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El Nilo pasa por Granada: Notas sobre la fraseología anacrónica en “Granada” de
Radwa Azur
Bouazza
(Universidad Autónoma de Madrid)
Abstract
In the main of studies dealing with the
translation of Arabic phraseology, there arises the thorny question of the
Arabic phraseologisms and its relationships with its equivalents in
spoken Arabic, and more if we take into account the diachronic aspects of
these ones.
In this article, we propose to offer some notes
on the phraseology of the spoken languages about the Arabic from a diachronic
perspective on a novel about The Andalus. However, some of the
phraseologisms are used at present in the spoken Egyptian contemporary Arabic.
Resumen
El
tratamiento discursivo de las unidades fraseológicas (UFS) constituye, junto
con otros elementos textuales, una excelente ilustración de los diversos
recursos literarios a nivel de estilo y registro de las obras analizadas. En
este sentido, la novela de Radwa Ashur, Granada[1],
resulta un caso particular. El análisis detallado del léxico y las UFS
contenidas en la novela revela un uso anacrónico de dichos recursos en árabe
hablado egipcio contemporáneo en una novela histórica que trata la caída de
Granada hace más de seis siglos.
1. Los estudios
fraseológicos
Entrados a tratar
el tema que nos ocupa, podemos decir que la fraseología es la ciencia que se
ocupa del estudio de las unidades fraseológicas (en adelante UFS) o las
unidades fijas de la lengua. Es una ciencia relativamente reciente que intenta
abordar este fenómeno lingüístico desde un punto de vista lingüístico realista.
En resumen, las UFS se caracterizan esencialmente [2]
por:
1.
La fijación: tiene un carácter sintáctico y se
define técnicamente como una restricción de la capacidad combinatoria de los
componentes de la unidad. Si decimos por ejemplo: nos ha dado las latas
(nos ha molestado), un sujeto con competencia fraseológica del español nos
corregiría diciendo: se dice nos ha dado la lata, “la lata” se usa,
normalmente, en singular y no en plural. Dicho rasgo no afecta, por igual, a
todos los componentes de la unidad.
2.
La idiomaticidad: es de carácter semántico y se
resume en el hecho de que el sentido general de la UF no corresponde a la suma
de los significados de los elementos componentes. Volviendo al ejemplo
anterior, podemos decir que el sentido de la unidad “dar la lata” (molestar) no corresponde a la
suma de los significados de dar + la
+lata (hacer acto de entrega del objeto metálico llamado “lata”).
Antes del surgimiento de los
estudios de fraseología, el estudio de dichas unidades se dividía entre varias
disciplinas, siendo la más importante la paremiología. Con criterios más o
menos claros, desde el punto de vista de la fraseología moderna, las
colecciones de refranes acaparaban gran parte de los estudios de las unidades
fijas de la lengua. Corpas Pastor (1996, 2003) adopta una división tripartita
de las UFS que se compone de las esferas siguientes:
-
Las colocaciones
-
Las locuciones
-
Los enunciados fraseológicos
Nuestro análisis se ciñe en las dos
últimas esferas porque la primera esfera carece de valor denotativo y
connotativo. Por otra parte, se puede afirmar que la clasificación de Corpas
Pastor se puede considerar como “amplia”. Es decir que incluye varias esferas
de UFS, en comparación con otras como Casares (1950), Zuluaga (1980) o Ruiz
Gurillo (1996, 1997). Éstos adoptan una visión más nuclear del fenómeno
fraseológico que se ciñe tan sólo en las locuciones, descartando las
colocaciones; y en menor grado los enunciados fraseológicos. (Véase Assam 2003-2006)
1. Los estudios fraseológicos del árabe
Introducción
Como indica el
título del apartado, dedicamos el mismo a dibujar las líneas generales de los
estudios de fraseología en árabe. El objetivo de este apartado consiste en
definir los fenómenos más destacados que caracterizan dichos estudios y sus
propuestas teóricas dentro de su propio marco histórico y sociocultural. El
interés de dicha panorámica reside en el hecho de que servirá como base para
abordar las especificidades de las UFS en dos planos:
1- En la
aclaración de la diglosia entre el árabe culto y el árabe dialectal, muy
presente en los ejemplos que estudiaremos.
2- En la
clasificación del material de consulta usado en el análisis de los ejemplos traducidas.
El más destacado de estos fenómenos es sin
duda el hecho de que la mayoría absoluta de estos estudios tienen forma de
“refraneros”. No obstante, esta afirmación se debe hacer con todas las
reservas, ya que ni la definición de refrán adoptada en estos estudios ni el
tratamiento que se les hace responden a los mismos criterios que los refraneros
del español por ejemplo.
1.3.2.
Los refraneros
No se puede hablar de la historia de los estudios
fraseológicos de la lengua árabe hasta la actualidad sin reservar el mayor
espacio a los “refraneros” de la lengua árabe culta o en las lenguas habladas
vernáculas. En efecto, la tradición del “refranero” (y con las comillas
queremos expresar la reserva con la que nos referimos a su denominación)
constituye el eje clave de la actividad investigadora a lo largo de la historia
de los estudios en árabe destinados a dicha parcela del lenguaje. Ahora bien,
el concepto de “refrán”, tal y como se entiende en árabe, no cubre la misma
esfera semántica que tiene en la actualidad en los estudios paremiológicos.
Prueba de ello son las unidades heterogéneas que se incluyen en dichos
“refraneros”. Lo cual da lugar a las acepciones que tiene el término en árabe,
tanto en su dimensión general etimológica
como en el valor específico que
le conceden las diversas colecciones de
refranes.
1.3.3. El concepto de “refrán” en la
fraseología árabe
La primera
tarea que se plantea a la luz de lo anteriormente avanzado es la de aclarar las diversas acepciones lingüísticas e históricas que fue adquiriendo el término “matal” en
el árabe. La palabra que equivale a priori a “refrán” en árabe es “matal”[3],
procedente de la raíz “matala” que significa ´estar presente´, aplicado
a una estatua, significa ´darle imagen´. Con énfasis “mattala bi”,
aplicado a una persona significa ´torturarlo para que sirva de ejemplo para los
demás´; aplicado a una obra teatral significa ´representarla´; y la derivación “al
mumatalah” significa ´comparar algo con su semejante´. En el diccionario
Lisān al Arab se alude además a una acepción clásica referente a la
exposición en una imagen visual y concreta de una cosa abstracta. Algunos
orientalistas opinan que el vocablo procede del arameo (Abu Ali, 1988: 31).
En un estudio exhaustivo sobre las diversas
acepciones que recibe el vocablo “matal” a lo largo del tiempo, Erroubi
afirma que los diccionarios no recogen todas las acepciones que se han generado
a lo largo de los siglos: en la literatura, en la crítica y en la retórica. O
sea, la amplitud semántica que la palabra fue
acumulando por los diversos autores (Erroubi, 1993: 75). La palabra “matal”, precisa Erroubi, es
una expresión de uso generalizado
originada en una historia o situación. Se caracteriza por su brevedad,
iconicidad (respecto a una imagen), confección indirecta y carácter fijo.
Además, no se refiere sólo a las situaciones similares y se puede citar por sí
misma[4].
Esta
definición tiene su antecedente en otras diversas definiciones de varios
autores en materia de los amtāl (refranes). Así, en Kalila
wa Dimna, la palabra hace referencia a una historia que sirve de moraleja y
termina con una expresión que la resume. Mientras, en el ámbito de la retórica,
estudiosos como Kudāmah Ibn ŷa’afar o el Fārābi opinan que
es exclusivo de la poesía. Se refieren a “matal” como recurso retórico,
considerando la metáfora uno de esos recursos. Otros lo han estimado como las
imágenes-metáforas combinadas en general y las concretizantes en particular
(Erroubi, 1993: 78-81).
Una
de las figuras más señeras de la retórica antigua, Abdelkāher el
ŷurŷāni, hace constancia del objetivo de los “amtāl”
del Corán de llevar a cabo una traslación del sentido desde el ámbito de lo
abstracto a lo concreto con el fin de aclarar los preceptos de la religión. Abu
Ali cita también los juicios de otros autores como Al Fārābī,
quien destaca entre las peculiaridades del “matal” la expansión entre la
gente, la artificiosidad lingüística y la perfecta elaboración. Otra acepción
la tiene Ibn Rachīq, que aclara que “matal” está directamente
relacionado con “matil” (que significa cercano). Es decir que sirve para
acercar conceptos a la mente humana con el fin de aleccionar, amonestar y
ordenar. Añade que tiene tres características que son: “la brevedad”, “el
acierto del sentido” y “la belleza de la imagen” (Abu Ali, 1988: 34-35). En
resumen, Abu Ali elabora una clasificación de los “amtāl” según
tres criterios: el temporal, el etimológico y el terminológico.
Del
muestrario de las acepciones expuestas queda patente que es necesario dotar el
vocablo de todas sus resonancias de orden lexicográfico como cultural.
Sin
embargo, los criterios a los que se refieren los autores mencionados en el
párrafo anterior no son de carácter lingüístico. Prueba de ello es que en sus
refraneros figuran ciertas unidades que, vistas desde la óptica de la
lingüística moderna, pertenecen a esferas distintas a la paremiológica. Veamos
este ejemplo de Al Maidani:
- على
أهلها جنت
براقش
-
“‘Alā
ahlihā janat barākich.”
-
Barkich condenó a sus dueños.
Este
ejemplo es una locución, pero conforme a los criterios de brevedad, difusión de
uso, etc., la incluye en su colección.
Lo mismo sucede en este ejemplo:
- كأن على
رؤوسهم الطير
-
“Ka`ana
‘alā ru`ūsihim attaira.”
-
como si
tuvieran pájaros sobre la cabeza.
O
este otro ejemplo de locución
-كالقابض على
الماء
“Kal
kābidi ‘alā al mā`i.”
- como el que
coge el agua.
Esta
observación se puede extender a las colecciones de refranes de las lenguas
vernáculas en el Mundo Árabe. Veamos este ejemplo:
- دجاجة
بكامونها.
-
“Dŷāŷa
bekāmūnhā.”
-
Un pollo con su
comino.
Esta
locución es idéntica a la otra del árabe clásico que cita Benali (1996) y se
refiere especialmente a negocios de los que esperan muchas ganancias.
- لقد
جاءتك خبزة
على فطيرة.
- Lakad ŷā`atka
jubzatun ‘alā fatīra,
- Te ha salido un pan sobre
otro.
Así como en Al Andalus que cita Azzaŷālī al
Kortobī:
- خبز
ودجاج.
- “jubz ū dŷāŷ.
- Pan y pollo.
- خبز
وخبيز.
- jubz ū jubbīz”
- Pan abundante.[5]
Se dice también en Túnez:
- شابل
بإبزار.
- “shābel b`ibzār”
- Sábalo con pimienta negra.
(Alude a un pez viene de sábalo
en castellano).
A
pesar de tener muchas formas en las distintas lenguas vernáculas habladas en
los países que conforman el Mundo Árabe, este ejemplo es, desde el punto de
vista de la fraseología moderna, una locución. Lo cual confirma la famosa frase
de De Saussure “la perspectiva hace el objeto”.
Hechas estas aclaraciones, es válido
reconocer que los estudios fraseológicos del árabe llamados “refraneros” tienen
dos momentos clave en su trayectoria. Momentos diferentes en sus circunstancias
socioculturales aunque similares en su metodología y tratamiento al fenómeno
lingüístico que nos ocupa:
1. Los estudios
clásicos del siglo III y IV: formados principalmente por las colecciones de
refranes de Addabbi, Al Maidani, Al Abdari, o Azzamajchari, etc[6].
Por la misma senda siguen los refraneros del periodo llamado posclásico que se
extiende hasta el siglo XIX.[7]
2. El segundo
momento se inaugura con el nuevo panorama resultante del contacto de la lengua
árabe con Europa a través del Colonialismo. El resultado de este segundo
momento son esencialmente las colecciones de refranes dedicados a las lenguas
vernáculas. Además, cabe mencionar un número creciente de estudios sobre las
unidades fraseológicas. Contribuciones que intentan aplicar las propuestas teóricas
de la lingüística moderna en varios temas relacionados como la lexicografía, la
dialectología o la traducción en general[8]
o la traducción automática[9].
En cuanto a las unidades que incluyen dichas obras,
se pueden clasificar según los periodos en los que se originaron del modo
siguiente:
A. Los antiguos
refranes, los preislámicos e islámicos: colecciones del siglo II y III de la
Hégira.
B. Los refranes “muwalladah”
o mestizos: reunidos el siglo IV (los de Al Maidani al final de cada
capítulo).
C. Los nuevos
refranes: los refranes dialectales o populares[10]
reunidos en el siglo XIX y XX por parte de los europeos en los países árabes.
Hecha la división de los dos
momentos que marcan los estudios de fraseología en árabe pasamos a la fase de
análisis de las mismas. Para explicar este fenómeno tenemos que relacionar el
interés por la fraseología con el ambiente general de esta época, un contexto
caracterizado, como hemos adelantado, con el afianzamiento de la lengua como
vehículo de la vida cultural en un ámbito ya alejado de su cuna inicial. Las
colecciones de refranes han servido para una doble finalidad:
1. La primera, de
orden poético-gramatical, consistía en recoger las sentencias, poesías y
refranes, en definitiva, compilar las costumbres de los árabes como
determinantes de los cánones culturales, así como las reglas gramaticales para
el proceso de fijación lingüística. El mejor ejemplo de ello es el hecho de que
Al Mufaddal Addabbī, autor de la primera colección de refranes que
conocemos, era una de las mejores fuentes y más fiables en la recitación de la
poesía clásica en su tiempo[11].
2. La segunda es de
orden religioso-exegético, y se refería a la iniciativa de la lengua árabe en
la era preislámica para entender los sentidos posibles de las aleyas coránicas[12].
Queremos hacer mención de Azzamajshari, encomiable por su labor de colección de
refranes y creador de Al mustaksā fī amtāl al ‘arab, es
uno de los autores más destacados de la exégesis coránica Al Kachchāf
fī hakā`ik attanzīl.
En cuanto al primer momento de proliferación del
estudio de la fraseología árabe, cabe destacar ciertos elementos esclarecedores
del contexto sociocultural en el que se produce. Dichas colecciones en la que
figuran los refranes de los mestizos o “mualladín” que nacen de la mezcla de
los árabes de la Península Arábiga con otros pueblos, sobre todo del Chām
(la actual Siria, Líbano, Jordania y Palestina) y los persas en el Irán actual.
En este periodo se lleva a cabo un proceso de estandarización del árabe como
lengua de religión y de cultura para los pueblos musulmanes que ya no son sólo
de habla árabe. Podemos incluso aventurar que dicho modelo constituye un
referente cultural que permanecerá en general idéntico hasta mediados del siglo
XIX[13].
En
lo referente al segundo momento de los estudios de fraseología, podemos
resaltar dos fenómenos esenciales:
- La inclusión literal de muchas UFS procedentes de
lenguas europeas.
- El interés por recoger las UFS de las lenguas
habladas o vernáculas.
En lo que se refiere al primer
punto, se puede decir que se inscribe en el intento de deshacer la unión
predominante durante siglos entre la cultura de los países y la religión que
profesa la mayoría musulmana, conservando únicamente el referente lingüístico
como vehículo comunicativo para su proyecto de Renacimiento del mundo árabe o
la nahda. No obstante, su referente es el modelo del Estado-Nación
europeo moderno. Este movimiento[14]
explica en gran parte en el impacto que supuso para la cultura
arabo-musulmana el contacto con las potencias europeas[15].
Un impacto que ha tenido evidentes manifestaciones en varios planos de la
lengua- incluido el ámbito fraseológico- como resalta Ferrando (2001: 176):
“(...) Nos parece
que los aquí citados pueden ser suficientes para hacerse una idea de cómo el
árabe clásico de fase moderna, y en especial el lenguaje de los medios de
comunicación, que al fin y a la postre es el que más influye en los hablantes,
recibe ingredientes semánticos y fraseológicos de otras lenguas y va cambiando
en cierto modo su estilo semántico y aun sintáctico”.
Tienen lugar una
serie de cambios que van a generar una lengua sincrónica más influida por los
parámetros de las lenguas europeas en todos los planos, que recibe, según el
caso, la denominación de “modern standard arabic”, “modern literary
arabic”, “arabe moderne”, “arabe littéraire moderne”, “neuhocharabisch”,
árabe estándar moderno y árabe culto moderno.
Como conclusión de este apartado, podemos
decir en términos de comparación que el primer momento más
prolífico de la fraseología árabe, se produjo la inclusión de las unidades
fraseológicas de las lenguas vernáculas en forma de los refranes “muwalladin”
(mestizos); mientras en el segundo periodo, se nota la tendencia hacia la
división entre obras dedicadas al árabe culto y las lenguas vernáculas. Por
otra parte, en las obras del árabe estándar moderno, se nota una tendencia al
calco lingüístico, especialmente de las locuciones y la
inclusión de citas de varios autores occidentales consagrados como universales
(véase Baalabaki, 2001).
3. El estudio semántico
de las UFS
Llegados
a este punto, emprendemos el análisis del aspecto que nos interesa en las UFS
contenidas en la obra de Radwa Ashour Granada.
Antes de entrar en
ello, cabe señalar el hecho de que el análisis se ciñe esencialmente al texto
original. Lo cual significa que dicho estudio es más bien de índole intralingüística.
No obstante, señalaremos al texto traducido a la hora de comentar puntos
concretos del análisis.
En el seno de su exposición
de los aspectos pragmáticos y discursivos, Corpas Pastor (1996:125-131) indica
que se pueden analizar en el marco de las nociones de sentido denotativo y
connotativo. En este sentido, la autora distingue entre dos tipos de
connotaciones:
Las connotaciones
estilísticas: muestran las preferencias por determinados tipos de texto o
registro, o proporcionan información sobre la situación comunicativa (oficial,
informal, etc.). Por estilo, se entiende el uso específico del lenguaje en
situaciones comunicativas determinadas:
- Estilo
neutro: se trata de un estilo no marcado (no se suele marcar en los
diccionarios) como caldo de cultivo.
- Estilo elevado: que connota prestigio
y cultura (connotaciones literarias o poéticas como Entre Escila y
cabildis; anticuadas u obsoletas por mor de; foráneas tour de
force, etc.),
- Estilo bajo:
(connotaciones coloquiales, informales o familiares como ser unas balas
perdidas; vulgares o argóticas estar de mala hostia).
- Connotaciones
geográfico-sociales: las diferencias diatópicas entre los distintos
dialectos de una lengua histórica como hacer dedo (español peninsular) e
ir al dedo (español de América).
- Connotaciones
histórico-culturales: las UFS salir por la puerta grande o ponerle
a uno un par de banderillas al fuego se refieren inconfundiblemente
a la fiesta nacional o la
tauromaquia, y Entre Pinto y Valdemoro se refiere a dos pueblos aledaños
de Madrid.
- Connotaciones expresivas: se refieren al
enfoque emocional adoptado por el autor frente a la situación comunicativa. Se
divide en los tipos siguientes.
- Connotaciones
despectivas: tener buenas espaldas (tener aguante para las vejaciones,
abusos y burlas).
-
Connotaciones descorteses y ofensivas: romperle a
alguien la cara.
-
Connotaciones eufemísticas: soltar
un/unos ajos (decir tacos).
-
Connotaciones humorísticas: con derecho
al pataleo (derecho a protestar violentamente una decisión abusiva).
-
Connotaciones positivas: chuparse los
dedos (como calificativo de una comida apreciada).
Aplicación
Vistos estos tipos de
connotaciones, intentaremos aplicar este modelo sobre la obra que nos interesa.
El fenómeno que ilustramos con varios
ejemplos consiste en una serie de elementos lingüísticos que resultan, cuando
menos, “anacrónicos” para la época que trata la novela histórica Granada.
El argumento de esta novela consiste
en la narración de la entrega de Granada
y sus consecuencias para sus habitantes. La vida de los granadinos que
permanecieron en Granada después de 1492 se ejemplifica en la vida de la
familia de Abu Yaafar, el librero. La vida de sus hijos y sus antiguos
aprendices y ahijados ilustra el desgarro emocional e identitario sufrido por
los habitantes del Albaicin, obligados a cambiar su fe y hábitos sociales para
adaptarse con las nuevas autoridades. La autora de la novela afirma que se
había basado en una serie de estudios y libros que tratan de la época con el
fin de disponer al máximo de datos sobre la misma.
No obstante, a nivel lingüístico,
se nota la presencia de varios fenómenos lingüísticos pertenecientes al árabe
hablado egipcio actual. Un fenómeno que se nota tanto a nivel de las locuciones
como a nivel del léxico usado. En la tabla siguiente, proponemos algunos
ejemplos de este fenómeno:
مبروك يا
حسن، إن شاء
الله تكون
عروسك قدم
السعد عليك و
على الدار
كلها، ألف
مبرو ك. P. 112 |
Enhorabuena, Hasan, ya verás como tu
novia te trae suerte a ti y a toda la casa. Que Dios te bendiga mil veces. P.
129 |
|
مر أبو
منصور من
"الوسطاني"
الى
"الجواني". P. 143 |
De la sala templada pasó a la caliente.
P. 163 |
En el Diccionario de Badawi (1986: 184)
aparece gawwani, significa interior. Wastany aparece en Spiro (1973: 641). |
مركوب
ابن أبي
الغسان أشرف
منك و من ألف
من أمثالك يا
كلب يا ابن
الكلب. P. 17 |
La bestia que monta Benabí es más noble
que tú y que mil de tu ralea, hijo de perra. P. 23 |
Badawi (1986: 758). |
الغالية
ابنة الغالي. P. 94 |
La hija de aquel a quien tanto quiso.
P. 111 |
Badawi (1986: 629). Spiro (1973: 434). |
هات الحنة
يا أم حسن. P. 94 |
Trae acá la alheña, Om Hasan. P. 111 |
Badawi (1986: 230) Hinna henna. |
كوني محضر
خير يا زينب. P. 156 |
Intenta mediar,
Zainab. P. 177 |
Badawi (1986: 210)Mahdar. Spiro (1973: 140). |
ما شاء
الله، و
بعدين؟ و بعدين
يا ستى ما
يعجب ذلك
الأميرة
خوانا و تأكل
الغيرة
قلبها. P. 161 |
¡Dios santo! ¿y qué más? ¿Y qué más ha
pasado? Pues ha pasado,
señora mía, que a la princesa Juana eso no le place, y que se la están
comiendo los celos. P. 181 |
Badawi (1986: 86). Spiro (1973: 51). |
و لا يجد
البيت كأنه
فص ملح و
ذاب. P. 196 |
(…)
no dará con la casa porque será como si se hubiera evaporado. P. 220 |
Badawi (1986: 659). |
و لن
تسلم الجرة
في كل مرة
يامريمة. P. 193 |
Tanto
va el cántaro a la fuente que el final se rompe, Moraima. P. 217 |
Badawi (1986:
426). |
تركت
جدها و خرجت
إلى الحارة P. 156 |
Dejó
a su abuelo y se fue a la calle. P. 76 |
Badawi (1986:
231) haara. Spiro (1973:
116). |
هل ركب
الولد رأسه و
خرج من باب
البنود. P. 71 |
Y
si al niño le hubiera dado por salir por Bibalbonud. P. 83 |
Badawi (1986:
348). |
ألف
رحمة و نور
عليك يا أبا
جعفر. P. 156 |
Bendito seas mil veces, Abu Yáfar. P. 97 |
Badawi (1986:
330). |
أبي يقول
إن عائشة قدم
السعد ...
تزجره أمه
مهددة بأنها "ستقطع
خبره" إن
سمعته يقول
هذا الكلام
ثانية. P. 283 |
Mi
padre dice que Aixa ha traído buena suerte (…) su madre le gritó que se
quedaría sin pan si volvía a oírle decir eso. P. 317 |
Badawi (1986:
707). |
قبل أن
يدلفا الى
الحمام الجواني دخل
سيده الى بيت
الخلاء فجلس سعد على
إحدى المصطبتين
الشرقيتين
ينتظر. P. 13 |
Antes de penetrar en la sala interior, su amo pasó
por el retrete, y Saad se sentó a esperarlo en uno de los poyos que daban a
levante. P. 18 |
Badawi (1986:
184) guwwaani. Badawi (1986:
826) Mastaba. |
هي
بعينيها لقد
قال القس
ميجيل بعظمة
لسانه "خوانا
لا لوكا". P. 162 |
Ella
misma. El padre Miguel lo dijo bien claro: “Juana la loca”. P. 183 |
|
يا أبا
جعفر... يا أبا
جعفر الله
يرضي عليك،
نحن لا نختار
بين بديلين
بل هو قدر
مكتوب.
P. 15 |
¡Pero hombre, por Dios, Abu Yáfar…!
No es que tengamos que elegir entre dos opciones, es que está de Dios que sea
así. P. 20 |
Badawi (1986:
340). Spiro (1973:
227). |
حملت فرشتها
و تسللت الى
خارج الحجرة. P. 90 |
Sacó
el jergán a rastras del cuarto. P. 106 |
Badawi (1986:
649). |
تقطعها
دعوات
المسنات
بطول العمر و
الخلف
الصالح إن
شاء الله. P. 92 |
(…) con las invocaciones de las
ancianas que rogaban a Dios larga vida y hermosa descendencia. P. 108 |
Badawi (1986:
262) |
ذاهبة أو
عائدة، الله
أعلم، و
لكنها كانت
تمشي في
حالها. P. 67 |
Fuera
o viniese sólo Dios lo sabe. El caso es que caminaba tranquilamente. P. 78 |
|
و كل رجل
حمار يفكر في
الزواج أو
الخلفة. P. 157 |
Y a
los hombres por ser tan burros como para pensar en casarse y procrear. P. 178 |
Badawi (1986:
262). |
En el
análisis de dichos ejemplos, podemos notar una serie de fenómenos.
En primer lugar,
señalemos el tratamiento diferenciado entre los casos en el momento de la
distinción de los términos existentes en el árabe hablado dentro del texto a
nivel del léxico como el de las locuciones. En ciertos casos, el texto los
señala entre comillas como en "الوسطاني"
o"الجواني" (p. 143). Cosa que no sucede con los mismos términos en “الجواني” o المصطبتين
"” (p. 13) que se citan sin comillas. Un
ejemplo de las UFS que responden al mismo criterio es el siguiente: لقد
قال القس
ميجيل بعظمة
لسانه "خوانا
لا لوكا" (p. 162) que se cita sin comillas, frente a este otro ejemplo:
(p.283) أبي
يقول إن عائشة
قدم السعد ...
تزجره أمه
مهددة بأنها "ستقطع
خبره" إن
سمعته يقول
هذا الكلام
ثانية
La diferencia de criterios de inclusión de términos o
UFS pertenecientes al árabe hablado egipcio en el árabe estándar moderno con el
que la novela está escrita abre una polémica cuyos rasgos hemos esbozado en la
introducción a los estudios de fraseología árabe, y que volveremos a discutir
en las conclusiones.
En cuanto a la relación del árabe estándar moderno con
el árabe hablado egipcio, analicemos los ejemplos siguientes:
En el primer
ejemplo, encontramos la unidad fraseológica “kadam assaid”. Es una UF que se
emplea en el lenguaje hablado egipcio. En árabe se puede sustituir por
“mubáraka”. El segundo ejemplo presenta una expresión propia del árabe hablado
egipcio. Las palabras “الوسطاني” y “الجواني” hacen referencia a dos salas
del hammam. Estas dos palabras la podemos sustituir mediante: “gurfa al
wusta” la sala del medio y “gurfa addajililla”la sala interior. “الجواني” viene de gowwa que
significa dentro. Badawi (1986: 184) hace referencia a gawwani, dándole como
significado “interno”. La misma palabra aparece en el diccionario de Spiro
(1973: 641).
En cuanto a la expresión “كلب
ابن الكلب” es una fórmula rutinaria de connotación
claramente negativa y despreciativa, de abundante uso en la lengua egipcia. “لغالية
ابنة الغالي” indica lo contrario ya que
connota afecto y amor. La encontramos tanto en el Badawi (1986: 629) como en
Spiro (1973: 434). Es el equivalente de “aziza”
en el árabe culto.
En cuanto a “هات
الحنة”, aunque el término se cita en la forma en que se
pronuncia en el árabe hablado egipcio, no existe mayor diferencia respecto al
árabe culto, ya que se dice Hinnā`a. Es una diferencia sólo a nivel
ortográfico. La locución “محضر
خير”
es igualmente típica de la lengua hablada de Egipto, significa que la persona
que se encuentre en un conflicto o disputa intenta mediar con el fin de
resolver el problema. Es una expresión que se emplea, casi siempre, en
conflictos y disputas entre personas. En el árabe moderno, la expresión más
usada en este contexto es “Hawil islāha zāti al bayni”, y por tanto, es
el equivalente de esta expresión en la lengua árabe.
La locución “كأنه
فص ملح و
ذاب” es también una locución
que se usa con el significado de desaparecer. Significa literalmente “como si fuera un trozo de sal y se diluyó”.
En árabe clásico podemos sustituir por “ijtafā” o “tabajjara”.
A nivel del léxico, el término “الحارة” es la denominación egipcia que
hace referencia a “barrio”. Generalmente, este término se aplica en los
antiguos barrios del Cairo. La locución “ركب
الولد رأسه” significa literalmente “el
chico montó su cabeza” y que significa insistió hacer una cosa. El verbo “Asarra”
puede ser el equivalente de esta expresión que contiene un matiz de enfado. En
cuanto a “بعظمة لسانه”, esta locución significa literalmente
“con el hueso de su lengua”. Es de uso frecuente, que significa “con su propia
lengua”. Es una expresión afirmativa que podemos sustituir en árabe mediante
“bilisānihi”.
Pasemos ahora a comentar la repercusión de este
fenómeno en la traducción. Los ejemplos analizados indican que este fenómeno
resulta casi imperceptible en la versión española del texto.
Así,
tanto si ponemos “‘Admat lisānihi” como “lisānihi” no cambiaría nada
en la traducción, ya que se opta por “bien claro” (que tampoco resulta precisa
como otra expresión “con su propia boca”). Lo mismo se puede decir acerca de
“kadam assaad” o “mubáraka” ya que el texto meta, que la traduce como: “te trae
suerte” no hace ninguna alusión a este fenómeno y estos matices desaparecen
inmediatamente a la hora de la traducción. Veamos este otro ejemplo: دعوات
المسنات بطول
العمر و الخلف
الصالح إن شاء
الله. Este
enunciado fraseológico citado en forma indirecta ha sido traducido de este
modo: “con las invocaciones de las ancianas que rogaban a Dios larga vida y
hermosa descendencia”. En la traducción, no podemos percibir diferencia alguna
en la traducción entre “Jalafun” y “zuriyyatun”, que es el más usado en el
árabe moderno. Lo mismo se puede notar en los demás ejemplos citados junto a su
traducción correspondiente.
Conclusiones
Como conclusión, podemos decir que la diglosia entre
el árabe hablado egipcio y el árabe moderno estándar es un fenómeno presente en
el texto original, pero en general, desaparece en el texto traducido.
El análisis de este fenómeno revela los siguientes resultados:
La escritora utiliza ciertos elementos léxicos y
fraseológicos propias de la lengua hablada contemporánea egipcia aunque el
texto hace referencia a la Historia de Al Andalus.
La presencia de estas expresiones hace que el texto
original compagine entre dos etapas distintas, con lo anacrónico que conlleva
este tratamiento. Por una parte, un lenguaje actual propio de la lengua hablada
de Egipto frente a una época que hace referencia a 1492, precisamente la caída
de Granada.
Este fenómeno, a pesar de su importancia en el texto
original, no se percibe en el texto meta. Más allá de la propia naturaleza
anacrónica del fenómeno, que hace inoportuno destacar en la traducción, el
fenómeno de la diglosia en la literatura árabe contemporánea no deja de ser un
fenómeno destacado. Escritores como Mohamed Berrada, Mohamed Choukri, Rachid
Nini, (en Marruecos); Naguib
Mahfuz, Tawfiq Al Hakim, etc., (en
Egipto) hacen uso indiscriminado del léxico y las UFS del árabe hablado de su
país dentro del árabe estándar moderno sin diferenciación a nivel de la forma
de ambos códigos lingüísticos. Es un fenómeno que se merece un estudio
específico y necesario.
No obstante el fenómeno que hemos ilustrado no deja de
ser llamativo por la distancia histórica abismal y la lejanía geográfica de los
dos contextos lingüísticos equiparados.
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[2] Exponemos aquí de modo sucinto las
características esenciales de las UFS. Para más detalles véase Zuluaga (1980),
Corpas Pastor (1996), Assam (2003), Barrada (2006) entre otros.
[3] Véase la entrada “matal” en Al Munŷid
fi allurati wal a’alām (ver bibliografía).
[4] Después de recordar la importancia
de los “refraneros”, Zaidane la asemeja en importancia con la poesía. Opina que
son el registro de la sabiduría de los árabes en la época preislámica como en
la islámica. Destaca tres características del “maţal”: “la
brevedad”, “la precisión” y “la bella imagen” (Zaidane, 1982: 70).
[5] Nótese el recurso a citar dos
palabras derivadas de la misma raíz para crear la imagen gráfica de la
abundancia. Benali lo cita sin explicar si Jubbaiz tiene un significado
determinado o es sólo una derivación para la imagen sonora.
[6] Zaidane
(1982) cita a Ibn Annadim que indica que
el primero en componer un libro de refranes es Oubaid Bnu Charbah en cincuenta
folios a finales del primer siglo de
[7]
Véase por ejemplo los criterios adoptados por El Hassan El Youssi (autor
marroquí del siglo XVI) para la elaboración de su refranero Zahru al akam fi
al amtali wal hikam, (1981). Los editores de la obra elogian su obra por
seguir los patronos de las colecciones clásicas de refranes.
[8] Awwad, M. (1990).
[9]
Helil, H.M., “Muaŷam al mutalāzimāt allafziah jutuatun nahua
annohūd bittaryamah”, en Turŷumān , tomo 3, núm.1, pp.
35-59, 1994; Hasan Ghazala, “Taryamat al mutalazimat allafziah: arabī-
inŷelīzī, Turŷumān, 1, tomo 2, pp. 7-44; Ghazi,
A., “Dawr att’abir al maskūkah fittarŷamati al āliyyah”,
Turŷumān, 1998, tomo 7, núm. 1.
[10] De la misma manera resume Ruiz
Moreno los principales “refraneros” en la introducción de su obra sobre el
refranero egipcio. La clasificación de los autores árabes clásicos del refranero
resulta la siguiente:
· Proverbios del Corán y del Hadiz.
· “Amtāl al arab”: refranes que se hallan en uso en
la actividad literaria durante la época Omeya (656-750).
· “Al amtāl al muwalladah”: llamados refranes modernos, se
dan en una sociedad islámica que ya no es árabe (“majmaa al amtāl de Al
Maidani”).
· “Amtāl al a`mmah”: o populares, son los expresados
en lengua vernácula (doméstica o nativa).
· “Min al manzum”: los proverbios en verso, debidos
a la pluma de algún poeta.
Volveremos a discutir estos aspectos de modo
contrastado en la conclusión a este capítulo.
[11] Véase Al Mufaddal Eddabī
(Addabbī, 1984), edición y prólogo de Ihsān ‘Abbās.
[12] Es valiosa la contribución de Abu
Zaid (2003) sobre el estudio del sentido figurado de las “al-āyas”
coránicas. Dicho análisis relaciona el estudio de las figuras en general con
las grandes polémicas que marcaron la era de los Omeyas y los Abasíes, las
corrientes de pensamiento de “Sunnah” (o la jurisprudencia oficial) y
los Mu’atazilah y los Jawāriy. El terreno de la polémica, aparentemente
filológico-jurisprudente pero con claro trasfondo político como aclara Abu
Zaid, reside en la posibilidad de interpretar algunas “al-āyas” en
clave figurada o literal. La obra propone varios ejemplos de dichas
divergencias.
[13] Mohamed Haŷŷi y Mohamed al Ajdar, en su edición del libro de El Hassan Lyoussi (1981), autor del siglo XVI, halagan en él la vuelta hacia las mismas raíces de la cultura árabe y las obras que proliferan en el inicio de la era abasí con Al Asma’i, Jalaf Al Ahmar y Amru Bnu al a’alāa, con especial atención a Al Maidāni.
[14] Para más detalles sobre el
movimiento de nahda o renacimiento árabe, consultar Yuravsky (1990).
[15] Algunos estudiosos árabes de este
periodo como Xalil (1985) hacen una interpretación determinista en la que
resulta clave la fecha de 1258 con la toma de Bagdad. Definen este periodo como
el inicio de la decadencia del árabe como lengua de pujanza cultural y
comunicación activa para ser suplantado paulatinamente por lenguas como el
romance, el persa o especialmente el turco. A esta larga etapa se refiere como
de “corrupción lingüística”, de la que existen pocos estudios (Ferrando, 2001).
No creemos que las ideas mencionadas tengan fundamento lingüístico alguno por
el mero hecho de que no fuera la lengua de la comunicación activa, o sea, la
lengua de comunicación cotidiana. Tampoco creemos que la “nahda” optara
por la recuperación del árabe clásico más que por su regeneración y adaptación
a las necesidades que impone el desafío de las potencias europeas. No cabe duda
de que el sentimiento de impotencia era latente en los círculos culturales y
políticos frente a la superioridad europea cada día más evidente. No faltaba
más que un acto de relevancia que le diese cuerpo a todos estos sentimientos.
Ese acto es
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