REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN COLUMNISTA Y NEÓLOGO DE NOMBRES PROPIOS

 

Fernando Sánchez Gómez

(Universidad del País Vasco)

 

 

Resumen. Manuel Vázquez Montalbán (MVM) como neólogo (Sánchez Gómez, 2006) inventó en sus columnas periodísticas palabras de distintas categorías gramaticales. También nombres propios (NP, NNPP), con los que el periodista identifica irónicamente a los personajes públicos protagonistas de sus columnas (José V. Saval, 1995, 2004, 2005).

El NP neológico es un recurso que enriquece del lenguaje de las columnas personales (Armañanzas y Díaz, 1996), como lo demuestran otros estudios sobre columnistas que cultivan este tipo de creación nominal (Lucero Sánchez, 2007).

Bajo el marco teórico de la Gramática (RAE, 1962, 1973) y la sintaxis cognitiva (Hurtado Valero, 2006), clasifico en tipologías (Fernández Leborans, 1999) y describo sintagmáticamente el corpus con la producción de NNPP neológicos y descripciones definidas (Kripke, 1995) de Vázquez Montalbán en su columna de la última página de El País en el periodo 1984-2003.

 

Palabras clave. Manuel Vázquez Montalbán. Columna. Nombres propios neológicos. Redacción Periodística.

Manuel Vazquez Montalban columnist and creator of proper names

Abstract. Manuel Vázquez Montalbán (MVM) as creator of names (Sanchez Gómez, 2006) invented in his journalistic columns words in different grammatical categories. Also proper names (NP, NNPP), used by the journalist to identifying ironically the public personalities (Jose V. Saval, 1995, 2004, 2005). 

The neological NP is a resource that enriches the language of the personal columns (Armañanzas and Diaz, 1996), since other studies demonstrate it on columnists who cultivate this type of nominal creation (Lucero Sanchez, 2007).

Under the theoretical framework of the Grammar (RAE, 1962, 1973) and cognitive syntax (Hurtado Valero, 2006), classified into types (Fernandez Leborans, 1999), and analyze syntactically the corpus of neological proper names and defined descriptions (Kripke , 1995) of Vazquez Montalban in his column on the last page of El Pais in the period 1984-2003.

 

Key words. Manuel Vázquez Montalbán. Journalistic column. Proper Names. Journalistic writing.

 

 

 

0. Introducción

En este trabajo me ocupo del estudio de un aspecto muy específico del lenguaje literario introducido en un texto periodístico como es la columna personal de Manuel Vázquez Montalbán, en particular, y del lenguaje de las columnas periodísticas literarias en general: el nombre propio con carácter neológico. Tema anunciado en mi primera investigación sobre la creación léxica en prensa de Vázquez Montalbán, que retomo ahora para desarrollarlo más ampliamente en el presente artículo[1].

Esta investigación se centra en mostrar algunas de las posibilidades periodísticas y lingüistícas que ha rendido el empleo del nombre propio neológico (inventado, imaginado, ficticio), usado como recurso léxico del lenguaje «literario, creativo, de expresión brillante», propio de esta tipología textual del periodismo de opinión y argumentación que se ha denominado columna personal por los teóricos (Armañanzas, 1995; Armañanzas y Díaz, 1996).

De la extensa producción periodística de tan prolífico neólogo[2], se toma únicamente la correspondiente a las columnas publicadas en la última página de El País. Desde 1984, fecha del comienzo de su colaboración con este medio, hasta 2003, año de la muerte del poeta de la «educación sentimental»[3].

Un estudio de este tipo también puede aplicarse a otros autores bajo el mismo marco teórico (Chillón, 1999; Fernández Leborans, 1999; Hurtado Valero, 2004; Kripke, 1995), ya que la lista de columnistas que emplean nombres propios en los periódicos españoles sería interminable.  Aunque no son tantos quienes lo hacen bajo formas o especies neológicas, de ahí lo novedoso de esta investigación centrada en la nominación original.

Junto con Vázquez Montalbán, se encuentran poetas[4] como Camilo José Cela, Francisco Umbral o Federico Jiménez Losantos (Lucero Sánchez, 2007), entre los más incesantes inventores de NNPP con muchísimo humor e ironía.

El motivo de elegir de manera monográfica nuevamente a Vázquez Montalbán para ocuparme de la cuestión lingüística del periodismo, tomando a este autor como modelo canónico de columnista, es porque, además de tratarse de un teórico pionero de las CC.SS. y de la Comunicación, de un poeta, narrador y periodista con más de cuarenta años en ejercicio, de ser licenciado en Filología Románica y en Periodismo o de distinguir perfectamente entre columna y artículo, Manuel Vázquez Montalbán es el autor que mejor conozco porque sobre su obra periodística en El País (1984-2003) he realizado mi especialización doctoral.

El trabajo que ahora presento es fruto de mis cuatro años de investigaciones centradas en el estudio de los aspectos periodísticos y lingüísticos de las columnas personales de Vázquez Montalbán en el diario El País (1984-2003), que han sido desarrolladas en el marco académico de los seminarios de los Programas doctorales de Periodismo (2004-06) y de Lingüística (2006-08) de la Universidad del País Vasco (Cfr. Bibliografía).

 

 

1. El nombre propio en la columna de opinión

El NP es el principal rasgo identificador del texto de opinión y argumentación periodística denominado columna de opinión (Armañanzas y Díaz, 1996: 123):

 

El texto  de opinión de periodicidad y ubicación fijas, que enjuicia cualquier tema, más o menos actual, redactado con gran libertad expresiva, generalmente por un colaborador fijo, periodista o no. En el caso de la columna, el lector busca una firma concreta que sabe dónde y cuándo encontrarla.

 

En la columna de opinión periodística (Armañanzas y Díaz, 1996), así como en cualquier otra obra de creación en general, la firma del creador (Christin, 2001), esto es el nombre propio (a partir de ahora NP, NNPP), por el que se identifica al autor de una obra intelectual, actúa como si fuese, a su vez, otro medio de comunicación de la obra misma.

La firma del columnista tiene un precio en periodismo. En este sentido,  traemos la anécdota de otro gran escritor en periódicos como fue César González Ruano (1979:50), que recuerda en sus memorias Mi medio siglo se confiesa a medias, los perjuicios económicos que le ocasionó firmar sus artículos[5] con otro nombre que no era el conocido del público:

 

Con el nombre de Pedro de Agüero firmé algunos artículos en una época no muy lejana en que se me prohibió firmar con mi nombre. Aquella breve y desdichada temporada, como había que seguir viviendo, publicaba con este nombre de Agüero y con el de César de Alda, que ya había empleado en alguna otra ocasión. Pero… ¡Lo que hace el nombre! … Aun sabiendo todos en la profesión que era yo, naturalmente, me pagaban escasamente la mitad y aún así era un favor. Un lector mío de Barcelona me escribió, poco después de reaparecer otra vez mi nombre en La Vanguardia, y me decía en su carta: «Un tal Pedro de Agüero le estuvo imitando descaradamente. Pero ¡qué diferencia!».

 

Mucho antes de su etapa en el diario El País, Manuel Vázquez Montalbán (a partir de ahora, MVM) tuvo que ocultar su nombre en las publicaciones periódicas bajo numerosos pseudónimos, tal y como recoge  José V. Saval en la biografía del autor (2004: 97, 104, 105):

 

También se encargaría [MVM], en aquella época [1966], de una revista de decoración llamada Hogares modernos, en la que, a veces, utilizaba el cómico pseudónimo de Jack el decorador.

(…)

Paradójicamente, entre la lista de colaboradores habituales de la redacción [de la revista Triunfo, en Barcelona, primera mitad de la década de los 70] aparecen los nombres de Sixto Cámara y Luis Dávila como si fueran personas reales (pseudónimos de Vázquez Montalbán).

(…)

En la revista (Triunfo) ubicada en Madrid, Vázquez utilizó reiteradas veces pseudónimos (…) Él era Manolo V el Empecinado, Luis Dávila, la baronesa de Orczy y Sixto Cámara.

 

 

Así como también en otros trabajos precedentes en los que el profesor Saval se ocupa del estudio de la «columna con personajes» escritas por  MVM bajo el pseudónimo de Sixto Cámara (2005).

 

La firma se presenta como el marbete por el que los lectores de periódicos puedan identificar al autor del texto, o sea, a la persona responsable de lo que se diga en ese escrito (Martínez Albertos, 1983). Sobre este peligro de jugársela a diario del columnista, Amando De Miguel (1982: 27), gran recopilador de NNPP en sus columnas, nos dirá, en afortunada metáfora taurina que el articulista

 

sale al ruedo del periódico a cuerpo limpio con su firma como única divisa

 

 

La columna es un espacio del periódico donde se intuye una cita entre el columnista con el lector, porque por su ubicación y periodicidad fijas el lector sabe dónde encontrar ese nombre, esa firma (Armañanzas y Díaz, 1996: 123): 

La columna es el texto de opinión de periodicidad y ubicación fijas, que enjuicia cualquier tema, más o menos actual, redactado con gran libertad expresiva, generalmente por un colaborador fijo, periodista o no (...) el lector busca una firma concreta que sabe dónde y cuándo encontrarla.

 

El estilo del lenguaje de la columna personal es el más libérrimo de todos, sin más limitaciones casi la de ajustarse al espacio que tiene asignado en el periódico (Armañanzas y Díaz, 1996: 129):

 

Según José Luis Martínez Albertos (1983) «Se llama columna personal a unos guetos privilegiados del periodismo impreso definidos por los siguientes rasgos: son espacios concedidos como cheques en blanco a escritores de indudable nombradía para que escriban de lo que quieran y como quieran, con la condición de que no se extralimiten del número de palabras previamente acordadas y de que respalden con su firma las genialidades o las tonterías que decidan en cada uno de sus artículos», (Santamaría, 1990: 122 y 123).

 

La firma del autor, su nombre o pseudónimo, junto con el ejercicio de un estilo de escritura determinado, lo diferenciará particularmente del resto de firmas, haciéndolo reconocible para el público, que asociará su nombre a su estilo, al tipo de discurso que practique, poético, novelístico, científico, etc.

 

 

2. Marco de estudios sobre el nombre propio

El nombre propio (NP, NNPP), por el que ahora nos preocupamos desde la Periodística, es un objeto de estudio interdisciplinar que viene preocupando a los sabios desde la tradición clásica, encarnada en el socrático Cratilo (1992), que muestra del gran interés que tuvo la filosofía griega por el origen de las palabras.

Según Fernández Leborans (1999) ―a quien seguimos muy principalmente en este trabajo― en el actual estado de la investigación, el NP continúa siendo un controvertido elemento que, al no constituir exclusivamente una categoría de estudio exclusivamente lingüística, genera notables desacuerdos entre los investigadores, como el existente, a este respecto, entre lógicos y semánticos, por ejemplo.

En este artículo, vamos a ocuparnos de aplicar a la muestra el enfoque gramatical (RAE, 1962, 1973; Alarcos, 2000; Fernández Leborans, 1999) y el de la sintaxis cognitiva (Hurtado Valero, 2006), dejando para posteriores trabajos el desarrollo del citado marco teórico.

La Gramática se ha preocupado por deslindar los conceptos de NP y nombre común. La Real Academia Española de La Lengua (1962:12) designa como NP a una de las dos divisiones del sustantivo, distinguiéndolo así del nombre genérico o común (NC, NNCC). Por su parte, Andrés Bello (Bello, 2004: 62) afirma que el NP es «el que se le pone a una persona o cosa individual para distinguirla de las demás de su especie o clase».

A pesar de que la Academia no incluye los NNPP dentro del ámbito gramatical, sí les reconoce, en cambio, el ser una característica propia de los nombres comunes (NNCC) frente a los adjetivos  (RAE, 1973: 172):

 

Existe, sin embargo, una importante diferencia entre nombres sustantivos y nombres adjetivos: solamente a los nombres sustantivos conviene la distinción entre nombres apelativos y propios (...) (nota 5). Es difícil fundamentar esta distinción con criterios gramaticales, probablemente porque nada tiene que ver con la Gramática (...) 

 

En su afamado Diccionario de Uso del Español, la lexicógrafa María Moliner (1987: 517 y 519), aun aceptando que el nombre «constituye junto con el verbo, el par de palabras básicas del lenguaje», se le considera al NP separado del resto de la oración y con la impuesta condición de ser gramaticalmente incompleto:

 

Nombre Propio. El que se aplica a una cosa determinada para distinguirla de las demás de su especie. Se escribe siempre con letra mayúscula. En realidad, son nombres propios todas las expresiones que constituyen denominaciones y títulos particulares de las cosas, pero sólo se llaman así cuando constan de una sola palabra o de varias que no forman frase completa.

 

Puede apreciarse cómo se resuelve en otras lenguas, como el euskara, esta diferencia entre NNPP y NNCC. En este caso concreto, mediante la aplicación de un régimen de construcción distinto que opera en función del tratamiento de respeto implícito en los NNPP. Arturo Campión (1854:407), en su Gramática de los cuatro dialectos de la lengua euskara explica que:

 

Un nombre propio merece más respeto que un nombre genérico; el bascuence no permite poner en casos directos, es decir, en el positivo, en el ablativo y en el directivo, el nombre de un hombre; aunque se trate del mayor criminal se le debe la fórmula del respeto. He aquí por qué se dirá DEBRUA ZEBILAN JUDASEN BAITHAN (el diablo se agitaba en Judas).

 

Apelando a criterios de aplicación práctica, está la propuesta diferenciadora entre NNPP y NNCC de F. Marsá (1990: 46-47), quien ha sugerido, muy eficazmente, que más que preguntarnos por la existencia de los NNPP, se distinga entre «un uso común y un uso propio de los sustantivos en la lengua». 

En el ámbito de estudios de la Sintaxis cognitiva, encontramos los trabajos de Pedro Hurtado Valero (2004: 23), que recuerda que la división entre NNCC y NNPP de la Real Academia Española de la Lengua (1962:12), no aparece tan clara para lógicos y semánticos:

 

en la lógica cuantificacional, y en la teoría de las descripciones de Frege y Russell, como predicados que se aplican a un individuo; y en la misma línea, Bach (1976) sostiene que todos los sintagmas nominales se originan como predicados en una construcción de cláusula relativa (por ejemplo, sintagma nominal El antropólogo surge de una estructura que se puede parafrasear como El x que es un antropólogo) (...)

 

Para Hurtado Valero (2004: 30 y 31), la clave de esta diferencia entre NNPP y NNCC se encuentra en la acción referencial de los NNPP:

 

La acción referencial elemental es una operación lingüística esencial, ya que sobre ella descansa toda la actividad predicativa y enunciativa. Hemos definido dos tipos de acción referencial, según la naturaleza del referente puesto por dicha acción: la elemental y la fáctica.

 

a)    Por acción referencial elemental, la intención del hablante señala hacia unos objetos recortados de manera más o menos precisa sobre la realidad, sea cual sea la naturaleza óntica de aquéllos. A tales objetos los denominamos elementos siguiendo la tradición lógica, a sabiendas de que éstos pueden poseer distinta categoría, reflejada muchas veces en los constituyentes semánticos y en las posibilidades combinatorias de los términos que los representan (elementos concretos o abstractos, continuos o discontinuos, individuales o colectivos, etc.).

 

b)    Por la acción referencial fáctica, el discurso pone en la realidad, no un elemento, sino un hecho, y así resulta la oración (...)

 

Entre el conjunto de los actos referenciales de un enunciado y el conjunto de los referentes puestos por obra de aquél, existe una correspondencia que la nomenclatura matemática denomina aplicación: cada signo referencial apunta hacia un referente, y sólo uno.

 

Un planteamiento que suscribimos como especialmente válido para indagar sobre los mecanismos cognitivos que operan en la creación de los NNPP inéditos de MVM (Cfr. epígrafe 14.1).

 

 

 

 

 

2.1. Descripciones definidas

Junto con los NNPP, existen unos sintagmas identificadores que se conocen como descripciones definidas. De acuerdo con la necesidad de nombrar, Saul Kripke distingue entre nombre y descripción definida (1995: 29) de la manera siguiente:

 

Entenderé aquí por un nombre un nombre propio, esto es, el nombre de una persona, de una ciudad, de un país, etc» (…) y por descripciones definidas frases de la forma “el x tal que φx” tales como “el hombre que corrompió a Hadleyburg”.

 

Para el caso concreto que estudiamos de la nominación original, interesa ocuparnos de la descripción definida o sintagma identificador, porque aporta más datos sobre las entidades a las que se refiere el columnista que el simple nombre escueto. Para Kripke (op. cit. p. 61, nota 22) el referente de un nombre se determina mediante una descripción cuando el hablante en cuestión es quien inicialmente da su nombre al objeto. Como será en el caso que estudiamos de MVM.

 

 

3. Tipología de los nombres propios

En su capítulo de la Gramática Descriptiva, Fernández Leborans considera que las dos clases de NNPP más estudiadas son las de los antropónimos y los topónimos (op. cit. p. 81):

 

La de los ‘antropónimos’ (o nombres propios de persona), categoría en sí misma heterogénea (constituida por los llamados ‘nombres de pila’ (María, Antonio, etc.); los ‘sobrenombres’ o ‘apellidos’, generalmente patronímicos (apellido que antiguamente se daba a los hijos, formado sobre el nombre del padre: Fernández, de Fernando, etc.) y por los ‘hipocorísticos’ (nombres en forma abreviada o diminutiva, empleados como designaciones familiares afectivas o eufemísticas, de carácter convencional en la mayor parte de los casos (Pepe —de José—; Concha —de Concepción—; Maite —de María Teresa—, etc.). (‘Apodos’ y ‘pseudónimos’ constituyen, asimismo, un modo secundario de designación propia).

 

Acerca de la otra subclase de NNPP, la de los topónimos, Fernández Leborans (ibid.), recordando nuevamente la interdisciplinariedad de estudios y variados enfoques que trabajan sobre la toponimia,  afirma lo siguiente:

 

La otra subclase, objeto de numerosos estudios — desde las perspectivas diacrónica, etimológica, dialectológica y sociolingüística, especialmente— es la de los topónimos, o nombres propios de lugares (países, ciudades, ríos, etc.: España; San Sebastián; el Guadalquivir; la Selva Negra; el Teide; etc.) (...).

 

 

Hay otras subclases de NNPP, pero según esta autora (ibid.):

 

no han sido consideradas en todos los casos como categorías de NNPP genuinos, y son limitados los estudios al respecto: a) nombres propios de períodos temporales (días, meses, estaciones, fiestas del calendario, etapas, etc.: lunes, diciembre, primavera, Pascua, etc.); b) nombres de instituciones: O.N.C.E., UCM, etc.; c) nombres de productos de la actividad humana en general: AVE; la Sexta (sinfonía de L. van Beethoven); Aida (ópera de G. Verdi), Las Meninas (famoso lienzo de Velázquez), etc. (Estos dos últimos subtipos, b) y c), adoptan con frecuencia la forma de siglas: C.S.I.C. — Consejo Superior de Investigaciones Científicas—, determinándose, en muchos casos, como acrónimos: Sida, Ovni, Renfe, etc.; d) nombres de uso apelativo familiar o informal (Papá, Mami) y ‘títulos’ (Maestro, Excelencia, etc.); e) nombres de símbolos matemáticos y científicos en general: alfa, 3,1416, PRO (un tipo de categoría no visible fonéticamente —gramática generativa—); k (símbolo químico del potasio), etc.; f) otros nombres de designación ocasional (cualquier objeto o entidad puede ser un referente adecuado para un nombre propio en determinadas circunstancias).

 

Por lo tanto, siguiendo a la citada Fernández Leborans, establecemos nuestra tipología de NNPP neológicos de acuerdo a la siguiente clasificación:

 

1: Antropónimos.

2: Topónimos.

3: Nombres propios de períodos temporales.

4: Nombres de instituciones.

5: Nombres de productos de la actividad humana.

6: Nombres de uso apelativo familiar o informal y ‘títulos’.

7: Nombres de símbolos matemáticos y científicos en general.

8: Nombres de designación ocasional.

 

 

Sobre las características formales de los NNPP, se considera la mayúscula inicial como su principal rasgo formal en español. También merece destacarse una visión tan interesante como la de la representación de la idea platónica a través de la mayúscula, que aporta el profesor Miguel Ángel De La Fuente González (1994).

En este trabajo vamos a regirnos por la RAE (1999:31-39) y el el Diccionario Panhispánico de dudas (2005:442-447), que como principales fuentes normativas concluyen que todo NP debe escribirse con letra inicial mayúscula.

4. La sintaxis del nombre propio

La forma más elemental de aparecer el NP es sin otros signos que lo determinen o complementen. Esto es, como elemento aislado en la cadena, (Fernandez Leborans, op. cit. p. 103):

 

El uso primario, genuino, del nombre propio en la oración es el que corresponde a la forma NP escueta, esto es, sin determinantes ni complementos; el NP es una categoría sintácticamente autodeterminada y autocomplementada. Este uso del NP escueto tiene que ver con su función específica de argumento referencial en las posiciones adecuadas. (el rendimiento natural de los NNPP es el de argumentos referenciales y la referencia está inducida por la determinación.) Digamos que el NP es N en el léxico, y SN definido en la Sintaxis (nota 49, ibid.: De modo más preciso, en el marco de la Gramática Generativa, sería un SDET (Sintagma Determinante) con determinación definida específica, es decir, una expresión propiamente referencial (extensional), mientras que el NC, que es un predicado léxico, una expresión predicativa —de interpretación denotacional (intensional)― requiere, para referir, ser complemento de un determinante léxico —pleno (fonéticamente realizado)― o vacío, de modo que se comporta lógicamente como una variable que proporciona un rango para el operador representado por el DET (véase Longobardi 1994). El NC no puede ser nunca ―no puede proyectarse nunca en— SDET (cf., por ejemplo: Pablo duerme / *Niño duerme; Dáselo {a Pablo / *a niño}

 

Pero el NP también puede presentarse acompañado del artículo definido, lo que consistiría en un uso no prototípico, ya que se refiere a su rendimiento como nombre común en la sintaxis. Es lo que se conoce como el uso modificado del NP o NP modifié propuesto por Kleiber (1981), (citado por Fernández Leborans, op. cit. pp. 111 y 112):

 

En la medida en que su función referencial distintiva —con implicación de presuposición existencial de unicidad― se modifica a favor de una función descriptiva, predicativa  ―que comporta presuposición existencial de ‘clase’—. El contenido descriptivo asociado de modo estable —aunque improvisado― al NP hace posible la modificación, en contextos incompatibles con NP en uso prototípico: el artículo definido (13a); el artículo indefinido (13b); los cuantificadores indefinidos (13c); el plural escueto, o singular escueto (13d, e); y los contextos predicativos (13f):

 

         (13)   a. Ya no eres el Juan que yo conocí.

                   b. Tengo un Óscar en mi grupo.

                   c. Dice que ha conocido a varias Paulas.

                   d. No hay Enriques en la lista.

                   e. No parece haber María que se le resista.

                   f. Se cree un Cela.

 

Entre los autores que han recalcado el carácter singularizador del NP, rechazando su consideración en función del número de palabras o clase de signos que lo forman encontramos a Frege (1984:51):

 

La designación de un único objeto puede estar compuesta de varias palabras u otro tipo de signos. Para abreviar, llamaremos nombre propio a cada una de tales designaciones.

 

Hay un sintagma porque hay un núcleo, con o sin adyacentes, que coincide con el NP que identificamos de manera inconfundible. Es lo que nos dice el semantista Ray Jackendoff (1998: 92):

 

No es sólo que los sintagmas tengan núcleo; hay también una conexión intrínseca entre la categoría del sintagma y la categoría de su núcleo. No es de esperar que haya una lengua, por ejemplo, en que habitualmente los verbos sean núcleo de los sintagmas nominales, los nombres de los sintagmas adjetivos, etc. Lo que hace que algo sea un sintagma nominal (normalmente) es que tenga un nombre como núcleo; y lo mismo es cierto de las otras categorías sintagmáticas. Así, las reglas de estructura sintagmática de una lengua no son libres de desglosar constituyentes como les plazca: hay restricciones fundamentales que tienen que ver con la relación entre las categorías sintagmáticas y las categorías léxicas que sirven como núcleo.

 

Otras uniones sintagmáticas del NP mostradas por Fernández Leborans (op. cit. pp. 112-117) son las tres siguientes: Artículo definido + nombre propio; Artículo definido + nombre propio + complemento(s) y el nombre propio con artículo indefinido.

 

 

5. Análisis de los datos

El polígrafo Manuel Vázquez Montalbán comienza su colaboración con el diario El País en 1984, como recuerda Blanco Chivite (1992: 163):

 

1984 es el año en el que inicia sus colaboraciones regulares en el diario El País. Sus columnas semanales en la última página dan siempre una visión rápida, sintética y crítica de cuanto tema toca y han dado a su pluma una presencia y alcance que hacen que su opinión sea una de las más tenidas en cuenta, si no por quienes deciden algo o por las instituciones que quienes deciden algo manejan, sí por un público constituido por ciudadanos de a pie que muy bien puede empezar algunas mañanas de su vida con eso de: ¿has visto lo que dice el Montalbán en El País?

 

 

Los ejemplos que se transcriben en este punto pintan el fresco de cuatro décadas de la historia española más reciente. Un periodo comprendido, entre el Felipato de Sevilla y la Irakiada de la Aznaridad, por expresarlo utilizando dos nombres neológicos del poeta Manuel Vázquez Montalbán.

 

 

 

La muestra de columnas reunidas de MVM asciende a 1.104 piezas, de donde se ha extraído una muestra de 278 nombres propios neológicos. Conforme a la tipología establecida por Leborans (Cfr. pp. 8 y 9), encontramos la que los NNPP neológicos de la muestra se distribuyen de la manera siguiente:

 

Gráfico y tabla nº 1: Nº y porcentaje de la clasificación tipológica de los NNPP neológicos de la muestra.

 

 

Clasificación tipológica de los NNPP neológicos de MVM

%

Nombres de uso apelativo, familiar o informal y ‘títulos’

62

22,30

Nombres de productos de la actividad humana

56

20,14

Nombres de períodos temporales

45

16,18

Antropónimos

36

12,94

Nombres de instituciones

41

14,74

Otros nombres de designación ocasional

20

7,19

Topónimos

15

5,39

NN de símbolos matemáticos y científicos en general

3

1,07

Nº y % total

278

   100%

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A continuación, mostramos algunos ejemplos extraídos de nuestra muestra de estudio ordenados por tipologías:

 

1. ANTROPÓNIMOS.

 

  1. […] Jack el Disparador de Whashington […], (14.10.02).

 

  1. [...] Bush II el Risueño [...], (19.02.01).

 

  1. [...] Corcuerín de Tarascón [...], (06.12.93).

 

4.       [...] Calamity Albright [...], (0903.98).

 

5.       [...] Draculescu [...], (04.01.90).

 

6.       [...] Mr. X [...], (23.01.95).

 

7.       [...] Cowboy del Guadalquivir [...], (15-04-91).

 

8.       [...] El todopoderoso representante de Dios en el PSOE [...], (06-05-91).

 

9.       [...] El señor de los bonsais [...], (22.07.96).

 

10.   [...]Bush sénior el Pacificador [...], (19.02.01).

 

 

 

2. TOPÓNIMOS. Junto con los topónimos neológicos, MVM también trata de los no-lugares o lugares utópicos (Augé, 2002) o de neologismos semánticos (López Eire y De Santiago Guervós, 2000: 127):

 

  1. [...] la Patria de la Razón Melancólica [...], (07.02.85).

 

  1. [...] el País de la infancia [...], (30.08.96).

 

  1. [...] Dalilandia [...], (06.02.89).   

 

  1. [...] Eurasia [...], (08.07.91).

 

  1. [...] Anglosajonia [...], (07.02.85).

 

  1. [...] La Bastilla (neol. Semántico) [...], (24.09.90).

 

  1. [...] Madrid DF [...], (06.05.96).

 

  1. [...] el Castillo Común del Conde Drácula [...], (22.10.90).

 

  1. [...] Los Estados Unidos de Alemania [...], (30.03.92).

 

  1. [...] Paraíso, S.A. [...], (06.10.97).

 

 

3. NOMBRES PROPIOS DE PERIODOS TEMPORALES:

Para MVM, identificación temporal e ideológica van unidas como una forma particular de interpretación poética de la realidad. Temáticamente, estos NNPP neológicos de períodos temporales proceden de la tradición cristiana y grecolatina, de los mitos de la transición y la posguerra, envueltos en la carga irónica característica de su creador:

 

  1. [...] Centenario del cambio de camisa de Isabel la Católica en el sentido higiénico de la expresión [...], (20.04.92).

 

  1. [...] el Día de la Raza o de la Hispanidad o del Encuentro o del Desencuentro [...], (25.10.99).

 

  1. […] 28 Corcuera […], (28.04.92). 

 

  1. [...] el reinado de Perico el de los Palotes [...], (16.03.87).

 

  1. [...] el reinado de Barrionuevo [...], (16.03.87).

 

  1. [...] Extraños signos, así en la tierra como en el cielo, recuerdan aquel final del felipato Sevilla, muerto de éxito tras doce años de gobierno [...], (23.06.03).

 

27.   [...] La Gonzalestroika [...],( 05.09.88).

 

28.   [...] Sor Día de San José Artesano [...], (20.06.94).

 

29.   [...] Sor Paga Extraordinaria del 18 de julio [...], (20.06.94).

 

30.   [...]20º Aniversario del golpe político-militar-argentino-norteamericano[...],(25.03.96).

 

 

4. NOMBRES DE INSTITUCIONES

Mediante el neologismo en la nominación institucional, MVM se inventa organismos de todo tipo. Con ellos, piensa solucionar con imaginación los problemas planteados en sus columnas, en una actitud vital que lo acerca muy comprometedoramente a la Patafísica de Alfred Jarry:

 

  1. [...] en cuanto Internet sustituya a los puentes aéreos, habremos pasado del Estado de las autonomías al Estado de las madrigueras [...], (22.05.00).

 

  1. [...] Y volvió [Cruyff], para instalar su estilo poético de juego, en contraste con una junta directiva llena de constructores de obras, abogados en claroscuro, algún ex jerarca del Movimiento Nacional Sindicalista de la JONS o las COJONS [...], (08.03.99).

 

  1. [...] la ONG Risueños sin fronteras [...], (21.12.98).

                                                                     

  1. [...] Empieza a haber memoria escrita del exilio político norteamericano de los años sesenta y setenta, hijo del holocausto de las izquierdas del Cono Sur, aquella limpieza étnica programada en el DCP (Departamento del Canibalismo Político) de la guerra fría [...], (08.11.1999).

 

  1. [...] Propongo que lobbies y grupos de presión se llamen Organización no gubernamental de agentes de interacción extraparlamentarios [...], (18.12.00).

 

  1. [...] Industrial Cultural Joyce, S.L. [...], (07.02.85).

 

  1. [...] jamás debemos olvidar que la ONG preferida por un derechista consecuente y legal es Empresarios sin Fronteras [...], (21.12.98).

 

  1. [...] Policía Parlamentaria [...], (15.02.88).

 

  1. [...] Simposio sobre la Gaita y la Mediana Empresa [...], (23.11.92).

 

  1. [...]Comisión Europea para la Aplicación del Gelocatil en los Toros de Lidia [...], (01.11.93).

 

 

5. NOMBRES DE PRODUCTOS DE LA ACTIVIDAD HUMANA

Esta categoría es muy importante en la obra de un humanista marxista como MVM. En la recogida de ejemplos de este apartado se tienen en cuenta las obras de creación cultural y técnica, como títulos de libros, poemas, manifestaciones literarias y artísticas en general, además de creación de ciencias imaginarias (lo que significa más presencia de la Patafísica en las columnas de MVM):

 

  1. [...] Tiempo de choriceo  [...], (16.04.90).

   

  1. [...] Ciencias Exactas de la Lucha de Clases [...], (06.05.96).

    

  1. [...] ESA (Estatuto de Subsistema Administrativo) [...], (01.10.84).

 

  1. [...] Cómo ser jefe de Gobierno por correspondencia de Dale Carnegie [...], (20.08.85).

 

  1. [...] Manual de Economía Práctica de Miguel Boyer [...], (21.10.85).
  2. [...] Pentálogo del veraneo de un ministro socialista [...], (30.08.96).

 

  1. [...] Historia del transfuguismo en la nueva democracia española [...], (14.03.92).

 

  1. [...] Poema de recomendación [...], (14.03.88).

 

  1. [...] Libro Blanco sobre el Libro Negro de la Transición Española [...], (17.08.98).

 

  1. [...] su conocida ambición poética le lleva a tensar las palabras y las cuerdas de la cítara que puedan componer una irakiada a la altura de esa poética collage característica de la posmodernidad [...], (06.01.93).                                      

 

 

6. NOMBRES DE USO APELATIVO FAMILIAR / INFORMAL Y TÍTULOS

Entre los primeros, hemos encontrado pocos ejemplos:

 

  1. [...] [Bush Jr.] ha confesado que se la tiene jurada a Sadam Husein porque, dice: ‘Quiso matar a mi papá [...], (30.09.02).

 

  1. [...] Su estampa de entonces, más lírica que épica, propiciaba la estampa del señor Aznar como el sobrinito pulcro y deseable que la providencia había tenido a bien conceder a Arzallus y Pujol [...], (12.03.01).

 

En el apartado segundo, mucho más numeroso, completamos la tipología con los ejemplos que se muestran a continuación:

 

  1. [...] don Luis Solana, nuestro Lord España consorte [...], (30.09.85).

 

  1. [...] Polemólogo (se incorporará en la 23 ed. del DRAE) [...], (12.03.1984).

 

  1. [...] título de Angelito del siglo [...], (06.05.91).

 

  1. [...] Miguel de Molina, Príncipe de los tonadilleros en el exilio [...], (21.12.92).

 

  1. [...] Kremlinólogo [...], (10.09.90).

 

  1. [...] Ministro especializado [...], (29.06.92).

 

  1. [...] Subsecretario especializado [...], (29.06.92).

 

  1. [...] Jefe de mariachis de la Casa Blanca [...], (08.07.92).

 

  1. [...] Lehendakari de Cataluña [...], (30.10.95).

 

  1. [...] informó el señor ministro español de guerras norteamericanas [...], (07.10.02).

 

  1. [...] Torero rana [...], (25.08.96).

 

  1. [...] ministro de Exteriores Propios, José Piqué [...], (23.12.02).

 

  1. [...] Maragal II el Olímpico [...], (14.09.87).

 

  1. [...] Su Majestad Confederal [...], (20.07.98).

 

  1. [...] Preobispo [...], (08.11.84).

 

  1. [...] Según los medios de comunicación españoles, el presidente González ha desempeñado un papel estelar en este viaje, un papel de líder de autocar, ese personaje necesario que siempre tiene a punto la canción oportuna y la cucharadita de agua del Carmen con azúcar para aliviar mareos. Una canción para Carlos Andrés Pérez, el ametrallador de masas, otra para Menem, el regenerador de golpistas torturadores, y también un bolero, por qué no un bolero, para Ortega y un toque de atención para Fidel Castro [...], (19.03.90).

 

 

 

7. NOMBRES DE SÍMBOLOS MATEMÁTICOS Y CIENTÍFICOS EN GENERAL

En esta tipología no hemos encontrado numerosos ejemplos tras la revisión de 20 años de columnas del autor, lo que indica que su columna personal no es el espacio para los tecnicismos científicos:

 

  1. [...] Biogenética [...], (19.07.84).

 

  1. [...] Psicometafísica [...], (24.08.87).  

 

  

 

8. NOMBRES DE DESIGNACIÓN OCASIONAL

Como su propio nombre indica, la identificación operada mediante esta tipología no tiene carácter permanente y obliga a situarse en el contexto de la oportunidad en que se emite:

                                                          

  1. [...] en vez de jugar a la ruleta rusa de una batalla de Lepanto, la Europa de los Derechos Humanos admite al Imperio turco en su campo de golf, mientras Solana organiza la Ertzaintza europea bajo la mirada vigilante de Estados Unidos[...], (13.12.99).

 

  1. [...] El telón de desinformación [...], (28.01.91).

 

  1. [...] el partido de Isabel y Fernando [...], (05.05.97).

 

  1. [...] no habría países subdesarrollados si no existiesen países subdesarrollantes [...], (11.09.89).

 

  1. [...] El telón de bambú [...], (11.12.89).

 

  1. [...] primera capital de España y ya casi nada de Alemania [...], (14.11.94).

 

  1. [...] la España del pelotazo [...], (17.01.94).

 

  1. [...] piquete electrónico [...], (12.12.88).

 

  1. [...] bloqueo publicitario [...], (25.03.85).

 

  1. [...] patente de corso cultural [...], (11.0188).

 

 

6. Descripción sintagmática de los NNPP neológicos del corpus

El número de NNPP formados por un sustantivo «escueto» (ejemplo nº 28) es de 44, frente a los 234 NNPP restantes que aparecen en unión sintagmática:

 

 

[...] Anglosajonia [...], (07.02.85).

 

[...] Reina madre semestral de Europa [...], (01.04.02).

 

 

 

 

Las principales estructuras sintagmáticas detectadas en la muestra, quedan ordenadas, de mayor a menor frecuencia de aparición, como sigue:

 

 

 

 

 

 

Gráfico y tabla nº 2.  Nº y % de las principales estructuras sintagmáticas de los NNPP neológicos del corpus:

 



Principales estructuras sintagmáticas

%

Sust. + S. prep.

57

20,5

Sust. escueto

44

15,82

Art. + Sust. + Sintag. prep.

30

10,79

Sust. + Adj.

27

9,71

Sust. + Adj. + S. prep.

15

5,39

Art. + Sust.

11

3,95

Art. + Sust. + Adj.

8

2,87

Otras estructuras sintagmáticas

86

30,93

Total Nº y %

278

100%

 

 

1. ª Sustantivo + Sintagma preposicional (57 ejemplos, 20,5% de la muestra):

 

  1. [...] Copríncipe de Mónaco [...], (11.03.85).

 

  1. [...] Objetores de conciencia automovilística [...], (06.05.91). 

 

  1. [...] ministro de Asuntos Exteriores Literarios [...], (28.11.85). 

 

 

 

 

 

2.ª Sustantivo ‘escueto' (44 ejemplos, 15,82% de la muestra):

  1. [...] una situación que podía denominarse postfelipista y postanguitista [...], (31.01.00).

 

  1. [...] Pujol y González han sido saludados por sus clientelas o por los pujólogos y felipólogos más perseverantes [...], (14.04.97).  

 

  1. [...] Roca sólo podía llegar a ser jefe de Gobierno por el procedimiento de hacer necesario un centroperiferiado (que me perdonen los generales ilustrados esta barbaridad lingüística), y cuando anunció su proyecto nadie daba por él ni un duro de papel. Como un atlante, Roca ha tirado de las periferias hacia el centro y ha dejado la geopolítica tradicional de las Españas para el arrastre  [...], (29.11.1984).                                                              

 

 

3.ª Artículo + Sust. + Sintagma preposicional (30 casos registrados, 10,79% del total):

  1. [...] Gorbachov acabará sus días dirigiendo la Sección de paraísos soviéticos perestroikos, en Disneylandia [...], (23.12.1991).

 

  1. [...] El Príncipe de la Transición [...], (15.05.89).

 

  1. [...] el jefe del club de los chorizos fritos [...], (21.05.90).    

 

 

4. ª Sust. + Adjetivo (27 casos registrados, 9,71% de la muestra):

  1. [...] Democracia minimalista [...], (en: «», 01-07-1991).

 

  1. [...] Comandante Nada [...], (03-10-85).

 

  1. [...] líderes capaces de tragarse los 25.000 muertos hasta ahora exigidos por el guión del filme Libertad duradera o Petróleo infinito [...],  (14.07.03).

 

 

 

5. ª Sust. + Adjetivo + Sintagma preposicional (15 casos, 5,39% del total):

  1. [...] Agente internacional para transiciones del cero al infinito  [...], (08.11.93).   

 

  1. [...]  Solución final de la lucha de clases [...], (01-02-1988).     

                                                       

  1. [...] Hasta 10 avisos de transfuguismo de una misma persona o de un mismo paquete de personas multiplican por 10 ante la opinión pública la impresión de la sangría comunista de ingresos en las despensas de la Casa Común, que más parece Castillo Común del Conde Drácula [...], (22.10.90).

 

 

6.ª Artículo + Sustantivo (11 casos registrados, 3,95% del corpus):

  1. [...] Dimitidos a empujones Escuredo y Hernández Ros, cuestionados e impugnados los de varias comunidades autónomas, zancadilleado desde las sombras de los pasillos de Ajuria Enea el mismísimo Garaicoetxea y puesto en cuestión judicial Jordi Pujol, parece como si una maldición hubiera caído sobre el lendakariato [...], (28.05.84).

 

  1. [...] La kremlinología trataba de saber qué ocurría en la URSS utilizando toda clase de signos externos sin otra posibilidad de paliar el hermetismo político del poder soviético [...], (10.09.90).

 

  1. [...] el Estao [...], (01.08.88). 

 

 

7. ª Artículo + Sustantivo + Adjetivo (8 casos registrados, 2,87% del total):

 

  1. [...] La Internacional Pija [...], (09.12.96).

 

  1. [...] Dentro de algunas décadas, cuando se historie el periodo que vivimos, reconocible como el patriotismo constitucional, se dirá que bajo un gobierno del PP, los insumisos fueron indultados y no quedará espacio ni siquiera para resumir que significaron 30 años de insumisión para los rebeldes que los asumieron y el cuerpo social de familiares y amigos que les respaldaron [...], (08.01.00).

 

  1. [...] el ángel expulsador [...], (29.03.85).  

 

 

8. ª  Otras estructuras sintagmáticas (86 casos, 30,93% del total):

 

       8. ª a. Sustantivo + Siglas:

 

   [...]El miedo fin de milenio es el miedo de [Bob] Dylan, converso accionista en inversiones de Paraíso, S.A [...], (06.10.97).

 

 

8. ª b.  Art + Sust. + Adj. + Sintag. preposicional:

 

  1. [...] por todo el Cono Sur se van descubriendo las conexiones entre secuestradores y torturadores establecidas en los tiempos de aquella solución final urdida por Henry Kissinger. Era el mercado común del golpe de Estado [...], (05.07.93).

           

   

8. ª c. Posesivo + Sust.+ Adjetivo:

 

   [...]Quien a los 20 años no es revolucionario es que no tiene corazón y quien a los 40 años sigue siéndolo es que no tiene cerebro, decía Confucio, profetizando la evolución de don Luis Solana, nuestro Lord España consorte [...], (30.09.85).

  

 

8. ª d.  Artículo + Siglas:

  1. [...] la IS (Incapacidad de Sorpresa) [...], (15.05.95). 

 

 

8. ªe. Artículo + Sust. + Sust. + Adjetivo + Sintag. preposicional:

     [...] Informó el señor ministro español de guerras norteamericanas [...], (07.10.02).

 

 

 

 

 

7. Aspectos sintáctico-cognitivos de los NNPP neológicos

La propuesta del profesor Hurtado Valero (2004) se ha mostrado muy efectiva a la hora de determinar los mecanismos mentales del hablante (en nuestro caso, debe cambiarse la voz ‘hablante’ por la de ‘redactor’, según indica el profesor Martínez Albertos para adaptar nuestra disciplina de estudio, la Redacción Periódística, a la Gramática Generativa y Transformacional, 1983:120) activados en la génesis del nombre propio neológico.

El NP se considera un «designador rígido», es decir, designa al mismo objeto en todos los mundos posibles. Así, apelando a esta cuestión mostrativa o deíctica, Pedro Hurtado aplica un enfoque cognitivo al NP (2004:50):

 

Respecto al nombre propio, sabemos que su uso corriente muestra una acción referencial sobre un objeto determinado; precisamente por esto, en lógica suele denominarse nombres propios no sólo a los así llamados por los gramáticos, sino también a los pronombres y a los sintagmas nominales definidos y dotados de carácter referencial. En teoría de las descripciones se planteaba la diferencia entre Platón y El autor de «La República» ya que, desde el punto de vista extensional, ambas expresiones gozan de idéntico significado. A nosotros nos basta con la diferencia cognitiva: en el primer caso, el nombre propio sirve al emisor para vincularse con un referente elemental, sin que esto vaya acompañado de ninguna acción predicativa; en el segundo caso, el hablante señala un elemento mediante el artículo El y lo relaciona con otro ¾ La República¾ aplicando a ambos la matriz diádica #ser  autor de #. Precisamente por eso, decir «Platón es el autor de La República» no es lo mismo que decir «Platón es Platón».

 

 

Antes de comentar algunos incómodos ejemplos del corpus que, sin embargo van a resultar cognitivamente muy ilustrativos, extrapolemos la advertencia hecha por García-Hernández (2007: 37 y 38), por ser muy apropiada para un autor / emisor tan politizado como MVM:

 

(…) ni el interlocutor, ni el receptor, ni el mero espectador son siempre intérpretes ingenuos de un mensaje ambiguo; a menudo lo explotan en beneficio propio. La interpretación interesada es tan habitual en el terreno político que parece que lo propio de cada partido es ofrecer una visión partidista de cualquier realidad como si fuera la única verdad.

 

Extraídos de otros trabajos inéditos anteriores sobre la semántica y la sintaxis cognitiva del NP neológico en MVM, veamos los ejemplos siguientes[6]:

 

[...] Extraños signos así en la tierra como en el cielo recuerdan aquel final del felipato de Sevilla, muerto de éxito tras doce años de gobierno [...], (23-06-2003).

 

El término alude a un período temporal, con el que MVM se refiere a un tiempo de la Historia de España. Pero además, tiene una intención retórica, en la que parece indicar que MVM se hubiera o hubiese sentido gobernado bajo un régimen califal. Aspecto que también percibe el lector de sus columnas, al establecerse la primera asociación semántica entre felipato y califato.

Según la teoría de los campos semánticos explicada por García-Hernández (2007: 83):

 

Un campo semántico consiste en la estructura significativa de un grupo unitario de palabras y un campo asociativo en el conjunto de sus connotaciones y designaciones más que de sus significaciones

 

 

Retomando nuestro ejemplo anterior, puede inferirse que el columnista le está diciendo al lector que:

 

# ser Felipe #    =  # ser Califa# 

         # Gobierno de Felipe#   =  # Felifato# 

 

La principal asociación que establece el neologismo Felipato es la de unir el antropónimo con el mismo sufijo del califato.

También resulta cognitivamente de interés este otro ejemplo de NP neológico, en el que MVM recurre al recurso sociolingüístico del cambio de código o code switching en el lenguaje de su columna:

 

 

[...] En vez de jugar a la ruleta rusa de una batalla de Lepanto, la Europa de los derechos humanos admite al Imperio turco en su campo de golf, mientras Solana organiza la Ertzaintza europea bajo la mirada vigilante de Estados Unidos [...], (MVM en El club, 13-12-1999).

 

 

Mediante el cambio de código descrito (euskara, Ertzaintza / español, europea), MVM acuña una designación para referirse novedosamente a una institución armada. El ejército de los Cascos Azules de la ONU pasa a ser, según la interpretación del columnista, la policía autonómica estadounidense.

Además del cambio de código, también puede producirse la fusión entre los dos idiomas, formando un neologismo híbrido de español y euskara:

 

 

[...] Dimitidos a empujones Escuredo y Hernández Ros, cuestionados e impugnados los de varias comunidades autónomas, zancadilleado desde las sombras de los pasillos de Ajuria Enea el mismísimo Garaicoetxea y puesto en cuestión judicial Jordi Pujol, parece como si una maldición hubiera caído sobre el lendakariato [...], (28-05-1984).

 

 

 

8. Conclusiones

1. En las columnas personales del poeta MVM se ha detectado una forma de nominación original con la que el autor identifica referentes reales y que hemos denominado nombre propio neológico. Este NP neológico ha resultado ser un elemento muy enriquecedor y creativo del lenguaje literario propio de esta tipología textual, llegando incluso a producirse la creación neológica mediante el cambio de código y la fusión con palabras de lenguas no hispánicas.

En este momento, la creación neológica de NNPP supone el 9,86 % del total del autor de creaciones del autor en el resto de categorías gramaticales: 2.819 neologismos.

 

2. El NP neológico en las columnas de MVM ha presentado idénticas características formales que los NNPP genuinos o prototípicos, así como también se ha dado en las mismas tipologías.

 

3. Por tipologías, la de los nombres de uso apelativo, familiar o informal y los ‘títulos’ es, con 62 hallazgos léxicos, la más numerosa. Supone el 22,30% de la muestra de NNPP neológicos.

Le ha seguido en importancia de aparición la de los nombres de productos de la actividad humana, con 56 casos (20,14 % del total) y ocupa el tercer lugar la tipología de los nombres de períodos temporales, con 45 ocurrencias (16, 18% del total de la muestra).

 

4. Sintagmáticamente, las tres estructuras que más veces se han repetido son:

a). Sust. + S. prep.: 57 casos (20,5 %).

b). Sust. Escueto: 44 casos, (15,82 %).

c). Art. + Sust. + Sintag. prep. 30 casos (10,79%)

 

Pero el autor ha empleado otras estructuras sintagmáticas más extensas y muy diferentes unas de otras en 86 ocasiones (30, 93 %, casi un tercio del total de la muestra).

 

5. La invención, de manera regular y continuada, de NNPP neológicos en la producción periodística en El País, prueba la concepción poemática que tenía MVM de la columna personal. Esta nueva demostración de la presencia de la poesía en la columna periodística de un autor tan politizado y literaturizado como MVM, no solo confirma que nada pierde en calidad y rigurosidad el opinante político y literario porque el periódico le permita en sus páginas hacerle sitio a la licencia poética, sino que ésta, además, puede resultar muy periodística, según como se use.

 

En este punto de mis investigaciones sobre las columnas de Vázquez Montalbán en El País, que muestro en este pequeño artículo, puedo afirmar que la aceptación de la mencionada licencia poética en la Redacción Periodística, amplía las posibilidades de estudio del nombre propio neológico trascendiendo a la Gramática Generativa y Transformacional (Crespillo) por la vía de la Redacción Periodística (Armañanzas, Martínez Albertos), la Semántica (García Murga), la Sociolingüística escrita y la Retórica (Albaladejo), la conducta lingüística y la teoría de redes sociales (Villena), la sintaxis cognitiva (Hurtado Valero), el NP como marcador discursivo literario (Albaladejo), la gramática del poema (Jakobson), la presencia del NP en la poesía (García) en el marco del análisis sociolingüístico de textos literarios (Jiménez Cano).

 

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Seminario de Sociolingüística. Doctorado de Lingüística / Hizkuntzalaritza de la Universidad del País Vasco, Vitoria-Gasteiz, curso 2006-2007. [Dirigido por Maitena Etxebarria] (Inédito).

 

SANTAMARÍA, Luisa. El comentario periodístico. Madrid: Fragua, 1990

 

SAVAL, José V. La lucha de clases se sienta a la mesa en “Los mares del Sur” de Manuel Vázquez Montalbán. En: Revista Hispánica Moderna, Año XLVIII, diciembre de 1995. New York: Hispanic Institute Columbia University, 1995.

 

SAVAL, José V. Manuel Vázquez Montalbán. El triunfo de un luchador incansable. Madrid: Síntesis, 2004.

 

SAVAL, José V. Sixto Cámara, precursor carvalhiano, y la columna «la Capilla Sixtina» en la trayectoria periodístico-literaria de Manuel Vázquez Montalbán. En: Ínsula. Revista de Letras y Ciencias Humanas, nº 703-704, julio-agosto de 2005. (Número monográfico dedicado a “El género del columnismo de escritores contemporáneos”, coordinado por Alexis Grohmann).

 

ULLMANN, Stephen. Semántica. Una introducción a la ciencia del significado. Madrid: Aguilar, 1987.

 

 

 

 



[1] «Manuel Vázquez Montalbán como neólogo», comunicación presentada en el Congreso anual de Jóvenes Lingüistas celebrado en La Rioja en 2005 y publicado en el nº XVI de Interlingüística, (Cfr. Bibliografía).

[2] En una aproximación sincrónica, puedo cifrar a fecha de este artículo en 2.819 hallazgos léxicos el corpus de neologismos, de distintas categorías gramaticales, detectados en las columnas de Manuel Vázquez Montalbán, sólo en la última página de El País (1984-2003). El subcorpus correspondiente a esta categoría gramatical del nombre propio neológico apenas sí ha variado con las nuevas ediciones del Diccionario.

La principal complicación que he encontrado para fijar la muestra de neologismos encontrados en las columnas de Vázquez Montalbán es que la producción periodística en El País (1984-2003) coincide con tres nuevas ediciones del DRAE (1984, 1992 y 2001) que van incorporando neologismos que dejan de serlo.

Aún en la última edición, la vigésimo tercera, he registrado la pérdida correspondiente a un NP de la tipología de los títulos, con la inclusión del término “polemólogo”, empleado por nuestro autor en 1984.

 

[3] El número de textos analizados en mis investigaciones sobre MVM asciende a 1.104 columnas periodísticas. Se trata, por otra parte, del mismo corpus, más algún leve incremento numérico, reunido y revisado con motivo de mi examen de Suficiencia Investigadora en Periodismo: la prueba académica en la que demostré el correlato entre la poesía y las columnas personales de Vázquez Montalbán: «Análisis de las figuras retóricas en las columnas de Manuel Vázquez Montalbán en El País (1984-2003)», dirigida por la Dra. Emy Armañanzas, profesora Titular de Periodismo de Opinión, se presentó en la Facultad de CC.SS. y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco, 20.11.06. 

La primera prueba de que Manuel Vázquez Montalbán escribe sus columnas a la manera de poemas, fue encontrar para este examen del DEA, la presencia de los 8 presupuestos formales establecidos por J. M. Castellet como propios de la obra poética de Vázquez Montalbán, y ahora también de la periodística. Era el paso previo y metodológicamente obligado antes iniciar cualquier estudio enfocado en el «giro lingüístico del periodismo» en Vázquez Montalbán.

 

[4] Un extraordinario ensayo sobre las poéticas en el que se trata de la presencia del NP en el poema es Poesía sin estatua. Ser y no ser en poética. Tesis Doctoral del poeta y columnista malagueño Álvaro García (Cfr. Bibliografía).

[5] Nótese que distingo, siguiendo la teoría de Armañanzas (1995) entre columna y artículo. Confusión muy extendida entre los teóridos de la Periodística, pero que, sin embargo columnistas como Vázquez Montalbán o Álvaro García, entre otros, sí diferencian según las tesis la mencionada teórica (ibid.).

 

[6] Los ejemplos analizados en este apartado así como las correspondientes explicaciones de los mismos, forman parte de la investigación Aspectos semánticos en un corpus de nombres propios inéditos, presentado como trabajo final del Seminario doctoral de Últimas Tendencias Teóricas en Semántica. Asignatura del Programa de Doctorado de Lingüística / Hizkuntzalaritza, Vitoria-Gasteiz, 2006-07.