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EL LIBRO MÁS MURCIANO
02.01.2008
La verdad
GARCÍA MARTÍNEZ
Hace siete años, el Gobierno regional editó el Vocabulario de las hablas murcianas, escrito por Diego Ruiz Marín.
Se trata de un libro excelente en el que se recogen, si no todas -porque la tarea
es ardua-, la mayoría de las palabras que podríamos llamar murcianas.
La edición se agotó pronto. Ya no sé si fue porque
muchos ejemplares se regalaron o porque a la gente le interesa verdaderamente
nuestra manera peculiar de expresarnos. O por las dos cosas. Lo cierto es que
se notaba la necesidad de una nueva edición. Y ha sido el librero Diego Marín
quien, atento a la jugada y siempre al loro, la acaba de sacar otra vez a la
luz.
En la portada del libro se ha añadido un subtítulo
que me parece más que oportuno y que dice: «El español hablado en Murcia». Su
oportunidad radica en que hay gente que se piensa que lo nuestro es una lengua
o dialecto. Y no es verdad. Otros -o puede que los mismos- están convencidos de
que no hay más habla murciana que el panocho. Y eso tampoco es verdadero. El
resto de las comarcas también se sirve de su vocabulario particular.
Todo esto lo tiene muy claro Ruiz Marín, aunque él
mismo sea, cuando quiere, tan panochista como el que
más. Y pues que del panocho hablamos, conviene hacer saber que ese lenguaje
propio de la huerta ha sido manipulado, principalmente en los bandos,
añadiéndole vocablos que poco o nada tienen que ver con el auténtico panocho.
Hay diccionarios del habla que es propia de los
pueblos que no radican en
Llevo tiempo detrás de Ruiz Marín, rogándole que
incluya la palabra ‘nona’, que es jumillana y nada
más que jumillana. El autor sólo recoge la acepción
de
Vamos a ver cuándo a los dos Diegos les sale de la
nona incluirla en este que yo tengo por el libro más murciano.
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