947 se unieron
económicamente la zona inglesa y la norteamericana, creándose la
bizona” (Javir 238)
“Donde,
junto al puente sobre el Noya, concurren la carretera de Gelida y la
entrada de la villa...” (Vang 17-XI-69 30, 4) [Fält(1972:
20-21)]
En efecto, en los
dos últimos ejemplos, los verbos se unieron y concurren implican
la participación de sus sujetos respectivos, se trata de acciones recíprocas
como observa Fält(1972: 21), mientras que en el primer ejemplo, no hay índice
de acción no-recíproca, de allí la concordancia en singular.
Respecto a la concordancia del verbo
con los sujetos unidos por ni, Fält(1972: 48) observa que “la conjunción ni, al enlazar varios elementos de la oración, indica la
exclusión o no realización de dos o más posibilidades”.
En efecto, para
Fält(1972: 48), la conjunción ni encierra un doble sentido(copulativo y
disyuntivo), es decir “que los elementos
enlazados por ni pueden
considerarse como agregados como mutuamente excluyentes y que este hecho
determina la concordancia del verbo”. En otros términos, si el verbo se
refiere sólo a uno de los sujetos, debe ir en singular, pero si se refiere a
los dos se establece la concordancia en plural. Los ejemplos que ofrecemos a
continuación traducen por completo esta distinción:
“Johny
Hodges rizaba el aire con una música en la que no vibraban aún ni la
venganza ni el racismo” (ABC, 29-V-70, 23-3)
“Una amistad como la que tú y yo tenemos es
tan poco frecuente que ni mi madre ni nadie la podría comprender”
(Martín Gaite 175)[Fält(1972: 49)]
En efecto, en
todos estos ejemplos, se nota muy bien cómo el factor sentido
copulativo-disyuntivo influye sobre la concordancia singular o plural del
verbo.
En cuanto a la
concordancia del verbo con sujetos coordinados por o, Fält(1972: 53)
critica las opiniones de Splauding(1958: 9), de Andrés Bello(1981: 503) y de
Keniston(1937: 219) que presentamos a continuación:
Según Splauding(1958: 9) “when the subjects are connected by ni or o, the tendency is for the verb to be plural, although the
singular is sometimes found”, y para Bello(1981: 503) “sujetos singulares,
enlazados por la conjunción disyuntiva o,
parecen pedir el singular del verbo, sea que le precedan o sigan [...] pero el
uso permite el plural, aun precediendo el verbo”, y para Keniston(1937: 219)
“the subjects are usually considered as alternatives and the verb is in the
singular; less frecuently it is found in the plural”.
Frente a todos estos puntos de vista,
Fält(1972: 53) advierte que estas reglas generales contradictorias tienen todas
ellas un mismo defecto; Dice lo siguiente al propósito:
“son demasiado generales por prescindir de varias
distinciones que hacen necesarias”. Para Fält(1972: 54) hay que tener en
cuenta tres factores principales:
a) la posición
del verbo respecto a los sujetos coordinados, porque como observa “cuando el
verbo precede a los sujetos se destaca una tendencia muy clara; el singular es
la forma mayoritaria con cualquier tipo de sujetos, aunque su predominio parece
particularmente acusado si designan cosas”. Por ejemplo:
“Ganará Korchnoi o
Larsen”
b) la determinación
formal de los sujetos y su contenido semántico porque según él cuando la
disyunción se aplica a sujetos de tipo general, aumenta la posibilidad de
concordancia en singular.
En efecto, en los
ejemplos que vienen a continuación, para
Fält(1972: 54), los tres primeros son muy representativos de los sujetos de
persona, puesto que todos los que aparecen en esta construcción tienen un
carácter general o genérico. No se trata
en ningún caso de dos individuos especificados en una situación determinada. En
el último ejemplo, el sustantivo masculino se une con femeninos que van
determinados por la forma toda, y por ello la cohesión del sujeto
múltiple queda debilitada, lo que explica la concordancia en plural en este
ejemplo:
“Cualquier
hombre o mujer enamorado ha de sentirse celoso” (Semana 17-X-70 52,
3)
“Avanzar
un poco cada uno, siquiera un poco hacia el manantial que cada hombre o
mujer tiene más cerca” (Vang 31-XII-69, 30, 2)
“Cuando
el conductor o pasajero de cualquier vehículo público deje atrás el
macizo del Tibidabo...” (Vang 12-XII-69 31, I-2)
“Allí
se acaban toda la información o comentario” (E. Romero
119)[Fält(1972: 54)
Tocante a la concordancia de
términos enlazados por expresiones cuasicopulativas, Fält(1972: 60) disiente de
la opinión de Bello(1981: 542) según la cual, si un sustantivo está ligado
inmediatamente a otro por medio de con, como, tanto como, así como,
deben considerarse todos ellos como sujetos, y regir el plural del verbo, y de
Splauding(1958: 599) según la cual “when
a singular noun is connected with another by con, como, tanto como, así como, the agreement is usually
singular”.
Para Fält(1972:
60) estas reglas que enuncian ambos autores son en parte equivocadas, porque
como observa implican que las expresiones cuasicopulativas constituyen una
categoría homogénea. Propone que se analicen estos tipos de construcciones cada
uno por separado. Según él una expresión como Juan como Pedro difiere de
tanto Juan como Pedro o Pedro con Juan, y además, el
comportamiento del verbo puede variar de un grupo a otro. Por ejemplo:
“Víctor
hubiera querido que fuera la mujer de Mariano, pero tanto Mariano como su
mujer le hicieron ver que era mejor del otro modo”(Candel 260)
“Entre los muchos asistentes se encontraba
la hija del Jefe del Estado portugués así como una hija del ex
presidente Mariscal Carmona” (ABC 17-IV-70 21, 3)
“Filón se inclina, siempre con la corona de
Edipo en las manos, para mejor ver cómo el forastero, seguido de su
criado, camina por la empinada calle hacia la plaza” (Vang 31-XII-69
39, 2)
“Una mujer, con muchos hijos, se
había quitado la vida” (Alperi 128). [Fält(1972: 60-75)].
De todos los
ejemplos anteriormente mencionados, se deduce que en los que se observa la
concordancia en singular, no se prestan a una interpretación copulativa. Los
ejemplos con así como se aproximan a la de mero enlace copulativo, como
observa Fält(1972: 73).
En los ejemplos con con,
según observa Fält(1972: 68), donde se establece la concordancia en singular,
el término introducido por medio de con no es más que un complemento del
sujeto que no guarda relación directa con el verbo. Por fin, en los demás
ejemplos, la frecuencia de la concordancia en singular se explica por el hecho
de que no se percibe el matiz copulativo. Donde hay concordancia en plural con
las expresiones cuasicopulativas como acompañado de, seguido de, la
construcción expresa un claro valor de compañía y por eso, como dice Fält(1972:
72) “no debe extrañar que el verbo vaya a veces en plural”.
José Antonio Martínez(1999: 2759)
en cambio, respecto a la concordancia con el verbo del grupo coordinado observa
que cuando dos o más sustantivos en singular se coordinan o yuxtaponen, forman
un grupo plural tanto desde el punto de vista referencial como desde el
estrictamente sintáctico.
Para él, este
grupo ha de tener, en principio, correspondencia con un sujeto morfológico
“plural”. Observa también que un grupo de varios sustantivos o unidades
sustantivadas coordinados o yuxtapuestos pueden concurrir con un sujeto
morfológico singular(necesariamente de tercera persona). Para él, los
infinitivos y las oraciones sustantivas, por ser neutros, no forman plural
sintáctico, sino que concuerdan con la forma verbal de tercera persona
singular, como por ejemplo en los casos siguientes:
“Me
gusta/*gustan bailar y cantar[9]”
“Es
imposible/*son imposibles holgazanear y aprender”
“Esto
y lo otro hizo/*hicieron que nos enemistáramos”[10][José Antonio
Martínez(1999: 2760)
Para José Antonio Martínez(1999: 2760)
es la significación del predicado verbal o nominal(lo que se dice del sujeto)
la que en cierto modo determina la unidad o la pluralidad de lo referido por el
sujeto léxico, y determina por lo tanto la concordancia en singular o plural
del verbo como en estos ejemplos que ofrecemos a continuación:
“Cantar
y bailar se complementan/*complementa”
“Esto
y lo otro se contradicen/ contradice” [José Antonio
Martínez(1999: 2760)].
La observación
más importante que hace José Antonio Martínez(1999: 2760) radica en la
concordancia de los sustantivos no-contables o medibles, cuando “sus referentes se presentan mezclados o
identificados de modo que lo predicado se les atribuye como a un todo”,
como en:
“De
su costado manó sangre y agua”
“En
este curso se estudiaba lengua y literatura”[11]. [José Antonio
Martínez(1999: 2760)].
José Antonio Martínez(1999: 2760)
subraya también que la concordancia en singular del verbo viene favorecida por
el hecho de que los sujetos coordinados compartan un mismo determinante; y la
concordancia en plural se establece cuando cada sustantivo lleva cada uno su
artículo como en los ejemplos que vienen a continuación:
“El flujo y reflujo de las aguas limpiaba la playa”
“El
flujo y el reflujo de las aguas limpiaban la playa”[José Antonio
Martínez(1999: 2761)].
En cuanto a la concordancia del verbo
con sujetos coordinados por con, para José Antonio Martínez(1999: 2761) “igualmente existe formación de un plural
sintáctico cuando al sujeto en singular se le adjunta y le sigue un complemento
circunstancial de compañía”. En este caso, según él, suele prevalecer la
concordancia en plural con el verbo, quedando la de singular para los casos en
que el complemento de compañía va separado del sujeto, como por ejemplo en:
“La
criada con el niño fueron atropellados en la acera”
“la criada fue atropellada, con
el niño, en la acera” [José Antonio Martínez(1999: 2761)
En efecto, en el
primer ejemplo, el complemento de compañía se expresa al lado del sujeto, y con
él se forma un plural semántico que da pie para la concordancia en plural con
el verbo mientras que en el último,
semánticamente, el complemento de compañía expresa co-agente del sujeto, de
allí la concordancia en singular con el verbo.
En cuanto a la concordancia de
sujetos coordinados por la disyuntiva o, José Antonio Martínez(1999:
2761) observa que cuando los sustantivos vienen coordinados por una conjunción
disyuntiva con significación de “alternancia o exclusión”, la concordancia se
hace con el verbo en singular. Por el contrario, si su sentido es de
“indiferencia” (disyuntiva inclusiva)[12],
el grupo sustantivo concuerda indiferentemente, en singular o plural”, como por
ejemplo en:
“Eso
te lo dijo/*dijeron Pedro o Juan”
“Podréis/podrás venir tú o tu
hermana”. [José Antonio Martínez(1999: 2761)
En el primer
ejemplo, el plural sintáctico se fundamenta en una pluralidad referencial. La
conjunción disyuntiva en estos casos, significa alternancia o exclusión
mientras que en el último ejemplo, se trata de casos de disyuntiva inclusiva,
por lo tanto el grupo de sustantivos en función de sujetos concuerda en singular
o en plural, según advierte José Antonio Martínez(1999: 2761).
Para los casos de concordancia con sino
José Antonio Martínez(1999: 2761) recomienda que cuando la conjunción
excluyente sino coordina sustantivos en función de sujeto, el verbo
concuerde siempre con el sustantivo más cercano, que suele ser el primero(el
negado). El ejemplo que damos a continuación lo ilustra:
“No
lo dijiste/*dije tú, sino yo” [José Antonio Martínez(1999: 2761)
Añade también otra consideración
según la cual puede entenderse como plural sintáctico la referencia de algunas
locuciones o frases hechas que formalmente se presentan en singular. En el
ejemplo siguiente, la concordancia puede establecerse en singular o plural
“Siempre
cae(n) alguna propina que otra”
“Se
conserva(n) algún que otro verso suyo”[José Antonio
Martínez(1999: 2761)]
Respecto a la concordancia de la
1ª y 2ª persona plurales, los gramáticos tradicionales observan que cuando el
verbo se refiere a varios sujetos debe ir en plural, y si concurren personas
verbales diferentes, la segunda persona es preferida a la tercera, y la primera
a todas, como en:
“Juan,
tú y yo viajaremos juntos”[Bello(1981: 503)]
La observación que hace José Antonio
Martínez(1999: 2763) es pertinente, puesto que su planteamiento se basa en
criterios puramente formales, aunque tome como base las reglas generales de la
concordancia establecidas por los gramáticos tradicionales. Para él, si uno de
los coordinados que forman un sujeto múltiple posee rasgos de primera persona,
son estos los que se manifiestan en la flexión verbal. Por ejemplo:
“Eso
no podemos/*podéis decirlo ni tú ni yo” [Jose Antonio
Martínez(1999: 2763)]
Sin embargo, si
ninguno de los coordinados que forman un sujeto múltiple posee rasgos de
primera persona y alguno posee de segunda, según observa el mencionado
gramático, estos rasgos se manifiestan en la flexión verbal, como por ejemplo:
“Ahora
tenéis/*tenemos/*tienen que reuniros mis socios y tú” [José Antonio
Martínez(1999: 2763)]
Tras todo lo dicho, José Antonio
Martínez(1999: 2764) advierte que los morfemas de persona de la flexión verbal
en plural no manifiestan los mismos contenidos que los elementos pronominales,
en otros términos, la flexión verbal puede manifestar los rasgos de sustantivos
o pronombres que aparezcan en otra oración. Para él se trata de casos de
coincidencia y no de consecuencia como en:
“Quizá
no lo sepas, pero yo me reuní con Juan y tu amigo Pepe porque queríamos
llegar a un acuerdo sobre la votación.”. [José Antonio Martínez(1999: 2764)][13].
Añade también que
“el que el plural verbal pueda referirse a un conjunto heterogéneo de personas
explica el hecho de que prácticamente cualquier frase nominal en plural pueda
concordar con el sujeto léxico con los sujetos flexivos de primera persona
del plural”, como en los ejemplos que ofrecemos a continuación:
“Los
ingleses somos muy sosos”
“Los
ingleses sois muy sosos”[14] [Jose Antonio
Martínez(1999: 2764)]
En suma, el planteamiento que hacen los
gramáticos tradicionales sobre la concordancia del verbo con sujetos
coordinados está basado sobre leyes o normas que enuncian; a veces, no hay
coincidencia entre las leyes que ellos prescriben y los usos descritos.
Los gramáticos
modernos subrayan un cierto número de factores que puede propiciar la
concordancia en singular o plural del verbo en caso de coordinación de sujetos;
Entre otros, la posición de los sujetos, el carácter del verbo y la
determinación y el tipo de sujetos coordinados.
Las oraciones atributivas plantean
también el problema de concordancia a la hora de saber a qué elemento se
refiere el verbo y determina la concertación en singular o plural de este
último, esto es, si es el sujeto o el atributo lo que atrae la concordancia del
verbo; sobre la cuestión ¿qué opinan los gramáticos?
II.3 Concordancia
del verbo en oraciones atributivas
Según Andrés Bello(1981: 501) cuando el
verbo ser se construye con dos nombres, de los cuales el uno es sujeto,
y predicado el otro, se concierta por lo general, con el sujeto. Por ejemplo:
“Trabajos y penalidades son la herencia del hombre”. [Bello
(1981: 501)]
Para Bello(1988: 501), a veces el
predicado que sigue al verbo “ejerce una especie de atracción sobre él,
comunicándole su número”, como se nota en el ejemplo que viene a continuación:
“Los
encamisados era gente medrosa y sin armas”. [Bello(1981:
501)]
Observa también
que las frases demostrativas y colectivas lo que, todo esto, aquello, todo,
empleadas como sujetos, se avienen con cualquier número, cuando el predicado es
plural, por ejemplo:
“Todo
esto fuera flores de cantueso, si no tuviéramos que entender con
yangüeses y moros encantados”. (Cervantes) [Bello(1981: 501)]
“Su
soledad inmensa que aflige el alma/ son setecientas leguas de arena y
cielo, silencio y calma”(Zorrilla)[15].
[RAE(1973: 389)].
Samuel Gili Gaya(1973: 32)
coincide con
“Esta
gente parecen generales”. [Gili Gaya(1973: 32)]
En efecto, para
él, los pronombres neutros, en su significación colectiva pueden ofrecer las
mismas concordancias, como en:
“Lo
que importa son los créditos necesarios para construir la obra”.[Gili Gaya(1973:
32)].
Para
justificarlo, Gili Gaya(1973: 32) observa que “el plural y el singular colectivo tienen entre sí límites inciertos, y
por lo tanto la causa de estas concordancias hay que buscarla en la naturaleza
misma de las oraciones atributivas”.
La problemática
que plantean los gramáticos modernos es muy diferente de la de los gramáticos
tradicionales.
Fält(1972: 151) piensa que debe
atenerse a los siguientes criterios, para el análisis de las oraciones
atributivas: “ 1) ¿concierta el verbo con
el elemento singular o con el plural?, 2) ¿concierta el verbo con el sujeto o
con el atributo?, 3)¿cuál de los dos elementos es sujeto y cuál atributo?”.
En efecto, en
opinión de Fält(1972: 150-157), “una descripción satisfactoria de la
concordancia del verbo en las frases atributivas debe basarse en tres factores
principales:
-
la posición de los elementos que constituyen la frase
atributiva
En efecto, este criterio
constituye el factor decisivo, si una oración contiene dos sustantivos
intercambiables, unidos por el verbo ser, según piensan algunos
gramáticos que consideran que el primer elemento debe analizarse automáticamente
como sujeto. Tanto Fält(1972: 153) y Rodolfo Lenz(1935: 312), como
Jespersen(1968: 153) reconocen que no es fácil decir cuál de los dos es sujeto
en la oración atributiva un factor decisivo es la inflación galopante porque como dicen, esta frase no tiene tan
fácil interpretación como a primera vista pudiera parecer. Según ellos, el
primer SN podría entenderse de dos maneras, o como el sujeto de la oración,
como atributo antepuesto.
Fält(1972: 154-155) observa al respecto
que “la vacilación que existe acerca de
los papeles del sujeto y del atributo es el origen de varios problemas de
concordancia en tales frases atributivas”; pero advierte que puede
concordar con el elemento que en opinión del hablante, está en primer plano,
cualquiera que sea su función sintáctica porque como dice “no se trata de un verdadero análisis, sino que es más bien un proceso
inconsciente por parte del que habla”.
-
La determinación de los elementos dentro de la estructura
atributiva.
Fält(1972: 154)
reconoce que aunque uno de los elementos vaya acompañado por el artículo
determinado y el otro el indeterminado, no es necesariamente cierto que éste
sea menos determinado que aquél, porque como dice, la oración atributiva es
susceptible de interpretaciones diversas. He aquí algún ejemplo:
“La
inflación galopante es un factor decisivo”. [Fält(1972:
154)]
-
El carácter mismo de los elementos nominales que figuran
en la oración atributiva.
Para Fält(1972:
163), se trata de ver si los elementos
dentro de la oración atributiva guardan una relación estrecha entre sí,
en el sentido de que pertenecen al mismo campo semántico, como por ejemplo:
“Los
veinte años en el hombre es la edad de más brío y más calor...”
(Rodrigo, 253)[16]
“Es
inútil que muchos médicos y escritores afirmen que los cuarenta años son la
edad clave de la mujer” (Semana 22-XI, 69 36, I)[17] [Fält(1972: 163]
José Antonio Martínez(1999: 2779) en
cambio, observa que los neutros en las copulativas, pese a ocupar la posición
de sujeto no atraen la concordancia del verbo por su carácter mostrativo,
genérico e inespecífico. Por ejemplo:
“Eso
son/*es rumores” [José Antonio Martínez(1999: 2779)].
Para él, en los
demás casos, lo que atrae la concordancia del verbo es la unidad que, por su
posición preverbal y por su referencia más específica, puede entenderse como
sujeto, por ejemplo:
“Las
hayas son/*es un árbol de hoja perenne”. ¨[José Antonio
Martínez (1999: 2779)]
Por fin, José
Antonio Martínez(1999: 2780) reconoce que hay casos en que “el sustantivo sujeto en plural morfológico se refiere a un ente
unitario, en cuyo caso puede ceder la concordancia al singular del predicado
nominal”, como en:
“Las carnes a la brasa son/ es un
alimento algo fuerte”. [José Antonio Martínez(1999: 2780)].
Maria Jesús Fernández Leborans(1999:
2413) en cambio advierte, respecto a la concordancia en las oraciones
atributivas que hay que tener en cuenta dos nociones fundamentales: el sujeto
gramatical[18] y el
lógico(semántico o temático), porque influye en la concordancia del verbo. Para
Leborans(1999: 2377) las oraciones copulativas de caracterización tienen como
función atribuir una cualidad respecto del sujeto; en términos de Marcos
Marín(1998: 316), el sujeto mantiene con el atributo una relación de inclusión
mientras que las de identificación tienen una función descriptiva y
referencial, es decir que el sujeto tiene la misma referencia que el atributo.
La distinción que el mencionado gramático hace de las oraciones atributivas
permite observar cómo la expresión referencial e identificadora del sujeto
puede influir en la concordancia con el verbo. Por ejemplo:
“La
estudiante clásica es Cleopatra”.(Oraciones copulativas de
caracterización).
“El
problema soy/ *es yo”(oraciones copulativas de identificación). [Fernández
Leborans(1999: 2413)].
En conclusión, los gramáticos
tradicionales opinan que en las oraciones atributivas el primer elemento debe
analizarse automáticamente como sujeto, es decir que la posición constituye un
factor determinante para la concordancia en estos tipos de estructuras.
Los gramáticos
modernos en cambio, observan como hemos visto arriba que no es siempre fácil
comprobar tal fenómeno objetivamente. Señalan, pues, que en estos tipos de
construcciones puede concordar el verbo con el elemento que en opinión del
hablante, está en primer plano, cualquiera que sea su función sintáctica, de
allí la necesidad de distinguir entre el sujeto gramatical y el
lógico(semántico o temático) porque puede influir en la concordancia verbal. La
consideración que hacen los gramáticos modernos nos parece completa porque
ayuda a resolver los problemas que plantean las construcciones atributivas.
II.4 Concordancia
del verbo en oraciones de relativo
Respecto a la concordancia en las
oraciones de relativo, tanto Salvá(1988: 309) como Bello(1981: 510) opinan que
hay con todo en el uso de los relativos un caso que pudiera dar lugar a duda.
Se preguntan si se debe decir yo soy el que lo afirma o el
que lo afirmo, o tú eres quien me ha vendido o quien me has
vendido. Para ellos, la primera concordancia es la más conforme puesto que el
que, quien es el hombre que o la persona que, y
sustituyendo estas últimas frases, sería sin duda menos propio afirmo, has.
Los gramáticos modernos en cambio,
observan que las construcciones de relativo presentan algunos aspectos y
problemas particulares de concordancia, concretamente las llamadas
“ecuacionales” o “perífrasis de relativo”.
Juan Carlos
Moreno Cabrera(1999: 4293) las define como construcciones en las que se pone de
relieve o enfatiza una unidad que a veces funciona como sujeto del verbo ser,
mediante el cual se une con una oración de relativo. Para José Antonio
Martínez(1999: 2780), en la medida en que tenga variaciones morfológicas, el
relativo quien/ es y el/ la/ los/ las/ lo que, concuerda en
género y número con el sujeto, se iguala en persona con la unidad destacada y
así concuerda con el verbo de la relativa, por ejemplo:
“Yo
fui el que la ofendí”
“Nosotros somos los que no aceptamos”
“Yo
soy el que lo dice”
[José Antonio Martínez(1999: 2780)]
Para Juan Carlos Moreno Cabrera(1999:
4293), en el primer ejemplo el verbo de la relativa concuerda en persona y
número con el constituyente escindido y no con el sujeto sintáctico: el
pronombre relativo de tercera persona, mientras que en el último el
constituyente escindido realiza la función de sujeto tanto en la cópula como
del verbo de la relativa.
Para explicar la
vacilación de la concordancia en este tipo de construcciones, José Antonio
Martínez(1999: 2781) observa lo siguiente:
“en las construcciones ecuacionales la oración de relativo representa lo
predicado y hace una referencia genérica a un estado de cosas, mientras que la
unidad enfatizada queda señalada como la única que cumple lo dicho por el
predicado”, como hemos podido comprobar en los ejemplos anteriores.
I.2.1.5 Concordancia
del verbo en construcciones impersonales
[19]
Los gramáticos tradicionales observan
al respecto que los verbos haber, hacer y ser, cuando se usan
como unipersonales, adoptan construcciones de tipo impersonal como las de los
verbos que expresan fenómenos de naturaleza. Por ejemplo:
“Hubo
fiestas” [Samuel Gili Gaya(1973: 78)]
Sobre la concordancia con haber del
verbo en oraciones impersonales tanto los gramáticos tradicionales como
modernos observan que plantean problemas. Según Montes de Oca(1994: 8), hay que
definir la relación entre el verbo y su argumento único, y luego explicar
cuándo y porqué la forma no concordada está cediendo terreno a la forma
concordada, a la luz de los ejemplos siguientes:
“Yo
le dije que habían unos departamentitos muy monos”. (MC 35 años)
(Montes de Oca(1994: 8)
Para tratar de
analizar este ejemplo, Paula Bentivoglio(1989: 60) y Luque Moreno(1978: 126)
opinan que se excluye en estos ejemplos la posibilidad de considerar los
sintagmas nominales pospuestos como objeto directo. Para ellos, la frase
nominal que acompaña a haber constituye un sujeto.
Montes de Oca(1994: 11) observa
por su parte que si se considera sujetos estos sintagmas pospuestos se
encuentra como problema el que sea un tipo de sujeto marcado, esto es, que hay
que tener en cuenta las características de los sujetos y las propiedades que
suelen poseer las frases nominales que los representan, punto de vista que
nosotros compartimos.
En cuanto a los predicados que
denotan fenómenos naturales, generalmente meteorológicos, para Fernández
Soriano y Táboas Baylin(1999: 1744) crean estructuras impersonales en tanto que
no se las puede atribuir un sujeto ni lógico ni gramatical.
Respecto a las construcciones
impersonales, distinguen dos tipos por lo que se refiere a la naturaleza simple
o compleja que presentan los predicados: por un lado, las estructurales con
verbos auxiliares vacíos de significado léxico, como ser, estar o hacer.
Para ellos, estos tipos de estructuras tienen la particularidad de no requerir
la presencia de ningún argumento, es decir, carecen de sujeto. Por ejemplo:
“Es
tarde/ primavera” [Fernández Soriano y Táboas Baylin(1999: 1744)]
Por otro, los
casos de verbos que denotan fenómenos meteorológicos con un agente implícito(dioses
o fuerzas naturales) o cognado(la lluvia, la nieve) como en:
“*Llueven las piedras”[Fernández Táboas
Baylin(1999: 1744)
En efecto, la
agramaticalidad de este ejemplo se
explica por el hecho de que el sintagma debe ser necesariamente indefinido.
Respecto a las construcciones
impersonales del tipo se vende libros, tanto Georges Demello(1995: 64)
como Amaya Mendikoetxea(1999: 1678-79) en cambio, opinan que plantean problema
de concordancia. Para Amaya Mendikoetxea(1999: 1678-1679), muchos factores
pueden provocar la ruptura de concordancia en estos tipos de concordancia;
entre otros factores, el aspecto verbal imperfectivo de la construcción
impersonal. Por ejemplo:
“Se
vende libros” constrata con “se vendió libros”
“Sólo
se oía el blando batir de las olas y el canto monótono de un
grillo”[20]. (Los
Centauros, 58. 18)[Amaya Mendikoetxea(1999: 1678)]
Otro factor a
tener en cuenta y que subrayan tanto Monge(1955: 7- 10) como Amaya
Mendikoetxea(1999: 1678), es la distancia entre el elemento verbal que lleva la
concordancia(verbo auxiliar) y el sintagma nominal, porque según ellos cuando
se dan dos o más factores de distancia las posibilidades de que no exista la
concordancia son mayores, como en las oraciones siguientes:
“Se les suele
seguir atribuyendo a estos políticos declaraciones que nunca han efectuado”. [Amaya
Mendikoetxea(1999: 1679)]
En resumen, en esta trabajo hemos hecho
una breve exposición del planteamiento que hacen los gramáticos sobre el
problema de la concordancia verbal en español. Partimos de la observación que
hacen tanto los gramáticos tradicionales como los modernos. Los gramáticos
tradicionales insisten en la igualdad o conformidad morfológica entre las
palabras dentro de la oración; los modernos no sólo recogen toda la tradición
anterior sino también que insisten en la función que cumple(la concordancia)
dentro de la oración.
Sobre el planteamiento general de
la concordancia verbal en español, de todos los puntos de vista expuestos,
notamos que son muchos los problemas relativos a la concordancia verbal en español,
en especial, la concordancia del verbo con el sujeto colectivo, con varios
sujetos coordinados, en oraciones atributivas, en oraciones de relativo y en
las construcciones impersonales.
Coincidimos con
los gramáticos modernos en que la concordancia ha de basarse no sólo en
aspectos formales como lo decían los gramáticos tradicionales, sino también en
aspectos semánticos, y sobre todo la función que cumple dentro de la
oración[José Antonio Martínez(1999)].
Sin embargo, de
todos los usos que prescriben los gramáticos tanto trdicionales como modernos,
nosotros pensamos que sigue vigente el problema de l concordancia verbal en
español. En nuestra opinión, no hay una ley que establezca de modo riguroso la
concordancia verbal, aunque siguen apareciendo algunos casos de discordancias,
por un lado hay una tendencia una mayor
concordancia gramatical, y por otro una mayor presión normativa ue hace que
disminuyan los casos de silepsis.
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[1] Expresión de la
información “persona-número” en la desinencia o terminación del sintagma
verbal(sujeto morfológico)
[2] El sustantivo
“chicos” especifica parte de la información ya expresada en el verbo (sujeto
léxico)
[3] Terminología de
Andrés Bello(1981: 536)
[4] Terminología de
Fält(1972: 82)
[5] Para Ignacio
Bosque(1999: 38), en estos ejemplos jurado y familia no son
sujetos respectivos de vieron, metían y daban sino antecedente de
la flexión pronominal de daban, metían y daban
[6] Según
Bello(1981: 543), la concordancia en plural es preferible, si se usa con,
y necesaria si se usa tanto como.
[7] Según él, este
ejemplo recalca la diferencia entre los dos atractivos; se hace visible la
exclusión de uno de los dos términos disyuntivos.
[8] En este ejemplo
se debilita la fuerza disyuntiva de la conjunción o, y hace indiferente que sea
uno u otro el motivo de la atracción.
[9] Sí, podría
decirse cantar y bailar son actividades entretenidas(grupo que puede
concordar en plural con el verbo).
[10] El carácter
unitario de los infinitivos coordinados en estos ejemplos dos hace que la
concordancia se establezca en singular.
[11] En estos dos
ejemplos, el carácter unitario prevalece sobre el copulativo, lo que justifica
la concordancia en singular en estos ejemplos
[12] terminología de
Jiménez Juliá(1986: 169) para designar casos en los que la disyunción tiene
valor copulativo; entran en juego todos los sujetos unidos por o.
[13] Para él, no
cabe entender que la frase nominal múltiple Juan y tu amigo Pepe
sea sujeto de querían, son más bien referente a la información de
persona que la flexión verbal manifiesta.
[14] Según Gómez
Torrego(1998: 266), este fenómeno se explica por el hecho de que la concordancia se establece no con el grupo
nominal los ingleses sino con su referencia vosotros.
[15] “Son” en este ejemplo concuerda con setecientas
leguas y no con su sujeto soledad. Para
[16] Para FälT(1972: 163), en este ejemplo, no se trata
de períodos de tiempo, sino que las expresiones se refieren a una edad
particular, es decir los veinte años en el hombre.
[17] Según él, un rasgo típico de este ejemplo es el
carácter claramente momentáneo.
[18] Para Leborans(1999: 2413), el sujeto gramatical no
es necesariamente un sujeto sintáctico de posición(no se dispone
obligatoriamente en posición preverbal).
[19] Nos referimos a las construcciones habitualmente
personales que aparecen sin sujeto gramatical, es decir impersonalizadas.
[20] Para Amaya
Mendikoetxea(1999: 1678), cuando el objeto lógico lo componen dos sintagmas nominales
coordinados, favorece la concordancia si el primero de los sintagmas nominales
es singular, como en este ejemplo.
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